Domingo casi casi de verano. He salido con Tess pronto (esto del cambio de hora, ya se sabe) y hacía un día espléndido. Para ir con algo de abrigo, pero he vuelto con calor y al mediodía, hará calorazo, como ayer.

He estado una hora al teléfono con mi amiga Lydia, que es su cumpleaños y nos hemos puesto al día de todo.

¡Cómo la echo de menos! Y a mis demás amigas, también. La verdad es que quien tiene un buen amigo, tiene un tesoro, está claro. Me he quedado más relajada, más optimista y más de todo.
Y aquí, seguimos solos, ya que Pablo se ha ido este fin de semana a Valladolid a una capea (tradición que mantienen desde hace varios años) y

no sé a qué hora llegará.
Seguimos con nuestra rutina de médicos (esta semana tenemos varias citas) y televisión.
Nos tragamos todas las porquerías de programas como Gran Hermano y estamos enganchados. Es una manera de aislarte y no pensar mucho en los malos momentos que estamos pasando.

Juan está en un Congreso en Zaragoza y Almudena, en Burgos, así que, cada uno en una punta. Así es la

Eso sí, Almudena me llama como cinco veces al día. No hay como estar lejos para que me llame y me cuente cosas.

Y poco más con respecto a nuestras “actividades” diarias. Luego iremos de nuevo a pasear con Tess para aprovechar un poco el solecito tan bueno que hace.

Os voy a hablar de la colección que para este otoño-invierno, ha diseñado la marca “Ochúss», tan estilosa, llena de encanto, con su originalidad de siempre y tan genial de precio, además de una puesta en escena y unas niñas que son dignas de cualquier portada de revista.
Todos los modelos tienen el nombre de aves y aquí yo presumo de tener una familia ducha en esto, ya que me conozco todos los nombres de los pájaros, he visto cómo mi tío Ramón, ornitólogo, sabio como él sólo, y fundador de la Sociedad Española de Ornitología, nos enseñaba a amar a los animales. Al igual que mi tío Carlos, biólogo, que se levantaba a las cinco de la mañana para cogerlos, observarlos, apuntar, estudiar y soltarlos después.

Toda la familia de mi padre son amantes del campo, de los animales, de los árboles, setas y demás fauna y flora.
Médicos, biólogos y veterinarios todos. Todos amantísimos de la caza (parece una paradoja, pero no lo es) y que hubieran dado mucho de lo que han ganado en la vida por disfrutar más aún de su sierra de la Demanda, Covarrubias, Arlanzón y días de gloria en sus jornadas campestres.

Mientras os cuento esto, estáis viendo las monerías de “Ochúss”, que de nuevo, desde San Fernado (Cádiz), nos hace vivir con sol todo el año y con modelos divinos, no muy abrigados, pero que podemos combinar con magníficos abrigos que venden en todas las tiendas de España, sobretodo, en el norte, que se necesitan y mucho.

Es cuestión de combinarlo bien y las niñas irán de cuento. Aquí veis el conjunto de pantalón Mochuelo, tipo palazzo, en un estampado de bambula viscosa con el blusón Cuervo, de algodón negro, con cuello de volantito y mangas con puños chimenea.
Me recuerda a mis conjuntos de la marca Maliparmi. Los pantalones son muy parecidos y no cabe duda de que estas niñas van de lujo. ¡Estilazo en estado puro!


Ya veis, con un bandeau en la cabeza, un lazo, collar o lo que se os ocurra que le vaya bien y un chaquetón en caldera o gabardina negra… ¡Chapeau!

Un montón de posibilidades para este conjunto, que para las mayorcitas, es una auténtica monería, llena de buen gusto, como nos tiene acostumbradas María Luisa.
Del mismo estilo, más coquetón incluso, el conjunto compuesto por el pantalón Faisán, tipo palazzo, de punto satén-viscosa con tirantes desmontables de volantitos y el blusón Abubilla, evasé, de bambula mostaza y puños chimenea.

¡Todo un lujo ver vestidas así a las niñas por la calle! ¿No os parece? ¡Madre mía! Ojalá las viera algún día…
Es un verdadero placer para mí. Sé que a otros les da igual, pero para eso escribo este blog, para las que son como yo y para que tomen ideas aquellas que andan un poco perdidas con la moda a estas edades.

Fabuloso el mono Cernícalo, de algodón en color arena y que tanto con el blusón negro, como con otro color, están espléndidas. Unas botas, unos complementos bonitos y habéis hecho un conjuntazo.
No es tan difícil. Es cuestión, como siempre os digo, de interés e imaginación, además de un poco de buen gusto, claro. Si no tenéis buen gusto, esta colección os espantará.
Ya sabéis que lo de que el gusto es subjetivo, no va conmigo.


En blanco y negro (ya os dije que el negro pisaba fuerte), la falda Urraca, preciosa, de algodón negro, con tirantes y volantes en la espalda y un cordoncillo dorado en el lateral, que queda fabulosa con el blusón Cotorra en rayas blancas y negras de gasa con lazada en el cuello.

¡Un conjunto superior! Al igual que también, queda divina la falda con el blusón Corremolinos, evasé, de algodón verde con volantón delantero en forma de uve y mangas con gomillas.

¡Mirad qué preciosura de niña! No puede estar más requetemonaaaaa.
Todo estiloso, con el sello de “Ochúss”, que en las pocas temporadas que lleva, está enamorando a toda España.


Otra maravilla es el vestido Colibrí, para que suspiréis un poco. El otro día, en el hospital, vi a tres hermanas con un vestido muy parecido y me quedé mirándolas como si fueran una aparición. No le dije nada a su madre porque bastante preocupada iba, pero si llega a ser otro día, las paro sin remedio.

Ya veis, un vestido rosa envejecido en georgette vintage, con lazada al cuello y manguita básica, sencillo pero asombroso de bonito.

No tenéis nada más que verlas. ¡De arrancar suspiros!
Imaginación al poder, buen gusto y sencillez de nuevo con este vestido, el vestido Mirlo, con cuadritos en verde, mangas globo y ese

bolsillo fruncido en el delantero. Detalles que enamoran, desde


luego. Con un abrigo o chaquetón gris, chocolate o camel, ¿qué más queréis para que la niña destaque? ¡Da gloria verlas!

Otro bombonazo para la que lo sepa llevar es el vestido Gorrión (arriba), de gasa y algodón negro, con cuello doble y puños deshilachados, lleno de encanto sin pretenderlo. Un adorno con una pequeña cuerda de esparto y ya está. Yo le pondría una boina así o similar, unas calzas y botas, tal cual lleva la niña y a brillar.

También diferente y especial, el vestido Alondra, de chenilla, con corte alto y grandes bolsillos en polipiel color cobre.

Le pones una camisa negra o blanca por dentro y el resultado es realmente fantástico y original.

Como el Ánade, de rayas y corte alto, con lazada y volantitos. Los colores neutros y lo ideal del vestido hace que con complementos en negro, sea todo un espectáculo. Esta marca es divina, cada vez me gusta más. Modelos que mejoran visiblemente a las niñas, les hace estilo, les hace ir bien vestidas. ¡Apostad por ella!

Divino el vestido Calandria

(no me cae muy bien este ave por la canción que me sé sobre ella y el gorrioncillo), con corte alto en gasa de algodón y color ladrillo. ¡Colosal!
Lleva volantes en las mangas y en la espalda, cremallera negra a la vista. ¿Y qué me decís del cuello superpuesto en negro? La magia de la imaginación plasmada en un vestido.
“Cabeza de chorlito”, como le digo tantas veces a mi hija… Pues también tiene un nombre

este ave zancuda que vive en terrenos pantanosos y cuya carne dicen que es muy buena (yo no pienso probarla). El vestido es monísimo, de punto y con rayas negras y celestes.
Un vestido sencillo pero llamativo e ideal con esas lazadas en las mangas. Siempre los detalles están presentes y son fundamentales.

Con un abrigo o gabardina forrada en negro, sería una delicia absoluta.

Similar pero no igual (divino para combinar a hermanas o primas), el vestido Jilguero, como nos solía llamar mi padre a mi hermana y a mí, se trata de un vestido-pichi de punto con rayas negras y celeste envejecido, con abertura en la espalda y lazada de algodón negro.
¡Ya me diréis qué familia tan bárbara! Si es que están para comérselas con patatas…


El vestido Lorito, en ese verde que se está llevando durante tantas temporadas, colosal, de gasa de algodón y cuello doble, dulce y romántico, adornado con una cuerdita de esparto.

Queda divino con medias por encima de la rodilla haciendo estilo, sobretodo en Cádiz y sitios en los que la temperatura lo permita. Para el norte, con unos leotardos, también fantástico. Yo le pondría calzas encima de los leotardos y unas buenas botas para las mayorcitas. ¡Ellas van chifladas!


Otra monería: el vestido Avutarda, en color teja con rayas negras y corte en la cintura, así como lazada de algodón negro en la espalda. No me digáis que no es mono, sencillo, favorecedor…

De todo. También tengo mal recuerdo de la avutarda porque cuando era pequeña, mi padre tuvo a bien traer una que había cazado a casa y no me pudo dar más pena ni lloré más. Era enorme (son enormes, sobretodo los machos). Os dejo su foto.

Y otro precioso vestido tricolor, es el vestido Milano, que con sólo mirarlo, se te van los ojos detrás de la niña. Los ocres y naranjas, como veis, a la última. Me parece delicioso y todo combinado con negro, sensacional.

Un vestido diferente y de nuevo, sencillo, ponible, encantador. Leotardos, medias, bailarinas, botas, etc. Todo va fenomenal con él. Y algo mono en el pelo, tal y como llevan estas niñas y lo rematas del todo.

Sencillísimo y fabuloso, el vestido Verderón, en color teja, de satén

viscosa (una gozada de tela) y con el detalle de la cinta negra sobre la cintura y mangas con puño capeadas. ¡Es un señor vestido! Sobrio, elegante, soberbio… ¡ Me priva!


Voy a terminar con el vestido Martinete, en caqui, de satén viscosa, sobrio, ideal, cortado en la museta con mangas básicas pero terminadas con un exquisito guipur negro que lo hace especial. Otro de mis favoritos, sin duda. Este color me puede. Y ya veis, un pañuelo en el pelo, unas botas o bailarinas casi mejor. ¡Magnífico!

Entre aves y maravillas, me despido, deseando que os hayan gustado y que vistáis a vuestras niñas así, y no llenas de puntillas y vuelos.
También tenéis para bebés y un apartado de saldillo, donde podéis encontrar cosas muy interesantes del año pasado.
¡Pasen y vean, que el espectáculo ha comenzado!
¡Enhorabuena de nuevo, María Luisa!
Un beso de picaza (se les olvidó ponerla), jajaja.