¡Día de locos!  Esta mañana he tenido que ir al veterinario con mi pobre “Megan”, una de mis gatitas persas, que tenía un ojo fatal y por poco lo pierde. Si me veis llorando en la consulta… La han tenido que operar de urgencia y bueno, hay que esperar, pero parece que bien.

Ahí la tengo con los pequeñajos, porque le han puesto un collar Isabelino y me da miedo que los demás se lo quiten. En fin… Es mejor que no os gusten los animales, porque se sufre mucho.

Yo sufro mucho por todo. Ahora, hasta que no ha llegado mi hijo del primer día de Selectividad, no he estado tranquila. Ha dicho que le ha salido muy bien… Veremos mañana,  que le toca matemáticas y física. ¡Ayy, vivo sin vivir en mí!

Hoy el sol nos ha dado una pequeñísima tregua y ha llovido un poquito de nada. Cuatro gotas. Pero algo es algo.

Y después,  os diré que sigo odiando este mundo de las blogueras, que se ponen verdes todo el día y después, todo el día dando “me gusta” a sus rivales. Jajaja… ¿cómo pueden ser tan hipócritas? Esa asignatura no la he dado yo en la vida. Así me va a veces… No hay que hablar tan claro, es mejor hacerse la tonta.

Pero no puedo, no va con mi carácter. Antes, reviento.

Y ya veis, que con este clima de paz y amor, me meto de lleno en la ropa infantil, que es lo que me va y que conste que de lo que os he dicho, me entero porque estoy en Facebook y en el mundo, que si no, nada de nada. Me importa tres pimientos.

Y hoy sí que no tengo mucho tiempo. Voy a hablaros de una marca sevillana preciosa, de la que también os hablé en invierno y realmente, me sorprendió para bien, para muy bien.

Es Yoedu: arregladita, mona, clásica con algún toque original y preparada para hacer frente a cualquier ocasión, aunque ésta de verano, la veo de todos los días. Alguna colección un poco más arreglada que te sirve para un evento, pero en general, para el día a día de niños monos.

Los tejidos, ideales y de calidad extraordinaria. Además aportan originalidad en sus diseños: cuellos, flores, pecheras…

Tiene la colección de canastilla, divina y después varias para niños y niñas de diferentes edades y que no os podéis perder.

De canastilla me ha enloquecido (cómo no) el vestido de piqué en marfil con puntillas tostadas. Es de morir de bonito. Con la capota a juego, también con la puntilla. Con los lazos tostados a los lados, enamora nada más verlo. Le pones unos zapatitos de badana tostados y parece un angelote.

Además, está en un entorno donde se adivinan otros modelos, igualmente de piqué y tostados. Os los enseño: fijaos en estas tres

divinidades caídas del cielo. Un faldón con su capotita, bodoques, puntilla tostada y hasta el detalle de lazos tostados con topitos blancos en los hombros. Espectacular.

Otro vestidito intermedio y cortito, con puntilla formando como una pechera, bodoques y lacitos.

Y el de más mayor, mejor lo veis: hasta le añaden volantitos de mil rayas, por supuesto, en los dos colores. ¡Nada sabe tan dulce…! Dulce es poco. Son exageradamente bonitos.

Monísima también la colección azul con topitos blancos. Mirad la ranita con el vestido, cómo son… Si tienes niña y niño, van de película totalmente.

¿Y esta pepona, con el Jesusito de esta colección y con puntillas blancas? ¡Cómo está! ¿No creéis? Entre tanta maravilla, ella resalta como nada.

Y aquí, toda la colección de topitos, que no tiene desperdicio de ningún tipo. Clásica y de siempre. Peto, conjunto niño, ranita, vestidos… ¡Para todos! Preciosossssss.

Y también monísima la de mil rayas azules. Son de siempre y por tanto, siempre serán ideales. Me repito pero es que es así. Toda para bebés  Perfecta y sencilla… ¿ Y el bombón?

Y para las más atrevidas, la colección coral de piqué, impresionante. Ya veis, el Jesusito precioso y vestidos en dos versiones. Todos con su puntilla y lacitos. Esta, para niñas, que, cuando están morenitas, este color favorece que es un primor.

Y pasamos a las colecciones de más mayores. La colección «Veo Veo”, elegante, delicada, como etérea… en blanco y gris. Otra maravilla que vais a ver con vuestros propios ojos.

El vestido de la mayor no puede ser más bonito y lo tenéis en dos versiones. La increíble pechera blanca de piqué está en las dos, con picunela gris y volantitos de piqué y de rayitas grises. La falda, con volantes, alternándose los de rayas con el de piqué. Vamos, una joya. El tocado me chifla (mira que es raro ¿eh?) para ir a una celebración. ¡Me encantan los tocados en la frente!

Y la otra versión, con la pechera de piqué grandota, lazote de rayas a un lado y suelto, terminado en dos volantes. Igualmente de enamorar. Y monísimo también, el de la más pequeña, diferente, con la pechera de rayas, piqué y picunela y el talle bajo.

Los conjuntos de los niños, como deben ser: bermudas para el más mayor con camisa blanca de manga larga de lino y el pequeño, el pantalón de rayas con tirantes y la camisa, también de lino, con la tapetita. La elegancia personificada.

Aquí veis a casi todos y no me digáis que no están ideales: el calzado de los niños me encanta. El toque natural no les hace ñoños. Sin embargo, a las niñas se lo cambiaría inmediatamente por bailarinas grises. ¿ alguna pega podré poner no?

Paso a enseñaros la colección “Botánica”, en una tela estampada preciosa donde predomina el verde chillón y el plumetti. Llegó la alegría de Sevilla para todo el mundo…

Mirad qué delicadeza desprende el vestido de esta niña, con pechera en plumetti blanco y puntillas del mismo color estratégicamente colocadas por todo el vestido. Hasta el tocado le queda bien, aunque yo preferiría un lazote en el verde del vestido. Y las bailarinas también…

Otro ideal, el que lleva esta niña, con cintura de plumetti y detalles en verde. Monísimo es poco. Es que no sabes cuál elegir.

Los niños lo tienen «chupado”: pantalones cortos verdes y camisas blancas de manga larga (fundamental) con cuello mao. Van a juego perfectísimamente coordinados. El niño más pequeño lleva los pantalones de rayas verdes y blancas y también queda monísimo. Bueno, aquí os dejo la divina estampa…”caballero, caballero de fina estampa, un lucero…lalalalala”.

Bueno, los sevillanos entenderán que cante tanto, ya que ellos no paran, o esa es la idea que tenemos de ellos ¿no? Y desde luego, los que yo conozco, me lo ratifican.

Y vamos a la colección «Alegría”, como no se podía llamar de otra manera: azules, rojos y blancos. Modelos preciosos. Son los colores marineros, pero no tienen nada que ver con ellos.

Los dos vestidos de las niñas son monísimos: uno en piqué blanco, con pechera azul de topos blancos y puntillas rojas que lo atraviesan, con un lacito rojo.

El bajo, con un rizadito pocholo en la tela de lunares. Y el otro, entero de lunares, con cuello bebé blanco y cinturoncito rojo estrecho en la cintura. El calzado, lo siento, pero se lo cambiaba ahora mismo por bailarinas rojas. No me gusta nada lo que llevan. Es que un calzado que no pegue… te mata el conjunto ¿eh? Os lo adelanto, porque sé que mañana me lo preguntaréis.

El conjunto del niño mayor me priva: camisa de siempre de cuadritos rojos, azules y blancos y bermudas rojas con cinturón azul. Sencillamente perfecto. Y el del bebote, pantalón corto azul de lunares blancos con camisa de manga corta, cuello mao, lorzas y tapeta con dos botones.

Y aquí os enseño la colección al completo, para que llevéis a vuestros niños totalmente conjuntados. ¿Monos eh? Yo, a las niñas les pondría un lazote rojo en el pelo, ya que los tocados no me pegan mucho con esta colección. ¿Estoy protestona hoy no? Bueno, que la marca no se enfade, que sabe que me encanta. Son pequeñas manías mías…

Me gusta todo muy coordinado, o por lo menos, bien coordinado, nada más y nada menos.

Y terminamos el verano de Yoedu, con la colección “Mar”. Todo lo de allí es sol, mar, alegría, cantar… ¿No tienen nada malo? ¡Qué gusto, por Dios! Y además, el buen humor y las ganas de broma que tienen siempre…

En fin, los del Norte no hemos nacido con esa gracia, pero algo tendremos, digo yo…

Los vestidos de esta colección son básicamente estampados turquesa mezclado con turquesa liso.

Para el veranito, bombones totales. Mirad a estas dos niñas, con distintos modelos, a cada cual más mono, y el niño, con pantalón corto en idéntico color y camisa de cuadritos sin cuello… ¡Para foto están!

El vestido de la mayor lleva unos volantes turquesa alrededor de la tela estampada que favorece a rabiar… El tocado… si es para un evento, bueno, pero si no, ya sabéis, lazote turquesa al canto, que están preciosas.

Otro modelo ideal el de la niña de la escalera. Además, la corona de flores me gusta mucho más que el tocado. Soy más de coronas para una celebración.

Y aquí tenéis al niño y a la niña juntos: desde luego, están ideales, pero destaco la camisa del niño, porque más idénticos, no han podido encontrar los colores. Así me gustan los niños, siempre os lo digo: camisa y bermudas o pantalón.

Y la versión del talle bajo del vestido con su tocado. La niña está monísima, pero lo estaría más con lazote turquesa y bailarinas a juego. Jajaja, la marca me va a censurar.

No, qué bobada, yo doy mi opinión ¿no? Supongo que a muchos les encantará ir con esos tocados por la calle… Hay gustos para todo. Pero como este blog lo escribo yo, doy mi opinión.

Mañana me decís la vuestra. ¿De acuerdo? Perfecto.

Os dejo una foto de los conjuntos de esta colección,

que como veis, es otra delicia.

Ahora, a ver quién elige entre tanta maravilla. Me consta que están teniendo mucho éxito y yo les deseo lo mejor.

Creo que tendremos Yoedu por mucho tiempo… ¡Invitadme a Sevilla, hombre, que hace mil años que no voy y ni me acuerdo! A ver si vuelvo más graciosa…

Un beso andaluz (¿serán distintos?)