
¡Achicharrante noche y horrososo día! Me muero de calor… Estoy aquí como metidita en un horno y mojándome con agua fría cada dos por tres.
De verdad que estos calores no los puedo soportar. Tengo el

termostato mal o algo, pero me puede. ¡Bufff! Y la cantidad de mensajes que tengo… Entre otros, uno que me dice que el regalo para la Comunión me llega mañana. Yo ya no me creo nada. Pero si aquí, en Madrid pasado mañana es fiesta… No tengo más días para que me lo traigan, así que estoy en sus manos.

Me dijeron que era un persona muy seria y así me lo pareció, pero ya estoy cambiando de opinión… No se puede entregar un regalo (además caro y encargado hace más de dos meses), la víspera. No me vuelve a pasar. Si es que soy tonta. Sólo el mal rato que me estoy llevando cada día al ver que no llega…

En fin, para aprender, perder. Ya me veo, mañana, coja y dolorida, corriendo a buscar otra cosa. ¡Qué desastre!
Además (es para que se ría la lectora que me dice que siempre estoy estresada), estamos que si parimos, que si no… jajaja. Me refiero a Mía, una de mis gatitas, que ha dormido con nosotros y está a punto de parir, pero cuando ya esta noche parecía que sí, al final nada y claro, estoy aquí de guardián, por si acaso. Si os digo que parirá el día de la Comunión… Ésto es de película italiana.
Bueno, y me voy a poner seria para hablaros de la marca de hoy, de la que también os hablé en invierno, porque me chifla, sencillamente.

Sainte Claire: la marca ideal, sencilla, donde el menos es más, donde sólo existen colores suaves, diseños simples y delicados, aires afrancesados encantadores, elegante y con una clase y un gusto exquisito que ya va conquistando a muchísima gente.

Viste a niñas, niños y bebés y cada cosa que veo, me gusta más. Ya os digo que es una marca encantadora, dulce, sin estridencias. Todo en su sitio, nada dónde no debería estar. Para mí, es una de las marcas con más gusto de las que hay ahora en el mercado.
Hoy voy a empezar enseñándoos algunos conjuntos de bebotes, ya que me parecen ideales. No son los típicos de nidos y clasicorros que también me chiflan, pero tienen tal encanto que me han super conquistado.

La niña con el peto y blusita con cuello y manguita de volantes, en gris azulado, a juego con la capota, no me puede gustar más. Es un conjunto encantador, insuperable. Y también, con la chaquetita a juego. No puede ser más bonita ni ir mejor vestida.

¿Cómo la veis? Es que, os guste o no este tipo de ropa, no os queda más remedio que rendiros ante la evidencia. Lo veo divino, pero divinísimo.

Otra monada es la blusita en color crudo, “blusa bebé medieval”, con puntillas en tostado. ¡Cómo está la niña! Mamma mía… Si tiene suficiente pelo, con un lazo tostado a un lado, ya de muerte. ¡Qué exquisitez! Otras monerías en

punto, como el conjunto de manga corta gris, con la blusa con cuello

de volantes asomando o el conjunto de punto blanco con la

blusita rosa. El de dos piezas tostado... Cucadas que, aparte de prácticas y cómodas, son ideales.

Los vestiditos de manga larga, con goma y volante en el puño, además de unos nidos en el canesú, otra idealidad y super ponibles. Me chifla en cualquier color. Aquí veis a

la bebota, con el vestido blanco y capota (de rapto total) y la otra, con su vestidito rosa, de bebé bebé, en un rosa palidísimo y divino.

También preciosos y ponibles, los petos de punto, como el que veis aquí. Colección exquisita para bebés. Pero EXQUISITA y con un gusto que ni Coco Chanel.

Las niñas, como siempre, van ideales con cualquier cosa de esta marca. Los vestidos, sencillos y encantadores, como éstos, de color verde, son arrolladores. De esos que dices: “no tienen nada especial”, pero te roban el corazón. Fijaos en los dos diseños, a cada cuál más bonito. Divino el de vainica

verde, con manga tres cuartos (estilazo..) y lo mismo el de de tirantes, veraniego y delicioso. ¿Cómo está la niña con esos volantes en el bajo? Unas bailarinas en el mismo tono y estaría de lujo. Hasta tal y como lleva el pelo, me gusta por primera vez sin el lazo, pero con lazo también estaría cañón.


Ideal el vestido blanco de volantes. Y para estar morena…
El blanco, imprescindible en verano, os lo digo siempre. Me chifla el gris de gomas de esta “pirrupia” rubita. Lo veo de una clase increíble. Es totalmente exquisito. Para combinar con bailarinas rosas o rojas…

Sencillo y elegantísimo el vestido brocado color verde agua que lleva esta niña… ¿Qué haríamos este verano sin este color? Si tenéis que elegir, para una niña de edad intermedia, éste es divino y sencillo. La tela lo dice todo. Y da mucho juego para los complementos.

El verano se llena de alegría con este vestido estampado de volantes, también sencillo. Puedes combinarlo con muchos colores. Lo veo precioso. Igual que la camisa oriental de las más mayorcitas, con la falda de gomas en gris. Sencillo conjunto.

¡Dale tú el aire que necesita! Es muy fácil…

En blanco, hay otras dos coquetadas: el vestido de jaretas y el del lazo. Son especiales los dos. El uno brilla por la pechera de cuatro botones, las jaretas, los volantes en el bajo…

Y el otro, por la simplicidad del diseño, encantador, suelto y con lazo en el cuello. ¡Juega tú de nuevo con los complementos! Me parecen un auténtico bombón de vestidos.

Y no me olvido del vestido globo, también en blanco, con talle alto y cinta negra finita. ¡Monísimoooo!

Precioso y de un gusto superior, el vestido de lino mostaza: sin mangas, con bolsillos de volantes y los pliegues justos. Ideal con tonos chocolate.

Las blusas no se quedan atrás: deliciosas en blanco, como éstas que os enseño. No sé qué sería del mundo sin una camisa blanca bonita. La blusa romántica, estilosa y versátil, es divina. Ya lo veis en esta niña con shorts

vaqueros. Más arregladita, la blusa de chorreras, especial e increíble de bonita. Fijaos qué vida le da a unos simples bombachos. ¡Conjuntazo!


Sencillo y perfecto también el top de volantes, a juego de la falda gris de gomas de la marca.
¿Cómo está la niña? Exactamente como me gustan a mí. Con clase, con estilo, sin recargamiento alguno… ¡Divina!

Las blusas de voile (arriba), y los top de punto smock también sencillos, sin estridencias, pero con una clase extraordinaria. Fijaos cómo están las niñas con unos simples shorts vaqueros.

Y preciosa para short, falda o lo que sea, la de tirantes azul (qué azul…), sencilla y super veraniega. Da gusto verla.

Especialísimo con short, el top-camisa, de cuello bebé, con la cinta negra. ¡Estilazo por todos lados! En gris, con el cuello blanco y el ombligo al aire… ¡El mundo es suyo! Me parece extraordinaria.

Y como estamos en la época de los monos, ninguno tan sencillo y bonito como éstos: el de flores, arrebatador, con estampado grisáceo (os dije que ningún color era explosivo), elegante y para jugar, una vez más, con los complementos Yo se lo combinaría con rosa…

Otro especial: el peto de algodón con volantes en las mangas, sobrio y sin nada más qué decir: quien lo quiera entender que lo entienda y si no… Divino para experimentar también con los complementos. Y super elegante

el peto corto teja: ¡qué colores! No hace falta acudir a los tonos reventones para llamar la atención. ¿Lo veis? Con todos los complementos en tostado, la magia del buen gusto está servida. Los niños, también con un fachón

increíble. Y no es fácil encontrar marcas así. El sencillo polo marino ya tiene “algo”. Y ese algo es estilo. Los niños ya no suelen ir con polos. O por lo menos, cuando se van haciendo mayores, abundan las camisetas negras y grises con arañas y demás dibujos esperpénticos. Pantalones caídos, gorrras horribles… parecen todos iguales, de la misma tribu.

Las camisas son muy monas también: desde la típica blanca de lino y cuello mao que me chifla, hasta la camisa azul bordada, muy mona mientras son pequeños. Después, a ver quién se la quiere

poner… Las blancas, una bordada y otra de jaretas, de niños monos de toda la vida de Dios. Y las bermudas

o pantalones cortos de lino, lo mismo. ¿Es tan difícil llevarles así? No creo… También de estilazo los conjuntos marineros con la

típica camiseta de rayas o el jersey de rayas en tostado, bonito pase el tiempo que pase.
Y vamos a dar paso a la colección de baño, que también es ideal, como todo lo demás. Diseños limpios y simples. Sencillamente con estilo y buen gusto. Los dos niños con bañador y bikini negro, es una estampa para inmortalizar. Ya me diréis cuándo veis en el mar a dos niños así. Yo creo que jamás…


Divino el traje de baño rosáceo con culotte para niña. Me encanta. Lo mismo el culetín

de la pequeñaja en el mismo tono. O el traje de baño y gorrito a juego, cual bañista antigua… Ideal.
El bikini negro de la foto de arriba, lo tenéis a juego de la bebé y también, incluso de las madres. Todos a juego… No necesitan, como veis, una gran variedad de colores ni


diseños, ya que con estos dos tonos y para todas las edades, basta y sobra. Son preciosos y así, menos lío a la hora de elegir. Son tan bonitos…

Y qué deciros de su ropa para ocasiones especiales… Todo en tonos neutros, beige y tostados, especiales, con un gusto fuera de lo normal.

Vestidos de ceremonia blancos bordados, chaquetas tostadas de lino con diseños sencillo y llenos de encanto, vestidos rosa pálido

delicados. Todo en armonía, me recuerda a esos anuncios tan bonitos en los que piensas que todo es pura ficción…

Mirad la frescura que desprende esta foto… todos vestidos de blanco. Me super chifla. Es ropa de ensueño y ya os digo, con un punto afrancesado que me encanta.
Conjuntos vaqueros en un atardecer en la playa…

Todo me parece gloria bendita. Todo me recuerda a momentos bonitos, inolvidables, y se me olvidan los recargamientos, los calcetines blancos, las famosas pascualas con medias llenas de lazos, las miles y miles de capas de puntillas y volantes que ponen a las niñas todos los días, como si fueran los domingos en el pueblo… Soy la

primera a la que le gusta un vestido mono y arreglado, como Dios manda, pero creo que hay marcas que han traspasado la frontera y disfrazan un poco tanto a niñas, como a mis pobres niños. Como comprenderéis, no pienso decir nombres, pero todos tenemos en mente a alguna de estas marcas.

Por eso, con Sainte Claire, respiras un poco de aire fresco (difícil en este día achicharrante) y parece que estás en el paraíso…
Y cómo no, os vuelvo a enseñar su maravilloso camisón blanco (para regalo no hay otro igual) , con

volantes en el cuello y en el bajo; y su bata verde, también con volantes en el bajo y en los puños. De auténtico cuento.
Seguiré y seguiré hablando de Sainte Claire. Mi prima Beatriz ya compró la otra vez que escribí sobre la marca. Y no me extraña. Todo el que la descubre, repite.
Además, están al ladito de mi casa, así que cualquier día me presento y me pongo a hacer preguntas y a cotillear tanta maravilla…
Os dejo, que el calor me está matando. Me voy a dar una duchita fría. Mañana más y espero que más fresquitos…
Un beso blanco y beige.
Me encanta Eva! Ahora mismo voy a mirar en su web si tienen algo de la tala 12 para Maria. Un beso.