
¡Holaaaa! ¿Cómo vamos? Pasó el fin de semana, por desgracia… pero otro volverá. No hay que desesperar. Y mira quién fue a hablar… la optimista por excelencia.
Yo, como si no hubiera existido fin de semana. He tenido muchísimo trabajo, compromisos familiares y punto.

Lo demás, más o menos como siempre.
Ya he charlado por privado con varias madres de los comulgantes y todo va bien. Las de las bodas, están más nerviosas…

Y una cosa os voy a decir. Si este blog que escribo, cada día se amplía a más cosas (adultos, decoración, regalos, etc), es exclusivamente porque me lo pedís vosotros.

Yo no pensaba hablar nada más que de moda infantil, pero cada vez, son más las preguntas sobre vuestros “oufits” (jajaja, yo no voy a ser menos que otras, que utilizan constantemente estas palabras, en vez del castellano tan rico que tenemos).

Por un lado, estoy encantada, pero que sepáis que únicamente hablo de moda mujer cuando se trata de cosas especiales. De la moda que normalmente me gusta y me pongo cada día, me voy a abstener, porque no es el objetivo de este blog.
Y eso, que a veces lo he hecho…

Es un domingo tristón y estoy oyendo música tristona (casi nunca escucho música alegre, me gusta mucho más la otra…) Además, ya estoy ensayando para el concierto de Silvio Rodríguez, (sí Adela, es rojo, pero me dan exactamente igual sus ideas políticas si me chiflan sus canciones. Lo que pasa es que no has oído sus letras, esas que te ponen la piel de gallina y a estas alturas ya no las vas a entender)
Voy a hablaros un poco de cosas para nosotras, que me gustan, estilosas, especiales… ¿Qué os parece? Habrá opiniones de todo tipo, pero qué le voy a hacer.
Que conste que me cuesta compartirlas con vosotras, porque las quiero para mi sola… jajaja.
Son cosas que no se encuentran en las tiendas, pero que, particularmente a mí, me encantan. Soy más bien clásica (en Madrid, me dicen que no, que me atrevo con cosas increíbles), pero caprichos como éstos, no me los pierdo nunca. Me encanta ir a la piscina o a la playa, coordinada, arreglada (no pintada), pero sí estilosa y coqueta, como cualquier día.

No me gusta ir con el traje de baño y cualquier trapillo por encima, porque «total, sólo vamos a tomar el sol…» No. Hasta para eso, me gusta ir bien.

Así que vamos a hablar un poco de eso, de caprichos ideales, de cosas que nos hacen estar mucho más guapas, vayamos donde vayamos.
Lo siento, pero no concibo la gente que va a la playa sin peinar, sin detalles… Soy un poco sibarita, puede ser. Pero, ¿por qué ir mal pudiendo ir bien? No tiene sentido.

Estáis viendo cosas de la marca “Mi María Morena”, de la que ya os he hablado en más ocasiones, pero que creo que merece la pena que veáis su colección de bisutería y complementos especiales y despampanantes que tienen en este momento.

¡No sabéis cómo transforman cualquier cosa que lleves! A mí me chifla y favorece una barbaridad. Es la colección Maorí y os quiero enseñar algunas maravillas.
Por ejemplo, sus collares. Yo ya tengo el mío elegido, pero ninguno tiene desperdicio. Te dan el toque perfecto a cualquier modelo que lleves. ¡Me privan!
Ahora, lo vais a tener difícil para elegir. Lo que me ha costado a mí, no lo sabéis bien…

Os enseño el collar Waitaki, espectacular, elegante y llamando la atención de impresionante. Redondeado, con base de crochet y rodeado de conchas cauries. Y rematado con una gran concha Dobbu. ¿Qué os parece? A mí, apasionante.

Del todo chiflante, para ir de blanco o beige, pero también con muchas otras cosas. Lo que pasa es que yo, ya sabéis que soy mucho de esos colores.
Vas con un vestido blanco bonito, unas cuñas en beige y le añades este collar y ¡Bufff! No sabéis cómo vais… Divinísimas es poco.

También barbarísimo el collar Moana. No me puede gustar más. Con una gran base de crochet tejido a mano, adornado totalmente con conchas Cypraea Miliaris. Me parece auténticamente maorí. ¡Divino!

Miradlo bien. Es que es una maravilla. No es discreto, ni falta que hace. No es un collar vulgar, sino todo lo contrario. Ese diseño, esos tonos… Vamos, que me encanta.
Y puesto con la misma gama de colores, la elegancia a la máxima potencia. Para las noches de verano, no puede haber nada tan favorecedor y de buen gusto…

El collar Kala, monísimo y perfecto, para ir algo más discretas… Pegado al cuello, a modo de gargantilla, también con base de crochet (se lleva de forma increíble), está adornado con innumerables medallones de nácar de reflejos radiantes. ¡Probadlo! Otra maravilla.
Me encantan las gargantillas exageradas, cuando son bonitas, como es el caso. Si no, no he visto cosa más hortera… ¡Cuidado con esto!

También gargantilla preciosa para el verano, la Samoa, de crochet rosa tejido a mano con cequíes de nácar rosa. Da vida a cualquier look, aparte de ser ideal. Va con muchísimos colores y super ponible.
Da gusto ver bisutería buena, de la que te hace mejorar considerablemente cualquier cosita que lleves y no de esas horrorosas, que, por desgracia, son las que más vemos.

Otro impresionante, de forma triangular es el collar Aloha, con base de crochet también. Sobre él, colmillos de concha y rematado con un medallón de nácar auténtico. Ideal para beige, camel, blanco, marrones y tostados…¡Uhmmmmm! Es increíble cómo un collar bonito casi te viste…
Me encanta hasta para ponérmelos con el bikini (sé que a muchas os parecerá una estupidez).

Estoy estupenda de la muerte, con él y con un pareo o kaftán y cuando me meto en el agua, me lo quito tranquilamente… Eso se llama coquetería, estilo, querer estar bien en todo momento… Y yo soy así. ¿ Qué le voy a hacer? Ya os he dicho que no aguanto que por ir a la piscina, haya que ir hecha un cromo. Pero opino igual que para ir a dormir, al gimnasio, o a dónde sea.

Otro también 100% diseño tribal es el collar Haka, con crochet y adornado con delicadas conchas cauries, cuernos de asta y colgante nacarado. ¡Colosal!
Con éste, vas llamando la atención y todo el mundo te preguntará por semejante maravilla, como no es de extrañar…

Le das un toque mágico a tu ropa, que ya de por sí, tiene que ser un poco estilosa, atrevida…¡No olvidéis que es verano! Me encantan.
Y volviendo a las gargantillas, que me vuelven loca, os enseño la Kaleo, impresionante para el moreno, con la base de crochet y adornada entera con cequíes de nácar naranja.

Es espléndida y te hace

sobresalir donde quiera que vayas… Con un simple vaquero y camiseta blanca, queda espléndida… Y ya no te digo si la llevas un poco combinada con tu atuendo…
Y lo mismo pasa con la Tahiti, collar gargantilla tintineante, con base de crochet, y decorado con madreperlas y aventurina. ¡Magnífico! En verdes, con azules, con blancos…
Como os digo, collares impresionantemente bonitos y de una calidad superior, lo cual, como es evidente, se nota.

Otro estilo, pero igual de impresionante, es el collar Wanaka. Es un collar babero, con colgante de madera. Sobre la rafia, abalorios en blanco y negro, que crean formas que asemejan las olas del mar…

Es también divino. Vamos, además, más de mi gusto en los colores, no pueden ser. Para las amantes de este estilo, que conozco unas cuántas, perfecto.
Y las que no seáis amantes, probadlo y veréis cómo con un collar que merece la pena, sois otras. De verdad. El estilo que dan es increíble del todo. ¡Otro collar superior!

En la misma línea, el collar Morea, ancho y circular, de tonos tierra (esto me pierde…), hecho con rafia y abalorios de madera negros y blancos con formas geométricas.

Me chifla para un kaftán crudo, o blanco o negro… y unas buenas cuñas. Estarás totalmente impresionante, no me cabe la menor duda. Siempre puesto con gusto, por supuesto, y con la indumentaria adecuada.
De más collares de esta colección fabulosa, os he dejado foto. Ninguno tiene desperdicio, ninguno.

También tenéis pulseras preciosas, como la Marae, ancha, de crochet tejido a mano con conchas cauries y nácar formando un diseño floral.

¡Llévala con cualquier cosa! Es ideal, a mí me encantan las pulseras y collares grandes para el verano, y éstos son fabulosos…
Yo me las miro y remiro mil veces, tan contenta de lo bonitas que son (tengo un montón de pulseras anchas).

La Awa, incluso para vestidos largos de noche, queda sensacional. Digamos que parece como un brazalete que puesto, adquiere un protagonismo fuera se serie. ¡Y cómo queda! En crochet y llena de colgantes de madreperla, ideal hasta para ir a cualquier evento. Es divina.

Entre sus accesorios, mirad la maravilla del poncho Tasmania, de perlé beige, con caída fluida y efecto bies. Sin mangas, de talla única, te da un estilo sensacional.
Me encanta para llevar encima del bikini o traje de baño, o con unos pantalones con un top por dentro. Super versátil, tiene mil usos y todos, de categoría. Es un todo terreno.

Excepcional también la cartera Tanami. Ya se la he recomendado a varias que me han preguntado por el bolso para bodas o Comunión. Es divina, va con todo, elegante y con clase.

De perlé beige, decorada con conchas cauries y un medallón de nácar creando un dibujo floral. Es única para los eventos y no eventos.
Me chifla tanto para un traje de chaqueta que llevaba una chica a una Comunión y por supuesto, se la recomendé y le quedaba de lujo, como para unos vaqueros. Os lo digo… ¡Única! Vale para todo y con todo queda bien.

Puede ser para mucho vestir o para todo lo contrario, y le das el toque especial…
Y los sombreros… también de muchísimo estilo. ¡Ojito, que hay que llevarlo con gracia! Que veo cada una que lo lleva como si se le hubiera caído del cielo… ¡Más garbo, hombre!

Monísimos, tanto el de conchas (Gora), como el de rafia (Palau). El primero, un borsalino de ala estrecha en fibra natural, de color paja clara y decorado con conchas cauries. ¿Dónde vas, con esa gracia?

El segundo, también bombonazo. Igualmente, como veis, borsalino de ala estrecha, de fibra natural color tostado y decorado con una cinta de rafia en blanco y negro.
El que más os guste o más os vaya… Yo en este sentido, tengo la suerte de ser morena de piel y me entusiasman los dos. No voy a la playa sin sombrero jamás.
Y una maravilla sin igual para tipazos impresionantes (ahí está el pero), es el bikini Nallely, de crochet en crudo, rosa y tostado (qué tonos, por Dios).

Ya veis cómo luce palmito esta chica. Y sé que hay muchas que os lo podréis poner perfectamente y si no, vuestras hijas. Yo, si pudiera, me lo pondría con collar y pulseras, desde luego. ¿Para que voy a escatimar en maravillas?
Llego a la playa, con el poncho o kaftán de turno, sombrero y bien aderezada por estas joyas y oh la lá…
Jajaja, en serio, da gusto ver a chicas así y no a pastelones sin gracia, contra las que no tengo absolutamente nada, faltaría más, pero para eso escribo de moda, ¿no?

Y no se puede comparar una chica o madre de tres hijos, que es mi caso, que va coqueta y mona sea donde sea, a una chica joven que carece de gracia y que a veces, sólo necesita un empujón.
Pues aquí estoy yo, para dároslo. ¡Vamos! ¿A qué esperáis? Daos un caprichazo en Mi María Morena. Desde luego, mejor embajadora que yo de sus diseños, no la encontrarán…
Un beso con garbo