
Hoy empiezo a escribir con mal cuerpo, ya que he pasado una nochecita fina.
Con pesadillas, de esas que parece que son tan reales que te quieres morir. Estás deseando despertarte pero no puedes y lo ves todo tan nítido, tan verdadero…
¡Ha sido horrible! No es la primera vez que me pasa.

Generalmente, duermo mal, pero lo de estas pesadillas no lo aguanto. Seguro que a más de una os ha pasado alguna vez.

No como una amiga mía, Lydia, que siempre ha contado que ella se prepara lo que quiere soñar y con eso sueña, jajaja. ¿Os lo creéis? Ella lo cuenta y se queda tan ancha.


Me acuerdo de nuestros veranos en Villarcayo, que cada una decía con lo que le gustaría soñar y ella siempre igual: “yo, como sueño lo que quiero…” Jajaja, qué tiempos aquellos…. Cómo lo pasábamos de bien y qué felices fuimos.

Bueno, a pesar del mal tiempo, el cual va a seguir al menos durante toda la semana, sois muchas las que ya me preguntáis por modelos para ir de invitadas a bodas veraniegas.
Y me empiezo a desesperar, porque hay tan pocas fotos para enseñaros, tan pocas marcas bonitas…
Pero bueno, entre todas, hoy he elegido a
“Alba Conde” y su colección de fiesta para esta temporada, en la que hay modelos perfectos para ir de invitada. De invitada elegante, con tejidos impresionantes, de máxima calidad, favorecedores, sin ir demasiado recargada y además, con tallas grandes, que es la preocupación de algunas.

La pena es que casi ninguna marca piensa en tallas como la 46 o más, por lo que me es muy difícil responderos a ello y siempre os aconsejo una buena modista.

“Alba Conde” nos propone cosas y colores muy variados. Yo he hecho una selección con lo que más me ha gustado y pensando también en lo que os puede gustar a vosotras, teniendo en cuenta que hay tipos, cuerpos y gustos para dar, tomar y regalar.

Creo que lo principal, es conocerse muy bien a una misma. Saber destacar las partes de tu cuerpo más bonitas y disimular tus defectos. Saber si te queda mejor el largo o el corto, los colores que más te favorecen, etc.
Y a partir de ahí, comenzar la búsqueda. Por ejemplo, yo jamás elegiría un vestido largo con miles de volantes, porque sé que no me va.

Puede que me encante para otra, pero no para mí. Se requiere una buena altura, cosa que no tengo.
A mí me van los vestidos y faldas lápiz, y lo corto más que lo largo,

aunque reconozco que me pongo vestidos largos con buenos tacones, porque me pirran.

Pero sé que estoy mejor con una falda tubo por la rodilla.
Os enseño justo un vestido largo estampado multicolor con el que las invitadas altas pueden estar de lujo. Tiene un diseño fantástico y el colorido queda contrarrestado por el diseño sobrio y elegante.

Es un vestido cañón, de llamar la atención, siempre y cuando, como os he dicho, sea vuestro estilo y os siente bien. Si es así, iréis perfectas, tal cual.
La espalda en pico, con el volantón es magnífica. ¡Qué diseño tan precioso!

El bajo tiene una forma redondeada con una pequeña cola. Ideales las mangas capa y
el escote barco delantero.

Divino el mono de tirantes rojo. Me encanta el detalle cruzado en la espalda y la pierna con corte ancho. ¡Estamos en la era de los monos y si te queda bien, irás de impresión!

Me chifla con el tocadito en la cabeza. Todo me gusta.

El Kimono estampado, que es la última de este verano, le va que ni pintado para acompañarlo en la Iglesia o Juzgado.

El resultado es un conjunto espléndido, elegantísimo y nada recargado, que es lo que más odio del mundo.

Un vestido que me encanta, según para quién, es éste, tipo camisero, pero qué camisero… ¡De lujo! Corto, con detalle de cinturón lazo a contraste en grosgrain y aplique de flor. Preciosa manga de tres cuartos con puño para gemelos y puntilla a contraste.

Como veis, lleva pliegues, perfectamente estudiados para dar volumen a la falda. Los complementos en rojo y un clásico

fantástico. ¡Lúcete con él!
Lo veo colosal, sin querer parecer de boda, pero siéndolo totalmente. El canotier, para una boda de mañana, perfecto. Si no, un casquete o tocado mono, o simplemente una melena o recogido bonito.
Espectacular la falda de la misma tela de lunares, larga con bajo asimétrico. Lazo a contraste y pliegues en la cintura para dar volumen. El top negro asimétrico es soberbio, de una calidad sublime y un diseño exquisito. Con un hombro descubierto y el otro, de volantes.

También lo veo para chicas o señoras altas o de una estatura mediana, ya que con taconazos, tenemos mucho solucionado.
Desde luego, desapercibida no pasarás porque es un conjunto espectacular, con detalles muy especiales y una delicadeza y riqueza increíbles, pero sin dejar de ser unas mezclas clásicas y bonitas.

Y otro mono, también rojo, pero esta vez, asimétrico, largo y fluido con volantes en el escote y en la sisa. El cuerpo superior es más entallado con corte en la cintura y el pantalón de corte recto.

Seguro que vas original y guapísima si te pones los complementos adecuados. A mí me encanta con un tocadito pequeño y un clutch de mano, aparte de taconazos.

Tiene la opción de ponerse una tira en la parte sin hombro, para tapar el sujetador. ¡Perfecto!
El vestido de rayas corto, también monísimo. Entallado (de los míos) y con detalle en la cinturilla y en los lazos de la espalda a contraste.
Un escote semi barco muy elegante, rematado con vivo mecha y mangas tres cuartos acabadas en volante.

Muy sugerente también la

abertura posterior. Estos vestidos siempre son un acierto. Ni escandolosos, ni todo lo contrario. Ya sabéis que con la elegancia, se recuerda a la mujer y con la vulgaridad, al modelo.

Impresionante, pero más complicadito, el vestido largo de rayas bicolor en blanco y negro. Para mí, imposible. Pero hay chicas a las que les puede quedar espectacular. Largo, con cuerpo entallado y evasé en la falda para dar volumen.

Sobre el escote palabra de honor, un volante que baja desde el tirante y termina a la altura de la cadera, sólo en el delantero.
También tenéis la opción de otro tirante más ancho para tapar el sujetador. ¿Qué os parece? No es un vestido fácil, pero una vez más, el binomio blanco y negro, hace que no sea un vestido imposible.

Si te queda bien, es otro espectáculo. Sin muchas joyas ni casi adornos, por favor.

Súper favorecedor el conjunto de falda larga estampada y top en color buganvilla. La falda, de corte evasé y pliegues en la cintura, sienta como un guante y vosotras mejor que nadie, sabréis si os va o no este conjunto.
Desde luego, es arriesgado, por lo que más vale que te miren por lo bien que vas que por lo mal que te queda. Hay que tener el pecho “muy bien colocado” para llevar este top como si fuera una camiseta holgada.

El colorido, muy apropiado para estas épocas y aunque no soy muy amiga de los estampados, éste queda ideal con el top a juego.
Si crees que puedes con él, adelante. Causarás sensación.

Otro vestido irresistile, y eso que no soy tampoco de fucsia, es éste de manga capa, de corte entallado y detalle de lazo a contraste en la espalda.

Escote barco y la manga capa a la altura del codo. Con el tocadito tan mono, la veo perfecta. ¿Para qué recargarse más?
No se puede ir más apropiada a una boda. Yo me pondría zapatos de salón o sandalias en fucsia con un buen taconazo. Un bolso de mano bonito y perfecta.


En el mismo estampado floral buganvilla de antes, este vestido entallado, corto, de manga corta, escote caja en el delantero y espalda en forma de U con ligero drapeado.

Sienta de cine y si lo quieres acompañar con algo, yo elegiría esta preciosa chaqueta fucsia de punto ligero, con manga francesa y volantes en el delantero y espalda. Se cierra con un broche decorativo y no resulta nada recargado, porque el diseño del vestido es sobrio. ¡Hay que buscar el equilibrio!

Otro vestido impresionante de crepe coral, que no es fácil que siente bien a cualquiera (de estos, huyo yo), es éste, fluido con largo asimétrico y escote en pico cruzado con corchete interior y goma en la cintura.

Volantones en las sisas y en el bajo.
Como os he dicho, para éste, se requiere altura y gracia. Entre tanto volante y tanta asimetría, si no, puede quedar un poco recargado para mi gusto.
Ahora, si te queda bien, vas de cine, claro. Yo no me podría ni tocado ni nada. La melena suelta y punto. El vestido ya tiene bastante que decir por sí mismo.

Elegantísima va la modelo con este conjunto de falda larga estampada en gris sobre blanco y top negro.

Cuando algo es bonito en blanco y negro, suele ser impresionante. La falda larga tiene corte evasé y lazo en la cintura con detalle de pedrería.

Me parece un conjunto arrebatador, tal cual está, sin añadir más color que la del exquisito tocado en rojo que lleva.
No añadiría nada más y se puede decir que es la elegancia hecha persona. La pega: de nuevo, más bien para altas…

Como mucho, la chaqueta de punto de fiesta en rojo, con manga acampanada para la Iglesia, de manga francesa con volante y broche de flor.

¡Qué modelazo, mamma míaaaa! Para bodas de alto copete ¿eh?

Un vestido precioso que yo podría elegir, sería éste, salmón de topos, monísimo y coquetón. Sencillo pero perfecto con los complementos adecuados como el divinísimo turbante que lleva la modelo.

Corto, fluido, con fruncido sujeto con un pearcing.
El escote, en barco en el delantero y pico cruzado con volantes en la espalda. ¿No lo veis ideal? Y me encantan estas mezclas de rosas, rojos, salmón… ¡Cómo favorecen!

Serás una invitada brillante y muy femenina.

Otro vestido maravilloso es éste, en bambula rosa palo. Asimétrico, corto y con unas flores preciosas en el hombro izquierdo.

Deja al descubierto el hombro derecho. El hombro izquierdo, cubierto por manga de tres cuartos.

También lo tenéis en azulón y en rojo. Depende de cuál os siente mejor. Me encanta porque a las delgadas, les hace un estilazo y una caída soberbia y a las rellenitas, les disimula.
¡Éste es para casi todas! Y hay hasta la talla 48. ¡Ahí lo dejo!

Y de los que me da rabia porque no me puedo poner, es este vestido granate de lunares largo y plisado, con escote halter, atado al cuello con cordón terminado en borlas.
Tiene un bajo precioso, redondeado con una pequeña cola. Lo veo elegante y sencillo y desde luego, para delgadas.

Siempre se va bien a una boda con un vestido así. Siempre.

La versión de top y falda larga de lunares, no es menos bonita.

Falda granate con detalle de volante en la parte posterior y cinturón de tela con flores. A juego, y contrastando al máximo, el divino top salmón con lunares granates asimétrico, con manga de volantes. ¡Me pirrra!

Es original, elegante, sin ser de colores chillones… Le puedes sacar un partido impresionante y si te sienta bien, serás de las mejor vestidas de la boda.

Un conjunto sensacional y una combinación de colores que siempre me ha chiflado: el morado con el verde.

Falda en mikado verde tubo con detalle de volante en la cintura y abertura en la parte delantera. Éstas son las mías…
El top asimétrico de volantes en tela de rayas moradas y transparentes es soberbio.

Lo veo para ser una invitada muy cercana de los novios. El

conjunto es colosal.
Todo el mundo hablará de la chica del top morado… ¡Seguro! O de la señora, que las hay estupendísimas.

¡Brillante colección la de Alba Conde!
Termino con un arrebatador vestido amarillo de crepe con pedrería. El color amarillo es para el verano, eso está claro.
Me parece ideal; corto y semientallado. Con manga capa y escote barco con el detalle de pedrería, a modo de collar babero.
Lleva un pico pronunciado en la espalda y tiras en el mismo tejido en la parte posterior, para evitar que se vea el sujetador.

Un look entero en amarillo, con un poquito de bronceado, puede causar estragos.
Con un tocadito pequeño o con melena, irás perfecta.
Hay más modelos.
Entrad en su página web y localizad las tiendas que vendan la marca o las franquicias que hay por toda España.
El acierto es seguro.
Un beso engalanado
Hermosos y superelegantes estos vestidos. Me encantaron!!! Seré una seguidora fiel de esta página.
Hola! Me alegro mucho!