Y sigue lloviendo… A mí no me importa mucho. Con tal de que el puente haga bueno… Aunque, como me advirtió una lectora, no me olvidaré del paragüas por si las moscas… ¡Cómo si no conociera yo ese clima de Asturias! Pero es tan bonito…
Lo malo es que a los diez días de venir, tengo la Primera Comunión, y seguro que engordo.
En Asturias, siempre se engorda. Y es que no se puede ir y renunciar a los manjares de esa tierra… He prometido que sólo voy a tomar fabes un día…Ya veremos. Pero luego, no entro en el traje y empiezan los dramas.
Por cierto, para las que me lo habéis preguntado, sigo sin zapatos. Es que no sé si ir ya con sandalias… Tengo un lío… Pero puede hacer calorazo o morirte de frío. Esas sorpresas tan idílicas tenemos en Burgos. Siempre hay que tener dos modelitos, por si acaso…
La última vez, justo hace dos años, cuando la hizo la hermana de “la comulgante” de este año, nos achicharramos vivos.
Creo que nunca he pasado tanto calor. ¡Madre mía! Se me quedó la falda como un acordeón. Bueno, no lo quiero pensar, que me pongo nerviosa.
Mañana he quedado en el centro de Madrid con una marca muy chic y que quiere que le escriba un artículo. ¿Cuál será? Pronto lo sabréis. Como os digo, estoy encantada con mi blog. Me da mucho trabajo y me ocupa mucho
tiempo (que no tengo), pero también me da muchas satisfacciones.
Y es que como os decía ayer, no hay nada mejor que hacer lo que te gusta en esta vida. Si encima vivieras de eso, ya sería el no va más. Pensar que hay gente
que lo hace: los cantantes, actores… Siempre me han dado envidia, sobre todo los cantantes… “Y es que yo…amo a la vida y amo al amor…” Si hijos, estoy pesadita con
Julio, pero es que me chifla, me encanta, me me… todooooo.
Bueno, y se me olvida deciros que a Asturias nos vamos con Mía, que está embarazada y le toca más o menos por esas fechas. Si os digo que somos de película italiana… Para unos días que nos vamos…¡Hala! Seguro que con parto.
Ya os lo contaré.
¡Ahh! Para los que no lo sepáis (soy una precipitada), Mía es una de mis gatitas persas. Es que creo que la gente sabe todo de mí, jajaja. Mi madre dice que ni se me ocurra hablar aquí de mi vida, que tengo una vida pública… jajaja ¡Qué mal suena eso!
Hoy vamos a hablar de una marca ideal, gallega (qué raro) y de la que ya os hablé en invierno. Ahora os voy a enseñar sus cositas de verano, porque de verdad, creo que merecen la pena. Tiene unas conjuntos tan ideales para las niñas…
Sí, es No sin Valentina, la marca de diseños románticos y coquetos, la marca de tejidos delicados y colores especiales y la marca que me enamoró desde que la conocí. Puedo decir sin miedo a equivocarme que sus diseños tienen un espíritu atemporal.
Nació (la marca) en 2007, de la mano de las hermanas Carmen y Camino Quiroga. Digamos que su punto fuerte son las ceremonias, todo hecho a medida, si bien también sacan dos colecciones de calle al año, con su toque arreglado, sin excesos, para todas las madres y padres que quieren llevar monas a sus hijas a diario, entre las que me encuentro.
Por supuesto que muchos de sus modelos también sirven perfectísimamente para eventos de cualquier tipo. ¡Pero sin ninguna duda!
En esta “empresa familiar”, Carmen lleva la parte más bonita para mi gusto (telas, diseños, colores…), es decir, la parte creativa, mientras que Camino es un hacha con la contabilidad (facturas, proveedores, albaranes…).
Así se complementan a la perfección.
Su intención es que sus diseños sean diferentes, favorecedores… Utilizan materiales de muy buena calidad, y se nota, y el diseño y la confección están muy cuidados. Y también se nota. Son…impecables.
Después me daréis vuestra opinión. Como tienen tienda online, lo tenéis fácil, aunque también les podéis poner un mensaje para cercioraros de cómo tallan, y cualquier otra pregunta que les queráis hacer…
¿Qué os parece si empiezo por uno de sus vestidos característicos? El vestido de lazo en la espalda de flor azul. Es de enamorar. La tela, el diseño (sello inconfundible de la marca), el toque que tiene de romanticón y coqueto… Me priva del todo. Es un vestido divino lo mires por donde lo mires. Las florecitas delicadas, las mangas de vuelo, el volante… y el lazote de escándalo. ¡Guauuuu! Con este modelo, llegaron y besaron el
santo. He visto tantas copias…
Pero No sin Valentina es única. Se nota. Pero comprendo la rabia que tiene que dar. Yo mientras, me deleito enseñándoos el vestido, que es de diez. Para más pequeñitas, para más mayores… Me imagino a cinco niñas que tiene una conocida mía de Burgos y sería para grabarlas para un especial de la televisión. La verdad es que las suele llevar monas…
El mandil flor rosa, misma tela pero con florecitas rosas. También espectacular y diferente a todo lo que se ve «tan puesto” por ahí. Sencillo,
veraniego, cortito y los volantes en las mangas, que yo llamo “alitas”. Con alpargatas o bailarinas rosas, delicioso. Es de esos vestidos, que, al mirarlos, piensas: ¿Pero qué tiene de especial? Y ahí es dónde te das cuenta de que lo que tiene es clase, un no se qué que enamora. Porque es cierto que ni puntillas, ni flores superpuestas, ni tiras bordadas, ni… falta que le hace. La niña está de fábula ¿no?
Pues eso es lo que importa.
Mirad el conjuntito, con la braguita a juego. Más increíble no puede ser.
Y monísimo también, el conjunto de la faldita con el cuerpo de lunares. Lo tenéis en celeste y en marino. Es más ponible, es decir, menos arreglado, menos impresionante, pero con la misma clase que el vestido. Niñas monas a más no poder.
La verdad es que, cuando yo diseñe, no sé de dónde diablos voy a conseguir esas telas tan divinas. Tengo que empezar a mirar, jajaja. Si tuviera tiempo…
Esta niña con el conjunto celeste, está para no quitárselo en todo el verano. ¿ Sí o no? Y aquí lo veis en marino, en versión falda, versión short… No sé ni cuál me quedaría. Son ponibles y estilosos. Me chiflan. El azul marino para rubias…¡Con el clero hemos topado! El cuerpo es una
monada, con su bolsillito de niña bien. Vamos, que me chifla. Se nota ¿no?
Y quien quiera con shorts, con shorts y si no, con falda. Yo aquí, me decanto por el short, ya que lo veo estilosísimo y ponible. Y es que no es un short cualquiera…
El vestido con el lazo en la espalda blanco…Ya sabéis que pienso que toda niña tiene que tener un vestido bonito blanco en verano. Y ¿cuál mejor que éste?
Mismo diseño que los primeros, estando morena, y con un buen lazo en el pelo, deja pasmados a todos los que pasen por su lado. Jajaja. En Burgos, unas cuántas se darían la vuelta disimuladamente cuando la niña ya hubiera pasado…
Os dejo fotos para que apreciéis la maravilla, aunque creo que no hace falta. Lo tenéis hasta la talla 10, así que aprovechad… ¿y las braguitas maravillosas a juego? Es que no lo pueden hacer más bonito.
Y ¿qué os parece la misma versión pero en blusón? Mirad como es éste de florecitas corales. ¡Ayyy, madre mía! Éste lo tendría que comprar yo. No me digáis para quién porque,
«Elena, comprende que no puede ser todo para ti». Pero a otras niñas no se lo compraría. Tanto el de plumetti que os digo de florecitas, como el
blanco, de idéntico diseño, nos lo ponen difícil. El de flores me vuelve loca, pero el blanco es insuperable, va con todo y con todo queda bien. Ahí os lo dejo…
Y ahora, otros dos mandiles: uno, blanco (ya os he dicho lo del blanco…) y otro de rayitas rosas.
¡Uhmmmm! Con la braguita a juego, no sabes con cuál quedarte. Y como os digo siempre, y a base de ser pesada, a ver si consigo algo,
repito: ¡Quiero ver más niñas así por la calle! En Burgos se ven, pero lo que es aquí, en Madrid, ya os contaré. Que yo tengo mucho poderío y a lo mejor me hacen caso…
Mandiles bárbaros también en rayas azules: para esos días que vas por la calle con un calor aplastante y no corre ni un soplo de aire… Son los vestidos perfectos.
Alpargatas monas y a correr. Todo el mundo se fijará en ellas porque no les quedará más remedio. Te arrastran con la mirada…
De nuevo (de vez en cuando os lo tengo que recordar), el maravilloso vestido de plumetti estampado, con el lazo en la espalda. Ahora con las florecitas rosas y las mismas monadas de alitas y detalles que el blanco, el azul…
Éste no puede faltar en el armario de tus niñas, por favor.
Y otra delicatessen: “el volantes–mono”. Sólo hasta la talla 4 y en plumetti coral o plumetti menta. ¿Cómo son? Por Dios, qué gusto de niñas. De comérselas… Si algún famoso día con el que os vengo amenazando, diseño por fin, me tendré que ir a Galicia para inspirarme mejor. Está claro (lo digo totalmente en serio) que allí hay algo y estoy convencida de que mucho
tiene que ver el clima y las brujas… jajaja, para que salgan estas cosas tan exquisitas.
Fijaos en cómo están las niñas… Y que tomen nota los del Sur, porque en el Norte, cuando hace calor, lo hace, pero en el Sur, estos conjuntitos no tienen precio.
La versión para más mayorcitas es el blusón de volantes, en los dos mismos colores y con la braguita de plumetti a juego. Hijas mías, llevar a unas hermanitas así, es una gozada. ¡Qué cosa tan bonita! Y no me preguntéis mañana que con cuál me quedaría, porque no tengo ni idea. Seguro que con el coral. ¿Véis? Soy una facilona y además, el menta me super mega chifa, pero el coral,
estando morena, revientas de guapa.
Paso a palabras mayores: los vestidos de cuello alto con lazo. Elegantes, sencillos, sobrios… tienen una clase que no pueden con ella. El estampado es especialísimo, en esos colores neutros que son mi perdición. Fondo crudo con mini florecitas en gris y tostado…Yo se lo pondría con complementos en gris. ¡Quedan de lujo! Claro, no son tan llamativos como los otros, pero yo diré que no sé con cual me quedaría. Desde luego, depende mucho la ocasión. Pero estos, para ir elegantes, no tienen rival en pleno verano.
¿Veis cómo se puede ir divina, aunque te mueras de calor? Y que no me vengan diciendo que lo mejor es un short vaquero y una camiseta porque, aparte de feo, da mucho más calor que este vestido. Y lo sabe todo el mundo. Lo que pasa es lo que digo siempre: la comodidad o el pasotismo de muchas madres, cosa que no entenderé en la vida.
Incluso, si las niñas están invitadas a una Comunión, con estos vestidos y una chaquetita cortita gris, van de
cine. ¡Pero de cine!
Similares en discreción y elegancia son el vestido «Antiguo”, de un azul elegante y con topitos blancos o el del lunar rosa. Distintos diseños, a cada cual más sencillo, pero
maravillosos, ponibles y con un gusto fuera de toda duda. El azul lleva un volante en el bajo y nada más que la percha de la niña y el rosa (rosa exquisito), tiene un corte en el talle bajo y volantitos en las mangas. Aquí elegid vosotros el modelo y el color. Yo sólo os digo que son magníficos y que el calzado se lo pongáis en el mismo tono que el vestido. Irán de rompe y rasga.
Y voy a terminar con la blusa blanca de corazoncitos grises, preciosa, como todo, con sus volantes en las mangas. ¿Qué haría No sin Valentina sin estas mangas? Se reconocen en 500 metros a la redonda. Pues, lo que os digo: mirad a la niña. La blusa
es totalmente preciosa y muy versátil: tanto con falda, como con shorts, vaqueros para un día más fresco… ¡Un diez!
Y yo aquí, me quedo con las ganas de enseñaros más y más cosas. Es que cuando me gusta algo, estoy esperando al siguiente conjunto. Pero creo que habéis tenido buena ración ya ¿no? Y de muy, pero que muy buen gusto, por cierto. La verdad es que nos lo han puesto muy difícil.
Hay que pensar para qué momento lo quieres, a cual vas a sacar más partido… Pero aún así, dificilísimo. Yo compraría el super star de lazo atrás en cualquier color y el vestido de cuello alto. No tienen nada que ver y pocas cosas veréis más bonitas.
Creo que en Burgos ya lo venden en una tienda. Yo no sé que esperan para que lo vendan en el mundo entero. Un bravo a estas dos hermanas. Yo sería Carmen, sin duda, jajaja. Lo siento, Camino, pero soy de letras.
Un beso con Valentina.