
Aquí estoy para los que un sábado, se queden en casa tumbados y relajados, y me lean. He cogido la quinta marcha y ya no paro…
No, lo que pasa es que quiero hablaros de algunas marcas más antes de ir a FIMI y empezar con la temporada de comuniones. Hay cosas verdaderamente ideales… Estoy deseando ver todo lo de verano, pero queda tanto…Nos adelantan la vida, pero el mundo de la moda es así.
Lo sé por la tienda, ya que en enero recibíamos lo de verano a ocho bajo cero… ¡Un cuadro! Pero este mundo en el que vivimos manda y ahora en FIMI, lo que vamos a ver es la temporada de invierno 2015-2016.

Las marcas se lo ganan a pulso, hay que reconocerles su mérito. Luego, somos exigentes, queremos cosas que no existen…Pero, ¡si más cosas no puede haber! Bufff, somos de traca valenciana.
Queremos todo bueno, bonito y barato. Y no puede ser. La calidad y lo bueno, se paga. Igual que si te compras un coche o una casa. Es que veía cada cosa en la tienda que me ponía de los nervios…

Nosotros seguimos de cumpleaños, ya veremos a qué hora llego hoy… Os digo que me voy a tener que poner a dieta rigurosa el día once. Y no pienso ir de rebajas para mí, no vaya a ser que no entre en mi talla y me dé un jamacuco.

La falda me cierra con un poco de dificultad, pero, meto tripa y ¡voilà! Conseguido. No hace falta que os describa cómo voy, jajaja : falda tubo beige, camisa blanca y una chaquetita monísima de conejo color topo. Con mi bolso alucinante de Lala Salama… ¡Requeteguapa! Jajaja, me troncho…
A ver si me centro. ¿Qué os parece Villalobos? Lo pregunto porque es una marca que doy por hecho que la conocéis. Nosotras la vendimos en la tienda y puedo hablar de ella con conocimiento de causa. Calidad, buen gusto y clasicismo adaptándose a las tendencias.

Me chifla . Ahora, se divide en varias colecciones. En una de ellas, colabora la modelo Nieves Alvares (N+V). Después está Mini Villalobos, para niños de tres meses a dos años, Teckel Green, para niñas con personalidad fuerte, tal y como cuenta la propia marca y el Villalobos de siempre, para niños hasta doce años.
Todas estas colecciones son parecidas, es decir, están en la línea clásica de Villalobos, con muy pequeñas diferencias. Han introducido algunas cosas más modernas que cuando yo tenía la tienda, pero igualmente los conjuntos son encantadores.
Y es que es bobada, cuando hay buen gusto y calidad ¿qué vas a decir? Sigue teniendo la misma esencia de toda la vida.


¿Comenzamos por N+V? Es de tendencia un poquito más moderna, como son este vestido gris de pelo y el chaquetón, pero lo combina con el escocés rojo de siempre . ¿Qué os parece? Siguen siendo clásicos, pero no tanto.Y en niños, más de lo mismo. Niño clásico al fin y al cabo.

Los vestidos y blusón escoceses, ídem de ídem. No es el clásico escocés de toda la vida, pero similar, renovado y mezclado todo con negro. A mí me encanta.
El vestido y blusón de flores rosas, combinados con granates, me encanta, al igual que el otro vestido de talle alto, en los mismos tonos agranatados y abrigadito. Monísimo.


Especial también el vestido verde con estampados en morado y el blusón a juego con esos bombachos deliciosos y la chaquetita rosa. Un poquito más moderno pero con el mismo encanto.

Los abrigos me apasionan, tanto el de espiga gris, clásico y elegante for ever, como el marrón de borreguito, otro clásico, que sólo se diferencia un poco del que tuvieron mis hijos, varios años seguidos, en la forma del cuello. Me parece estiloso y precioso.

Resulta que esta Nieves Álvarez, además de guapa y tipazo, ¿tiene talento para ésto? Dios mío, qué mal repartido está el mundo…
Su “toque” más moderno se ve también en éstos conjuntos grises y azules, estilosos a tope. La falda con el jersey holgado me entusiasma.

Sigo con Villalobos puro y duro. Conjuntos superiores. El vestido y abrigo crudos con círculos grises y ribeteados de rojo es una señal de identidad

clara. Yo los reconocería por la calle nada más verlos. ¡Uhhmmmm, son exquisitos! Los bolsillos del abrigo bien arriba, la manga francesa del vestido, la tela… De exposición.

Con los colores en beige y topo me ha tocado el corazón. Me super chifla el vestido con cuerpo de punto beige, falda gris y pasacintas azul en el talle bajo y cuello. Lo veo de un exquisito increíble. Igual que el conjunto de la niña que la acompaña: shorts y chaqueta de

punto forrada, con botones de trenka y un blusón en tono que no puedo describir porque lo haría mal. Es un mini estampadito, y con toda la pechera fruncida. A juego, el vestido, indescriptible también, con su lazo camel y su manga francesa con puntilla. Delicatessen…
No comprendo tener una niña de esta edad y no comprar este vestido. Pero no me hagáis mucho caso. Estoy convencida de que tengo una “pequeña tara” con estos tonos, jajaja.
Pero ¡Ojo que vienen curvas! ¿Qué me decís de los conjuntos en marino y gris? Yo me callo porque no lo sé describir de lo que me gustan. Cuando yo diseño (en sueños), me salen modelos así. Con eso os digo todo. Me parece absolutamente delicioso: desde el vestido de la pequeñaja, pasando por el conjunto de falda de morir de la mayorcita y el del niño, que es lo más bonito que puede haber ahora para un niño. Para mi gusto, claro.

Pero es que ¿no os dais cuenta de cómo es la sudaderita de la mayor? Cortita, con las coderas y medallitas… Qué exquisitez por Dios… Sé que Villalobos me pierde.

Y es que Belén, la creadora, tiene el mismo gusto que yo. El pichi y bermudas escocesas son apasionantemente divinas. La camisa azul clarito… uhhmmmm y la chaquetita tipo blazer negra, currita como Dios manda. A la del pichi le pones una capita o un chaquetón negro y a ver quién lo supera.
Ayyy, ¡qué monadas y qué cabezas hay

en el mundo! El escocés verde me pierde ya del todo. Mezclado con azul celeste, me parece una combinación bárbara. Imaginaos a la niña con leotardos y zapatos verdes y una capa igual… lo que os digo. También el otro vestidito sencillo de florecitas y el conjunto del niño en verdes, ideales. ¿Por qué veo tan pocos niños así por la calle, cuando hay tanta maravilla? Comprendo que no todo el mundo es un apasionado de la ropa infantil como yo, pero es que ves cada cosa… de verdad que no lo entiendo. Así que, cuando veo unos niños monos, me paro y los miro con detenimiento, como las cotillas, jajaja.

Y si me chiflan, se lo digo a su madre. Y es que no hay nada que nos ponga más como un pavo que el que te alaben a tus hijos…

Los conjuntos “más modernos” son estos vestidos y falda de floripondias grandes, con tonos divinos y cintas de terciopelo. El conjunto de la mayor, con el jersey del corazón y camisa cruda con el

lazo, me encanta. Para las más romanticonas lo veo perfecto. Y los vestidos, con todos los complementos en camel, deliciosos. Ha contrarrestado perfectamente lo atrevido del estampado con esos tonos beige y topo. ¡Perfecto de nuevo!
Y un vestido delicioso donde los haya es el de falda de terciopelo verde y cuerpo de manga corta en un estampado de círculos precioso, en gris. ¡Mirad que divinidad!


O el blusón y vestidito rosa de lunares, monísimo. Y combinado con marrones-topos, delicioso. ¡Cómo están estas niñas! También el vestido de terciopelo rosa con topo me parece ideal para una ocasión más especial.
En la colección Teckel Green, veis conjuntos como éstos: el vestido de paramecios en tonos rosas, el otro sencillo y elegante y el


blusón, más atrevido, mono, mono. O los vestidos estampados, sencillos y sueltos, con las botas, que quedan ideales.
O la falda geométrica, que me chifla, en grises, crudos y granates. Está combinada de cine, con camisa

rosa y chaqueta granate. Es un poco más “liberal” para las niñas que quieren ser mayores.
Y termino (un día me echan por ocupar tanto espacio) con los bebés de Mini Villalobos. Os dejo fotos que me han enamorado: el abriguito de espiga y

conjunto de niño en camel, sin palabras; el vestidito liberty azul con el conjunto de niño en marrones y celestes, me parece

celestial; los conjuntos de flores mezclado con topo en vestido y bombacho son de morir de bonitos, el conjunto en granates de chaquetón, tipo sudadera forrada, con bombachos a juego para un niño…

No me ha defraudado ni un ápice Villalobos. Me encanta porque no quiere copiar a nadie, sino reinventarse cada vez. Sigue teniendo exactamente la misma clase y gusto que tenía hace diez años. Como dice Machado «hace camino al andar…»
Enhorabuena Belén, Nieves, Elena, y a todo el equipo.
Un beso con personalidad