¡Holaaaa!   Y terminando el mes de julio y preparando las maletas, imagino. Yo, así estaría, si no fuera, porque este año, se nos han truncado los planes y todo.

Sí, nos quedamos sin vacaciones…

En fin, cosas que nos han pasado a todos en la vida, supongo. Así que mal, tristes y yo, además, sufriendo este calorazo al que no estoy acostumbrada

y  que pensaba quitarme durante un mes.

Bueno, como hay que seguir viviendo y estando en el mundo, yo sigo aquí y mira, de alguna forma, a los que no tengáis vacaciones y me sigáis, os iré

entreteniendo como pueda.

Me da pena Pablo, mi hijo pequeño, que tenía muchas ganas de irse y encontrarse con sus amigos, bañarse en el mar, etc…

Ahora, me imagino que se irá unos días a Suances con mi madre y donde sigue mi querida hija.

Así que ya veis… la vida nos da estos

pequeños regalos de vez en cuando… Que los niños estén bien y divirtiéndose en la playa es una maravilla.

Mi marido y yo estaremos aquí, tan ricamente (aunque achicharrados) y ya tendremos vacaciones cuando se tercie. Eso sí, un día os diré «que me voy de viaje…. » y estaréis un tiempito sin mí, jajaja.

Jersey azul estrella de Petit Naif

Ahora, voy a lo que voy, que es la moda infantil y es de lo que os voy a hablar. Y eso que está de vacaciones hasta el apuntador. Las marcas con sus colecciones de invierno, rebajas, etc… pero a las que nos apasiona esto, siempre encontramos algo de lo que hablaros.

Hoy (y va por tercera vez consecutiva), voy a hablaros de una marca vallisoletana: Petit Naif. Una marca fresca, muy ponible, dentro de ser coquetona. Sin recargamientos, sin ser para ocasiones especiales ni nada de eso. Para todos los días y muy mona, como os decía. De la ropa que sacas provecho seguro. Vamos, de la que no se queda en el armario.

Vestidos frescos y coquetos, conjuntos de bebé prácticos y monísimos, camisas y bermudas de niño actuales y cómodos, trajes de baño ideales, etc… Todo para que los niños disfruten sin tener que estar constantemente mirándoles para que no se manchen el “modelazo” que nos ha costado una fortuna.

Yo soy la primera que he comprado esos modelazos, cuando me ha apetecido y cuando ha hecho falta, pero lo que sufría cuando se los manchaban, no lo sabe nadie. Y, en septiembre, me despedía de ellos para siempre, como os he dicho muchas veces, ya que, al tener niño, niña y niño, era muy difícil que se los volvieran a poner.

Había veces que tenía auténtico cargo de conciencia. El dineral que he tenido en los armarios…

Bueno, pues a eso me refiero con esta marca. Vuestros hijos van a ir ideales, arregladitos, informales y sin remordimientos ni nada de eso. Ya veréis. Y además, ahora con rebajas… ¡Bufff! ¡Qué gozadaaa!

Que en Valladolid también son muy pijitos, sobre todo algunos ¿eh? No creáis que tenemos la exclusiva “algunos” de Burgos… ¿Veis como ya hago hasta bromas de esto? Si me da igual… ¿que creéis que soy pija? pues soy pija. Hasta que os lo explique bien, y veréis como no…

Os voy a enseñar unos conjuntos de bebé preciosísimos y comodísimos, como por ejemplo, este conjunto azul de manga larga con tapeta blanca, cuello mao y braguita a juego, con bolsillito blanco con botón. ¡Cómo es! Me imagino a un bebé de 6 meses con él y no me puede gustar más… ¡Qué color!

Parecido en cuanto a práctico y mono, este otro de arriba, con el bombacho de cuadros grises y blancos y blusa ideal blanca, con dos botones a un lado, manga larga y un corte en el canesú. ¡Me chifla! Tanto para niño como para niña. Vamos, a la niña le planto un lazote gris o camel en el pelo con los zapatitos a juego y…¡bombazooo!

Divino también el conjunto crema con topitos tostados: mangas tipo “alitas”, pliegue central y braguita a juego. ¿Será mi favorito? Ayyy, que obsesión tengo con los lunares y los tostados. Pero reconoced que es magnífico. Y ponible  ¿no tengo razón de que es para todos los días? Pues eso.

Exquisitos también los peleles: el de la estrella me apasiona, sin mangas, con el cuerpo blanco, cuellito de volantes y tres botones a un lado. El resto, beige, con la estrella en gris. ¡Tiene un encanto especial!

Y la ranita verde agua, también monísima: el cuerpo blanco igual que el anterior, pero con un estampado muy dulce y dos pajaritos a modo de bolsillos. Requetemona y en el color de este verano, sin duda. Pocholadas auténticas.

Los vestidos, ya os he dicho: fresquitos, monísmos, prácticos, coquetones… No los típicos que, aunque sean monos, no tienen nada. No… éstos sí lo tienen y además, yo no se los quitaría de encima, y con la que está cayendo, mucho menos.

Divino el vestido rosa empolvado con lunarotes blancos. ¡Qué mangas! ¿Veis? Ahí está el detallazo. Es una monada auténtica. Claro, a estas alturas, no os aseguro que si tenéis 3 niñas, lo encontréis para las tres. ¡Eso es pedir peras al olmo!

Del mismo estilo y super, (perdonad que me repita), pero super ponible, el verde de rayas (de 2 verdes diferentes). Favorecedor, coquetón… tanto con bailarinas verdes (yo se lo pondría así) como con alpargatas.

Y del mismo estilo, el vestido tostado, como de lino rústico y con el cuello de volante blanco. ¡Uhmmm, éste me puede! Lo veo delicioso y se le puede sacar un partido enorme… Los pajaritos a modo de bolsillos. Y éste sí que me encanta con alpargatas crudas… ¡Qué maravillaaaa!  De niña mona, mona, monísima.

Encantador, en la misma línea (si son tan monos, ¿para qué variar tanto?, el vestido de plumetti verde botella, con puntillita blanca en las mangas y frunces en el canesú. También de enamorar. Me encantaría con bailarinas moradas y lazote morado en el pelo. Original total y divino.

Otro: el vestido malva de talle bajo, pliegues centrales y mangas tipo alitas dobles: unas en malva y otra en tul de plumetti. Absolutamente encantador…

Mirad por dónde, yo no conocía de nada esta marca y por cierto, no tiene nada que envidiar a otras del estilo que se denominan “afrancesadas”. Todo depende de cómo lo vendas.

Y también veraniego, mañarero y delicioso, el vestido blanco con estampado de mariposas grises. Las alitas que llamo yo, los pliegues en el canesú, los 3 botoncitos, etc… lo hacen romanticón y espléndido. ¡Me chiflaa! Unas bailarinas o alpargatas grises y chaquetita currita en gris (por si refrescara, que este año, no sé lo que es eso) , y… ¡el vestido del año!

Y cómo no, el mono de florecitas amarillas (este año, los monos al poder) y el vestido en idéntica tela son ideales ¿o no? Me encanta el estampado dulce y el amarillo es también divino. Perfectos para ir a cualquier sitio.

También el otro mono crudo de topitos, con mangas de volantes y frunces en el tobillo, me chifla… De niña niña, con pliegues y botoncitos en el canesú y lazo en la cintura. ¡Monísimooooo!

¿Y los niños?  Ayyy incrédulos… estaréis diciendo, como siempre «claro, todo para niñas, para niños nunca hay nada”. ¡Craso error!

En Petit Naif, los niños me han robado el corazón. Tal cual os lo digo. Y si no, decidme qué opináis de este conjunto, con camisa arrebatadora de cuadros grises y blancos , cuello mao (divina de la muerte ), manga larga y tapeta y las bermudas beige recogidas sabiamente en el bajo con bolsillos laterales con botón… ¡Estilazo total! ¡Qué niño, por Dios! Hará… dos años que no veo un niño así. De verdad.

Otro niño divino, el del conjunto en azules: la camisa típica de siempre con la manga recogida y con una estrella de tono más subido en la espalda y bermudas a juego. Además, le quedan de miedo las menorquinas con el conjunto, también de la marca. ¡Un diez!

Similar el conjunto en verde agua (no puede faltar) con camisa amplia de cuello mao, tapeta y bolsillo a la izquierda, en un estampado muy suave, con las bermudas a juego. Las mangas recogidas con otra tapetita con botón. Pequeños detalles que hacen el estilo…

Muchos sólo se fijan cuando lo ven puesto, pero yo… ¡con el clero hemos topado! jajaja.

¿Os están gustando o no? Es que a mí me están chiflando. De verdad que hacía muchísimo tiempo que no veía a los niños con una camisa como Dios manda y unas bermudas. Tan simple, pero parece ser por lo que veo por la calle, tan complicado.

Como este niño, que lleva el conjunto divino en grises. La camisa, gris, con una rayita blanca finita de vez en cuando y coderas… a juego de las bermudas grises, recogidas en el bajo. A esto, le añades unos mocasines blandos en camel y el no va más… ¡Elegante, cómodo y divino!

Y en azules, también tenéis la camisa sin cuello de topos, preciosa, con bolsillo canguro, estilosa como nada… Bueno, que me han privado los niños. Todo, pero es que ya era hora de que los niños fuesen como tienen que ir, por favor.

Y también, trajes de baño impresionantes de bonitos, como los que llevan estos niños: el uno con la estrella y el otro, en verde agua. Monos, de niños de su edad, con clase. Me encantan.

O éstos otros, uno en azul y otro en gris. Los dos con la estrella. Sobrios, estilosos… No me gustan los de muchas flores, ni muchos colorines para estas edades. Han dado en el clavo con éstos.

Y las niñas, monísimas con sus culetines. Uno blanco con topitos negros y volante y el otro, de flores amarillas. ¡Monísimas!

Y os dejo con otros, para que niños y niñas vayan a juego, en cuadros malva que son ideales: juzgad vosotros mismos. Me encantan, porque no son los típicos de bebés, con los que a veces, se empeñan en que vistamos a los niños hasta muy mayores y caemos en el error de llevarlos un poco ridículos por igualarlos a las niñas… No. Estos valen para niños y para mayores. ¡Chiflantes, clase, y estilo por todos lados!

Bueno, pues hasta aquí he llegado. No me digáis que no es una marca preciosa y  también extraordinaria de precio (ya lo comprobaréis).

Mi enhorabuena a sus diseñadores (no sé ni quiénes son), pero decirles, que con la cantidad de marcas infantiles que hay y que habrá, ya que no dejan de salir marcas nuevas cada día, me parece que ésta tiene casi todos los requisitos para triunfar.

Y no es por chulear, pero tengo un ojo clínico. Jajaja… Ya lo veréis.

Y ya vale con Valladolid ¿no? Tanto quejarme, tanto quejarme… pues mirad las joyas que tenemos en Castilla-León.

Se la recomendaré a todas mis amistades por supuesto, que a lo mejor, en estas épocas no me están leyendo, no lo sé…

Un beso pasando por el Pisuerga