
¿Qué os creíais, que ya estábamos en verano? Pues de eso, nada. Ya veis que este tiempo está loco. Yo, encantada, porque si de aquí a septiembre estoy con calorazo, equivale a que esté de mal humor, lo tengo claro.
Lo siento por las frioleras y las que están deseando derretirse al sol… ¡Ya tendréis tiempo!

Sí, sí, Adela (es como si le estuviera leyendo el pensamiento), ahora os aguantáis un poquito, que es marzo y es lo normal.

Estoy abandonada en casa. No hay nadie, ha habido estampida de clases, trabajos y demás. Estoy con Tess y con Wallace (uno de mis gatos persas), que no me deja ni escribir.


Pues, como siempre, iba a hablar de una cosa, pero con vuestros mensajes, algunos desesperados, me habéis vuelto a cambiar el guión.

A ver, que yo puedo dar ideas, pero no resuelvo en un momento los modelos de nadie…

¡Ojalá os viera y os dijera lo que os va a cada una! Nada me gustaría más…
Sí, hablo de nosotras, porque de nuevo, tengo miles de mensajes sobre mujeres al borde de un ataque de nervios, bien por la comunión de sus hijos, bien por ser invitadas de una boda.
Así que, como no sé qué hacer, pues he pensado en recurrir a una de las marcas que abarca un poco de todo y que uso frecuentemente. Bueno, hay dos, que me encantan y que tienen cosas apropiadísimas e ideales para estos días.
Alba Conde: he pensado en ella, porque podéis encontrar algún modelo para Comunión, para boda e incluso para alguna novia que se case por lo civil y no sea una jovencita (cada vez hay más casos) y que no quiere llevar el convencional traje largo blanco. Un poco de todo, y desde luego, de mi estilo. Elegancia, minimalismo y huída de lo repollo y lo excesivo.

Intropía, mi otra marca fetiche, donde encuentro mi estilo por todos lados, tanto en ropa casual como en la de vestir, la dejaré para otro día.

Lo primero y básico para ir “decente” como invitada allegada a una Primer Comunión, es huir de los excesos; fuera brillos de todo tipo, lentejuelas y demás.

Asímismo, no procede ir de largo. Eso lo dejamos para las bodas de tarde o fiestas. Fuera también faldas excesivamente cortas y apretadas (a las madres de comunión se les presupone cierta edad). Quedan vulgares y no demuestras en absoluto lo bien que estás, sino más bien todo lo contrario.

Fundamental ir acorde con la edad que se tiene: Estupendas las faldas midi con blusa, faldas lápiz, con volumen, estampadas, lisas; los vestidos vaporosos, femeninos y con encanto y por supuesto, los trajes de chaqueta de pantalón, siempre elegantes, visten mucho y con unos tacones y un clutch, estarás divina.

Muy adecuados también los abrigos primaverales, bien con vestido o bien con pantalón o falda: todo depende de cómo se combine.

No rotundo a los tocados de cualquier tipo. Una melena bien peinada o un recogido desenfadado son perfectos. No a las joyas excesivas. Siempre menos es más.

Por ejemplo, queda muy mono este vestido estampado (precisamente no me gusta nada la chica que lo lleva, sobre todo el peinado, parece que acaba de salir de la ducha, además del hachazo que lleva en el flequillo). Ya veis, super sencillo y con muchas posibilidades.

Como llevarlo con esta chaqueta fluida y con movimiento. Vas más vestida y con estilo. Tacones y perfecta para la ocasión.

Otro idóneo es éste, de largura midi y con flores en un rosa precioso.

Nada exagerado y sí muy elegante. El escote en pico y la abertura lateral, le dan el toque juvenil y necesario. Unos zapatos salón o sandalias en el mismo tono, a juego con cartera de mano e, igualmente, preparada para la comunión.

Yo me atrevería también con este vestido rojo, de crepe, que, aunque es corto, no es ceñido y es bastante tapadito, sin dejar de ser sexy.

Corte recto y escote barco en el delantero, con unos tacones y una chaqueta o abrigo por encima, puedes estar cañón con él.
La espalda en pico y con lazada, muy femenino y favorecedor.

Otro vestido impecable, es éste, en blanco roto, entallado, de manga corta. Tal y como lo lleva esta chica, a la que le he cogido manía, por el peinado, está soso, pero le podéis dar un toque magnífico con una flor bonita en la solapa, americana o chaqueta tipo chanel… Mil cosas. Me encantan las invitadas con este color y no está en absoluto prohibido como en las bodas.

Otro estilo radicalmente opuesto, que también veo apropiado es el vestido de guipur bordado, también en crudo. Con manga ¾ con detalle de volante, tiene un

toque romántico encantador.
Cortes horizontales con entredós a contraste y escote pronunciado en la espalda con la falda de vuelo.
Para otro estilo de mujer, lo veo monísimo y desde luego, el vestido es ideal. Con los complementos escuetos en negro, divina.
Otro correcto, si bien no es mi color, es éste de encaje verde, camisero y por debajo justo de la rodilla.

Al ser de encaje, sobran los adornos. Con el cinturón estrecho en dorado y unos zapatos o sandalias a juego, sobra.

Apropiadas vais apropiadas. Otra cosa es mi manía por este color, sobre todo cuando se trata de encaje, pero si optáis por él, vais adecuadísimas.

Y como os decía que me encantan las invitadas de blanco, sublime este vestido entallado, con largo a la rodilla, manga capa y escote de pico pronunciado.

Me parece soberbio, elegante, lo tiene todo.
No necesitas nada más, ni chaqueta ni nada. Unos bonitos zapatos y un clutch hará que vayas deliciosa. Perfectos los complementos en negro, en camel, nude…

Llego a los abrigos que, como os decía, qué mejor ocasión que una comunión o una boda para ponerse estas maravillas que rara vez utilizamos.
Precioso abrigo en mikado estampado floral bicolor. Cuello caja, manga ¾, juvenil y broche de flor con imperdible. Ideal para falda o pantalón. Yo me lo pondría crudo, claro. Irás sensacional.

Otro abrigo: el de guipur troquelado de algodón negro, con corte en la cintura y cinturón de grosgrain. También con la flor.
Tal vez me guste más para una boda, pero no queda mal en una comunión tampoco. Yo lo veo un poco excesivo. Depende de la sencillez con que lleves el resto, evidentemente.

Si lo llevas con un pantalón crudo y un top, perfecto. Hay que saber combinar. Con un vestido de guipur, sería demasiado y totalmente de boda.

Mucho más me gusta este conjunto de abrigo corto de cuadros en camel y blanco roto con los pantalones pesqueros. De tejido elástico, manga ranglan y tres botones, me parece ideal y más informal para ese día.
Lástima que el pantalón no sea largo, porque sería perfecto, pero a las que os vaya ese estilo, iréis de las que mejor. Más informal y después, muy ponible. ¡Me chiflan estos colores!

Un toque de color con este abrigo de algodón amarillo. También monísimo y adecuadísimo, si bien es más marcado, al llevar el vivo en el delantero en crudo y negro, pero para eso es un día especial… Perfecto con negro o con blanco roto. Yo me lo pondría con pantalón crudo y clutch negro.

Chaquetas como ésta en rojo y crudo, de tweed, tipo Chanel, acierto seguro. Elegante y juvenil, imposible fallar, a no ser que vayas como un cromo por debajo…
Combínala con crudo o rojo, con vestido, falda o pantalón y como os digo, una de las cosas más bonitas para comuniones.
Chiflante para mi gusto, la chaqueta corta cruda de algodón. Me recuerda a la que llevé a la comunión de Pablo.

Juvenil y estilosa, perfecta para pantalón, pudiendo llevar un blusón arregladito más largo por debajo, o bien para un falda lápiz del mismo tono, dándole más seriedad.
Me encanta, porque no es la típica chaqueta sin más. Adornos de cintas de flecos, monedas en los puños y en el bajo… ¡Ideal para llevarla con vaqueros después!

Otro conjunto apropiado es el abrigo floral a juego del mono del mismo nombre. Si estáis delgadas, os puede quedar de maravilla. Los estampados pequeños también son adecuadísimos para estas ocasiones.
Ya veis el abrigo, de corte recto y escote caja, muy elegante. Va a la perfección con el mono, sin mangas, entallado y de pantalón ancho, con detalles a contraste en las sisas.

Desde luego, el mono sin el abrigo o cualquier otra cosa por encima, ni hablar. El conjunto entero, sensacional. Con cartera de mano y tacones rojos, soberbia.

El mono rosa volante es más complicadito, si bien, si lo combinas bien, puede quedarte sensacional. Menos serio y más llamativo. Menos elegante y más sexy. A mí me encanta, pero tal vez, mejor para una boda, con un pamelón negro…

El mono es sensacional, de crepe, con escote halter y detalle de escote en pico en la parte baja de la espalda. Ya veis qué volantes tan bonitos en el escote y sisas, con vivo en negro. De tirantes estrechos para hacer lazada, entallado en la cintura y de pantalón ancho.

Lo mismo me pasa con este elegantísimo mono bicolor de crepe negro y marfil. Es divino, si bien lo veo también más para boda (¿no me preguntáis por monos?). Me encanta el escote bajo y el volante anchote cubriendo toda la parte superior del cuerpo.

El pantalón de corte ancho y con pliegues, tiene pinta de sentar de maravilla (a quién le siente, claro). Tonos elegantísimos y desde luego, más propio para una boda.

Y otro mono delicioso, el cuál sí que me atrevería a llevar a una comunión. Una madre estupenda y juvenil, con una torerita negra, va divina.

Escote con aplique metalico, me encanta su tono tenue y su diseño, de pantalón de corte ancho con pliegues y bolsillos. Soberbio el fajín negro de tafetán con lazada.

La espalda, adornada con puntilla. ¡Bárbaro!
Para boda, divino el mono capa beige, que ya más no me puede gustar. Elegante, minimalista, no necesita ni más ni menos. Me parece formidable y darás el golpe ante tanto colorín colorao y tanto chal y vestido largo.

Escote barco, con amplio y precioso escote pico en la espalda. Lleva incluido el cinturón metálico dorado. Un clutch dorado y la boda es tuya.

Muy bonitos y originales también, estos vestidos camiseros largos de organza de seda. Me parecen magníficos y elegantísimos para una boda. Es más, los veo ideales, sobre todo el blanco, para ser tú la novia.

Largo, de seda semitransparente y manga ¾, cierre con botonadura oculta y un exquisito cinturón lazada con flor y plumas.

Llevan un interior de tirantes con puntillas liso.

Ambos me parecen sensacionales y con un diseño romántico y precioso. ¡Olé por el dieño español!

Este conjunto extraordinario en mis colores, es otro que no falla nunca, siempre elegante, siempre.
Falda larga fluida de vuelo, en gasa con topos y bajo desigual con top bicolor de rayas, con cuello halter, ajustándose en una lazada que deja toda la espalda al descubierto.

Colosal para una boda de tarde. Estos colores, ya sabéis que me pueden. Con una estolita veraniega o una pañoleta simplemente para tapar los hombros en la Iglesia, sensacional.
¡Bufff! Tengo que ir acabando y no os he podido enseñar todo lo que quería. Os dejo fotos al principio del artículo de lo que más me ha gustado.

Me despido por hoy con otro conjunto triunfador: falda larga negra de mikado, con bajo asimétrico y volumen. Preciosa. Con cinturón estrecho con lazo delantero en blanco y flor negra.

Nada mejor para combinarlo que una sencilla camisa masculina blanca.
¡Formidable! Ya veis que casi todo lo que os he enseñado es liso, sobrio, elegante… Muy lejos de los grandes coloridos de las bodas de verano (aunque hay cosas ideales) y desde luego, lejísimos de los brillos y los chales a juego de los vestidos largos, que más no me pueden espantar.
Un beso de fiesta.
Hi how to I buy from you online?
Un agradable descubrimiento, y completamente de acuerdo contigo en que hay que llevar prendas acordé a la edad.
¡Gracias Marisa! Un beso!