
¡Ya es jueves! Aparte de que mañana sea viernes, los niños acaban las clases y empieza el ambiente vacacional.
Fijaos qué contenta estoy a pesar de que no me voy a ningún lado, ni siquiera a Burgos. Habíamos pensado ir a Santander cinco días, ya que, como sabéis, me chifla el Norte y voy de toda la vida… Además, aunque llueva, truene o granice, me gusta. Sus paisajes no tienen color con nada, sus playas, la costa… todo.

Bueno, que soy del Norte y punto.
Que no se empiecen a quejar los del Sur, que, desde luego, sé que hay (las he visto), auténticas maravillas. Pero me quedo con mi Norte del alma. Además, el calor es algo que odio y siempre que he ido, me he asado: tengo que ir en ésta época, para disfrutar sin estar todo el día resoplando. Pero que me encanta ¿eh? Toda España es preciosa y siempre, los españoles nos vamos a descubrir nuevos mundos

porque es más «in». ¡Ayyy, cuánta tontería! Yo no conozco Córdoba. ¿Os lo podéis creer? Es mis asignatura pendiente y tengo muchísimas seguidoras de allí. Un beso para todas y pronto, antes del verano, iré. Prometido.
Y ya sabéis el motivo por el que no me puedo mover ahora: mis adorados gatitos. Tengo una camadita de diez días y no me permite mi conciencia marcharme. Además, como de Madrid desaparece todo el mundo, pues se está de cine. Quien no se consuela…

Y mirad por dónde, el destino ha querido que os hable hoy de una marca, de la que, lo primero que me gustó, antes de ver su ropa, fue el nombre: Petite Minou, que significa “pequeño gatito”. ¡Ayyy, gracias a las monjas de Jesús María, cuánto francés sé… jajaja! Pero es verdad. De la buena.

Ruth Boente es la diseñadora de la firma y su historia es la de tantas otras y que a mí, tanta envidia me da. Ella es arquitecto técnico, pero debido a la crisis, hace bastantes años, decidió apuntarse a clases de costura para llenar su tedioso tiempo libre. Y tuvo tal suerte con su profesora, que le inculcó el amor por crear ropa, por lo que se decidió a dar un paso más y se formó en patronaje y escalado industrial, en una Escuela de diseño y moda.

En septiembre de 2003, ya estaba presentando su primera colección. Y así, hasta ahora, que tiene tiendas en toda España. Poco a poco ha ido escalando en este sacrificado, pero gratificante mundo de la moda infantil, según sus propias palabras.
Me he fijado en Petite Minou porque es ropa de calidad, arreglada, pero sin excesos, ropa para cualquier día, cómoda, bonita y que también te saca de un apuro con sus diseños más arregladitos para cualquier evento.
En sus colecciones de verano, Ruth siempre apuesta por el colorido y los estampados, alegrando el paisaje de su Galicia natal y de toda España. El colorido es para el verano, sí señor. Aunque tiene algunas colecciones más suaves, que son una delicia.

Voy a comenzar alegrándoos la vista con la colección “Coral”. Es un tono veraniego totalmente. Desde luego, que no me hablen de este color en pleno invierno porque no me gusta nada. Sin embargo, en verano, con el moreno, reluces como el sol. Además, como veréis, ha tenido el acierto de que sean vestidos monísimos pero con los que te puedes mover, saltar, jugar…. no sólo vas a

“exponerte”, cual muñeca de porcelana, como pasa ahora mucho. En estas niñas veis los distintos diseños, combinando ese tono coral tan subido y precioso con un estampado de flores más dulce. ¡Exquisitos! Tiras bordadas y lazos para las más pequeñas, pero en su justa medida. Y los de las mayores son los que tantas veces busca la gente y no encuentra porque, como os digo, ahora, casi todo lo arreglado, lo es en exceso.

Me encandila el Jesusito con la capota: la tira bordada central, con pasacintas en celeste, a juego del fondo del estampado, igual que la deliciosa capota, con sus volantes en el estampado y vivo en coral, con la cinta de raso celeste para cerrarla. Bonito ¿sí o no? ¿Y la picunela celeste de los hombros? Me parece espectacular. ¡Qué colorido! Y pensar que Ruth diseña y realiza cada patrón… ¡Qué pena que en FIMI no pude ir a su stand! Como sabéis, fui muy poco por la maldita gripe. En junio, me

resarciré.
Bueno, como os decía, a esta niña le pones unas bailarinas coral (ahora se encuentran fácilmente) o celestes, casi más original y ¡benditos los ojos que la vean!

Vestidos monos, pero sin “rimbombancias”, los tenéis aquí, infelices… jajaja. Tantos mensajes que me mandan diciéndome: «No, es que es demasiado puesto”… Mirad a la mayorcita con este vestido encantador, femenino y coqueto, pero ponible y para trotar, como digo yo, que para eso están en la edad: cuello de volantes coral, banda con lazada y bajo igual. El resto, protagonismo para el estampado. ¡Lista para una niña mona!

Con alpargatas coral… el no va más.
Y el otro diseño, con el vestido entero coral y la pechera con el estampado… casi es mi favorito. Con el lazote en el estampado, me tiene realmente alucinada. Tres niñas así enamoran, sea donde sea. O dos. Yo siempre digo tres, porque tengo tres y desde luego, porque llaman más la atención… ¡Chapeau Ruth!

Y ya que estamos metidos en color, me enamoro y os enamoro a la vez con la colección de los turquesas y flores. Desde luego, esta chica, ha elegido los colores más favorecedores para el verano. El

turquesa siempre fue un clásico de esta estación. Recuerdo unos vestidos que nos hizo mi madre a mi hermana y a mí… Eran deliciosos, con nidos de abeja (eramos pequeñas), pero si algo tengo en esta vida es memoria y recuerdo perfectamente las veces que se tuvo que parar mi madre con conocidas para dar explicaciones de los vestidos.

Nosotras, ese día, que sólo queríamos un helado, estábamos hartas. Tal es así, que mi querida hermana (era un trasto de cuidado), nada más llegar a nuestro destino, se tiró en plancha al estanque del Espolón de Burgos y comprenderéis cómo salió. Es que ¡qué calor hacía, Dios mío! Jajaja.

Yo, impoluta, en mi silla esperando el helado y sólo recuerdo a mi madre gritando a mi hermana que viniera inmediatamente a cambiarse… Como ya la conocía, siempre llevaba ropa de repuesto, pues esto que os cuento del estanque ya se lo había hecho varias veces. ¡Qué momentos de nuestra niñez! Siempre los recordamos.
¿Veis? Ya me he liado, pero como dice Serrat, al que estoy escuchando: “son aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas”…

Siempre lo digo, pero es tan verdad…
Me centro para hablaros de esta impresionante colección: mezcla de turquesa con estampado en azules y verdes, como os decía. Queda de cine. El vestido de esta niñita, en la línea que os vengo diciendo: monísimo y ponible. ¡Qué cosa tan mona! Estoy oyendo a mi madre: “esto es lo que hay que comprar, no ahora que son todas

unas cursis que se creen que van a un concurso de disfraces”… jajaja.
La verdad es que el vestido no tiene desperdicio: cortito turquesa, con braguita y cuello de volantes en el estampado, así como el ribete de las “manguitas”. Realmente delicioso. De la misma colección, otro vestido divino es el estampado entero, con pechera blanca y lazote azul. Con puntillas verdes en el escote y en el bajo…

Ponédle bailarinas o alpargatas en azulón y veréis… Y lo mismo, pero sin muchos adornos, simplemente la tela y diseño, para las más mayores: femenino e ideal. Sobre todo práctico y versátil como él sólo.
Para colmo de monadas, mirad el pelele de este niño negrito: ¡De mordisco! Qué cosa tan deliciosa… Os

dejo que lo veáis que es la mejor manera de describirlo: turquesa con cuello de volante en estampado y vivos de la misma tela en el frontal. Huele a verano y a frescor sólo con verlo. Os dejo fotos para que lo veáis entero, pero de verdad, que no tiene desperdicio. Para niños pequeños, claro. Yo, si tuviera dos pequeñajos, se lo pondría también a una niña. Es tan ideal y práctico… Tardes eternas de verano, comodidad, monería… Lo tiene todo. Desde que ví a este niño, recomendé el pelele o ranita a varias conocidas. Todo un éxito la combinación del turquesa con este estampado único.

Vamos con una colección más dulce, en tonos piedra y rosa. Se puede decir también que es un poco más arregladita y que para ir a una Comunión o evento, van de lujo. Como es el caso de esta niña,

con falda piedra de vuelo y exquisita puntilla rosa en la cintura y bordada en la propia falda. Como complemento, una delicada y sencilla blusa rosa pálido. Elegante totalmente ¿no? Preparada para cualquier cosa y cualquier sitio.

Los niños no son menos en esa colección: el mayor, con la camisa a juego de la niña: cruda, de cuello mao y con la tapeta, botones y vuelta de los puños en rosa pálido, así como las bermudas en beige y ¿qué os cuento ya de mi niño favorito? Me muero por la camisita cruda con picunelas en tostado y rosa, a juego de los mini pantalones. De verdad que me apasiona este conjunto. Llevas así al niño y enamoras a todos… y ya veis que sin grandes pretensiones. Preciosote es poco.

Esta niña más pequeña nos enseña su precioso vestido color piedra con la pechera increíble de puntillas y picunelas rosa. Y también asomando por debajo del vestido… Lo veo perfecto para una celebración, al igual que el de la más mayor, más sobrio, elegante, de tirantes y con las puntillas rosas exactamente donde deben estar para una niña de su edad.

Ruth, hija mía… ¿qué arquitecto técnico ni nada? Tú has nacido para esto y punto. El camino es duro porque hay muchísima competitividad, como en todo, pero como te encanta, y se nota, llegarás lejos. Seguro.

Y vamos con más color… “De mil colores… solo para ti”…
Esta vez, el estampado no es tan… digamos…chispeante, alegre y reventón, sino más dulce, más elegante. A mí me encanta la mezcla porque las flores son de un color, entre ocre y caqui, y un azul, que les da un toque de más seriedad. Es decir, que también las veo perfectas para un día especial, lo mismo que para cualquier día. Es de cinco estrellas. Versátil como ninguno. Aquí

os dejo el vestido de la mayor, divino, con tres volantes y una fina puntillita crema. La lazada en verde caqui, como las flores…O el de la más pequeña, con el cuello como protagonista, con la puntilla y el lazo. Especialísimos los tonos y ponible del todo.

También precioso el de talle bajo: sencillo y con clase. El estampado habla por sí solo. Bueno, dicen que una imagen vale más que

mil palabras: mirad a estas tres niñas y no tengo nada más qué decir. Niñas clásicas, con un gusto increíble. Ponedles calzado en caqui y serán las más elegantes… O en azulón, y serán las más vistosas y bonitas
de donde quiera que estén.

Otra colección dulce es la que combina el color piedra con el estampado de flores pequeñas en lila. De un gusto indudable y para cualquier ocasión especial, quedas cual reina mora. Sencillo como nada, pero exquisito también como el que más. El niño de mis ojos.. sin palabras.

Mi super favorito de la colección es el conjunto de shorts beige con picunela lila y lazos y la blusita estampada con puntilla crema y picunela lila también. ¿Qué os parece? Me parece divino para ir de invitada a una comunión y luego, de mucho poner y estar deliciosa. ¡Bufff! Éste se lo recomiendo seguro a mi prima, que ya me ha encargado algo así para la niña, para la Comunión de su hermana… Con bailarinas o alpargatas lila, por favor, si alguien lo tiene, que me mande foto… Es absolutamente especial, elegante, y discreto. Ruth, todo es divino, pero este día tuviste una

iluminación especial…¡Me alucina!
Del Jesusito no puedo decir nada. ¡Miradlo! Pero ¿por qué no tendré una niña de esta edad? Y tantas que la tienen…
Os dejo toda la colección para que veáis la delicadeza y buen gusto: ningún tocadito de mayor, ninguna albarda sobre albarda, nada que no venga a cuento… Todo de niños. De niños monísimos.


Y termino con la deliciosa marca de Petite Minou tal y como empecé: dándole color al verano, alegrándolo y llenando de vida las calles con estos niños bien vestidos. No sé cómo abundan tanto los chándal, pantalones y camisetas horribles a estas edades… A ver si entre todos, hacemos que haya más niños así… A algunas personas no les entra en la mollera, por mucho que se lo digas. Les da absolutamente igual. Es una pena. Pero mientras estemos

nosotras, y muchas más, esto no se perderá nunca.
Os dejo con la colección de flores grandes azulonas combinado con blanco. Ya sabéis, distintos diseños para diferentes edades: alegres, discretos y favorecedores. ¿Se puede pedir más? Pues no.

Falda estampada de vuelo con blusita blanca de la mayor, vestidos monísimos para cada edad… Y ya sabéis, si tenéis varias niñas, os hacen la ola por la calle. ¡Seguro! Me tenéis que ver a mí cuando veo a algún niño digno de darse la vuelta… Y no creáis que soy la única.
Felicidades Ruth, has hecho un trabajo de diez, espero conocerte en FIMI y ya sabes que “aunque el camino sea estrecho y el polvo se pegue al cuerpo; aunque los vientos me arrastren, sigo mi senda sin lastre…” (Cecilia) A mí, cantar me da

media vida.
La constancia tiene su premio y tus diseños llegan al corazón.
Ahora mismo, no tiene su página actualizada, pero podéis poneros en contacto con Ruth llamando a los teléfonos 615.110.394 o 986.640.214 de Lunes a Viernes de 9:30 a 13:30 o mandandole un email a tienda@petiteminou.es.
Un beso avec mes petites minous ronroneando.
Que monos son estos vestidos de esta colección la colección turquesa es muy fresca y veraniega y además los veo muy ponibles y versatiles…Feliz finde ..besos