
Algún tiempo sin pasar por aquí… Estoy pasando un momento difícil de mi vida y me cuesta la misma escribir.
Hasta que no te pasa, no das importancia a nada. Eso es lo que nos enseña esta vida, muchas veces superficial, que llevamos. No superficial por nada, sino, porque, hasta que no ves un problema gordo en tu familia, no pensamos que nos va a pasar a nosotros.

En fin, todas estaréis con preparativos de Navidad, que es lo más bonito del mundo. Tan ilusionante como efímero… ¡Hay que aprovechar cada momento, cada segundo!

Y más cuando hay niños. Entonces, son las fiestas más bonitas del mundo entero.
Otros años, os doy ideas para regalar, os pongo ejemplos, etc. Este año, no ha sido posible y espero que no os pille el toro, que, con tanta gente en las calles, tantas cenas y demás, muchas veces, lo dejamos para el final y es un horror.

Muchas que sois previsoras, ya me estáis preguntando desde hace tiempo por las Comuniones del año que viene y os contesto que aún es pronto, que las colecciones no han terminado de salir.
En cuanto empiece el año, me pondré a ello. Pero ahora, haciendo caso a algunas, y sobre todo a mi corazón y a mi locura por estas cosas, os doy ideas, que siempre os digo para regalar en la Primera Comunión, pero que hoy os lo recomiendo también para Reyes. Y además este año, también para adolescentes y madres.
Hablo de “Lan Fairy”, quien con sus camisones y batas que me trasladan a mi niñez, me tiene enamorada por completo desde que conocí a su diseñadora, Mónica. Niñas con un encanto fuera de serie, vuelta al pasado, a los camisones que nos hacía mi madre, a niñas bonitas y a olor a limpio, a buen gusto, a exquisiteces que ahora escasean tanto.

Batas, camisones, mañanitas, delantales, boleros, toquillas, etc. Todo para hacer más que, tanto niñas como mayores, desprendan dulzura, sensibilidad y como os digo, exquisitez por las cosas bonitas de este mundo.

Como otros años, Mónica nos presenta camisones de ensueño para su gran día. Todo, con un entorno idílico que más de mi gusto no puede ser. Cama de florecitas, escabel, alfombritas, flores (si son hortensias, mejor que mejor), mantas, caja de frutas, etc.

Todo hace y la manera de presentarlo dice mucho de Mónica, como os he dicho más veces. Mónica es clase, elegancia, gusto exquisito, sencillez, dulzura y un montón de cosas más.

Son camisones y batas inspirados en los modelos de los años sesenta, tejidos a mano utilizando la técnica del ganchillo y patrones de herencia familiar (lo que os decía).

Cada uno lo hacen de manera exclusiva para cada cliente y para mi gusto, es un preciosísimo regalo que guardarán como recuerdo para toda la vida.
En mi familia, siempre se ha hecho así y mi madre tiene verdaderas obra de arte guardadas.
En la colección de Comunión, el camisón Dorothy, de ganchillo azul antiguo, chiflante, con tira bordada en las mangas y confeccionado en batista y rematado con puntillas de algodón, pues ya lo veis.

Una niña de morir de bonita. Niñas en peligro de extinción, como digo yo…
No hay nada más bonito que las niñas bien vestidas para ir a la cama. Tan cuidadas como si fueran al evento más importante. Esa pechera de ganchillo tan soberbia, esa blancura, esa candidez…


Nada me puede gustar más que una niña bien cuidada y las madres que dan importancia a estas cosas.

No sólo para ir por la calle hay que arreglarlas, sino que el cuidar el cómo están en casa, para mí es fundamental. Y dice mucho de esas madres, por supuesto.
Otra joya es el camisón Grace, de ganchillo en verde antiguo, tela de lino con motita en verde antiguo y remate de tira bordada. ¡Oh, la lá!

¡Qué más quiero yo que estas auténticas monerías, Mónica! No me pueden gustar más.
Tu ropa es para gente que busca algo más que el que sus hijas llamen la atención en la calle. Buscan su satisfacción personal, que es lo que siempre me ha pasado a mí.

Me espantan los niños con pijamas y camisones comprados deprisa y corriendo en cualquier gran almacén, con muñecos espantosos de la televisión o el último de moda. No puedo con ellos, aunque sé que la mayoría, los compra. ¡Qué se le va a hacer!

Estos de hoy, son para minorías que saben lo que quieren y lo disfrutan, porque son «disfrutonas» de su vida dentro de la casa, como lo soy yo.
¡Qué entorno nos presenta Mónica además! Como os digo, más no me pueden gustar. Sin excesos, ni les falta ni les sobra nada. Tampoco son de esos llenos de adornos con los que las pobres ni pueden dormir… ¡Hay modas que merecen palos!


Soberbio también, el camisón Lily, de ganchilo en rosa empolvado, tira bordada y plumetti. ¡Mirad qué especie de baberola lleva! ¡De morir! Todo es realmente como de dulce, para casi no estrenarlo, aunque hay niñas cuidadosas y presumidas que los tratan como un tesoro.

Muchas se decantan por los tonos rosas, aunque cada vez es más frecuente ver todo tipo de colores. ¡Son todos tan idílicos que casi me da igual el color!

Y fantástico, el Gabrielle, de ganchillo en salmón. Es superior, de nuevo con plumetti y remate de tira bordada. De niñas monas, monísimas.

Si queréis decir “de pijas”, pues decídlo. Estoy harta de tanta femi-nazi que nos está surgiendo. Ellas pueden decir lo que les de la gana y nosotras ¿no?

Pues, por favor, dame mil veces a gente normal, que a las que no les ponen cosas muy femeninas a las niñas por el rollo ese de que no hay que hacer tanta diferencia de sexos y demás tonterías. ¡Hartaaaa me tienen!
Si a esto le llaman pijería, pues ¡Bienvenida sea la pijería! No tienen ni idea y ya está. No voy a hacer más comentarios sobre el temita.

Y si los camisones son espectaculares, las batas no lo son menos y podéis regalar un conjuntazo de dos piezas con los que dejaréis patidifusos a todos. Ya os he dicho muchas veces que es mi regalazo estrella en las comuniones y también en otras ocasiones.

La bata Dorothy, complemento ideal para el camisón del mismo nombre, de piqué y mangas de plumetti con lazo azul antiguo, no puede ser más de película.
Me remonta tanto a mi niñez, mi hermana, mis primas… Los veraneos en Suances, a los que, religiosamente mi madre nos llevaba con estos camisones y batas. No faltaba más…

Ya me diréis si no hay diferencia entre llevar así a las niñas, o que duerman con pijamas de colores chillones y a veces, con la parte de arriba de uno y la de debajo de otro.

Para el camisón Grace, la bata del mismo nombre, que es una de mis favoritas. Mirad el diseño tan rematadamente exquisito, de lino, con cuerpo de crochet verde antiguo, esas mangas de ensueño, la tela de motitas y el remate de tira bordada y lazada.

Creo que todo lo que me gustaría decir quedaría soso y poco.
Más valen las imágenes de esta muñeca que todas las

palabras del mundo.
¡Imagináosla después de su Primera Comunión con una de estas joyas!
Un recuerdo de por vida, desde luego.
Extraordinariamente bonita, la bata Lily, para su camisón. Fijaos en los detalles bien, por favor: de piqué, con mangas de plumetti, volante de tira bordada y lazo rosa empolvado.

¡Otra maravilla hecha bata! Las niñas cuyas madres tengan este gusto, están de suerte, desde luego… ¡Menudos conjuntazos!

Y si a alguien se le ha ocurrido este regalo, que no se lo quiten, que no he visto nada mejor en el mundo. Se juntan con miles de pulseras, pendientes, etc. Pero esto es ÚNICO.

Y me queda la colosal bata Catherina, magnífica, espléndida como todo. De piqué acolchado forrado de batista con remate de puntillas de algodón en las mangas y lazo de color salmón.
¡Ayyy madre mía, qué dilema para elegir!

En Burgos, ésta nos vendría fenomenal, porque ya sabéis el clima que nos gastamos y esta bata, hasta julio al menos, les viene que ni pintada.

Después, la recuperamos en septiembre y MARAVILLAAAA….
Bueno, que se me nota que me gusta esta marca. Lo sé y me encanta que se note.

No os podéis perder las más exigentes las mañanitas, absolutamente deliciosas, como de princesas de cuento y como ésta que veis aquí. ¡Qué niña, qué momento, qué instantánea!
Ni los boleros… Otra maravilla para complementar con los camisones en aquellos sitios en los que no haga frío.

Y qué deciros de la maravilla de delantales… ¡Por favor, es como retroceder en el tiempo! Para inmortalizarlo todo, y nada más bonito para un regalo espléndido.

Tomad nota de todo. También de la colección que ha sacado para adolescentes y mamás, de la cual, ya tengo elegido un camisón. Como estos, ninguno.
Me recuerdan tanto a todo lo bueno de mi vida, que me apetece pedir todo, acordarme de mi infancia tan feliz con mi hermana y mis primas (repito de nuevo). Dicen, Mónica, que uno siempre vuelve donde fue feliz y estoy totalmente de acuerdo con ello.
Te doy mi más sincera enhorabuena por tu gusto exquisito, tu clase, tu educación, tu saber estar, por todo.
Lo desprendes en todo y eso, escasea hoy en día.

Y por tus niñas, a las que he reconocido entre las modelos. Ana, ya, en la moda de mayores… El tiempo pasa volando y tú nos lo haces mucho más bonito.
Un beso para irme a la cama
Espectacular todos los camisones y demás accesorios..pero para el frío no veo ninguno a no ser que tengas la calefacción puesta…no sé..más bien para primera- verano aunque todo espectacular desde luego…de cuento de hadas:) Viva la feminidad! Que no nos engañen…:*