
¡Hola a todos! Que muchos chicos me riñen por dirigirme sólo a vosotras…
En mi anterior artículo, que hablaba de bodas, ya he tenido la oportunidad de que me llamaran pija por enésima vez.
¿Os creéis que me importa? En absoluto, pero qué pesaditas son…

¡Cuánto me gustaría ver por un agujerito cómo van ellas a una boda!

Descalificaron a las pamelas, llamándolas floreros en la cabeza, ir como de la realeza sin serlo… ¡Buffff! Os podéis imaginar cómo serán para decir esas tonterías, por Dios…

Yo sé qué tipo de gente es, pero por esta vez, me voy a callar. No quiero entrar en política, que mira que si entro, no escribo post, porque tengo para dar, tomar y regalar.

¡Finos iban a salir todos! Como por ejemplo, todos a los que votan éstas indocumentadas del florero… Seguro que ellas irían oliendo a sudor y eso, como mínimo…
Mira que no quiero hablar de política en el blog, pero que no me provoquen, que abro la boca y salen muchos escaldados. ¡Pero muuuuchosssss!

Pues sí, yo soy, como decía Serrat, “esa muchacha típica, cuya familia es la típica…” ¿Y qué? ¿Pasa algo?
Aquí, cada uno tenemos nuestras raíces, nuestros orígenes y nuestra propia historia y educación.

Y si digo que a una boda, me gusta que se vaya como dije, lo repito y lo mantengo. Y ninguna indeseable, resentida y envidiosa me va a venir a decir lo contrario.

En fin, ya empiezo la temporada discutiendo, pero no tengo horchata en las venas y mi carácter sale como un chorro incontrolable…
Vamos a lo nuestro, a éstas ni medio minuto, que no serán ni españolas… (si no lo digo, reviento).
Hoy vamos con las prendas de abrigo. Eso que a veces parece tan fácil, pero que no lo es. Porque, quitando algunas con gran poderío económico, que les compran varios abrigos por temporada, la mayoría, compramos uno, el fundamental, el fetén, el de los fines de semana y después, si cae algo más, pues bienvenido sea.

Y si sois como yo, de las que os importa la calidad, ahí es cuando viene la dificultad. Porque hay muchas, pero muchas marcas que cobran un dineral por un abrigo y la calidad, el patrón, el tejido y el cómo sienta, dejan mucho que desear.

A mí me preguntan muchas madres por la calidad de ciertas marcas y francamente, les contesto la verdad. No todo vale. No, señores. Hay muchas marcas a las que les tenía que dar vergüenza vender lo que venden. Y encima, cobrar esos dinerales.

Cuando les llega la ropa a casa (me lo han contado), a la niña, en este caso, no le sentaba por ningún lado y tuvieron que ir a la modista a que se lo arreglaran, con el consiguiente gasto de más.

Un botón se cayó a los cuatro días y como no encontraron otro igual, tuvieron que cambiar todos, con lo que ya me diréis qué es lo que queda del abrigo que compraron.
Y eso pasa, porque no hay un control de calidad como Dios manda. Porque sale una firma de la nada y de repente, está vendiendo como churros. No, eso no es así. Me da pena porque hay varias marcas que considero están estafando a la gente.

Evidentemente no voy a decir sus nombres, aunque por privado sí que lo digo, claro que sí. Yo soy una consumidora más y no me gusta que me timen.
Que en una conversación tomando un café, no me creo que todas sepan de diseño y patronaje y controlen el tema con esa seguridad, como para que a los ocho meses, estén en FIMI vendiendo. ¡Qué vergüenza me dio cuando las vi!

En una casa cuesta mucho ganar el dinero, como para que haya marcas que toman el pelo, así de claro lo digo.

¡Teníais que ver cómo sientan los abrigos y vestidos a las pobres niñas! Claro, que hay madres que no lo ven. Pero muchas sí lo vemos y a los blogs nos preguntan constantemente. Así, que, un poco de seriedad, por favor.

Marcas de las que os podéis fiar a ciegas, como “Mia y Lia”, en la que sólo con verlo, ya se nota, pero una vez probado… repites y repites.

Precioso el plumífero negro de esta temporada. Más bonito y estiloso, no lo puedo ver. Para Burgos, quién me esté oyendo,

es sensacional.
Lo mismo que la gabardina, bien en negro, bien en verde caqui.
De corte acampanado y capucha que se cruza por delante con botones dispuestos de dos en dos.
Forrada con borrego de estampación de leopardo en todo el interior y en la capucha, así como en la vuelta

de los puños. ¡Oh la lá! ¡Divinísimaaaa!
O el abrigo de paño gris, monísimo, de corte alto en la cintura, que forma un pequeño volantito. Cuello camisero forrado de borreguito. Monísimo y ponible con un montón de cosas.


Es de calidad indiscutible, creédme y tiene un toque romántico y de niña buena que me chifla.

¿Y la pelliza cazadora del niño? La clásica de toda la vida, en marrón, con corte cazadora y capucha, completamente forrada de borreguito, para los días más fríos.
Para los niños, siempre me ha encantado. Y también para las niñas, cuando hay marcas que lo

hacen bien. ¡Divina!
Sí, a lo mejor cuesta más que otras prendas, pero lo vale. ¡Ya lo creo que lo vale! Si vierais qué cosas venden por ahí… Claro que muchas las veréis y encima, al verlas más baratas, las compraréis. Lo barato, al final, sale caro.
“Coccó Rose”, también pone su calidad intachable y su originalidad a nuestro alcance.


Su abrigo Lola, en rojo, es de morir, un caprichazo auténtico. En paño rojo, con corte en el pecho y falda con vuelo. El cuello, chimenea cerrado con un botón grande forrado en rojo (detalles…) y otros dos en la parte superior.
De la parte trasera, como veis, sale un volante que acaba en ondas, con el adorno del logo de la marca.

Un abrigo especial, no para ir al colegio, ni nada de eso… También lo tenéis en azul y en gris, ideales los tres. Depende del color que más favorezca a la niña. Para una morenita, como Elena, el rojo es bárbaro, desde luego.

Otra prenda de abrigo, también, por supuesto especial, es la gabardina Urban vaquera, con tejido jeans marino y talle alto, completamente forrada de pelo color arena.

Como adorno en la pechera y en la espalda superior, unos volantes ribeteados y terminados en rulo visón. Cuatro botones de madera al tono y cinturón que le aporta un estilazo único.
Abriga mucho, al estar forrada, no es una gabardina “al uso”. También garantizada su calidad y preciosísima.

“Eve Children”: de morir de bonitas algunas de sus prendas de abrigo, como la pelliza cazadora en gris perlado. Me encanta este color, da luminosidad a la cara.
Ya veis que tiene corte de cazadora, forrada de borrego, con cuello vuelto y partido, cierre lateral asimétrico y borreguito en puños y bajo.
Chiflante para vaqueros o cualquier pantalón mono, incluso faldas que le vayan.

Y después, la versión niño, que me pirra. Vamos, o para niña, también perfecta.

En el mismo tono, y totalmente forrada de borreguito, además del cuello de bebé, la vuelta de los puños, el ribete superior de los bolsillos y el realce de las sisas, que también lo lleva.
Para el frío, frío. Otra ideal para Burgos. ¡Id tomando nota! Me encanta para poner con beige y gris oscuro.

Con verde caqui, también queda sensacional…
Monísimo y sencillo, el abrigo marrón, de tejido de neopreno acolchado. Me priva. Comodísimo y práctico, de medio vuelo, con el talle y cintura ajustados. De ella, sale el vuelo, gracias a las pinzas traseras y delanteras.

El cuello, camisero, como las niñas buenas, cierra cada solapa gracias a un botón de clip metalizado. Mirad la cremallera vista, color cobre, que le da estilo, cerrándolo de arriba abajo.

Esta mañana se lo he recomendado a una chica que buscaba algo marrón que le sirviera para el cole y para salir y se ha quedado encantada.

De “Kauli”, me quedo con su fantástico abrigo New York, del que tenéis hasta la talla 16.

Es chiflante, elegante, lo tiene todo. De paño azul tejano, con falda acampanada y cuello de pelo gris de quita y pon, con adorno de cinta azul marino en el centro.

Doble botonadura, tipo casaca, adornada con trabillas de cinta azul marino. También en los puños lleva la doble cinta marino.
Ya me diréis cómo es de ideal… ¡Por Diosss! Y que se vendan por ahí esos trapos… Que me da rabia, porque timan, no porque sean baratos, ya que hay abrigos muy bien de precio que están genial y sientan monos.

También me quedo con la cazadora rosa de pelo Young & Chic.
Estilosísima, de antelina y forrada de pelo al tono. También pelo en los puños y dos cremalleras pequeñas delanteras, que muestran pelo al abrirse. Esos detalles que sólo Kauli sabe hacer…

Y venga el frío que venga, soberbia la parka reversible Young & Chic. Por un lado, azul y por el otro de tejido azul, marino y gris con estampado de pata de gallo y grandes rayas burdeos que dan lugar a cuadros.

Lleva pequeña solapas de pelito y cremallera, además de los botones cosidos dos a dos.
¿Qué os parece? Un todo terreno, bonita y súper práctica. Ponible con casi todo, menos con un vestido arregladito. ¡Bárbara!

Os dejo fotos de todas mis prendas de abrigo favoritas y de altísima calidad, despidiéndome con “Noma Fernández” y sus preciosos abrigos y capas.
Pocos como ella saben de calidad, de tejidos y de diseños preciosos.

En camel, burdeos, azul, verde… Un abrigo incombustible que me atrapa. Ideal para vestidos, coquetón y clásico.
A la altura de los hombros, lleva unas solapas de adorno, rematadas con botón al tono. Me chifla la falda, con gran vuelo y pliegues amplios…
También en la parte trasera, lleva solapas de adorno, verticales y rematadas con botón. ¿Las veis? ¡Uhmmmm! ¡Un señor abrigo!

Elige el color que quieras, que no hay ninguno feo, todo es delicioso en esta marca mágica.
Las capas, preciosas, también

en varios colores, son divinas, estilosas, cálidas… Si no las veis tan de abrigo… depende de lo que lleve la niña por dentro.
Me parecen absolutamente divinas, de niña mona, de niña pija (como yo), jajaja. No las perdáis de vista, que una niña con una capa de éstas, jamás pasa desapercibida ni es extranjera dentro de España. ¡Jamás!
Perdonad si he estado algo alterada, pero es para estarlo.
Un beso gélido
Gracias por escribir sobre abrigos! A mi me trae por la calle de la amargura porque no es nada fácil encontrar cosas bonitas y abrigadas, que vivimos en la sierra y aquí hace frio. Para vestir me gusta algo más clásico pero lo que veo es caro no, lo siguiente, feo que al gusto más cosas no se corresponden con la calidad como bien dices Eva. Y a mí sí me gustaría saber qué marcas no son de fiar en calidad, porque ya me he llevado un sofocón y no pico más 🙁
Perdón que no se entiende una frase. Quería decir que hay cosas cuyo precio no se corresponde con la calidad.