
¡¡Holaaa a todossss!! De nuevo en casa. He estado cuatro días en Burgos por asuntos familiares y francamente he estado muy bien, pero con ganas de volver a mi casita. He estado con un montón de gente, amigas, conocidos…
He recorrido todas mis calles (a pesar de la nevada), mis tiendas, he comido con mis tíos y he estado en casa con mi madre en el sofá, con la mantita y viendo la tele tan ricamente.

He ido para “trabajar”, pero también me han sabido a unas mini-vacaciones. Francamente, que se está muy a gusto en mi tierra.
Como hacía tiempo que no estaba tan seguido allí, lo he encontrado muy cambiado, sobre todo los bares y tiendas de toda la vida, que, o habían cerrado, o habían cambiado de zona. Y por supuesto, también estuve en

las tiendas de ropa infantil que más me gustan, charlando con las dueñas y cambiando impresiones sobre la ropa que viene, cómo fue todo en FIMI, etc.
Entre todo lo que hice, por desgracia, tuve que ir a un funeral. Os cuento esto, porque, durante la misa, te vas fijando en la gente y me llamó la atención de manera increíble (obsesión que tengo con la ropa de niños y adolescentes), la manera en la que iban vestidas

casi todas las chicas que había. Tendrían todas entre 13 y 20 años y no puedo decir nada más que “ME ESPANTARON”.
Sí, espantar es el verbo. En vez de ver a niñas naturales y monas, estilosamente vestidas , acordes con su edad, me encontré con una panda de señoritingas pintadas como puertas y sin ningún tipo de gusto.

Ya sé que las veo por la calle a patadas, pero tal concentración de adolescentes en una iglesia, me dejó pensando: ¿Y éstas qué se van a poner cuando tengan 25 y 30 años? Si siguen a este paso, la Obregón es un alma cándida.
Me da rabia porque se puede ir moderna, actual, pero de niña todavía y no como si fueran a una fiesta de

Nochevieja o a otro sitio peor. Taconazos, super minifaldas (a 5º bajo cero); exageradas en todos los sentidos.
Bueno, y aunque pensaba hablaros hoy de otra cosa, esto que os he contado me ha hecho pensar, durante el viaje de vuelta, en que tengo que contribuir a la causa de que estas “niñas” puedan tener arreglo. Y la única forma que tengo de hacerlo es escribiendo aquí, en mi blog.
Por eso, os voy a hablar de Soeur. Es una marca francesa de ropa para adolescentes que a mí me encanta.

Ropa de niñas, no de “cualquier cosa”. Y nada de ropita de niñas pequeñas, sino ropa estilosa, totalmente ad hoc a su edad. ¿ Por qué no pueden ir las niñas así? ¿ Por qué van todas iguales, uniformadas, a ser posible de negro, y pintadas de tal manera que ni se las reconoce?
Con Soeur creo yo que ir mona y moderna no está reñido en absoluto. Y desde luego, fuera tanta pintura.

Detrás de la marca están dos hermanas que unieron su talento y experiencia en la vida y decidieron hacer frente a esta dificilísima franja de edad, que es la adolescencia, y que cada vez se adelanta más.
Una de las hermanas, Domitille, fue diseñadora de la casa Bonpoint durante diez años y la otra, Angelica, aporta su

formación universitaria como doctora en Psicología infantil y de adolescentes.
Creo que han conseguido su objetivo con creces. Me encanta su estilo (afrancesado por supuesto) natural y desenfadado. Me chiflan sus chaquetas, abrigos, falditas y shorts. Niñas vestidas para el día a día y no para las ocasiones especiales, que es como iban las que os cuento. Y ni para eso…

Esta adolescente con minifalda monísima y chaquetón crudo con capucha es el tipo de niña que me gusta. No me digáis que no es una maravilla mirarla. A mí así me lo

parece y hoy más aún después del shock que tuve. O esta otra con chaquetón (negro ¿eh?) precioso con botones dorados. ¿No las veis monísimas? Pues eso.

La niña de la americana “negra” con la faldita roja de cuadros, otra monería de conjunto.O la del gorrito gris. Las veo

divinas y naturales. En el funeral las hubiera mirado pero por otra cosa.

Me encantan también estas niñas de gris, con el gorrito haciendo estilo, jerseys lisos y lasos…

La calidad es buenísima en Soeur y las rebajas estupendas. Les pones un chaquetón cualquiera encima (mono, claro) y listas. Las adolescentes como Dios manda.


También me privan las prendas vaqueras con gracia, como el chaquetón divino de la muerte que lleva esta niña del gorro rojo, que tiene un estilazo fuera de serie o la camisa de la otra con camiseta por dentro y un pantalón pitillo. ¡Qué desfile hubiera visto más mono en vez del cuadro que ví!
¿Y el color rojo? ¿ Es que no existe en la moda de adolescentes?

A mí me parece un color ideal tanto para invierno como para verano y que favorece muchísimo. Nunca veo a ninguna adolescente de rojo. Sólo grises y negros. Os dejo la muestra de que con

rojo están divinas. Cómo es el poncho…y con ese gorrito. La niña está de impresión, para mi gusto. Y si no quieren poncho, pues mirad el vestido, bien ajustado y bien cortito. Pero monísimo. Con un chaquetón “negro” amplio, conjunto de matrícula de honor.
Y el negro mezclado con el rojo… ¡Perfecto! Ya lo habéis estado viendo en todas las fotos que os he puesto más arriba.

Y por supuestísimo que también pueden ir monas de negro. Pero no de pata a oreja, a juego de los ojos. Sudaderas, falditas, vestidos… en Soeur también existe el negro. Pero conjuntos monos, no de arrabaleras, con perdón. Me encanta este vestido de rayas prietito con la chaqueta marino. El vestido es ajustado, pero la niña resulta encantadora al llevar leotardos y la chaqueta amplia y no embutida entera, cual morcilla.

El vestido Pomme, negro, es otra monada, amplio y sencillo, de una calidad increíble, de muchísimo poner y que da mucho juego para ponerse complementos de color. El vestido

Petunia, más arregladito… Con éste sí que hubieran ido ideales al funeral.
Y más y más negro… pero con gusto. No con leggins y cazadorilla corta o con minifaldas que parecen cinturones anchos… Bueno, que he llegado protestona con este asunto,

pero es que me quedé alucinadita del futuro que les espera a estas niñas nuestras como sigan vistiéndose así. Y mira que hay excepciones, que yo he visto a niñas monísimas con americana clásica y jersey, aunque no es lo habitual.

Bueno, os dejo por hoy, a ver si se me pasa el pichicharre que he cogido con la forma de vestir en estas edades. ¡Hay que tener más personalidad, por Dios!
Ya, os espero mañana con energías renovadas. Y no os olvidéis de Soeur, que tiene ahora unos precios magníficos y vuestras “niñas” irán como lo que son para que no parezcan otra cosa. He dicho, jajaja.
Un beso rojo carmín
Estoy totalmente de acuerdo contigo, las adolescentes de hoy visten de vergüenza y yo me pregunto ¿No les dirán nada sus madres?.
Tienes que hacer otro post similar pero para chicos, que también van de narices.