Aquí nos vemos de nuevo.

Otro fin de semana tranquilo, muy tranquilo. Y menos mal, porque con la racha que llevamos últimamente, prefiero seguir así, sin sorpresas, ni buenas ni malas.

Por fin parece que el maldito virus (aún no saben lo que es y a mi marido siguen haciéndole pruebas) nos va abandonando.

¡Lo que se valora la salud cuando no se tiene, madre mía!  Lo decimos siempre, pero hasta que no lo ves encima…

En fin, la última de mi queridísima hija, es que se va a Finlandia. ¡Bueno, hemos cambiado Thailandia por Finlandia, que ya es un avance!  No puedo con ella… Espero que lo madure bien, vuelva a casa ya y se deje de tonterías. Pero si se empeña, irá. Yo tiro la toalla.

De nuevo, mil gracias por todos los mensajes que recibo. Intento contestar a todos, poco a poco. A la señora que me ha pedido un impermeable bonito y barato, le digo que el impermeable, tal y como lo conocemos de toda la vida, no lo he visto ni bonito ni barato. En ningún lado.

A mí, los que más me gustan, son los clásicos amarillos, de la tienda Godofredo de Santander, que religiosamente hemos llevado mi hermana y yo, todos los veranos en Suances.

Si alguien sabe de alguno, que me lo diga, por favor.

A veces nos empeñamos en algo que no existe, pero nada… Ella quiere impermeable forrado, nada de huskys o similares. Bueno, cada una tiene sus manías, qué le vamos a hacer.

También hay cosas que yo no aguanto y que a la gente le parece una bobada. Verbigracia:

• No soporto la manera de comer de mucha gente. Y eso me influye muchísimo a la hora de juzgarlos para cualquier cosa. Por ejemplo, si tuviera que elegir entre varios para darles trabajo, el que come fatal, estaría eliminado.
• No soporto los tacos. Y sobre todo, los dichos sin gracia y vulgares. Puede que un andaluz los diga y me tronche, porque le sale de corrido, y queda graciosísimo. Pero, por ejemplo, a un burgalés diciendo: “me descojono”, no lo soporto. Hasta para los tacos hay que tener gracia.
• Y bueno, que no era mi intención

  

  hacer una lista, pero no soporto las faltas de ortografía. Algunas pueden estar justificadas, pero la cantidad de faltas que leo cada día en Facebook, no es de recibo. Me pongo “enferma” y si empiezo a leerlo y veo esas faltas, paso de la publicación. ¡Me supera!

• No soporto a los piojos resucitados ni a los que odian a los animales, etc, etc.

Me podría tirar un día, así que vamos a dejarlo y hablaremos de

una marca que os presento hoy, porque no os he hablado nunca de ella y es una verdadera pena, ya que es una monería, del estilo de las que os he hablado los últimos días: ropa cómoda, estilosa, original, muy ponible, con ángel. Es irremediable quedarte mirando los modelos, el arte y el buen gusto con el que están hechos, los colores, complementos, telas…

A mí, la colección de este invierno me ha dejado enamorada y por eso quiero que la conozcáis todas: Pétalos Kids.

Es una marca valenciana, fresca, con estilazo y muy pendiente de los detalles. Da gusto ver a las niñas (también hay algo de niño), y volverlas a mirar, como he hecho yo, porque me han dejado embobada.

¡De eso es de lo que se trata!  Y no del dinero que cuesta o de otra cosa. Estilo, diseños con creatividad, cosas originales siempre con buen gusto…

Tienen varias colecciones y empiezo por la Burdeos, que me ha chiflado, porque combina los tonos como nada, con maestría. Dos tonos de burdeos y consigue una colección preciosa y favorecedora, que ya es difícil en este color.

La blusa es divina, con ese tono tan precioso, de algodón, y con un vistosísimo cuello de volante ribeteado en el mismo tono, un poco más oscuro.

Las mangas van cerradas con una lazada. ¿No os parece preciosa?

Vamos, y ya, a juego con la falda, de punto canalé y con cintura elástica y atada con una lazada, veo a un bombonazo de niña.

Ya veis, sin grandes complicaciones, pero con muchísimo gusto.

Monísimo también el mono, de punto canalé que lleva este bombón de chocolate y que no puede ser más ponible.

Para ir monísima cualquier día de frío. ¡No lo vayáis a fastidiar con la prenda de abrigo!

Estas marcas que van saliendo de estos estilos, que sin ser clásicas, tampoco son modernas, sino “distintas” a todo lo que estábamos acostumbrando, me están empezando a viciar.

¿Y el cubre-falda? ¡Cómo es, por Dios! También de punto de canalé y con esos volantes… ¡Pirrante!  La niña no puede ir más coquetona con la blusita a juego. ¡Ideal, ideal!

Una colección de cinco estrellas. Me encanta la mezcla de las dos telas.

Mirad el vestido, también de punto y con manga ranglan. Es monísimo, ponible y qué delicia de detalle en las mangas superpuestas con el plumetti blanco…

¡De ensueño! También hay sudadera para el niño, con cuello mao, de punto y puños de camisa. Para combinar con las niñas, fantástico.

Cambiamos de colección y bajamos de tono con la París, en rosa y plumetti blanco.

Suave, la más dulce de todas. ¿Qué tendrá el rosa que siempre enamora?  Cuando es bonito, claro, que si no, a mí me parecen todas cursis. No es el caso de esta marca.

La blusa no puede ser más tentadora: en plumetti blanco, que ya gana puntos para mí, y con un frunce en las mangas que no puede ser más bonito. Además, con el detalle exquisito del lacito rosa empolvado. ¿Cómo la veis? ¿Cómo yo?  Pues vamos bien.

La niña no puede ser más guapa, ni más todo, lo que me parece de cine y es lo que siempre reclamo para cualquier catálogo. Que sean niños espectaculares, como las modelos que nos ponen a nosotras, para que nos apetezcan más. Pues lo mismito.

El conjunto de sudadera con cubre falda de volantes, aquí lo tenéis. Están hechos en neopreno de algodón suave, con efecto de piel de elefante.

Mirad de nuevo, la originalísima manga fruncida en plumetti blanco, mezclándose ambas telas de forma increíble y atada a la espalda con lazo de raso rosa.

Pues qué queréis que os diga… Las más presumidas, ya tenéis modelazo. Fijaos bien en el cubre falda con los volantes. ¡Oh, mamma mía!

Y el mono, otra virguería. Sencillo e ideal, combinado con la blusa mágica. También de neopreno para que sea abrigadito, la niña no puede estar más estilosa.

Con chaquetón gris, perfecta. Almudena (la de Finlandia), ya lo tendría en su armario. Fijo. Me priva.

Y más y más locura con el pichi, también de neopreno, con tirantes elásticos en la espalda y ajustables con nudo en el delantero.

¿Cómo veis a la niña?  Es que no puede ser ni estar más bonita. Porque, además de serlo, hay que estarlo.

Si no, está claro que prefiero a una niña que no sea una belleza, pero que vista bien. Si esta niña, llevara un vestido repollo o vestido tarta, no me gustaría nada. Nos entendemos, ¿no?

Pues es lo que os quiero intentar explicar, así que, perfecto.

Su colección Lyon, otra delicatessen, con el color gris como gran protagonista; un básico del invierno. Combinado con el plumetti blanco para darle luminosidad a los conjuntos, y con el mostaza, por ejemplo, como color para combinar, que es la última de este año.

¡Hasta yo tengo mi conjunto gris y mostaza!  Cómo son las modas…

Bueno, pues aquí, la blusa de plumetti blanco es otra monería, con cuello violeta ribeteado en gris y manga con lazada en los puños. ¿No es de muerte?

Cómo está la niña con ella y los bombachos de la colección, de punto gris antracita con dibujo de rombos, cinturilla elástica y faldón en la parte trasera.

Difícil elegir, la verdad. Aunque a las que os guste mucho, como a mí, podéis elegir dos, ya que el precio también es bárbaro. ¡No hay excusas para no llevar bien vestidos a los niños!

Igual de mona está con la falda, también gris de punto estampado, cinturilla ajustable y bolsillos delanteros… ¡Estilazo con todos y cada uno de los modelos que os voy enseñando!

Un grupito de niñas con los diseños de esta colección que se te acercan por la calle y yo, mueroooo…

La ranita, otra auténtica pocholada, de punto estampado de rombos también y combinada con la blusa de plumetti blanco. ¡Menos, siempre es más!  Nunca lo olvidéis.

Dan ganas de llevársela a casa…

¿Y la sudadera con el bombacho? Yo me derrito, de verdad. Entre la niña, el gorrito mostaza y el conjuntazo, me muero…

También en punto estampado de rombos, no me digáis cómo pueden ir. Por eso, siempre, a las que me decís que todo lo que pongo es muy caro, os estoy desmontando vuestros empeños en decir que no les podéis llevar bien porque no tenéis dinero para tanto.

¿Veis cómo sí?

Lo que pasa es que, como os digo siempre, hay que molestarse, buscar, comprar, que te lo manden, etc. y no ir y comprar lo primero de la tienda de la esquina.

La sudadera de niño, muy estilosa con cuello vuelto, de punto estampado de rombos.

¡Qué fácil es conjuntarlos con marcas así!

No me quiero alargar mucho, así que os enseño la colección Niza, en azul petróleo, que es más cortita, pero no menos bonita.

La blusa, otra joya de plumetti blanco, con manga fruncida y

lazo azul petróleo.

La sudadera, ideal, ponible, original…

Es de punto jaspeado azul petróleo y lleva, como veis, mangas superpuestas en plumetti.

¡Uhmmmm!

Lleva la espalda cerrada con lazada de raso en azul petróleo y queda de lujo con los bombachos de la colección, que son de piqué encerado azul petróleo (qué tela tan ideal) con cinturilla engomada y sientan de cine.

También la falda es del mismo piqué y ya veis cómo sienta con la blusa…

Otra colección de fábula. Ya, la que más os esté gustando, según edades y demás.

Y os dejo por hoy con el vestido de la colección Versalles, en verde militar y con el detalle ideal de la lazada cruzada en las mangas.

Otro diseño para tener muy en cuenta. El color, chiflante y el diseño, vosotras diréis…

Por mi parte, mi súper enhorabuena a Rosa (creo que se llama) por tener tan buen gusto y ponernos las cosas tan fáciles para llevar a los niños hechos un primor.

Que se pongan las pilas todas las marcas, porque estas últimas de las que os vengo hablando, vienen pegando fuerte, ya que lo tienen todo.

Estas tres últimas fotos, son del vestido Lyon, que se me había olvidado y es también divino.

Y qué no decaiga nunca la moda española, que es la más bonita del mundo.

Un beso très chic