
Hoy estoy especialmente mal. Fatal. Diréis que, últimamente, cuando estoy bien, pero parece que a medida que van pasando los días, empeoro, no lo asumo, no me hago a la idea de lo que me ha pasado.

El médico me ha dicho que bastante bien estoy con todo lo que tengo ( le he explicado mi vida, cómo es ahora y lo que me viene detrás) Me ha dicho, que, en cuanto este confinamiento acabe, le vaya a ver.

Sé que no soy la única. Por supuesto. A muchísima gente, le pasan desgracias horribles, pero a mí, que aunque la gente me vea fuerte , no lo soy y lo que me ha ocurrido, me ha terminado de rematar.

Ayer hablé casi dos horas con una chica que conocí en FIMI , ya que me había enviado un mensaje de voz, al enterarse de lo de Luis y entre líneas, capté cosas que no me gustaron.

Así que la llamé por la tarde y bueno…. Como comprenderéis no lo voy a contar aquí, pero tela es poco todo lo que le ha pasado desde la última vez que nos vimos.

Por eso, digo, que yo veo mi desgracia, mi no querer vivir, pero sé que hay mucha gente pasándolo mal. Y más en estos momentos, que a mí no me interesan mucho ahora mismo, la verdad. Eso es para que os hagáis una idea de cómo estoy.

Muchas me escribís y os tengo que dar las gracias por tanto cariño. Me demostráis mucho más que algunas de mis amigas, algunos de mi propia familia, etc.
Me seguís pidiendo consejo para no gastaros mucho este verano, que se presenta dudoso y con mucho miedo.

Tal y como la lucecita que me alumbra ahora, que promete de un momento a otro, dejarme a oscuras.
Y pensándolo un poco,
He recurrido otra vez a una firma que no es española y que tampoco tiene nada fuera del otro mundo. Sencillamente, tiene estilo, sencillez y buen gusto, que no es poco : “Amikko.”

Y recurro a ella, porque además de que vais a ver que con poco dinero, se puede ir de maravilla, me recuerda al viaje que quedó suspendido para siempre y que lo habíamos planeado tanto: el viaje a Lisboa, a Oporto, a Sintra… Le conté tantas maravillas a Luis, que no paraba de decirme que sería nuestra próxima parada. En fin. No quiero llorar más.

Como os he dicho más veces, tengo recuerdos imborrables de allí: de mi viaje del ecuador de la carrera, y de otro más que hice. No me puede gustar más su decadencia, su aire tristón, sus fados, que me dejan el alma rota, todo.

Y mirad por dónde y como os he dicho muchas veces, también hay artistas en ropa de niños. En este caso, de niñas. Ropa para pasar un verano perfecto, desenfadada, de sport, pero con el toque que le dan las tres o cuatro marcas portuguesas que conozco y que, realmente me enloquecen.

Porque son cosas normalísimas, pero con “algo”. Sí, ese “algo” que siempre os digo. Una sudadera, un jersey… pero con ángel.

Ya veis el mono azul tan bárbaro, que para mí, sin ninguna duda, es la estrella de la colección.
De algodón, cómodo, ponible e ideal. ¿Sí o no? Las niñas no pueden ser más guapas y estilosas, lo que, como también siempre os digo, hace mucho.

Un mono divino, en un color sensacional, con aplicación de símbolo en la espalda y corbata ajustables alrededor de la cintura.

¡Me encanta verlas así! Niñas que ahora, más que nunca, saben a libertad. Con camiseta blanca o como más os guste, es una opción exquisita, bonita y barata.

Ya veis todos los detalles y las veis a ellas. A mí, ahora mismo, con su inocencia y su ilusión, me basta.

Sientan de lujo y su forma, ya dice mucho del gusto de su diseñadora. Ya veis cómo quedan con una simple camiseta básica blanca. ¡De lujo! Con algo más arreglado, quedaría mil veces peor.
Simbolizan la frescura, la inocencia, el estilazo también… No las puedo ver más bonitas. ¡Qué tendrá Portugal, que tanto me apasiona!
Ya veis cómo posan, cómo saben que gustan… son todas unas profesionales en la materia.

De dos en dos, en grupo. Da gloria verlas y es un mono tan bonito que yo no se lo quitaría en todo el día. Se lo pondría desde por la mañana, hasta por la noche.

¡Esto es lo que me gusta de estas marcas portuguesas! Lo mucho que les sacas partido, además, de como os digo, estar genial de precio.

Así que no os preocupéis por este verano, que hay solución para “casi” todo.
Y ya habéis visto al principio cosas que casi parecen de andar por casa, como camisetas básicas, monos cortos, sudaderas... Pero como os digo, todas tienen algo que enamora. Por lo menos a mí y a muchas de las que me escribís.
Por ejemplo, la camiseta cereza. No tiene nada especial, pero tanto con pantalones blancos, como con shorts, las niñas vuelven a estar de lujo para pasar un verano mágico.

Camisetas cortitas, que enseñan un poco el ombligo (eso les pirra), mensajes escritos en ellas, etc. Siempre, en las cosas de sport, Portugal, nos gana por goleada. En lo que se refiere a ropa, que, por supuesto, en otro tipo de cosas, también.

Y no me voy a meter en temas de actualidad, sino por ejemplo, con los mismos fados. Me podría pasar el resto de mi vida (si pudiera) viviendo allí, recorriendo sus calles, en los locales que te invitan a entrar y a escuchar fados sin que veas momento de irte…

¡No sabéis qué recuerdos tengo! No iría con la misma gente con la que fui, porque es otra época de mi vida, otra edad. Ahora lo disfrutaría mucho más, saboreando cada segundo.
¡La vida sólo se vive una vez! Y a veces, regular. Además, me encantaría encontrarme, por ejemplo con Salvador Sobral, de la que soy admiradora total.

Su voz, su sensibilidad me conquistaron por completo. Una canción preciosa compuesta por su hermana, su historia. Todo, me conmovió muchísimo. Estoy con la lágrima fácil, ya sabéis.
Más sudaderas, como la rosa, que se llama música por el mensaje que suelen llevar todas. Pues de nuevo vemos a niñas monísimas pasando un verano de lujo. Con dos pantalones, una minifalda y un short, os arreglo el verano a todas.

Ya las veis, con los hombros abiertos ( lo último en moda), de un rosa agua precioso y con las letras que son su identidad, al frente. ¡Listas para todo!¡ Qué envidia me dan!

Me diréis si están monas o no… Y eso que los hombros abiertos, no me convencen del todo. Lo veo un poco vulgar, no sé por qué. O de más mayores. Y eso que en las mayores, tampoco me gusta.

Monísima y de nuevo, diferente a una sudadera normal, las mostaza que veis aquí. Me encanta llamarlas túnicas, como dicen allí. El cuello en uve, que favorece un montón, ribete de encaje verde ¿ veis qué monada? Y

una cinta étnica.
Lleva también unos elásticos reunidos en la cintura, que les hace una forma divina.
Otro conjunto ideal y súper ponible, de no quitarse tampoco en todo el día es la blusa blanca, con frunces en los hombros, abierta con botones y los pantalones con rayos de plata… Si ya es bonito hasta el nombre.

Son estampados en azul, llevando en los laterales, una cinta plateada sobre tela de algodón con elastano.

¡Maravillosas de nuevo! Amikko no tiene nada, pero lo que se dice nada feo o poco bonito.

¡Y qué niñas, mamma mía! Que ya os digo que no da igual. Hay que presentar la ropa como Dios manda.
Conjuntos de falda, como éstos, estampadas en verde, gris y blanco.

Bien cortitas y con cintura elástica. Ya veis qué monería. Con una simple camiseta básica blanca. Aquí, sí que les conjuntaría más e interntaría buscar una camiseta un poco más formal en el tono del verde o en gris. Quedaría ideal para cualquier otro momento.

Soy muy monocolor, ya lo sabéis.
Tengo que reconocer que me estoy recreando la vista. ¡Y mirad que son cosas sencillas, por Dios! Pero el que sabe, sabe.

Otras bárbaras son las print, concretamente, las faldas Leo print Blue, cortitas y fluidas. Los tonos, azules y blancos, con cordón plateado ajustable en la cintura. Todo tiene su aquél…
Esta blusa blanca me chifla y con una camiseta negra ajustada, también estarían de cine.


Más: otra monería son los monos cortos con peto, en tres colores. Ya los veis. De levantarte de la cama, quitarte el camisón , ponértelo y a la calle.

Son de una tela ligera, con babero, como dicen ellas y cintas que regulan y aprietan en la espalda. Camisetas y el verano es suyoooo.
Me pirra el color ceniza, la niña, la camiseta rosa, todo. Una combinación colosal. Un derroche de estilo que para qué… Esta niña ya tiene muchas tablas. Y eso es un placer y se nota. Y no ver a un sosón posando. Eso lo hacen de rechupete las portuguesas. ¡Mucho mejor que aquí!

¿Qué os parece? Sé que son cosas de diario, sin nada que te haga estremecer, pero es bonito, estiloso y más bien, lo que me habéis pedido. Sobre todo, como os he dicho al principio, para este verano tan “raro” que nos viene encima.
Preciosísimo y reventón, el mono turquesa, que favorece aunque no quieras. Ya veis qué fácil es ir bien vestida con poco dinero. Para que luego, algunas me digan que todo lo que pongo es carísimo…

La niña está hecha un bombón de chocolate, bien sea con éste, que sé que será el favorito de casi todas, bien con cualquiera de los otros.

El negro, es el que menos me gusta. No por que sea negro, sino porque le veo menos gracia para el tipo de conjunto que es.

Pero vamos, que no le hago ningún feo ¿eh?

Siempre tienes la facilidad del binomio negro-blanco y si la camiseta es mona, pues de nuevo, monísima.

Divina de la muerte la túnica surf, en un gris que me chifla, con tirantes y aplicación de tela de colores estilo Inka, en la parte delantera: verdoncho un poco de rosa, et ¡voilà! Bien con los shorts que llevan o con unos pantalones blancos, de morir.
Estilosas, para los días de más calor, no las puedo ver más ideales. ¿Qué os parecen? Ya me lo diréis.

Me parece una auténtica monería de camiseta y os digo que en España, no las encontráis ni parecidas. Son un «quiero y no puedo». Son diferentes, en resumidas cuentas.

La túnica roja, que viene a ser la clásica sudadera marinera, pero también diferente. Blanca, con mangas tres cuartos y aplicaciones negras y rojas, muy bien pensadas, como siempre, que las hace realmente atractivas.
Son indispensables para los veraneos del Norte y si no, que nos lo digan a los que lo hacemos en Suances, Zarautz, etc.

Y como veis, de nuevo sencilla y estilosa. Sin más y sin menos.

¡Qué ganas de volver! Volver… con la frente marchita, los años del tiempo…” Siempre es bonito volver a sitios en los que fuiste feliz. Y yo, gracias a Dios, allí no fui con Luis, porque si no, sería incapaz de ir recordando todo. Demasiado dolor aún…

Os enseño la chaqueta azulona, brillante, cortita y ancha, con un diseño formidable que sienta de lujo. También, una joya para el norte.
Mirad cómo le sienta a esta niña. Una auténtica monada. Y el color es bárbaro. Siempre me ha encantado este azul y ahora, necesitamos alegría y optimismo, que menuda nos está cayendo encima…

Voy con los trajes de baño Bahía, en estampado azul y con cinturón naranja, que ya más, no me pueden privar.
En baño, es en otra cosa en la que las portuguesas nos dan mil vueltas. Siempre presentan trajes de baño espectaculares, favorecedores, que hacen que nos demos la vuelta sin querer para admirar el buen gusto y cómo sientan.

El diseño es formidable. Sólo tenéis que mirarlas y suspirar, pensando en que este verano, nos podamos dar algún chapuzón, cosa que cada vez veo más difícil.
¡Qué espalda, por Dios!

Y también de escándalo, el bikini Summer, de lycra gris azulado, con la parte de arriba tipo top, con elásticos y encaje de colores, perfecta y estudiadamente colocados. ¡Qué bombonazo de niña!
Para una niña mayorcita, me chifla. Ya veis cómo sienta de chipén. Claro, como digo siempre, que la niña hace también mucho.

Pero para eso, las portuguesas, de nuevo, son listas, listísimas.
Y os dejo, aquí, con otro día triste, tanto en el exterior, como en mi corazón.
Con mucha nostalgia de Portugal, de Lisboa, con sus miradores tan preciosos y el barrio de La Alfama, la inquietante decadencia de sus calles, sus fados… Sólo volvería con Miguel o con Sergio. Con cada uno, por motivos completamente diferentes.

Muito obrigado por tudo, Portugal.
Un beijo esperanzado