
Bueno chicas… ¡Y chicos! Seguimos bajo el agua ¿no? Al menos aquí, ayer hasta nevó por la mañana.
Esto significa que vamos a tener un verano insoportableeeee… ¡Ya veréis!
Desde que volvimos de Sevilla, no ha parado de llover. Que si Emma, después Félix, Gisele… ¿Quién falta?

Ya sé que todos estáis esperando a “Lorenzo”. Jajajaja…

Mientras, los preparativos para las Comuniones no paran y yo sigo con encargos de Marina´s y con mensajes de muchas de vosotras con los complementos, el vestido, etc.
Ayer tuvimos comilona y cenorra. Siempre todo en el mismo día. Por la noche, nos invitó mi cuñada por su cumpleaños a un restaurante vasco, que os podéis imaginar cómo estaba todo de rico…

Eso, sumado a que no fui a zumba ningún día de la semana anterior, se convierte en peligro.
A ver si esta semana, no falto. ¡No puede ser!
Para poner una nota de frescura y de libertad dentro de tanto «encorsetamiento», os hablo de “Ochúss”, la marca gaditana que os presenté este invierno, y que ha creado una colección de verano encantadora. Llena de estilo, mangas y hombros al descubierto, diseños fuera de formalismos y normas a seguir, vestidos encantadores, livianos, sorprendentes mezclas de blanco y negro acertadísimas… En definitiva, altamente recomendable.

Maria Luisa, su diseñadora, dio en el blanco con su primera colección y en la segunda, lo vuelve a hacer y con nota.


Las enamoradas del estilo, de la ropa más informal para todos los días (lo que no quiere decir descuidada en absoluto), a las que no os gustan los modelos repollo, estaréis chifladas con todo lo que «Ochúss” nos propone.

Además, hay algunos vestidos que, para ciertas bodas sin mucha etiqueta, bodas en la playa o gente que se casa con bodas originales que no requieren tanta seriedad ni grandes modelos muy trabajados, tiene diseños perfectos, lo mismo que para invitadas a Comuniones.
Por ejemplo, el vestido Bachata, me chifla. Un vestido vintage en verde mar con volantitos en el canesú y manga acampanada.


Delicioso y sencillo. Lo complementáis con gusto y las niñas van de cine a cualquier evento que tengáis.
¡Ayyy! Con lo que os complicáis la vida y lo fácil y preciosas que pueden ir…¡Menudo ramillete de niñas bonitas se puede hacer!
Lo mismo os digo del Luciérnaga, en crudo con flecos dorados en el canesú y en las mangas y volantón abajo. De nuevo, sencillo y de nuevo, encantador.

Lo que os digo: para bodas un poco hippies, un poco desenfadadas, ideales del todo. Y para invitadas a comuniones, superiores. Sin grandes adornos, sólo con una gran dosis de gusto y estilo.

El vestido Merengue, en gasa Chifón blanco, con preciosas mangas capeadas y adornos con encaje en valencien…

¡Cómo está Sol con él! ¿No os parece? Es un bombonazo para miles de ocasiones en las que quieras que tu hija se luzca.
Tal cual lo lleva, con corona de paniculata y un ramillete a juego

en la mano, unas damitas que no tienen nada que envidiar a ninguna otra.

Ya veis, de blanco total. Cada vez, eso de que los niños del cortejo, no pueden ir de blanco se va desterrando y va ganando puntos. Y más, el crudo. Son perfectos para estos momentos.

Y del blanco, pasamos al negro en un segundo con el vestido Lambada, de lino. Con rejilla en el canesú y volantitos en las mangas.

De nuevo, una niña llena de estilo. Y para las que no os gusta el negro en verano, ya veis: con un turbante estiloso, un collar, una pañoleta… todo cambia y no es tan…”negro”.

Habrá niñas a las que no les favorezca o no las veáis en verano de negro. A mí cada vez me gusta más y no sólo para niñas rubias. Depende de más cosas…

Pero por si acaso, tenéis el mismo en blanco, igual de bonito. A mí, casi me parece más difícil que siente bien el blanco que el negro, pero bueno, es cuestión de gustos, como en todo.

En los complementos, está la solución.

Y ni blanco, ni negro, sino al cincuenta por ciento, el vestido Samba II, en Georgette vintage bicolor con corte descubierto en la espalda.

De nuevo Sol nos lo enseña: lleno de sencillez y encanto de nuevo y con ese turbante como contraste.

También lo tenéis en bicolor salmón y negro, idéntico y precioso para un verano inolvidable. Súper ponible, fresco, lleno de posibilidades.


¿Qué os parecen? ¿No son preciosos? Y si no se los ponen el año que vine, no pasa nada, porque los precios no son altísimos y como os digo, son prácticos a más no poder, de poner muchísimo.

Y seguimos bailando al ritmo de Salsa, con el vestido que lleva este nombre, divino, de mis favoritos, en voile blanco roto con adorno artesanal, manga acampanada y espalda con lazada.

¡Me chifla! Imprescindible un vestido de este estilo para el armario. ¡Formidable! ¡De un gusto exquisito!

Sin adornos que no vienen a cuento, ni ochenta volantes, ni tocados cursis, carentes de cualquier vulgaridad.
Y esto es un vaivén, porque el negro vuelve con el vestido Cha cha cha, en gabardina Krinkel, con abertura en la espalda y mangas, adornado por un cordoncillo de oro.

Originalísimo y estiloso, para saberlo llevar con gracia. No lo veo para cualquier niña. Pero si les va, es otra maravilla, diferente a todo…

Y los conjuntos de falda o pantalón… María Luisa tuvo un día inspirador, ya que me pirra cualquiera de ellos. Y eso que vuelve al negro, como gran protagonista con notas de color en los chalecos, que son bárbaros…. Con estilo y garbo, consigues un look de cine para días informales.

Divina la niña con la falda Vals, negra, de punto rayado con volante. A juego, el blusón Conga negro y el chaleco Cuplé, en rayas multicolor con flequitos y madroños de adorno, me parece una absoluta maravilla de conjunto.

Y más de lo mismo con el pantalón Swing, de punto negro con aberturas laterales y cordón dorado… ¡Estilazo una vez más!
Con el chaleco Bulería, en blanco y negro, precioso conjunto. No me puede gustar más.

También muy mona la falda Pericón, de crepe y lunarcitos en blanco y negro. Queda soberbia con el blusón Conga, tanto en blanco como en negro y el chaleco.

Monísimo también el pantalón Valsecito, de punto piqué negro tipo bombachito con acabado de volante y puntilla.

¿Cómo veis a la niña? Pues cual bombón por derretir… Con el blusón Milonga, en color pistacho, que ya le da color, resulta un elegante conjunto informal.

Y termino con los monos, que tanto se llevan año tras año. Me pirra el mono Capoeira, en Georgette rosa envejecido con topitos negros, elegantísimo para las mayorcitas. Sienta como un guante, la verdad.

Lo tiene todo: gusto, estilo, acabados perfectos…

Bárbaro el mono Son en blanco, de punto Roma con grandes bolsillos laterales con volantitos. ¡Qué monada el mono!

Con cualquiera de sus chalecos, divino… ¡Un lujazo, Maria Luisa! Un derroche soberbio de creatividad e ingenio para veranos de verdad, de los que se viven vistiendo así y no sólo para un día.

Y de nuevo, el negro… Siempre partidaria de este color, nos presenta el mono Guaracha, realizado en bambula y adornado con terciopelo y puntillas.

Os dejo las fotos para que veáis, comentéis, decidáis…
Yo creo que es una colección colosal, con precios muy buenos y todo muy pero que muy práctico y ponible, además de precioso.

Sólo hace falta, como digo siempre, recurrir a complementos, sacar partido de lo mejor que tienen nuestras hijas y también, a los defectos, disimulándolos o bien, haciéndolos únicos.

Acordáos, y por si no lo sabéis, os lo digo yo, que a Cindy Crawford, le aconsejaron quitarse el lunar tan característico que tiene en la comisura de los labios, porque le hacía feo para triunfar y ella se negó… ¡Y fue lo que la hizo única, entre otras cosas!
Sacarse partido es fácil y esta marca ayuda bastante…
Un beso a San Fernando, una isla inolvidable.