¿Cómo va todo? Espero que bien. ¡Qué día de sol radiante, pero un poco engañoso… porque todo el mundo decía que hacía frío. Yo, chitón, que ya sabéis lo que es para mí el frío.

Estoy malherida por la muela o no muela (tres raíces que me quitaron ayer). En el momento, no tuve dolor, pero hoy… todo el día con ibuprofeno. En fin, que no es nada, pero dolor, lo tengo, para qué decir que no…

Parece que nos ha gustado el dentista porque hoy hemos vuelto de nuevo mi hijo mayor y yo. Nos han hecho una limpieza y a él, le han empastado dos caries… Todo el mes a patatas y anchoas, ya lo estoy viendo.

Otra cosa. Me han escrito de distintas páginas y blogs, ofreciéndose a mil cosas… ¡Qué más quisiera yo! Ya les voy a contestar enseguida, pero tenéis que

saber que esto es un blog de moda infantil, no es que tenga toda la ropa que anuncio en mi casa. ¡Ojaláaaa!

Así que, mil gracias a todos, pero yo no vendo, sólo hablo y hablo con pasión de la ropa que me gusta.

Hoy os voy a hablar de Oh Soleil, marca de moda infantil ideal, tinerfeña, que a muchos os sonará un montón y a otros, pues os la enseño yo, que para eso estoy.

Os hablo de esta marca porque llevo días hablando de otras, que a mí me encantan, por supuesto (si no jamás hablaría de ellas), pero que han sido mucho más arregladitas y llenas de detalles y lazos por todas partes. A mí me gustan mucho, pero me han pedido que hable de ropa más sencilla, más “normal”, para el día a día.

No os vayáis a creer, que porque sea de mucho poner, los niños no pueden ir igual de ideales. Y, a veces, más.

Pero bueno, a lo que vamos.

Os recomiendo hoy la marca Oh Soleil, por ser ponible, sin estridencias de ningún tipo, sencilla, sin lazos, puntillas, pasacintas y demás…Y a la vez, estilosa y de rabiosa actualidad.

Como muy bien lo define la propia marca, y también,  muy bien lo podría haber dicho yo, es ropa funcional que apuesta por el color y los estampados, abarcando desde los seis meses hasta los dieciséis años.

Empezó siendo una marca de baño, fundada en Tenerife en 2001, y después de años como líder en este segmento, decidió ampliar su colección a ropa de primavera-verano, en el año 2010.

Me encanta porque, además del estilazo que os he dicho que tiene, apuesta por la comodidad para los niños, siendo ropa de mucho poner, a la vez que ideal. La perfecta combinación entre calidad, diseño y precio medio,  creo que es el éxito de Oh Soleil.

Como también dice la propia marca, su ropa me recuerda a veranos inolvidables en Santander, atardeceres en la playa, las fiestas de los pueblos, llenas de alegría y color  en las calles; a los puestos ambulantes de flores y frutas, los paseos en bici, las caminatas eternas para ir a tomar un helado… Me recuerda totalmente a mis veranos en Suances, sin preocupaciones. Sólo pensando en lo bonita que es la vida y en lo que me gusta ese chico…

Nada de ropa tan puesta como la que vemos ahora en muchas marcas. Era un pueblo y aunque iba monísima de la muerte (si me oye mi madre lo contrario, me mata), no nos preocupábamos tanto del modelito en cuestión. Es decir, la ropa tan arregladita de ahora, pues qué deciros, que no pegaba en ese momento, ni en un pueblo de Cantabria, ni casi en ningún sitio.

Voy con la ropita, que me ha entusiasmado: Los vestidos rojos con un pequeño estampado. Monísimos y para todos los días. Es como si me estuviera viendo y más en esta niña morena que los lleva: ponibles, estilosos, cómodos…. Ideales. El de la más pequeñita, super coquetón con las puntillas y lazos pero sin ser recargado. Y también monísimo, el

conjunto de falda y blusa. Así era yo con esos años… supongo, o es lo que recuerdo, por lo menos, cuando íbamos siempre a Suances, dónde ir de punta en blanco llena de puntillas y

lazos era, y es,  un poco paletillo… No por nada, sino porque con la vida que hacíamos, era absurdo. Estabas fuera de lugar.

No viene a cuento que en un pueblo de pescadores, donde se está todo el día en la playa (cuando sale el sol, jajaja), a la hora de salir, te pongas cual vaca en feria.

Es de un snob que no soporto. Cada cosa tiene su momento.

Por eso, os digo que en el mes de agosto por lo menos, me veo totalmente reflejada en esta marca, desenfadada y fresca. Hay que saber dónde vas y qué te pones… Eso siempre. Si no, estarás desentonando, simplemente. Y ahora, veo que mi madre era sabia en estas lides.

También ideal es el vestidito medio rosa, medio coral, con el cuello de volante precioso y con puntilla blanca, igual que el volante de abajo. Distintos diseños veraniegos y ponibles totales, sobre todo, para jugar y para un sitio de playa… sea el que sea.

Super veraniego y monísimo el vestido de tres volantes de un verde ideal con estampadito en rojos. Con una chaquetita en el mismo

tono para los atardeceres del norte…¡Divino! Y el mismo conjunto en falda y blusa para más mayorcitas… Para el Sur,

tal cual, sin chaqueta.

Los conjuntos estampados en tonos aguamarina y morados, preciosísimos: tanto el vestido, como el short con el blusón, como el otro vestido con manguitas… Ese es el que me habría puesto mi madre para el Norte. Vestido divino, con mangas tipo “ alitas”. Me lo

imagino con alpargatas moradas y chaquetita igual… Precioso. Y el estampado, original cien por cien ¿ no?

Siempre me ha encantado la mezcla del azul claro o aguamarina con morado. Queda realmente impresionante y favorecedor. Yo tuve un traje de baño de rayas en esos tonos… Lo bonito, vuelve

siempre.

Hay hueco para los niños, aunque siempre digo que es mucho más fácil vestirlos a ellos. Con las bermudas moradas monísimas van a

juego, tanto de los conjuntos anteriores, como de estos de florecitas moradas, con espalda cruzada, impresionantemente de buen gusto y veraniego total.

¡Vamos, que con este vestido, en el norte, desde luego, pasas frío! Yo siempre recuerdo llevar chaquetita, que para eso estaba mi madre, que las hacía primorosamente. Mi hermana y yo igualitas y monísimas… del Norte, jajaja. Me río, porque parece que

en el Sur no se fuera así, pero yo hablo de lo que conozco… Es más, creo que ahora que conozco mejor el Sur,

varias chaquetitas se hubieran perdido. ¡Dios mío, qué calor paso !

¿Veis qué conjuntos tan favorecedores? Me chifla el vestido largo… ¡Qué estilazo! Estampados hechos para el verano. Me encantan. Con sandalias o alpargatas rojas, qué más quieres…

Divino también el vestido y short con estampado original, haciendo rayas asimétricas y los blusones. Todo tan de pleno verano

ya… Y el blusón de rayas azul cielo con los shorts blancos

perforados de la niña, el niño con camisa ideal de cuello mao… ¿Veis? Perfecto para ir una tarde al puerto a ver la pesca del día o para tantas cosas que hacer de vacaciones… Cosas que no se pueden hacer con otra ropa, para que tu madre te esté todo el día gritando que no se te ocurra mancharte. Y

lo digo, porque yo he cometido ese error.

Los conjuntos con motivos geométricos en gris con algo de caldera, chiflantes. Me encanta el color, y con sandalias o alpargatas en tonos tostados o caldera, les das un toque de elegancia, a la vez que

que siguen siendo cómodos y bonitos…

Preciosos, de mis favoritos. Aunque sean colores tristes (de los míos), en verano vale todo. Con el moreno y algún complemento que le vaya… ¡Pufff!

Los conjuntos en blanco y en celeste, frescos y perfectos para el calor. Sean donde sea porque, aunque estés en plena ciudad, cuando hace calor, lo hace pero bien. Y son frescos y estilosos.

 Tienen un encanto especial, de niños que ves pasar y piensas: ¡Qué monos!  ¿No os parece?

Ideales también los vestidos en verde agua,  tanto el largo (divino) como el cortito de la más pequeña. Lo que os digo, con el calorazo, impresionantes.

Y lo mismo digo de los conjuntos en negro. Preciosa combinación con

blanco y el toque rosa de los cinturones… Me encantan las

niñas así.

El vestido largo, impresionante y el conjunto de pantalón árabe con el blusón a juego…

También monísimos los vestidos, el de la mayor y el de la más pequeña. Con el toque del rosa… añade alpargatas 

rosas, y niñas de diez.

Todo para los veranos inolvidables, donde eres feliz, libre, sin preocupaciones… Me recuerda tanto

esta ropa a mi niñez… La ilusión que tenía cada vez que llegaba el uno de agosto y nos íbamos a Suances no es para contar: ver a mis amigas, a “ fulanito”, irnos solos al cine (que estaba lejos ¿eh?), ir a la primera discoteca, llegar tarde a casa (cosa que no te dejaban en la ciudad), tomar un helado a las dos de la mañana, hablando y resolviendo el mundo… Recuerdos imborrables.

Voy con la impresionante colección de baño, en la que Oh Soleil es toda una experta. Sigue con el colorido, lo  favorecedor, alegre…

Conjuntos impresionantes.

Me encantan los amarillos para el verano y cómo son éstos, con esta espalda de flores divina, el bikini de mayor, el culetín… La camisola y

culetín de volantes de flores en fucsia, preciosa estampa. O los cachemires que se llevan una barbaridad y que son siempre una apuesta segura…

En cualquier color… mirad el traje de baño en morados con el volante aguamarina o el otro, rojo con azules. Los dos absolutamente preciosos.

De la colección marinera, sólo os dejo las fotos porque ya sabéis lo que me pasa con todo lo marinero: que

no soy imparcial. Me vuelve loca. Mirad el bikini, trikini, hasta el gorrito monísimo me ponía yo ahora mismo. ¡Qué preciosa es siempre la combinación de azul, rojo y blanco! Infalible. Como están los niños,

por Dios…¡Qué gustoooo!

El traje de baño gris con la estrella roja es elegante como nada.

También lo tenéis en bikini, pero a mí me gusta mucho más el traje de baño. Es preciosooo. Flores grandes rojas y favorecedoras en estos otros… Vamos, con el morenito,

ves a varias niñas con ellos y se distinguen entre la multitud, por monos y por buen gusto. Son deliciosos. A juego, tenéis el vestido, en rojos y verdes, reventones, favorecedores como nada.

“Quién a los quince años no dejó su cuerpo abrazar”… sí, ya veis que sigo ambientándome con música, pero es que ahora me pegaba escuchar esta canción

divina de mi niñez, en la que por cierto, yo me asustaba al oír esta frase. ¡Qué inocentes éramos! Pero desde luego, con quince años, a mí no me

abrazó ningún chico… jajaja.

Sigo con los trajes de baño coloridos en verde y los culetines a juego. Son impresionantes, como tricotados, en varios tonos de verde, o en rosas… Quedan divinos con los

pompones cayendo del adorno del pelo…¡hay que tener estilo! Y me chiflan los culetines con los pañuelos puestos a modo de

top… Cuántas fotos tengo así, ya que mi madre, por lo visto, era una adelantada a la moda, pero tal cual estábamos mi hermana y yo, y luego mi hija y mi sobrina… La verdad es que para estilo, no tiene igual. Divinas las niñas.

Tanto los rojos, como los verdes. Y ya el culetín con el top de blusa blanca… ¡Formidable es poco! Estos de Oh Soleil saben mucho.

Ya sabéis que no hay color que no se lleve en el baño: rojos encendidos, marineros, grises, amarillos y la mezcla de verde con

azul, que siempre ha sido ideal… Os dejo los que más me han gustado.

Entrad en su página y podréis ver todo más despacio. No dudéis de que es triunfo seguro, tanto la ropa de calle, como la de baño.

Pues eso, de veraneos de pueblos encantadores,  aunque los trajes de baño son más glamourosos ¿eh? Todo vale para cualquier sitio porque es tan bonito y tan sencillo, a la vez que actual, que da gusto ver a niños así.

Como siempre os digo, ójala los viéramos así vestidos más a menudo… Todo sería más bonito. Todo. No me cabe la menor duda. Mi más sincera enhorabuena a Oh Soleil por dejarnos ver estas maravillas.

Un beso de helado de Covadonga (de Santander)