¡Hola! Espero que todo el mundo bien. Lo digo porque ayer me pegué un porrazo por las escaleras de mi casa, que quien me vea el muslo alucina… ¡ No sabéis el dolor que tengo!

¡Tengo una pierna morada enterita! Ayyy, si es que soy una precipitada, cualquier día me mato. Ayer, al pasear a mi perrita Tess, le dí una patada a una piña y salió el zueco  a cien por hora, con lo que, ella, juguetona a tope,  se lo llevó lejísimos y estuve media hora a la pata coja, hasta que le dio la gana de traérmelo… Soy un caso perdido.

Y ¿sabéis por qué me he acordado de lo del zueco? Porque, ahora, al ver la colección de la que voy a hablar, me he dado cuenta de que ayer yo iba un poco así: vaqueros, camisa blanca y cuello de flecos… Un poco country.

No sé por qué, la ropa de «By Niné», me recuerda a eso: al campo, a la frescura, la naturalidad, a lo “nada puesto”… Es una ropa que me chifla, menos seria que otras, pero por eso, no pierde ni un ápice de encanto… ¡impresionante!

A lo que vamos: ¿Queréis llevar a vuestros niños ideales de la muerte, pero desenfadados, con un aire de frescura total? La respuesta la tengo: «By Niné».

Es ropa encantadora…y se la aconsejo a cualquiera que no quiera llevar a los niños hiper pijos como me dicen algunos… ¡Ayyy!  De esto habría mucho que debatir, ya que la gente “no sabe en realidad lo que es ser pijo”.

Pero bueno, me refiero a los que no los quieran llevar tipo… no sé… más formalitos. ¿Me entendéis o no?

Paso a la colección, que es la mejor manera de explicarlo. Tienen de niña, niño y bebé. Bebé no clasicón por cierto.

La ropa de las niñas me encandila: es informal  y estilosa a tope. Además, no os podéis perder sus complementos, que es lo que les da el toque country del que os hablaba. ¡Van de cine!

No puedo quedarme con todo, así que voy a resaltar lo que más me ha gustado.

De los vestidos me ha enamorado del todo el “Ventisca”, de tela de gabardina, en azulón noche y abullonado, con su cuello artesanal de ganchillo…Es quizá de los más arreglados. Vale lo mismo para un evento que para cualquier otra cosa. ¡Con éste y varias niñas iguales levantas a un muerto!  Y sorprendentemente, por su estilazo indiscutible, me ha “requetechiflado” el vestido “ Calima escamas”. No sé por qué: la niña llama la atención, para un día

informal, con su volante al biés en bajo y corte alto en museta … Con el baberón de crochet tiene un toque mágico. Os dejo foto para que os imaginéis a vuestras niñas con él.

Y de los vestidos voy a hablar de otros dos, aunque absolutamente todos tienen ese toque natural que os digo. Y que a pesar del desenfado que desprenden, como todas las colecciones bonitas, llevan mucho trabajo detrás.

Me encanta el “Levante”. Me parece una maravilla, sobre todo para niñas morenazas. Tiene un estampado delicioso con mariposas negras. Es de algodón con mangas

abullonadas que me vuelven loca. Lleva bolsillos en la falda… Este, combinado con negros o grises, tan de moda este año, no tiene desperdicio.

Y nombro también al “Terral Sarga”, que por su absoluta sencillez, me ha encandilado. Es de color piedra, algodón elástico y sólo tiene unas aberturas laterales  con puntas redondeadas y corte evasé. Pero lo que digo: le añades el toque del pico en crochet en cualquier color y  … ¡Transformado el vestido! Además, tienen el conjunto de niño a juego…¡ Chiflante!

Y la ropa de abrigo de niña… Yo las veo por la calle y las miro, desde luego. Y como mi debilidad son las capas, os digo que con estas dos acertáis si o si.

La primera, la “Capa Aliseo”, de lana Powerty de cuadros escoceses…  ¡Ójala fuera para mí! No sé si abrigará mucho, pero para presumir hay que sufrir… Yo como soy tan calurosa me la pondría aunque sólo fuera para estar guapa. Es divina.

Y la otra, que me ha dejado de piedra, es el chaquetón-capa “Silbón”. ¡Qué estilazo Dios mío! Más, imposible. Lo complementas con cosas de sport, informales, gorros, botas y…. ¡el no va más! Con esta capa vas un día al campo y no miran la naturaleza. Te miran a ti, jajaja.

No perdáis de vista las sudaderas ni los blusones. Fundamentales para un día de campo  o para ir de sport a cualquier sitio. Las sudaderas, tanto la “Nordeste coral” como la “Nordeste gris” son perfectas para eso. Tienen manga ranglan francesa y pueden ir con lazos o sin ellos. Yo, un día se la pondría con lazos…ya sabéis que me pueden. Creo que mi madre me puso lazo desde que nací.

De los blusones, me quedo con el “Mediodía”, de tejido Oxford cien por cien algodón blanco con volante en el cuello y en los puños y corte evasé. Hay muchos más pero es mi favorito. Va con todo y tiene algo de romántico que me apasiona.

Y ya os digo, toda esta ropa con sus complementos gana el doble. Por ejemplo, este año que los cuellos de pelo triunfan, hay dos exquisitos: el cuello de pelo anudado con lazo en gris o negro y el cuello de pelo corto beige con cierre doble de trenca. Son impresionantes y se hacen bajo pedido.

Para los niños, como siempre menos.¡ Mis pobres! Pero hay una camisa, la “Tormento marino”, que es divina y una casaca, la que os decía que hace juego con el vestido de la niña, la “Monzón», color piedra, con capucha y elegancia a tope.

Y para los pequeñines de la casa tenéis desde 0 hasta 36 meses. Me gusta muchísimo para niño, la camisa blanca (¡cómo me gustarán tanto las camisas blancas!), que es la clásica y se llama “Rumbo básica Sarga” y el  “Rumbo peto mariposa negra”, con braguita, y peto de tirantes, que se hace bajo encargo y va a juego con el vestido de mariposas que os he dicho antes.  Así que si tenéis niñas y luego un bebé…¡conjunto exquisito preparado!

Y como siempre os digo, no sabéis la envidia que tengo a estas diseñadoras que llevan poco tiempo, pero que son “tan tan” buenas en su trabajo, que ya triunfan.

¡Decidido! Voy a hacer un curso de patronaje porque lo que es ideas y diseños los tengo todos en la cabeza… Así la tengo. ¡Como un bombo!

Un beso entre el heno