
Seguimos de puente. Un puente anodino, raro y muy frío, como helador ha sido todo este año.

Y nosotros, seguimos en el proceso de amoldarnos a la nueva casa. Aún queda tanto por colocar… Cajas y cajas se apilan en la primera habitación y las miro como si no fueran mías. Muchas veces, me pregunto que qué hago aquí y si voy a ser capaz de vivir en ella.

Bueno, no quiero empezar así, que imagino que no tendréis ganas de leer lamentaciones, así que voy a dar la vuelta por completo y hoy os voy a hablar de moda para nosotras. Para que soñemos un poco y durante unos minutos, nos olvidemos de este año que está a punto de terminarse.

A muchas os puede parecer una frivolidad lo que os voy a enseñar y sí, en cierto modo, puede que lo sea. Pero para eso está este blog. Para hablar de cosas que no son fundamentales en la vida, pero que a mucha gente gusta y distrae. Y como os digo, mucho más en este año espantoso.
Hablo de “Teté by Odette”. Una marca de altos vuelos, de marcado carácter étnico, que arrasa por donde va. Abrigos, chaquetas y vestidos únicos. Perfectos para que te lo regalen esta Navidad o para que os hagáis vosotras mismas el regalo.

Es muy normal ver sus diseños en cualquier mujer famosa que sale en la televisión. Todas quieren algo de esta diseñadora cántabra, a la que conozco.


Menuda, morena de pelo liso, largo y ojos rasgados, ha conseguido lo que muchos otros están deseando y es que las famosas se peleen por llevar sus diseños.

Odette Álvarez siempre estuvo vinculada al mundo de la moda, pero fue en su búsqueda de prendas originales y diferentes, cuando dio rienda suelta a su imaginación, confeccionando prendas para sí misma y, después, para conocidas.

Ante el interés que éstas despertaron, se atrevió a lanzar su primera colección y ya, todo fue rodado.

Como veréis, no es una marca barata ni mucho menos. La gran cantidad de trabajo que veis en todas sus prendas, el combinado de las telas con la piel y los diseños exclusivos es lo que tiene.

Pero como las fechas son propicias, he decidido enseñaros la colección por si alguna tiene antojo, está en un momento feliz de su vida y tiene un amor que se lo quiera regalar…

Esto lo pongo, porque yo no lo quiero. No estoy en ningún momento bueno, ni tengo amor. Y, aunque lo tuviera, no necesito que me regale nada para demostrarlo. Bueno, ya veis que no estoy muy contenta, pero sé de muchas a las que les gusta la marca y les gustaría tener cualquier cosa bonita de ella.

Los abrigos que estáis viendo, son una buena muestra de lo que os digo. Piel natural (que me fastidia, aunque está claro que no es ni parecida a la sintética) combinada con increíbles telas de todo tipo, cristales, pastchwork, estampados originalísimos, etc.

Por ejemplo, éste blanco, con una especie de cristales, a las morenas de piel, tiene que favorecer una barbaridad. Lo veo imponente, súper especial y además, increíblemente abrigado.

No pasaréis desapercibidas con ninguno de ellos, eso desde luego.

Súper apropiado para esta época, el

abrigo Aeris, de lentejuelas de colores y piel. Es realmente precioso. Y si tenéis algo especial (aunque parezca raro, hay gente para todo), plantearos el llevarlo con el pantalón a juego. O con la bomber, también fabulosa. ¡Un conjuntazo para arrasar!


Otro de capricho total es el abrigo Embera, con esos colores turquesa y rojo combinando con el negro de la piel… Es una joya. Para cualquier look en negro, le va que ni pintado. Exagerado, pero ponible. ¿Cómo lo veis? ¿Os apetece de regalo?

También con la piel en negro, el abrigo Aurum, que ya veis el trabajo que lleva. Repleto de monedas y adornos dorados y plateados, es como si una luz deslumbrante saliera de ti… Realmente bonito, y, de nuevo, ponible.

Además, como os he dicho, no os podéis imaginar el calorcito que dan… No pasa ni el viento ni nada. Vamos, que lo tiene todo. Sólo hace falta combinarlo bien y acertar de pleno.

Absolutamente diferente, pero igual de caprichoso, el abrigo Glacies, en color crudo y largo, con volantes asimétricos y pompones a modo de botones.

Es para alguien que tiene muchos abrigos, porque si no, lo veo demasiado “cantarín” para tenerlo como fondo de armario. Es, lo que os he dicho: “un capricho”. Ni más ni menos.

El color me chifla porque al ser morena de piel, siempre me ha favorecido. Pero no sería el que yo elegiría.
El animal print es increíble, se sigue llevando y, lejos de ser cada vez menos, es cada vez más, hasta el punto de que yo, que nunca he sido muy de llevarlo, ahora tengo un montón de cosas con este tipo de estampados.

Mi madre y mi hermana, fanáticas totales, dirán: ¿No decías que no te entusiasmaba? Es como si las estuviera oyendo…
Por eso, este abrigo, no digo que sea clásico, porque nada más lejos de la realidad, pero sí lo veo de mucho poner. Desde luego, es impresionante. Y fijaos en los detalles… ¿Os extraña que haya llegado tan lejos?
Las pellizas, tampoco tienen desperdicio.


Sigo reconociendo que soy más clásica, pero la larga es una maravilla, abrigada y con algo especial. Color natural, fijaos en el cuello, mangas, bolsillos decorados… Todas a las que os guste esta gama de colores, como a mí, os enamoraréis de ella. Es una prenda de matrícula de honor.

La corta es más particular. Como os decía antes, es para alguien que tenga muchos abrigos, porque su diseño, de nuevo caprichoso, hace pensar que no te la puedes poner varios días seguidos sin que digan: “ahí viene la chica de la pelliza con alas”….

Sus hombros favorecen un montón, así como la espalda, que te hace parecer casi un elfo. Es la magia y la creatividad de algunas diseñadoras, que, a muchas nos fascina.


¿Y del abrigo negro, qué me decís? Para las amantes de este color, siempre de moda, es una verdadera gozada. En Burgos lo vende la tienda Friends. Veis perfectamente cómo alterna la tela, llena de espejos con la piel. Éste sí que se puede tener como fondo de armario. ¡Menudo fondo!

La verdad es que yo no tengo ninguna ilusión por ahora, pero si estuviera Luis, ya le estaría dando pistas para mi cumpleaños, que es este mes. Él siempre se enfadaba y decía que no le dejaba darme sorpresas…

Después, siempre tenía un montón. Disfrutaba comprándome cosas y ahora, todo eso se terminó. Las risas, el tomarnos el pelo, nuestras conversaciones, nuestra vida…

Sigo, que no quiero derrumbarme. Otro abrigo, que veo muy de regalo es el abrigo Sochi. Sus tonos turquesa y morado en la tela combinados con la piel negra, lo hacen súper favorecedor.
Es ideal como “caprichazo”. Las que podáis permitíroslo, es el momento. La Navidad y la pandemia: la mejor excusa.
Me encanta para ir por debajo entera de negro. Bien sea falda, vestido o pantalón. Da igual.

De marcado carácter étnico y con grandes solapas y bolsillos de piel negra, el abrigo Tunebo. Me encanta.

Tengo uno similar en beige y negro. Éste es más de capricho, repito. Muy versátil y divino. Sientan de miedo y una vez que hayáis hecho alguna compra en “Teté by Odette”, querréis repetir. Es lo que pasa con los buenos diseñadores.

También lo tenéis en corto. El colorido me parece ideal. ¿Qué tendrá lo étnico, que siempre me atrapa? Como decía Luis, en otra vida, seguro que pertenecía a alguna tribu india o por ahí… jajaja.

Os enseño algunos vestidos, que son mi perdición, como el Clausus. Ni me molesto en describirlo, porque ya lo veis. Es totalmente de mi estilo y ahora, estaría pidiéndolo a los Reyes, si estuviera mejor. ¡Qué tonta! Con la de cosas importantes que hay que pedir…

Yo lo sé y vosotras, también, pero, cuando lo tienes todo y te gusta la moda…
También, impresionante por su

colorido, el vestido Embera. Es un espectáculo en sí mismo, como podéis comprobar. Para las que tenéis mucha vida social, es único. Yo me lo pondría para cualquier cosa, porque no me gusta que me digan que qué bonito o que qué guapa estoy. Lo que me gusta es la satisfacción personal.

Lo veo para cualquier actriz el día de los Goya, para cosas así. Pero, por supuesto que nos lo podemos poner cualquiera si lo podemos comprar y nos queda bien. ¡Faltaría más!

Chiflante también el de estrellas y corazones rosas. Tipo chaqueta y cortito, me priva. Con taconazos y siendo feliz… una auténtica maravilla. Aprovechad y

disfrutad de algo de lo que os enseño. Después nadie sabe lo que la vida nos tiene reservado.

Termino el desfile con el vestido Espinel, de nuevo, espectacular. De plumas, largo y negro. Nada más que decir. Sólo que, sí, estoy de acuerdo que es para un día especial. Para llevarlo un día muy señalado. Pero no por eso deja de ser una maravilla. Una obra de arte del diseño.


Espero que, por lo menos, a alguna de vosotras, le haya dado ideas para esta Navidad tan diferente. A mí me encanta escribir y si además, es de alguien de Santander, aún más.

Llevo a Cantabria en mi corazón. Siempre ha estado en mi vida, desde que nací. Allí pasé mis mejores veranos. Allí bailé “agarrado” por primera vez. Allí conocí al amor de mi vida y a personas que son imprescindibles para mí.

Sé que no estoy sola en el mundo, aunque ahora mismo me sienta así. Sé que tengo que conseguir estar bien conmigo misma, porque sólo así podré estar bien con los demás.
Como decía Frida Kalho, y me mandó Miguel ayer: “Allá voy de nuevo, entera o a pedazos, pero allá voy”. Lo seguiré intentando.
Un besuco