
Empiezo sin ganas, ya que acaban de confirmar la muerte de Ignacio, una de las 8 víctimas mortales en los atentados de Londres.
Era mi vecino y durante estos dos días, me he sentido más unida a él y a su familia que nunca. Toda la urbanización plagada de todo tipo de medios de comunicación; todo el mundo preguntándonos a todos que si le conocíamos, que cómo era, etc.

Yo no he hablado con nadie. No he querido. En su casa, sus padres, las 24 horas del día, encerrados, sufriendo una agonía que ha terminado como peor podía terminar.

No puedo expresar la indignación que siento, es imposible. Un chico con toda la vida por delante que ha dado su vida por defender a una mujer a la que estaban atacando…

Y hay que oír a muchas “personas”, por llamarlas de alguna forma, decir que la policía “asesinó” a los terroristas. ¿Qué? No doy crédito.

Tal vez, pretendían que les invitaran a tomar un café en su casa. Podían haberlo hecho y así, a la próxima, a lo mejor teníamos la suerte de que se inmolaran y se los llevaran a ellos por delante. ¡Mamarracha Ana Pastor y tantos otros!

Voy a intentar hacer un punto y aparte, aunque me es difícil… Voy a tomar un café y sigo, porque estoy revuelta. Me acabo de enterar…


Ayer no pude seguir, porque viendo el telediario, asistí con estupor a la “no confirmación” de su muerte. ¡Increíble!

Toda la política inglesa estaría en peligro, con las elecciones del jueves, he leído y han pedido unas 24 ó 48 horas más.

Si estuviera vivo, está claro que no haría falta ese plazo. ¿Para qué? Lo dirían y punto. Yo ya no entiendo este mundo, ni cómo se puede manejar con tanta mezquindad los sentimientos de las personas.

A pesar de que estoy que reviento, lo dejo, porque no soy política, ni estoy aquí para hablar de eso.
Muchas me habéis preguntado que cómo arriesgo yo al vestir (lo mencioné en mi último artículo, jajaja) y veo que no dais puntada sin hilo.

¿Creéis que es fácil deciros cómo arriesgo? Pues no lo sé… Poniéndome cosas que, mucha gente no se las pondría o no las combinaría como yo…

A veces, me atrevo con vestidos llamativos, con los que me veo bien y me decanto por uno de ellos, en vez de comprarme el clásico camisero u otro más formalito…
Pero también tengo trajes de chaqueta clásicos (casi siempre en beige, tostados o marfil) de falda tubo, que me pongo con tacones, claro… Un foulard con estilo, unos aros dorados… No sé, me encanta la moda y me gusta experimentar, mezclar…

Por enseñaros algo, os estoy poniendo cosas que he llevado y que considero dentro de lo “arriesgado”, por supuesto, dentro de un orden, ya que jamás me veréis con leggins, cosas súper modernas ni nada de eso.


Veis los bikinis de “Gemma Álvarez”, que si tienes buen cuerpo, sientan de maravilla y son preciosos. Ahora no me los pongo, porque evidentemente, no me encuentro bien con ellos.

Os los enseño, porque me encantan para chicas jóvenes con poco pecho (fundamental).

Por eso, aunque he tenido alguno, porque no lo he podido evitar, he llevado de muchas marcas, pero siempre “con algo”, no unos bikinis que no dicen nada. Ahora, me gusta más el bañador entero. Los hay preciosos y me encuentro mucho mejor.

Pero sé que muchas de las que me leéis, sois jóvenes y os lo podéis permitir… Pues un capricho de vez en cuando no está mal ¿no?

Hay varias marcas que me gustan y que considero arriesgadas: Maliparmi, Miss June, Gust&Love, DosP, Mónaco, Mangata y muchas más…

Como estamos en verano, os intento enseñar cosas que me pongo, como algunos de estos vestidos y ponchos o kaftanes de “Mis Junne”, con los que siempre estoy muy a gusto y algunos son realmente preciosos.

Los tenéis cortos, tipo blusón o vestidito para ir a la playa, piscina o como voy yo a veces, por la zona donde vives en la playa por la calle… Siempre que no vayas enseñando nada, claro.

También los hay largos, preciosos y sugerentes, muy femeninos y favorecedores.

Te encuentras guapa, sexy… No me gustan las mujeres que van a la playa sin pizca de coquetería, con cualquier blusón de mercadillo o con una simple camiseta… ¡Si hasta en la playa se puede estar de morir!

Me encanta que sea esta época, porque da mucho más juego el ir más exagerada de lo normal, arriesgarte más…
Uno de los sitios donde he comprado mucho últimamente es en “Susana Yenes”, una chica sensacional, abogado como yo y con la que en gran parte me siento muy identificada, si bien ella arriesga o viste más de este estilo siempre o al menos, lo que yo la he visto…

Dejó todo para dedicarse a la moda.

Ella misma hace de modelo.
No tiene veinte años, ni falta que le hace, porque todo le está de muerte…

Tiene un estilazo bárbaro, es muy delgada. De alta, como yo (de lo que estoy encantada) y se puede permitir el lujo de ponerse lo que le de la gana, que le sienta de cine. ¡Mucho mejor que a una veinteañera!

Pues desde que la descubrí, aparte de estar chiflada con ella, es bastante la culpable del dineral que llevo gastado, jajaja.

Y además, le he comprado todo largo… ¡Hala, para mis calores!

Pero lo cierto es que todo lo que vende tiene algo, tiene espectáculo, magia, poderío… Hay para todos los gustos y de todos los precios, aunque yo tengo la virtud de fijarme siempre en lo más caro…

Os enseño cosas ideales que vende y que muchas ya están en mi poder… Algunas las diseña ella y otras son de marcas diferentes. Como os digo, casi todo lo que vende me parecen maravillas, que realzan la belleza de la mujer, claramente. ¡Sólo hay que atreverse!

Combinar, ver con qué te va mejor, disimular tus defectos… ¡Todo un arte!

Además, saca constantemente nuevos modelos, porque no compra muchos de cada uno. Eso también me encanta… Todo lo hace bien.

Bueno, como broche final, nos vamos a Zaitegui, ya que al menos, os puedo enseñar alguna foto. De otras cosas, imposible.
En la tienda Zaitegui, que no es barata, por cierto, antes de que me echéis las manos al cuello, se reúnen las marcas más especiales, caras y exclusivas del momento.

Diseñadores que encantan, un toque de sofistificación tal vez excesiva para nuestra vida diaria, menos ponible… pero donde yo también he picado alguna vez. Hay cosas que, cuando las veo, digo… ¡Míaaaaaa!

Estos vestidos largos, los veo bastante ponibles y preciosos. Todo depende de la vida que hagas, porque, claro, para ir a la compra no son.
Éste, de franjas, por los pelos no estuvo en mi casa. Pero lo pensé bien y como os digo, no sé a dónde voy a ir con tanta cosa larga este verano…

Muy bonito también, este vestido largo crudo bordado y con collar incluido. ¡Me apasionan los collares grandes!

Queda de lujo, desde luego. Al igual que esta falda larga en azules y rojos con cuadros y volantes en el bajo con el top a juego… Si tuviera unos años menos…

Perfecto este vestido de mil rayas celeste decorado. Ya veis que la modelo lo lleva con vaqueros y la tripa al aire… Pero sólo, es divino también. Y nada exagerado. Sólo bonito, impresionantemente bonito.

Y como no puede faltar el blanco, este vestido de tirantes, largo, especialísimo, tal y como veis, otra belleza de vestido.

Monísima de la muerte la falda de cuadritos verdes, con franja y cinturilla decorada con flores y top blanco.
Un conjunto fetén y diferente. A

eso llamo yo arriesgar.
O al top y falda asimétrica estampada en azul, también un conjunto precioso. Lo de la tripa al aire lo dejo para las más jóvenes que estén bien ¿eh? Que hay muchas que ni aunque sean jóvenes…

Y chiflante, el vestido asimétrico en blanco y negro… Chiflante y caro, muy caro… Son los diseñadores, que están ahora en lo más alto…

Bueno, no sé si os habréis hecho un poco a la idea de lo que llamo «arriesgar”. Creo que sí y eso que ha sido difícil, porque no os puedo poner exactamente tal y cómo arriesgo yo.
A mí me gusta, tanto en verano, como en invierno, mezclar las cosas más clásicas con otras con las que sorprendes y que si te quedan bien, como dice mi madre, “das el golpe”.
Un beso para Ignacio Echeverría. Hoy, todos somos él.
Hola, me interesa el vestido de tirantes largo blanco. Cómo puedo conseguirlo. gracias. Un saludo