Bueno, pues una semana más con vosotros. He estado unos días sin escribir, ya que me tuve que ir a Burgos, por un tristísimo motivo: se murió mi queridísimo tío Fico.

No era un tío cualquiera. Para mí, era mi TÍO.

Sé que mucha gente habla maravillas de todos los que se van, pero yo no. Para eso soy muy realista.

Pero ahora, sí puedo decir con todo el sentimiento del mundo que se me ha ido mi tío más querido, una persona fundamentalmente buena, cosa que escasea mucho hoy en día.

El cuarto de los hermanos y siguiente a mi padre. Desde que nos dejó en un trágico accidente, no veía nada más que su reflejo en él.

No se parecían, pero sí en lo esencial. Mi tío ha sido fundamental en mi vida y en la de toda mi familia y prueba de ello, fue la enorme cantidad de gente que fue a su funeral. No se cabía en el tanatorio: amigos de Burgos, de Suances, pacientes, sobrinos, hijos, nietos, hermanos… y mi querida tía, rota de dolor.

Ha sido una pérdida muy grande. Para mí y para tantísima gente. Siempre le recuerdo a los pies de mi cama las dos veces que he estado en un hospital, yendo a verme cuando era pequeña…

Toda la familia recurríamos al “tio Fico” para cualquier cosa que nos dolía o nos preocupaba, cualquier bobada o no bobada. Y él siempre estaba ahí, dispuesto a todo.

Con unas palabras suyas, mi madre, por ejemplo, se quedaba tranquila. Era como una medicina, curativo, paciente y bueno, fundamentalmente bueno.

No me gusta hablar de mi vida privada aquí, pero me sale aunque no quiera. Hasta Juan, mi hijo, lloró como un bebé.

Y es que con él fue a pescar, a cazar… En cinco minutos, se veía cómo era. Se hacía querer. Y recogió lo que sembró, ni más ni menos.

Perdonad que me haya explayado hoy un poco, pero lo necesitaba y así, sabéis un poco más de mi vida, aunque aquí no esté para eso.

Vamos a lo nuestro, porque puedo seguir y seguir…

Como tengo muchos mensajes pidiéndome ideas para vestir a vuestras niñas en Navidad (nunca pensé que la gente las vistiera tanto), pues os las vuelvo a enseñar de todo tipo, para clásicas y menos clásicas, con las que vuestras hijas estarán brillantes en estos días.

Voy a enseñaros la propuesta de «María Aragón», que me encanta porque se aleja del típico rojo inherente a estas fechas. El año pasado tampoco fue en rojo su propuesta.

Verde y mostaza, una combinación preciosa y elegante de colores que me ha encantado. Los jesusitos, bien entero de cuadros, como el que va mezclado con mostaza, divinos y exquisitos para estos días (y yo diría que para cualquiera)

El mezclado, más atrevido y alegre, pero clásico, al fin y al cabo. ¿Cómo los veis? ¿Os gustan?  Seguro que sí.

Lo bonito es bonito y punto. Fijaos en todos los detalles. Los precios, estupendos. ¿Qué más se puede pedir?

La niñas van deliciosas. El abrigo de paño en este verde tan bonito, con el vuelo, otra

maravilla. Es una delicia, la verdad.

¿Y la chaqueta? Perfecta con el conjunto de falda mostaza y blusa de cuadros en verde. ¡Me chiflaaaa! Anudada a la cintura y con un cuello súper original.

Una monería de conjunto. Clásico, pero llamativo, original, no lo de siempre. Una combinación de colores

bárbara.

La blusa me pirra, con ese volantón abajo, por encima de la falda.

También cosas preciosas en “Miss Clementina”.

Una colección apropiadísima para estos días es la Monalisa, donde se mezclan el rosa y el rojo de forma magistral, predominando por supuesto, el rojo tan navideño. Conjunto de shorts con blusón, conjunto de falda, vestido…

Los abrigos rojos, imprescindibles e ideales. Aquí los veis, con los detalles en beige, tan coquetones como todo en esta marca. ¡Preciosísimos! Botones, bolsillitos, puntilla… todo siempre tan primoroso. De talle alto y de talle bajo.

Me ha encantado también la colección tartán, en azules y con tira bordada roja. El peto es delicioso, ya lo veis, además de súper ponible y práctico.

¡Qué espalda! Con la tira bordada roja en los tirantes y en volantitos en el culete. Una maravilla…

El vestido, un clásico precioso, en ese azul tan bonito y la pechera con la tira bordada y el chato en rojo. Navideño y para todo el invierno.

Monísimo con el abrigo rojo, que vemos aquí de nuevo, con pelo en el cuello. ¡Qué cosas diseña Loreto!  Sin recargar nada en exceso. Eso es lo mejor que ha hecho, para mi. No caer en la tentación de vuelos y recargamientos excesivos y mantenerse fiel a su estilo. ¡De bandera!

También los abrigos camel. Los veo tan ideales… Coquetones, con el lacito atrás, muy de niña, femenino, cuidado, con detalle…

Irresistibles estos, en gris, con puntilla… ¡Cada día se supera Loreto!

Monísimo tanto el del cuello y puños con pelo, como el que lleva Inés, que está mayorcísima, con esa delicada puntilla en gris, en la cintura, en los puños (fijaos cómo son) y en el bajo. ¿No es divino?

En “ Igualotes”, también he encontrado cosas monísimas para estos días, como estos vestidos en camel con estampado crudo y detalles en rojo, que me han parecido impresionantes.

De vuelo, evasé, con lacitos… Me recuerda el tejido a una falda preciosa que tuve de Purificación García. Aún la guardo por si algún día me la pongo, porque es una maravilla.

El evasé me chifla, al ser recto y tener ese cuellote tan magnífico. Para una niña mayorcita, divino.

¿Y qué me decís de los conjuntos Claus? Los veo magníficos, aunque hay que tener lo que hay que tener para llevarlo. Con aire flamenco, son una maravilla y un homenaje al Sur, tan bonito.

¿Os atrevéis? Desde luego, si la niña tiene gracia, es una monada de conjunto que llama la atención a la fuerza, no lo dudéis.

El vestido de vuelo Estrella de Navidad, totalmente idóneo para las más pequeñas. Con leotardos y zapatitos rojos, preciosa.

También me ha gustado mucho, el vestido de vuelo Chocolatta. Me encanta por sus tonos y para combinar con negro. La dulzura del vestido contrasta de manera preciosa con un abrigo negro. Tonos vainilla, negro y lazos y puntilla en un rosa asalmonado. ¡Fetén!

Para las madres más sofisticadas y que ven en este estilo lo más indicado para sus niñas, os recomiendo los modelos de “Bebés Chic”, la marca murciana, que año a año se va anclando y quedando más en los gustos y deseos de miles de madres.

Su sofisticación y glamour enganchan. Tiene cosas realmente exquisitas. En verano, tiene vestidos de lujo, ya me gustaría haber vestido a alguna niña con sus diseños…

Os enseño el vestido Love de vuelo. Más apropiado, imposible. Ya veis qué maravilla de vuelo, de tejido, todo es una pequeña obra de arte.

El talle alto y la puntilla blanca, que ocupa toda la pechera lo hace un vestido de lujo absolutamente… Ideal para cualquier Ceremonia invernal, por supuesto.

La espalda, más bonita aún si cabe. Más glamour, con la puntilla blanca a modo de polisón y en el bajo del vestido. De enamorar para las amantes de lo no tan clásico.

El abrigo Love, con cuellitos redondeados con picunela, bolsillitos y vuelo, increíble y ad hoc para el vestido. Mágico, ¿no creéis?

Perfectamente combinada con leotardos rojos, es la misma imagen de un anuncio navideño. El tocado, ya sabéis que no me encanta para ir a la calle, pero esto es Bebés Chic, y su sofistificación no pasa nada de largo.

Divino el Jesusito Ágape, en tonos beiges, que siempre, siempre son elegantes.

Me parece una delicia y la puesta en escena con ese cochecito que lo pondría en el salón de mi casa, sin pensarlo, otro anuncio para la televisión o una revista de categoría.

Toda la colección es ideal. Os la recomiendo absolutamente. Con su abrigo camel, queda de ensueño.

Ya lo veis, con cuellos y puños como de borreguito. Además, abrigadito.

Y como remate, me chifla el vestido Lubov, de plumetti en un azul grisáceo precioso, con detalles en camel…¿Cómo es, no?

Sencillamente, de enamorar. Eso sí, no es para todos los días. Hay que saber distinguir. Ni poner ese tocado así como

así… Es mi opinión, ya sabéis.

Pero el plumetti es algo que me puede, no sé por qué, me fascina, me enamora, me tiene tonta.

Además, el color es chiflante, de una elegancia increíble. También para una boda de invierno, sensacional idea.

En fin, me voy despidiendo, que ya es hora y tengo mil cosas sin hacer.

Os dejo con la propuesta navideña de “White Rose Kids” y su vestido escocés, el cuál he de deciros que está fenomenal de precio y es una monada.

El escocés jamás defrauda. Muy feo tiene que ser para quedar mal. Así que os lo recomiendo a todas las que me escribís dudosas. Si dudáis entre dos, elegid un escocés, sin dudarlo.

Este artículo de moda infantil se lo dedico a mi queridísimo tío (al que le importaba un bledo, como supondréis la moda infantil), pero es lo que le puedo dedicar ahora.

Sé que estará con mi padre y mis otros tíos intentando salvar al quebrantahuesos o sumergiéndose en el mar de su amado Suances, en busca de algún congrio enorme.

Un beso esperanzador, que llega la Navidad.