
Va pasando octubre, un mes de cambio de armarios, de cambio a la vida invernal, al sofá con manta y películas, a la rutina que tanto me gusta…
No cabe duda de que el verano es la estación más alegre y con más luz, pero cada una tiene su encanto y yo siempre he sido muy de invierno.
Además, aún hace buen tiempo aquí y son días preciosos.

Veo a la gente renovar su vestuario, el de sus hijos, (me encanta que me preguntéis), y en definitiva, prepararse para un invierno más.

Incluso ya he empezado a oír cosas sobre la Navidad, que, aunque no lo parezca, está a la vuelta de la esquina. La vida pasa en un suspiro…
Hace un ratito, ya hemos estado hablando de los viajes que queremos hacer el próximo año, jajaja. Entre hacer planes y luego llevarlos a cabo, también lo pasamos bien.


Veo que me faltan horas en el día y, sin embargo, algunos de ellos, se me pasan sin hacer absolutamente nada. Tengo pendientes un montón de cosas y ahí siguen.

Juan ya me ha llamado esta mañana, porque se va a un Congreso a Alicante.
Ya estoy negra, porque han anunciado lluvias torrenciales y me acuerdo de lo pasado en Mallorca y ya, me preocupo. Por fin han encontrado al pobrecito Arthur, qué pena Dios mío…

Si existe Dios, que aunque soy creyente, a veces dudo de todo, algún día se sabrá el por qué de tanto sufrimiento y de tanta injusticia. Hay cosas que no puedo ni quiero entender.
En el mundo de la moda infantil, mundo que me apasiona cada día más, como veis, están saliendo marcas y marcas al mercado, como las que os he enseñado últimamente.
Unas se quedan en el camino, otras triunfan y otras arrasan.
Hay miles de razones y algunas incomprensibles para mí, pero es así.
Nora Norita Nora, que desde que llegó a nuestras vidas y revolucionó la manera de vestir de las niñas, no ha hecho nada más que crecer y ser una de las marcas estrellas en la actualidad.

Ideas bárbaras, magia en los diseños, detalles increíbles e impensables hace un tiempo, modernidad, variedad infinita… Ropa que a las niñas les chifla, con la que se ven “mayores”, en definitiva, el ver plasmado en los tejidos y modelos el carácter inconfundible de su diseñadora, Davinia Gómez Arcas.

No hay nada más que verla para saber que es una mujer inquieta, juvenil, con mucho mundo a pesar de ser muy joven y que cada temporada, se esfuerza por conseguir sorprendernos, dejarnos K.O. con sus diseños, enamorarnos con sus detalles en cuellos, puños, tejidos, en todo…

Que yo sepa, acaba de llegar de Nueva York y seguro que ha aprovechado el viaje para observar a la gente, buscar tendencias en la calle, aprender, absorber de todos y de todo, por lo que habrá traído un cuaderno bien cargado de ideas brillantes para seguir deleitándonos con su increíble creatividad, su desbordante ingenio y su buen hacer.

No sabéis qué envidia me da gente que, como ella, no necesita copiar de nadie ni de nada. Ella es única en lo suyo y al que le guste bien, y al que no, también.

No renuncia a poner a las niñas con vestidos asimétricos, cuellos bordados, falditas con calzas y blusas con encaje y terciopelo.
Su “toque” está presente en todas sus colecciones y de pronto, entre tanta “niña modernita y con aires de mayor”, vemos también vestidos clásicos, pero con telas diferentes, con “algo”, que es su sello, su impronta.
Me la imagino pintando bocetos, tachando y volviendo a hacer…¡Me gustaría tanto!
Supongo que antes del éxito, también habrá tenido muchas dificultades, pues es un mundo muy, pero que muy difícil. Es “la vida del artista”.


Colecciones como la Silvestre han enamorado ya a muchas y no es de extrañar. Un vestido con estampado de flores muy otoñal y precioso plasmado en un vestido nada convencional, con largo asimétrico y cerrado en el escote, con botones por todo el delantero.

Ya veis cómo lo presenta. Las más clásicas podéis poner leotardos y bailarinas o botas, que también están monísimas.
El gorro de pompón, chiflante, con el marchamo de cuero con el nombre de la marca. A ver si sólo van a poner su marcas los diseñadores de alta costura de adultos…

Otro vestido mostaza liso, pero con una gran baberola en la tela de flores y puntilla alrededor, que ya nos indica que Davinia es única, y más si nos fijamos en las mangas, un poco abullonadas y con los cuatro botones forrados en la misma tela floreada.
Un cinturón camel estrechito, al igual que en el otro y ¡perfecto! Con botas camel, una niña imponente.
Y los conjuntos de falda, monísimos: el uno, con camisa de plumetti en rosa (fijáos en los botones de los puños) y el otro, con camiseta blanca, con el babero incorporado de flores.¡Bombonazos! No perdáis comba de los gorros. Con calzas y botas, sensacionales.


El detalle del lacito debajo de la marca en cuero, me priva. Detalles, como os decía, que demuestran mucho, muchísimo.

Con su colección London, nos llegan unas niñas muy de asfalto, muy chic, urbanitas. Una tela de coches increíble logra lo suficiente para ver lo que ha querido plasmar Davinia.
En grises y crudos, de nuevo un vestido muy cerrado de escote, con talle bajo y falda de vuelo y un conjunto de falda cruda evasé con la camisa de coches y cinturón estrechito negro.

Tanto el uno como el otro, deliciosos. Combinado con rojo, les das vida y quedan de lujo: por ejemplo, las calzas o medias, el gorro, etc.
Otra colección, cortita, pero jugosa, con un montón de posibilidades.

¿Cómo la veis para vuestras niñas? Os aseguro que a ellas les encanta esta marca. Cada vez eligen desde más pequeñas y desde luego, hay niñas con marcada personalidad que no quiere ni oír hablar de vestiditos clásicos de nidos… ¡Increíble, pero cierto, que lo he vivido en mi familia!

La dulzura de este año llega con la colección Romantic, que no puede ser más delicada y femenina.

Un vestido de talle alto, con estampado de rosas grandes, como emborronadas, un estampado divino con pechera de ensueño para las grandes románticas.
Una pechera con volantes de encaje, y encaje también en los puños.
Único para un día especial o simplemente para tu propia satisfacción.

Y de nuevo, encaje, flores y terciopelo en este conjunto de falda y vestido trapecio. Sin palabras. Los detalles, aquí los tenéis…

Cualquiera de los dos, ideal para las fiestas navideñas, saliendonos un poco del clásico rojo, o para llevarlas de lujo cualquier otro día. ¡Qué mezclas tan preciosas, por Diosss!


Con la colección British, llegamos a una de mis favoritas y es que tengo debilidad por este estilo, desde siempre.
Con un tartán un tanto peculiar y precioso, nos encontramos de nuevo con un vestido tipo camisero pero asimétrico, botones de arriba abajo y cinturón camel estrecho, así como el conjunto irresistible de falda, con camiseta blanca con detalle circular grande de la tela de cuadros y falda mixta, asimismo, terminando en volante blanco y de vuelo.

Davinia sigue apostando por las calzas, para darles un toque de estilo, si bien se lo podéis poner perfectamente con leotardos o pantys.

También hay un vestido negro, un imprescindible de esta temporada con bufanda en los cuadros de los otros diseños y el gorro ideal de pompón en rosa, lo que da un contraste fabuloso… Davinia nos vuelve a dejar sin palabras y esta vez, con cosas sencillas “dentro de lo que cabe”, porque en ella lo normal, lo corriente, no existe.
Siempre hay toques que demuestran el torrente de ideas y creatividad que tiene, ya os lo he dicho. Un vestido “sin más”, no lo concibe.

En su colección Sierra volvemos a ver a niñas con tonos dulces como el crudo con florecitas pequeñas en varios tonos de rosa.

¡Me encanta el pichi con camisa denim! Parece una niña niña.
Con los lazos de raso en rosa como tirantes y la camisa denim, no puede ser más bonito, al igual que el mono, que me tiene loca, con bolsillo en la pechera y cinturón estrecho camel para “hacer estilo”.
De nuevo, ideal con la camisa denim, de cuello alzado con volantes y lacito estrecho lo hace un conjunto de matrícula de honor.
¿Y qué os digo del conjunto de falda?
Que lo miréis, que miréis bien la increíble camiseta con gran cuello de doble volante y cómo sienta…
La tela de flores es micropana (¿dónde la habrá encontrado?) y todo es fuera de lo normal… Como os digo, la magia está presente en cada uno de sus modelos.

Y con la colección Marlene, hace un guiño a la Navidad, con detalles en rojo, no rojo navideño entero.

Dentro de lado siempre “chic”, nos encontramos a una Norita con estilo bohemio, como con este impresionante vestido azul con cuellos negros bordados, para días en que quieras deslumbrar… La boina roja le da el toque bohemio…¡Un look fantástico!

Fijáos bien en los cuellitos, porque ahí es donde Davinia ha echado el resto. Ha querido centrar el vestido en esta maravilla de doble cuello negro de tul bordado. El volantón del bajo, una preciosidad para gente que quiere algo diferente a lo clásico de toda la vida.

Y los mismos cuellos en los otros dos diseños, no menos bonitos.
El uno, con falda roja con ligero vuelo y blusa blanca de plumetti y el otro con blusón blanco de plumetti y shorts cortos negros.
¡Arregladas para lo que sea! El casquete rojo me pirra como para mí.
Ahora no lo llevaría por la calle, pero algunas niñas llaman a este estilo de ropa a rabiar. ¿Os atrevéis?


Por supuesto, en los tres modelos, tanto las prendas de abrigo, como medias y calzado, en negro es con lo que mejor queda.
Os lo dejo a vuestra imaginación…
Termino con sus trencas, sencillas para ser de “Nora Norita Nora”, súper ponibles y preciosas, en varios colores.
¡Ya me diréis cómo son!

Todo lo que hace esta valenciana es motivo de diálogo, de debates, de mil cosas. Porque los tejidos dicen mucho, al igual que las personas. Y sus tejidos y sus diseños no pueden hablar más…
Seguramente, en su cabecita ya hay un montón de ideas para el próximo año (no lo del verano, que ya lo tiene, sino lo del próximo invierno).


Es dura la vida de los diseñadores, no todo es glamour. Se trabaja constantemente y seguro que la mente de Davinia aún no se ha tomado vacaciones.

Os dejo fotos de otras dos colecciones: la Botanic y la Toulusse , en las que el sello de la diseñadora queda patente.
¡Enhorabuena de nuevo, Davinia y que la luz de tu Mediterráneo querido te siga inspirando y sigamos viendo a niñas de cuento!
Cuento con ello.
Un beso misterioso