
¡De nuevo por aquí! Hace un día perfecto, tal vez demasiado calor para mí. No sé yo justo para Semana Santa, ya que anuncian lluvias para variar… Bueno, tranquilidad, que os va a hacer buen tiempo. Y si no, pues a comer y a pasear.
Y a tomar vinitos o cañas. El caso es desconectar unos días. Ya sabéis: hay que cambiar de paisaje, de potaje y de personaje… Nosotros, en nuestra rutina, que, cada vez, es


más caótica. Los horarios los

llevamos al revés de todo el mundo, pero es lo que necesitamos y ya está.

Para colmo de males, Juan se ha hecho una lesión jugando al fútbol y no sé si será de escayolarle o incluso operarle.

El lunes se lo dicen. Pero venir, va a venir, con las muletas a rastras.

En Semana Santa, se van los tres unos días a Burgos, con lo que nos quedamos solos pero muy tranquilos para descansar.

Como me siguen llegando mensajes pidiéndome ropa para invitados a ceremonias, os voy a hablar hoy de una marca que tiene ropa muy arregladita, monísima y vistosa y que para mi gusto, sirve tanto para ir de invitada perfecta, como para llevar a los niños vestidos ideales. No es sobria, es con vuelos, mil detalles, pero sin ser una de esas marcas de las que os hablo de niñas repollos. Está llena de buen gusto, transmite alegría y tiene unas telas deliciosas y unas combinaciones formidables: “Sánchez de la Vega”

Desde luego, no es para las amantes de lo sobrio, porque sobria no es. Por eso os digo, que cualquiera de sus colecciones es perfecta para ir de invitados a los eventos que ya se acercan.


Colecciones con nombre de cuentos, como la propia ropa. Puede ser de tu estilo o no, pero lo que hay que reconocer y es innegable, es que es bonita, perfectamente coordinada, con telas y combinaciones impensables en muchas de sus colecciones, que, hasta que no las ves, no se te hubiera ocurrido coordinarlo así. ¡Son niñas bombón!

Llaman la atención sin quererlo. Y como veis, con tan sólo poner una coronita de flores o unos complementos bonitos, se convierte en ropa de ceremonia como por arte de magia.

Desde luego, para invitados a comuniones, bautizos y bodas, es una de las mejores marcas. Y después, no dejarlo en el armario, claro.

Cada vez hay menos gente que compra un vestido para un solo día. Y no me extraña. Además de que a mí no me gusta que se lleve a los niños con ropa de ceremonia en comuniones y bautizos (amigos, primos, etc), ya que el protagonista es el que comulga, no es normal gastarte un dineral para un único día.

Una de las más alegres y coloridas es la colección Cisne, que me parece maravillosa para estas ocasiones que os digo. Favorece de morir y mezcla con maestría un precioso estampado de flamencos con encaje naranja y lazada de rayas en tonos naranjas. ¡Me chifla!


El vestido de talle bajo, más bonito no puede ser con ese escote en pico tan rechiflante, las tiras de encaje en la cintura y en el bajo y la preciosa lazada. Me parece autenticamente delicioso y, como os digo, súper favorecedor, no así cualquier cosa.

Al igual que el de vuelo, con la misma tela, lazos naranjas de raso también en los hombros y pechera alternando el encaje y las rayas.

He empezado por enseñaros ésta, porque me ha sorprendido, ya que no soy de estampados y me ha

requetechiflado.
¿Y qué me decís del Jesusito de arriba? ¡Dan ganas de tener niñas y niñas!
Puede ser con capota, opción que yo elegiría, sin dudar para las más pequeñitas (de película) o sin capota para un poquito mayores.
Sorprendente y también con aire muy sevillano, la colección Blancanieves, donde el fucsia y turquesa se llevan todo el protagonismo.


Refleja perfectamente el espíritu alegre de los andaluces, su vitalidad, sus ganas… Difícil veo a alguna diseñadora de Burgos realizando bocetos y pensando en estos colores… Nosotros lo vemos más todo en beige, blancos, caquis… Al menos, yo. Jajaja.

Parece que no, pero el clima hace mucho, muchísimo. No se puede vestir de la misma forma en todos los sitios de España, está claro. Lo primero por el clima y lo segundo, por los gustos.

Y eso que estos modelos, pueden ponerse perfectamente en España y en todo el mundo, pero ya me entendéis.


Ya la estáis viendo: el conjunto de falda de la niña es una explosión de color, tan bonita… Me chiflan en especial los conjuntos de falda de esta marca.

Son cortitas, con vuelo, coquetonas. Con la blusa bordada en blanco rematada por turquesa y esa falda, hasta baila La Giralda…

El Jesusito, otra joya, que sólo tenéis que verlo. Le falta hablar. Otra explosión, otra niña bombonazo.

Desde luego, la habilidad y el talento que tienen a la hora de diseñar es increíble… ¿A quién se le ocurre esta mezcla de colores?

El niño, más sobrio, como es normal, todos están de película.
El vestido, otra divinidad. Ya me diréis si no pueden ir así los niños como los invitados más guapos y mejor vestidos. ¡Ya lo creo!
Cómo sienta y no os perdáis la espalda… ¡Divina!
No hay colección que no sea así de arregladita y con la Aladín, vuelve el colorido más increíble.

Ya veis, de nuevo el turquesa con lunarcitos blancos estampado de florotas en tonos rosas es el protagonista. Todo mezclado con el blanco, que le da una luz increíble.
El vestido de vuelo, monísimo, con volante en el cuello y espalda redonda con lazadota blanca… O el Jesusito, con el que dan ganas de raptar a la niña en esta foto con esas braguitas turquesas con flores tan requetechiflantes…

¡Qué edades! No perdáis la oportunidad de ponerles estas maravillas, que se pasa el tiempo volando.

El niño y la niña con el vestido…

Toda la colección vuelve a ser mágica, de pleno verano y repito, perfecta para ir de invitados a cualquier ceremonia.

Chiflante y en rojo (una de mis preferidas), la Caperucita. No ha habido verano en el que mis hijos no tuvieran un conjunto rojo. Es un color tan bonito, tan rotundo. ¡Me pirra!

Y estos modelos, pues no iban a ser menos. Además, de las más sencillas para mi gusto. Me priva todo, no puedo hacer excepciones. Rojo y blanco, con los detalles y matices clásicos de esta marca, es preciosa, sin más.

La niña con el Jesusito es tal cuál estoy viendo a Almudena, con esas tiras bordadas, la capota, los lazos de raso en rojo…


El vestido de rayas, tal cuál está la niña con las florotas en el pelo me vuelve loca. Yo la llevaría así a cualquier celebración. La espalda en pico con la lazadota en rojo… ¡Bufff! ¡Y cómo sienta además!

Cortito, como debe ser, con las puntillas sobresaliendo por el bajo… ¡Este es mi estilo! Tanto el de talle alto, como el de talle bajo, soberbios. Pero el de talle bajo me puede…

Cambiamos al amarillo con la colección Pinocho, una de las favoritas de muchas, que me lo habéis dicho. En una tela amarilla divina, caladita y con detalles en marino y plumetti blanco, otra maravilla que no sé de dónde se sacan estas chicas sevillanas.

Ya veis el vestido. Sin palabras ante esta joya. La especie de medallones de encaje en la cintura, las mangas blancas tipo alitas y todos los detalles son dignos de la más alta costura.

¿Cómo no se va a poder ir así de invitada, viendo lo que se ve cada día? Hay un término medio entre esto y lo que suelo ver cada año: niñas vestidas con cualquier cosa, con vestidos lacios, sin gracia… O bien otras demasiado “puestas”, con vestidos más propios de la que hace la Comunión.
Pocholote el Jesusito, con esa pechera de ensueño y con todo

lo que os vengo diciendo. Detalles…
Talle alto, talle bajo… Da igual. Chiflantes los dos.
Cada uno para su edad, así como el conjunto de bombacho de la más pequeña.
Más de ceremonia y en un rosa bárbaro, la colección El Principito. Mucho más

no puedo decir pero, ante este vestido, qué menos que se me escape un ¡Mamma mía, qué maravilla!

Un cuerpo que es un puro encaje con una especie de baberola y cintura marcada. Otro, con la espalda espectacular, muy pronunciada, con puntillitas y una banda que no adivino a ver bien, pero que parece brocada o de otra tela espectacular, que le va como anillo al dedo.


La niña con el Jesusito, una muñeca sin igual, lo mismo que el vestido de talle alto. Toda la colección, más propia para ceremonias es divina.

El niño, monísimo y como debe ir un niño. Bermudas rosas y camisa abierta de plumetti, nada de ridiculeces para ellos.

Y puedo seguir, porque me faltan la colección Cenicienta en celeste, exquisita de nuevo y con espaldas de infarto, de la que os dejaré fotos, pero no la dejéis en el olvido.

También me dejo con gran pena la colección Pulgarcito, que vuelve ser un canto al buen gusto, con un estampado de flores grandes que hacen bailar al más soso de la tierra.

No os olvidéis de esta marca para vuestros eventos. Como os digo, la veo perfecta, porque es arreglada e idónea y por otro lado, ponible para muchos días, que el verano es muy largo, los días interminables y se pueden lucir de cine.

Un beso a Sevilla, donde estuve el año pasado, a toda su alegría, su luz y sobre todo, a estas hermanas que con estas colecciones, han hecho vibrar a muchísima gente.
Hola buenas tardes. Me gustaría saber si el modelo Blancanieves está disponible en la talla 12 años