Hoy empiezo la semana agotadadita. Este fin de semana ha sido un no parar… Me venía bien, porque hacía tiempo que no salía, pero claro, cuando ya no estás acostumbrada, pues pasa lo que pasa.

El sábado llegamos a casa a las cinco y media de la madrugada. ¡El tiempo que hacía que no llegaba a esas horas! ¡Madre mía!

La verdad, mereció la pena. Cena y charla con amigos, unas copas, baile…

En fin, muy bien. Además, con amigos de los que merece la pena y con los que te encuentras como en casa.

Pues eso, que nos quiten lo bailao…

Y eso que mira que el tiempo se ha empeñado en no dar tregua y llovió todo lo que quiso y más…

Pero aún así y todo, ha sido una muy buena semana, que comenzó el lunes con la visita de mi querida Adela.

Mañana me han invitado a la presentación de la temporada de verano de varias marcas en Triolet, un espacio del que ya os hablé, donde se alquilan mini-espacios para que las marcas puedan exponer sus colecciones y ver cómo les va…

Es un sitio con mucho encanto, situado en un lugar privilegiado y al que os invito a todos a ir, cuando vengáis a Madrid. Ya sabéis, en la calle Lagasca, 58.

Hoy os hablo de dos marcas: “Tartaleta” y “Bimbi”. Tan diferentes, como encantadoras, cada una en su estilo. La primera, delicada, mimando los detalles, llena de romanticismo y arreglada para ocasiones especiales en muchos casos. Y la segunda, para todos los días, ponible y estilosa.

Nada que ver la una con la otra. Con ello, os quiero demostrar que me gusta tanto lo arregladito, cuando es bonito, como lo más de sport, si es bonito también.

Los dos estilos encajan a  la perfección en mi gusto, y creo que hay que tener algo de los dos. Por lo menos, a mí, eso es lo que me gustaría…

Comienzo con la exquisitez y dulzura de “Tartaleta”,  con la que varias han resuelto su modelo para un evento este verano o sencillamente, porque hay modelos que enamoran a primera vista y se los compras a tus hijos para que vayan un día de esos que te apetece deslumbrar, por satisfacción propia, por lo que sea…

¡Anda que no hubiera comprado yo a mis hijos, cuando eran pequeños! Pero clarísimo…

Os enseño varios de los diseños que me han encantado, si bien, como os digo, muchos (otros, sí) no son para cualquier día.

Uno de enamorar por su buen gusto y dulzura es éste blanco brocado, con fajín y pechera rosa y encajes tostados, tanto en la propia pechera, como en las manguitas y bajo…

Preciosísimo y desde luego, ideal

para una boda o evento similar. La corona de flores tan bonita, remata esta maravilla. Digna de una princesa… Así me gustaría ver a nuestra Princesa de Asturias y a su hermana algún día… ¡Algunoooo! En fin…

Mirad qué encantador el de la más pequeña, con el fajín bien alto… Con unos zapatitos en el mismo rosa, estaría absolutamente divina en la Comunión de su hermano, por ejemplo… Como la bebé, con el Jesusito… ¡Por Dios, cómo está!

Otros vestidos coquetones y deliciosos, mucho más ponibles, son éstos, en coral, con tira bordada con entredós turquesa, a juego de la  falda, que es estampada en estos dos colores. Todo un derroche de imaginación la combinación de los tonos, que a mí, jamás se me hubiera ocurrido.

Son totalmente encantadores y perfectos para una Comunión, pero también para poner durante todo el verano, con bailarinas coral o turquesas. ¡Original y superior!

Dos modelos, uno con más vuelo, talle alto y sin mangas, y el otro, con manguita, talle en su sitio, toda la pechera con la tira bordada y un precioso lazo turquesa en el mismo talle… Me han chiflado.

El Jesusito, es más ponible y preciosote para un día de calor. ¡Qué monada!

Otros, especiales y originales, son los de rayas amarillas mezclados con blanco y puntillas turquesa… ¡OHHHH!  Fue verlos y también quererlos. ¡Magníficos!

Mejor que los veáis. Totalmente de enamorar el de esta niña, preparada para una Ceremonia, con el vestido de rayas, verticales y horizontales, en un amarillo precioso con blanco, y cuerpo de tira bordada con entredós y puntilla turquesa y fajín divino de plumetti

turquesa…

Si le quitáis la corona, ideal para cualquier día que la quieras llevar cual bombón.

Además, super fresquito… Y la espalda, ¡Flechazo instantáneo!  Escote cuadrado y con la tela de tira bordada blanca con tres volantes y detalle de picunela, además de la lazadota anudada en turquesa… Una maravilla de vestido, Elena.

Aquí arriba, podéis ver a la niña a juego con el conjunto del niño. ¿No están elegantes, originales, de llamar totalmente la atención?

Otro diseño el del vestido, como podéis comprobar. Igualmente delicado, dulce, con mezclas originales…

Una tela, que me fascinó nada más verla fue ésta, convertida en un vestido precioso y ponible: fondo crudo y flores exquitas en varios tonos de rosa. Hay que verla…

Con pequeños volantitos de plumetti en la cintura y en el bajo. Fijaos en la espalda, entera al descubierto y lazada atrás. ¡Sensacional!

También hay un mono divino de manga larga, elegante y maravilloso que veis aquí  y cómo no, la bebé, con el 

vestidito, dispuesta a ir a donde haga falta. ¡Esa mezcla de la tela tan exquisita con el plumetti rosa me mata!

Y más y más… como este vestido rosa de tul bordado en crema, de un gusto que roza la perfección…

Talle bajo con fajín de plumeti y sin mangas, yo se lo pondría cualquier día en el que quisiera lucir niña, porque dentro de ser arreglado, lo veo ponible y no voy a quitarme ese caprichazo, desde luego…

Hay otro diseño, más arregladito, con manguitas y varias filas de plumetti rosa entre el precioso tul… ¡Ayyyy, qué divino es, por Dios!  Esto es gusto y lo demás, bobadas…

Más ponibles y preciosotes, los vestidos azules estampados de flores y cuadritos. Uno, con tira bordada y lazote en el talle alto, como éste de la derecha.

Perfecta la espalda con la lazada atrás y ese escote magnífico de este otro, de mil rayas… Coquetón, para cualquier día en el que quieras presumir o simplemente, darte un gustazo, ya os he dicho…

Aquí veis los dos diseños, con las dos niñas, dos edades… Ya nos lo ponen fácil ahora, madre mía…

Mirad a este angelito rubio, cómo está, por Dios. Yo ya lo habría comprado, sin duda.

Desde luego, el gusto sobra en esta marca, ¿no creéis?

Mucho más de lo que os dejaré fotos, no os podéis perder ni uno. Todos son de esos que marcan, de esos de los que te acuerdas toda la vida y dices: “pues mi hija tuvo un vestido…” Sí, de esos que me decís en muchos mensajes.

Y también en azul estampado, más intenso, estos otros modelos, con el niño a juego, que veis aquí debajo.

Y para que veáis que pueden estar monísimas de muchas formas, pero siempre que haya gusto, estilo, algo… vamos con “Bimbi”, más de trote, de sport, pero con un encanto innegable.

Ya vende a muchas tiendas, con gran éxito. Es lo opuesto a la primera marca, por eso os he querido hablar de las dos.

Ropa para disfrutar, para veranear yendo monísimas, sin complicaciones, con estilo… Desde luego, la delicadeza y el romanticismo exquisito de los tejidos de Tartaleta no están aquí… nada es comparable, es otra cosa.

Pero… ¡qué cosas! Da gloria verlos también, con  tanto estilo, tan favorecidos y encantadores.

Una de las estrellas de la colección, para mí, es el vestido Teresa, el que podéis encontrar en negro, rosa y hasta en coral lo he visto…

Miradlos en negro y en rosa, ese rosa que nos está volviendo locos, tan elegante, tan dulce…

Los vestidos sencillos, con mangotas enormes, que son su atractivo total, rematadas por puntilla crema…

Las niñas están encantadoras, desde luego… Y para las que todavía no pasáis por el negro, ya os he dicho, que lo encontraréis en este precioso rosa, con el mismito diseño de mangotas de vuelo, rematadas esta vez en negro.

¿Cómo las veis? ¿No lo veis precioso para ponérselo desde la mañana a la noche? Miradlos bien… son estilosísimos y encantadores. Las mangotas, un acierto.

Enamoradísima del vestido Nicolás. Lo veo irresistible en éste otro rosa…. Desde luego, el rosa, vencedor absoluto de este verano.

Mirad el vestido, qué maravilloso: liso, sin nada más que dos volantones preciosos y lazote en el cuello. ¡Magníficooooo!

Para los días de más calor y estando morenita, favorecedor como nada. Más colores para esta joya, como el verde elegantísimo que veis aquí. Si queréis más favorecedor, el rosa. Más elegante, éste, desde luego. Ambos bárbaros.

Y por supuesto, también en negro, que hay muchas amantes de este color, y cada vez tiene más adeptos.

En blanco, monísimos y sencillos el vestido Marita, con pechera coquetona y super ponibles para los días achicharrantes… Con el moreno, gloria da verlas. A las niñas a las que el sol les pasa de largo (que las hay), que se abstengan de ponérselo. No les favorece nada.

Pero el vestido no tiene desperdicio. Si eres o te pones morenita, fabuloso como nada. La espalda, cruzada y con la lazada. Prácticos como nada para estos veraneos que cada vez son más calurosos.

El vestido Daniela, también me chifla. Una chispa más arregladito, recogido en el escote y anudado al cuello y con un lazote en un hombro, en un azul elegantísimo.

También precioso, el diseño que únicamente tiene un bolsillo enorme central con volantitos, el vestido Laura, en el mismo color, o el chaleco que veis en la foto. Las tres estilosas como nada…

Y los monos no faltan nunca en «Bimbi». También es un verano de monos, está claro…

Con el monito Amelia, en rosa, frescas y monas todo el día. Miradlas… A mí me parece un todo terreno.

Al igual que el monito Patricia, sencillo y encantador, en blanco… Después, jugáis con los complementos, que pueden ser magníficos, al ser los monos lisos…

¡Pensad! Pero dos hermanitas con estos monos y con complementos ideales, es una opción bárbara. Ya os digo que, creo que es necesario tener de este estilo de ropa y también del de la otra, es decir, cositas más arregladas para los días que sea menester.

Sencillos y estilosos, los trajes de baño, de los que os enseño varios, como el Carlota, en mostaza, de los más bonitos para mi gusto…

O el Alejandra, precioso, en un rosa chicle reventón… ¡Cómo resalta!

El Lola, en negro, también una monada. ¡Todos tienen algo que enamoran! Me chiflan las espaldas, tan desnudas, con volantitos.

Las blusas, encantadoras, versátiles y suuuuper útiles. Para tener varias, desde luego. Divina la Rocío, coquetona y ponible con miles de cosas….

La Susana, sin mangas, en lino y lazote de plumetti en la espalda, a la altura del cuello. Perfectas para el verano.

Cada vez me gustan más las blusas blancas. Son imprescindibles, tanto en niños, como en adultos, está claro.

Y bueno, como estoy “un poco perjudicada”, jajaja, aquí lo dejo, invitándoos a que veáis las colecciones de las dos marcas completas. ¡Al menos, uno de cada estilo compraría yo!

Con ambas, acierto seguro. Son excepcionales.

Un beso de gustos variados, pero siempre con gusto.