Ya estamos aquí de nuevo. No voy a hablar del tiempo, ya sabéis, pero sólo decir que espero que en todas las celebraciones de este mes, no pase lo mismo con la lluvia, porque al paso que vamos…

Tantos mensajes para que vayáis vosotras o vuestros hijos resplandecientes y que después, caiga un aguacero, pues como que no es lo ideal.

Increíblemente, no sabéis cuántas bodas hay… o por lo menos, cuánto me preguntáis por el modelo para llevar en ellas, así que será porque las hay. Y luego dicen que la gente no se casa.

Lo que pasa es que ahora se casan más de una vez y por eso es… jajaja.

No. Hay mucha gente que se casa de blanco, blanquísimo y por la Iglesia, tradicionales de toda la vida. Y hay detrás, un montón de invitadas llenas de dudas por cómo irán de ideales a la boda de su amiga, hermano, prima, etc…

Una vez más, los mensajes me hacen que os hable de esto. Y eso que os recuerdo que esto empezó siendo un blog de moda infantil…

Me alegro de que los artículos de mujer estén gustando tanto y de que os estén solucionando cosas. No sabéis la alegría que me dan algunos de vuestros mensajes…

Y os agradezco infinito a todas las que me escribís en privado, todas las cosas que me decís… De verdad, que me siento alguien importante y todo.

Sólo intento transmitir mi gusto, y un poco de cómo no se debe de ir jamás a una boda o celebración importante. Nada más.

Porque a veces, vosotras mismas os dais cuenta de las fotos que me mandáis con el modelito de marras en cuestión…

Hoy os voy a hablar de una marca que se caracteriza por su elegancia, distinción y exclusividad; lo que me pedís muchas últimamente.

Los detalles y la calidad de los tejidos están fuera de discusión. Y también yo destacaría su creatividad e innovación, es decir, no es más de lo mismo, sino que sorprende siempre…

Se trata de Carla Ruiz, empresa andaluza, que triunfa a nivel nacional e internacional y que ha conseguido que Andalucía suba a España un escalón dentro de la moda. Su participación en los más importantes eventos de moda ya la han encumbrado del todo.

Y como por pedir que no quede, me pedís de todo: fiesta, coctail, madrinas, invitadas… Bueno, pues aquí tenéis soluciones para cada caso. Aunque yo, me asombro de las lectoras tan “elevadas” que tengo y que además, me piden consejo…

Pues vamos allá…Os enseño algunos de los diseños que me han parecido más apropiados para ir a una boda, sobre todo, bien sea de hermanísima, de cuñadísima o de super madrina.

Embobada me ha dejado este vestido bordado en celeste y chaquetilla de volantes a juego con manga francesa… Elegancia sin igual para una madrina estupenda. El color, preciosísismo.

¿Cómo lo veis? Desde luego, el detalle cuidado al máximo, como podéis ver.

Colosal también este vestido dorado, con falda tipo pareo y chaqueta impresionante al tono, con una especie de lazo, que le va como anillo al dedo… Otra madrina de fábula.

También este conjunto en plateado es brillante y nunca mejor dicho: vestido con lunares labrados y preciosa chaquetilla que sienta como un guante, a juego. ¡Me priva!

La flor de plumas en la chaqueta, adorno idóneo. Y voy más allá: si fuera para ir de madrina, yo me pondría un pamelón en crudo divino. ¡Súper espectacular!

Otro impresionante para madrina es éste, con cuerpo bordado en celeste, falda lápiz beige y cola… ¿Cómo lo veis? Desde luego, la madrina, cañón. No sé cómo irá la novia…

Este conjunto de falda beige bordada con encaje crudo y top beige me super chifla… Y el turbante rosa, que no me puede gustar más, es idílico. Vamos, que me lo pondría yo muy a gusto… Absolutamente arrollador.

Y por supuesto, elegantísimo también, este vestido bordado con flores, en tonos tostados, cinturón estrecho y una especie de chal cortito rematado por una flor de plumas. Otro de mis favoritos. Ni un pero. Una invitada de excepción, desde luego.

Me super encanta este vestido estampado y de rejilla en topo o caqui con el abrigo a juego con plumas. ¡Es apasionante de ideal!

Y la presentación con moño, me parece perfecta para que cada una se ponga en el pelo lo que quiera, porque no hablamos de una marca de tocados. Pero ya os digo yo que, para una boda de día, este modelo con una pamela topo grande con alguna pluma, causa más de un desmayo… Lo veo de película.

Y más de película si cabe, este vestido en beige, bordado en crudo, con el bajo y los puños rematados por plumas de una manera exquisita. Sexy totalmente y precioso como nada.

¿Qué os parece? Desde luego, la que tenga tipo y oportunidad, que no lo dude. Relucirá como un sol entre todas…

Sexy y exquisito, este otro vestido minifaldero, en celeste, pero con el cuerpo semitransparente como con una especie de blusa amplia y puños a juego de la falda. Otra innovación deliciosa… Yo no me pondría aquí nada en el pelo. Melena o recogido sencillo si te sienta bien, es suficiente.

Y más vestidos ajustados con éste, bordado en colores mostaza y morado, con escote triangular. Puede quedar muy sugerente si lo llevas bien combinado, si bien, no es mi favorito, aunque reconozco que puedes ir de fábula con él.

Un conjunto ideal, éste rojo, (no hay nada como el rojo en verano si es bonito), de falda y chaqueta con botoncitos y chato coquetón.

Para mí gusto, a la modelo le faltan unos kilitos, con los que estaría mucho mejor. Esa máxima tan absurda, para mi gusto, de Coco Chanel que dice “nunca se es demasidado rica, ni se está lo suficientemente delgada”, ha hecho mucho daño a la moda. ¡Qué frivolidad! Y mira que me gusta la delgadez, pero la frase es la estupidez máxima, tanto en lo uno, como en lo otro, con perdón de tan ilustre diseñadora.

Más con este vestido ajustado en azulón, también sugerente, con detalle joya en los hombros y manga francesa. Si os fijáis, la modelo está delgada, por supuesto, pero no como la otra. Fabuloso con pamela al tono, para una boda de día.

Extraordinario éste, de color azul noche con el cuerpo bordado y la falda de cintura alta súper ajustada al cuerpo. Taconazos y bombonazo de invitada. Es un vestido de cinco estrellas. Claro, hay que tener tipo para ello.

Otra idea en la que también ha pensado Carla Ruiz, es en los vestidos tipo película “Grease”, es decir, con cintura de avispa y con vuelo, cortos.

Se llevan mucho y son una monada para quienes les siente bien. A mí me va más la forma lápiz, pero conozco mucha gente que está mejor con estos diseños.

Buena muestra es este vestido con el cuerpo azul y la falda en crudo, azul y una raya de un azul distinto. Muy favorecedor y original. Yo me lo pondría con melena sin más.

Otro, es este estampado blanco, con flores grandes en color fresa. Yo no soy mucho de estampados, pero muchas de vosotras sí y el vestido, si te queda bien, es una cucada. Con un tocado fresa no muy grande, puedes ir espectacular.

Del mismo estilo, romántico, sin mangas y de un rosa divino, éste otro. Puede resultar un sueño de vestido, con el tocado y zapatos adecuados. Sin chal, por favor…

Paso con los que más me han gustado en largo. Me chiflan. Yo, a pesar de ser bajita los he llevado a varias bodas porque, como siempre os digo, no hay nada que unos taconazos bonitos no puedan arreglar.

Impresionante, este vestido rosa nude bordado y de tul. Haces tu aparición como si de una actriz se tratara… Con un broche joya en el pelo, es suficiente. Ya quisiera la mismísima Cenicienta el día del baile…

Más bonito aún para mi gusto, este vestido sensacional en negro y crudo. Distribuidos perfectamente los colores, al ser de tirantes, yo lo llevaría con una minúscula chaquetilla negra o estola…

Y desde luego, ideal con un recogido y pendientes bonitos, tal y como lo veis en la foto. ¡Me pirra! Elegante y fabuloso, pero con un toque de discreción por los colores, que me enloquece.

La elegancia, buen gusto y atrevimiento llega con este vestido buganvilla, con un solo hombro y volante grande en el escote. Un cinturón negro ajustando la cintura y el resto, ya lo veis. Como un guante. No apto para cualquiera, desde luego. Pero maravilloso.

Elegantísimo y más discreto, esta maravilla de vestido largo, en gris, con el cuerpo palabra de honor, si bien por encima, un cuerpo de tul bordado con encaje crudo.

¡De cinco estrellas! De los más elegantes hasta el momento. Ya sabéis que todo depende de la relación que tengais con los novios…

También dentro de la sencillez, esta maravilla de vestido verde con cuerpo de pailletes y falda de tul. El menos es más queda aquí patente. Yo me pondría un tocado idóneo, pequeño, al ser boda de tarde.

Siempre acertado, el negro, esta vez con el cuerpo bordado en oro y falda larga, con una caída sensacional. Siempre vas bien, no te tienes que comer mucho la cabeza, aunque yo me pondría algo en la misma… jajaja. Por ejemplo, un tocadito pequeño en dorado que tengo in mente.

Y para dar el campanazo, despampanante vestido en marino y verde agua. Cuerpo bordado en marino y falda larga de rayas con mucho vuelo. Desde luego, aparte de mucha seguridad, hay que tener altura y ser delgada dentro de lo normal.

Como siempre os digo, si no lo vais a llevar como diciendo: “aquí llega la reina de la boda”, mejor que no lo llevéis. Este vestido requiere, ante todo, muchísima seguridad.

Un recogido bonito (me espanta el flequillo de la modelo) y es una maravilla, no cabe duda.

Pues qué queréis que os diga… que hay mucho más, pero como siempre, no puedo poner aquí toda su colección.

Para saber las tiendas en las que se vende Carla Ruiz, no tenéis nada más que escribir un correo a carlaruiz@carlaruiz.com y preguntar los puntos de venta en España.

Espero, como siempre, haber acertado con alguna. Con eso, me doy por satisfecha… Y ya sabéis, que la elegancia no consiste en deslumbrar de golpe, sino en ser recordada.

Un beso con glamour