
Sigo igual, por cabezota. No sé lo que me durará pero estoy con tiritona y fatal. Éste es el único momento en que, llena de capas de cebolla, me distraigo un poco. Luego dicen de Burgos…el año pasado estuve aún peor, justo en enero, con 41º de fiebre, lo que no tenía desde que era pequeña… Burgos es un paraíso. ¡Ayyy, que no me puedo reír, que toso y me duele!

Sólo con deciros que hoy hemos comido Fabada Litoral, me río. Es que me recuerda a cuando era pequeña y mi madre tenía un día horrible y decía: «pues hoy, fabada litoral”. Entonces me daba absolutamente igual, mi hermana y yo no comíamos prácticamente nada.


Este blog, que me apasiona, me está quitando la salud,,, jajaja. Son tantas las cosas bonitas que me decís, que estoy absolutamente encantada.

Pero reconozco que da trabajo, sobre todo, cuando no te encuentras al cien por cien. El caso es que voy a seguir contado cosas de Comunión. Hoy, ropa . A mí, los de las niñas, me gustan sencillos, sin mucho vuelo, especiales (no sabréis nunca lo

exigente que soy), pero con un “algo “. No me gustan nada los que tienen muchísimo vuelo, parecidísimos entre ellos, y encima, cuestan un dineral… No hijos no. Me he negado en rotundo siempre a lo que marca la moda. Yo me adapto a la moda si me gusta y si no… conmigo, desde luego, no ganan un duro.

Y para los niños aún peor. Te disfrazan al niño de una manera increíble. Me espantan los trajes de Almirante con galones y otros por el estilo. Admito sólo el marinero, y no todos.

Como os decía, mis hijos, los dos niños, hicieron la Comunión, con bermudas, teba azul marino, camisa y corbata, es decir, de calle.
Para la niña, donde hay muchísimo más para elegir, me vine a Madrid, puesto que en Burgos no salíamos del sota, caballo y rey: vestidos de organza, con muchísimo vuelo,casi iguales, con capotita o sin ella… Me parecían espantosos. Un cuadro de las Meninas.
Para una niña que tengo, me dije:

“Mi hija no hace la Comunión así, ni de broma”. Me vine a Madrid y le hicieron (para mi gusto) un vestido exquisito de piqué, sin mucho vuelo y con puntillas en la banda, lazada atrás y mangas de morirte. ¡Justo lo que yo quería! Llamó la atención, desde luego. Aunque sólo fuera por diferente.

Además, estoy encantada, porque ese vestido lo van utilizando ya cuatro niñas de la familia y este año, la quinta. Imaginaos qué inversión tan estupenda hice. O mejor dicho, las madres de las comulgantes.

La marca de la que voy a hablar, es precisamente lo que os digo: diferente. Reconozco su estilo sofisticado, justo lo contrario de lo que he dicho que me gusta, pero desde que vi la colección, me enamoró: estilo romántico y un poco bohemio, original y desde luego, nada de esos vuelos espantosos.
No puedo por menos que rendirme ante la evidencia: diseños maravillosos, exquisitos… y como os digo, con un aire que los

hace distintos de los niños pulidos y repeinados que van de Capitán General a su Primera Comunión (pobrecitos míos). No puedo con ellos.
Así que la marca Rubio Kids es nuestra protagonista. Bravo por la diseñadora y por hacer (sobre todo en los niños), cosas llenas de gusto, estilosas y magníficas, sin que parezca que han salido de un cuadro del siglo XIX.

La marca nació en 2006, de la mano de la familia fundadora de la emblemática editorial Cuadernos Rubio. Mira por dónde, siempre relacionados con niños, será por eso que han sabido conocerlos tan bien.
Son todos ellos trajes especiales, con los que, sin duda vuestros hijos no pasarán desapercibidos porque tienen el toque de una maestra que sabe lo que hay que llevar y cómo se le puede sacar el mayor partido a un niño o niña en un día tan especial.

Hasta yo, enemiga acérrima de todo perifollo, reconozco que es una colección de morir. Original, bárbara, distinguida, elegante y estilosa. Lo tiene todo. Nada que criticar ante tal despliegue de maravillas.
Las niñas pueden elegir, desde el vestido más atrevido, a uno corto precioso con el que pueden ir luego a una boda. Las bailarinas son divinas, acorde totalmente con el estilo de la ropa.Todo esto lo hace posible el trabajo artesanal, que es el que da ese toque del que os hablo.

Los acabados tienen una calidad excelente y la selección mimadísima de los tejidos y accesorios, fundamentales para el remate final del traje.
Podeis ver gasas, organzas, algodones y linos, perfecta y exquisitamente combinados con bordados y otras aplicaciones. Es un estilo totalmente romántico, pero que, lejos de poder resultar cursi, tiene un aire bohemio encantador.

Yo he tenido en la mano cosas suyas (de prêt à porter) y realmente merece la pena. Lo bueno, lo de calidad, se nota con sólo verlo y tocarlo. Fijaos que compré a mis hijos unos conjuntos divinos en una tienda de Burgos. Eran más modernos de lo que solía ponerles, pero, como os digo, los ví con tanto estilo, con un aire tan fresco, tan lleno de luz y fuera de toda noñería, que no tardé ni dos segundos en comprarlos.
En los vestidos de comunión también veréis tafetanes, sedas, tules… y punto tejido a mano. Todo ello para crear sofisticados vestidos y elegantes y estilosos trajes.

Líneas sueltas, capas superpuestas que aportan movimiento y naturalidad. Es una marca que va más allá del diseño, es un estilo, un modo de vestir diferente. Como os digo, muy lejos de los relamidos trajes y vestidos de comunión en los que se nota al niño como embutidos en algo extraño que no han llevado nunca. ¡Me encanta su estilazoooooo!
Este vestido, cual novia yendo al

altar, me emboba. ¡Qué diseño! Ahora que hacen la comunión tan mayores, algunas niñas, al estar ya altas o grandes, para mi gusto quedan un poco ridículas las pobres. Si tienen gracia, con este vestido harán las delicias de propios y extraños.
Siempre me ha gustado Rubio Kids, Siempre. Ya veis, una clásica enamorada totalmente de esta marca, que, precisamente, muy clásica no es. Es simplemente ideal.

Y por eso cosecha éxito tras éxito. Comenzaron desde abajo, con una tienda en Valencia, hasta llegar a tener más de cien puntos de venta en España y representación en el extranjero.
Y lo que te rondaré. Y ahora que (gracias a Dios), ha pasado la fiebre de llevar a los niños tan cursis y lo que se lleva es la sencillez más absoluta (vestidos monos, que a mí me encantan, de piqué, rectos, con una banda sencilla…) ¿por qué no dar el bombazo con uno de estos, distinto a los unos y a los otros? Yo ya llego tarde, pero muchos estáis a tiempo.

Me priva totalmente la colección. La imaginación y combinación de materiales me ha llegado al alma. Claro que son más caros que otros, pero lo diferente se paga. Lo diferente es irremplazable.

Seguiremos hablando de comunión, pero tened muy en cuenta a Rubio Kids. No encontraréis muchos así. Me niego a hablar de algo que, por ser barato, es siempre igual. Hablaré de lo que me parece digno de hablar, sea barato o caro.
Enhorabuena a todo el equipo. Decir que es un trabajo excepcional es poco.
Un beso diferente… por natural
Querida Eva:Que bonito este post de los vestidos de comunión y tan especial y distinto,igual empieza a calar otro concepto de vestidos de comunión.Yo ya sabes que pienso como tú la prueba es que para la comunión de María me aproveche de tu buen gusto y de las ideas tan geniales que siempre tuviste y se lo hicieron igual que el de Almudena y el día de la comunión la !!niña ideal !!!gracias a ti.Es cierto que el vestido gusto mucho y además era diferente.Te vuelvo a dar las gracias.Por cierto cuidate mucho y duerme …..Que necesitamos que sigas contandonos cosas de todas esas marcas que confian en ti..Un besazo
Tu como las antiguas cómicas, que salían al escenario con fiebre, penas y luto…..ja ja. Que ideas mas ideales y novedosas para hacer la comunión, si llego yo a ver esto cuando la hicieron mis reinas. Que iban ideales, pero como tu dices muy de Burgos, con un vestido clásico y sobretodo carísimo….. cuídate que necesitamos leer tus post para empezar el día viendo cosas bonitas. Besooooos