Bueno, yo aquí sigo sin moverme, intentando daros ideas para regalos, para vestir… En mi casa nunca se ha celebrado Papa Noel. Nosotros somos de los Reyes Magos de toda la vida. Es un día grande; yo lo recuerdo con verdadera pasión: los nervios, el pensar que “esos tres señores” llegaban a mi casa cuando mi padre nos decía que nos durmiéramos porque los había visto ya en el portal.¡Pufffff! Me daban ataques. Era una emoción inmensa.

Así ha sido también la infancia de mis hijos. El día de Reyes era increíble. Yo colocaba siempre todos los regalos sin envoltorio, en cada uno de los zapatos. Procuraba dejarlo bonito, con papeles de algún color en el fondo… es decir, montaba una pequeña decoración. Parecía una tienda. Pero sus caras, al verlo, compensaban todo el trabajo… Lo malo es que mi hija, a las cuatro y media de la mañana, nos obligaba a todos a subir a verlo ya y era horrorosoooooo.

No dormíamos ni dos horas…Ellos se quedaban ya todo el día con los regalos, luego a casa de una abuela, después, a la de la otra… En fin, que no daban crédito y estaban tan emocionados que no notaban el cansancio, así que luego, el día siete de enero estaban muertos.

Todo esto lo digo porque, para quiénes seáis más de los Reyes como yo, aún estáis a tiempo de comprar miles de cosas.

Os voy a hablar hoy de Sleeping Chic. Es una marca portuguesa (me ha dado fuerte) que hace pijamas, camisones y ropita cómoda y monísima para estar en casa. También ha empezado este invierno con algunas cositas para salir a la calle, su colección Camellia.

Yo, ya lo he dicho más veces, soy mucho de regalar pijamas, batas y camisones. Aparte de que me encantan, es lo típico que la gente no cuida tanto como la ropa de calle y que no se lo suele comprar, así que lo veo super adecuado para un regalo.

En Sleeping Chic no es que le den importancia, es que se dedican a ello con todo su entusiamo, y claro, así son los resultados. Me chifla ver a los niños tan bien vestidos en casa o para dormir; creo que no tienen por qué estar con una pinta horrible y luego ponerlos como un pincel para salir ¿no? Pues eso.

El pijama de niña Sweet garden es una delicia, coquetón y femenino. Me encanta la mezcla de flores con el pantalón blanco. Y el cuellote cómo es… delicioso. No me digáis que no da gusto verla.

Los niños están monísimos con los pijamas azules de lunares y la solapita blanca (Blue Garden)  Son los de toda la vida ¿Por qué cada vez que voy a una casa, me tengo que encontrar a los niños con

una especie de pantalón gris y una camiseta con algún dibujo horrible? Si tengo confianza, lo digo y si no, me callo claro, pero me cuesta…

Los cuadros también pueden ser rosas para niñas, con un volante ribeteado en rosa.

Quedan preciosos y son sencillos pero se nota que son niñas monas y limpias como

diría mi abuela. Además son abrigaditos. Con unas zapatillas rosas, sería un regalo de matrícula de honor.

Divinos de la muerte son este camisón con volantón y el pijama a juego para niña con el pantalón blanco. ¡Qué tela más exquisita!

 

A mí, me los regalan y me caigo para atrás. No me digáis que no da gloria bendita verlas así.

Otro tanto digo del pijama Violet, con esos cuadros tan especiales y también cuello de volante con el vivo en beige… Dan ganas de salir con ellas a la calle, así de claro. O los pijamas grises de lunares, en dos versiones, cada cual más bonita…Bueno, que tienes a las niñas como un sol y tampoco es que haya que gastarse una fortuna para

estar mona en casa.

El más especial de los niños es éste, de cuello mao y mil rayas, en grises y blanco, muy limpito y muy elegante. El niño está para comérselo y si hay más de un niño, los ves en fila por el pasillo y te tienen que poner el babero.

Como tengo debilidad por los lunares (ya sabéis el nombre de mi blog), os enseño el pijama Valerie, que es también de lunares grises y rosas, y una puntilla muy especial. Éste para las más presumidas.

Bueno, en realidad cualquiera. No puedo elegir entre tanto bombón.

Monísimo también para niños es éste de cuadros con cuello mao. Mi preferido, super delicado, con ese corte en la pechera con dos botones. Me chifla, al igual que el mono para estar en casa para los más pequeños.

Como su nombre indica, una auténtica monería. ¡Fijaos en el cuello blanco, que es ideal y esa tapetita con puntillas!  Ya os digo, muchas lo llevarían así a la calle. (e iría mono, mono)

Me olvidaba de los albornoces. Ya sabéis la fama que tienen los albornoces y toallas de Portugal. Además de la calidad, fijaos en cómo son, con su puntilla. Me pirran.

Han sacado una colección especial para Navidad en tonos rojos. A mí me siguen pareciendo de locura para todo el año, claro.

El pijama del niño, el clásico de caballero entero rojo con vivos en blanco es espectacular y mis hijos lo han tenido año tras año en liso, rayas, escocés…

El pijama de las niñas es otra maravilla: camisola blanca y estampadito de flores en rojo con puntilla roja y pantalón rojo. Ayyy qué cosa…Y el vestidito-camisón de rayas rojas para estar en casa, con el cuello bobo, una monada también.

Bueno, que viendo a todos estos niños dan ganas de cantar “Los tres cerditos ya están en pijama…” ¿ Os la sabéis no? Yo la he cantado eternamente, sobre todo con mi hijo pequeño, ya que, como el cerdito pequeño era el más bueno y obediente de los tres, él decía que era él… y además, es la verdad, mira por dónde.

Bueno,  como siempre me estoy liando. Ya os he dicho que esta marca ha empezado a diseñar ropa para la calle y lo que ha hecho es precioso. Como no me da tiempo, será otro día. Lo único, os dejo unos detalles que para regalo, son una delicia:

medias con lazotes,  cucada total y cuellos, también con lazo (el lazo que no falte nunca).

Ahhh, y no os perdáis estas zapatillitas. Ricura del todo. Una idea para un detalle: unas medias y un cuello a juego.

Quedas como un auténtico Rey Mago.

Nuestros vecinos portugueses me están encandilando, así que espero que la sorpresa que preparo pueda llevarse a cabo…

Un beso de buenas noches