
¿Qué tal el día después de las elecciones? Yo prefiero no hablar. Mejor no me meto donde no me llaman.
Toda la mañana me la he pasado en los bancos, intentando pagar la matrícula para que mi hijo se examine de la Selectividad. Nos hemos puesto de un mal humor… Resulta que a los niños les habían dado varios bancos para poder hacer el ingreso, con las correspondientes hojas para sellar.

Pues, resulta que, después de hacer cola en dos de ellos, no nos lo admitían porque no teníamos cuenta allí. Ha sido increíble. Luego, que tenemos manía a los bancos… O sea, que por pagar la matrícula (que sólo podía ser en los bancos que había indicado el Colegio), ¿tengo que abrir una cuenta en ese Banco? Bueno, del todo increíble.

Al final, hemos conseguido ir a uno de los elegidos, donde nos lo han hecho sin problema, pero ya me veía abriendo una cuenta para que el niño se pudiera examinar. De vergüenza auténtica.
Y prácticamente no me ha dado tiempo a nada más. Y eso que los tenemos cerca de casa…

Madrid es así, señores… Lo que en Burgos resolvía en dos minutos, aquí te lleva horas. Pero bueno, hay que contar con ello y no ponerte de mal humor, porque mi hijo quería matar a los del Banco…

En fin, menos mal que no ha hecho el calor espantoso de días pasados, ya que se ha nublado y daba gusto andar por la calle. Una temperatura ideal y un vientecito…
Me alegro de que el artículo de ayer resolviera las dudas, al menos, de unos cuántos… Con eso, me doy por satisfecha.

Hoy, como siempre, no tengo mucho tiempo, pero quiero hablaros de una marca, desconocida para mí hasta el año pasado y que me ha gustado mucho. Este invierno ya os iba a hablar de ella, pero al final, por una u otra cosa, no pudo ser.
Noma Fernández: ese es su nombre. Son dos hermanas, Noelia y María que han visto cumplido su sueño de siempre y que ha tenido un resultado espléndido. Todo el diseño y confección es artesanal y en su mayoría, son cosas clásicas, con pequeños y sorprendentes toques modernos.

Voy a empezar con lo primero que vi de su colección de verano: la gabardina Lya, de una clase y un estilo que te mueres. Me chifla. Entiendo que es para el Norte. A toda mi familia le vendría de perlas. Es una monada y por detrás, fijaros en los detalles.

De la misma colección y para combinar con ella, es ideal el vestido Lya, de talle bajo, en rayitas grises y blancas. ¡Qué monada! Y con la

gabardina… El vestido es monísimo, con las rayas verticales, con una banda en el talle justo al revés: las rayas horizontales, un lazote a un lado y la falda de vuelo. Me parece un vestido exquisito y un color, super elegante.

Otro diseño monísimo para más pequeñas es el vestido Lya, con mangotas de vuelo y lazo en el canesú: también monísimo y lo podéis ver por delante y por detrás.

Ideal para niñas de distintas edades, como siempre digo… Unas hermanitas así… ¡de rechupete! Me parece monísimo por detrás, con los botones. Y también impresionante el vestido de la más

mayor, con esa espalda original y preciosa. ¡Fetén!
Cambiamos radicalmente de color con la colección “Leila”: Chiflante su conjunto de falda de florecitas rosas, de vuelo con la blusita fucsia con


pliegues en el pecho y mangas de alitas. Cortita, coquetona… ¡Un conjunto perfecto! No os perdáis su puntillita en la falda, sus lacitos…

También lo tenéis en versión vestido suelto, en la tela de flores y con la pechera fucsia, con la puntilla blanca. En el bajo, volante superpuesto. Los dos conjuntos, con bailarinas fucsias, preciosos.

El Jesusito, confeccionado sabiamente sin el fucsia liso, únicamente con florecitas y con la capota. ¡De diez está la bebé! La misma puntilla en la capota y en la braguita a juego. Las manguitas con pequeños volantes. Una delicia.

Y paso a la colección “Cala”, de la que ya sabéis que, como son mis colores (taradita que ha salido la niña, es decir, yo), no puedo manifestarme mucho. Es que, como siempre os digo, a mí, la ropa que tiene crudos y tostados, ya tiene mucho ganado sobre el resto.

Pero aún así, hay que reconocer que el vestido “Cala”, ponible, desenfadado y con un toque hippy es totalmente encantador. Con pliegues en el canesú y en el comienzo de las mangas, termina con una puntilla deliciosa blanca y tostada, tanto en las mangas tres cuartos, como en el bajo. Es super versátil, ya que lo puedes llevar para ir arregladita o también, para ir a la playa monísima de la muerte.

El conjunto de la misma colección, es increíblemente original y precioso: el blusón, igual que el vestido, con los pliegues y puntillas y unos bombachos a juego, con el bajo hecho con las puntillas blancas y tostadas. ¡Uhmmmm! Es una preciosidad.

Una cosa que yo no veo, aunque me imagino que lo habrán hecho para la foto, son las medias. ¿Quién va a ir con ellas en pleno verano, con el calorazo que hace? Lo veo ideal pero con alpargatas tostadas. Así, sin duda, uno de mis conjuntos favoritos.

La colección “Luna”, también con colores suaves. Monísimo todo. Estoy super enamorada del conjunto de shorts de piqué rosa pálido con la blusa exquisita de plumetti blanco, con cuellito de volantes subido y pechera de cuento, con dos lacitos en beige y rosa. ¡Delicatessen! Le pones unas alpargatas rosa pálido o bailarinas… y ¡el verano es suyoooo!

Cómodo, femenino, cuidado hasta el último detalle… no es un simple conjunto de blusa y short sin más… Hay que mirar más allá.

Y el Jesusito “Luna”, de exposición total. También en piqué, es mejor que lo veáis vosotros mismos. Si fuerais cómo yo, lo compraríais. Así de claro. ¡Qué capota, por Dios! Está diseñada por el mismísimo diablo para tentarte… jajaja. Todo el crochet y lazo camel a juego de la puntilla del

vestido… El otro lazote enorme…¡Me encanta! Y para llevar a la niña a cualquier evento, la perfección. Os dejo para que lo veáis también por detrás. ¡Un bombón!

Hay un vestido especialísimo en verde, el vestido “Dafne”, que me apasiona. No es el típico verde de verano, ni de favorecer por reventón… Es mejor que eso. Es un vestido sobrio, elegante y con el que puedes jugar a la hora de ponerle los complementos.

A mí me parece un vestido soberbio, ya sabéis que no soy de colores muy cantarines excepto cuando son preciosos. Por eso, éste, con su talle alto, su flor a un lado, sus mangas de volantitos y la falda de vuelo, me ha encantado.
Y a las fotos me remito para que veáis cómo queda con los complementos en camel. El collar, el cuello… Ya más elegante imposible. Unas bailarinas en ese color y un vestido para no olvidar. Me parece espectacular precisamente por eso, por su sobriedad y sencillez. También un buen lazo en el pelo en camel… Son dos colores maravillosos y combinados, ya veis el resultado.

La colección “Aloia”, también es una monada. Se sale de lo corriente, con este estampado en marino y blanco. Este vestido es una auténtica monería ¿no? El cuello grande y blanco, de bebé, rematado con puntilla, a juego del bajo, idéntico, es magnífico. Me parece diferente de lo que solemos ver. Y el estampado, también original y precioso.

Además, puede ser perfectamente arregladito, según para lo que lo quieras. Todo depende de los complementos, como pasa tantas veces.

También tenéis el conjunto de falda cortita de vuelo con blusa blanca, que sienta de cine, como podéis comprobar. La falda cortita con mucho vuelo y la blusa por encima, con una banda con lazote a un lado…

¡Dan ganas de silbar! Y el no va más, con este divino abrigo azul de botones dorados, que ya le da un toque mágico para ir dónde te de la gana.
¡No me digáis cómo sienta el dichoso abrigo! Os digo que hay algún diablillo por aquí… Es trés trés chic…
En azul marino y por cierto, también precioso, el Jesusito

«Arlena”: de piqué las tres piezas, con picunela camel y un encaje de desmayo en la capota, cuello y bajo del vestido. La braguita a juego con los lazos camel…Como veréis, no exagero ni un ápice. Y además, me apasiona el marino para el verano, sobre todo para niñas rubitas. La mía ha ido tanto de este color…

Fijaos bien en él, es una auténtica joya.
También lo tenéis en vestido, suelto, con pliegues en el vuelo y los mismos encajes en la pechera y en el bajo. También muy mono. Yo se lo pondría con el pelo suelto y lazote camel en el pelo.
El color azulón, tan intenso y tan clásico ya, llega de la mano de la colección “Colibrí”. Precioso en

todos sus diseños. Monísimo el conjunto de bombachos azulones, blusa blanca sin mangas y lazote en el pelo, como a mí me gusta. Y super mega, el que es entero azulón: con los mismos bombachos, pero la blusa en idéntico color e idéntica tela. El

cinturón-banda, precioso rematado a un lado con lazada. Espectacular veo a la niña.

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Y monísimo para más mayores el conjunto de falda cortita de vuelo, con el mismo cinturón-banda y blusita blanca. Para cualquier día, pero con el toque arregladito que me gusta en las niñas. Precioso todo ¿sí o no?

Como remate al conjunto de falda, ¿qué os parece este impresionante abrigo blanco, con mangas tres cuartos de volantes? Para algún día especial, ¡Dios mío, qué maravillaaaaa! El abrigo es totalmente fascinante. ¡Cómo me gustan los abrigos de verano!

Y volvemos a la dulzura y elegancia de los colores crema, con la colección “Aurea”, que quizás sea mi favorita. Es desenfadada, pero tiene un toque romántico que me ha encandilado. La mezcla de topitos y estampado de florecitas, en crudo y gris, les ha quedado de escándalo.

Mirad qué divinidad de Jesusito, con esas mangas de volantones y la capota con las dos telas que os digo coordinadas. ¡Ayyy, es un sueño!
El lazote que cierra la capota y el doble cuello de volantes, le da un aire de niña antigua que me enloquece. ¡Está divina! Y el poquito tiempo que se lo pueden poner…

El vestido para las pequeñas es una auténtica cucada, ya lo veis. La tela coordinada, los volantes del bajo, las mangas de volantitos y el lazote marrón… ¡Soberbio! Me enloquece pero a más no poder. Con bailarinas marrones, no os perdáis el conjuntazo. Y por inspiración divina

que tuvieron ese día, les salió el diseño de este conjunto de bombachos marrones con blusón que no puedo describir de lo que me gusta. ¡Qué niña tan mona y graciosa! La parte fruncida y el lazote en el canesú me pueden… Es absolutamente especial. Para cualquier día, pero llamando la atención, eso ni lo dudéis.

Y para las más mayorcitas, conjunto divino de falda de volantes y blusón sin mangas ideal, un poco por encima de la falda y con el lazote y flor crema a un lado del mismo… Es un conjunto elegante, ponible, sencillo, con “algo especial” y de una clase bárbara.
Y esta grata sorpresa me he llevado con Noma Fernández, de la que supongo mañana me preguntaréis, estoy segura. Hay algunos conjuntos insuperables…
María y Noelia, las dos juntas habéis conseguido esto, y no sabéis la envidia que me dáis… Me habéis sorprendido gratísimamente.
Seguiremos hablando, porque dais mucho que hablar.
Un beso admirado
Hola Eva,
Acabo de ver tu blog y la verdad que Noma Fernadez no la conocia y me ha encantado la gabardine que juraría haberla visto en Burgos estos san pedros y me gustaria saber donde se puede comprar por internet ropa de Noma Fernandez por que la verdad es que me gusta mucho el estilo
¡Hola Marga! La ropa de Noma Fernández, que es preciosa, no la venden en internet, sólo en tiendas y que yo sepa, en Burgos, aún no la vende nadie. Te puedo dar una tienda que vende, que es Ricitos de Oro, de Bilbao, que la tiene, si bien a estas alturas, gabardinas nada de nada. Por si quieres contactar con ella, su logo está en mi blog: http://www.nubesdelunares.es y si lo pulsas te lleva a su tienda. También verás su teléfono. La dueña se llama Loly y es un encanto, tiene cosas ideales y te lo envía donde quieras. ¡Muchas gracias por todo!