
Escuchando a Serrat, empiezo hoy a escribiros. No me canso de sus letras, de su música, de nada…
Estamos esperando para comer, ya que aquí, cada uno, en los fines de semana, hace lo que le da la gana.
Menos Juan, que se ha ido a Lisboa 4 días a desconectar, que bien se lo merecía.
Pero Almudena acaba de llegar

de dormir en casa de una amiga y Pablo ha llegado a las tantas y no tiene hambre… Pues eso, que los domingos, todo un desastre.
Yo, he salido con Tess a las 8 de la mañana y la verdad, una gozada. Un día espléndido, sin el calorazo que ha estado haciendo (a estas horas ya lo hace otra vez) y todo

el campo para las dos. Nos hemos encontrado con una vecina que tiene un perro bulldog y como son amigos, lo han pasado pipa, mientras nosotras hablábamos.
La verdad es que es una chica estupenda, aunque yo creo que me mira raro (en cuánto a vestimenta, me refiero), porque yo saco a Tess, pues vestida normal, mientras todo el mundo aquí va en chándal…

A lo mejor la confundida soy yo. Creo que sí, pero es que me veo horrible y en 3 años que llevo en Madrid, no me lo he comprado.

Jajaja, me río, porque mucha gente no lo entiende. Ya os dije que en Madrid se vive y se viste de otra manera. Bueno, la mayoría…
Pero a mi edad ¿quién me cambia ya? Si bien, a lo mejor me compro algo mono, cómodo para salir a andar y a sacar a Tess, porque creo que va a ser lo más sensato y que no ande dándome tortas cuando me tira al suelo… jajaja.

En fin, todo se andará. Bueno y la verdad es que no sabía muy bien de qué hablaros hoy, pero ayer, la dueña de una tienda de al lado de mi casa, me lo puso muy fácil. Es una tienda normal: tiene cosas monas y menos monas.

Una señora preguntó por algo de abrigo para su niña de 4 años y casi le da un patatús: «¿Gris?», dijo la dueña, como si no hubiera oído ese color en la vida.

Yo, que había entrado a comprar unas medias, puse atención a la disertación que le hizo a la pobre señora: que cómo le iba a poner de gris a una niña tan pequeña, con las cosas tan ideales que tenía ella en rosa, celeste, rojo… bueno, un poema, porque en absoluto estoy en acuerdo con ella.


A punto estuve de intervenir, pero no lo hice simplemente porque como la conozco de otros días, es bastante antipática y se cree en posesión del buen gusto absoluto.

Menos mal que la señora lo tenía claro y le dio las gracias y se fue. Yo salí, y le señalé una tienda que hay un poco más arriba, ideal y que, por supuesto, tiene cosas preciosas en gris, aunque claro, es más cara.
En fin, que hay gente que sólo ve a los niños pequeños de colores alegres, y os aseguro, que, a partir de cierta edad, en otoño e invierno, no hay nada como estos colores oscuros.
Por eso, hoy hablo de ellos, de los llamados “colores tristes” del invierno, que, justo a mí, son los que más me gustan. Elegantes, súper combinables y divinos según el diseño. Grises, tostados, marrones, beige, verdes caqui, granates…

Me encanta ver a los niños vestidos con cosas bonitas en estos colores. Mis hijos siempre tuvieron algo camel o beige, eso sin falta. ¡Faltaría, mi color favorito! Hasta me priva para el verano, así que qué voy a decir. Difícil es el día que yo, cuando quiero ir bien a cualquier sitio, no vaya de camel o de beige.

Bueno, pues, a ver qué opináis vosotras… Ya sé que los colorines encantan a muchas, cosa que no entiendo mucho en pleno invierno, pero ya sabemos que hay gustos para todo en el mundo.
Y para demostrar a esta buena chica, tan sabia, que los niños están divinos con los colores apagados y tristes, empiezo a poneros algún ejemplo, con el que le voy a rebatir todo lo que creen algunos.

Por ejemplo, la marca “Macali”, de mi querida Alicia, que poco a poco va escalando puestos en el mundo de la moda infantil, por méritos propios, nos enseña maravillas en estos tonos.

Mirad qué monada, el vestido Cabernet, sencillo pero divino, con corte trapecio, manga farol y cuello bebé en blanco, lo que contrasta de cine con la tela de cuadro de Gales, súper tendencia esta temporada.

¿Cómo están estas niñas con estos pobres colores oscuros? Pues chiflantes, ni más ni menos. Si yo tuviera niñas de esta edad…

Increíble también el vestido Tempranillo que veis aquí, en tela de espiga (otro obligatorio de la temporada), con corte evasé, bolsillos y un cuello y puños de soñar en tejido estampado. No me puedo imaginar a unas niñas más monas que vestidas con este estilo.

Pues nada, que parece que muchas no lo ven… ¡Qué pena! En cambio, hay que ver cada mezcla de colores, que, cualquier día, me quitan la devoción.

Macali insiste en estos colores con el vestido Merlot, en un precioso color caldera. Tal cual está y con esas medias, estilazo y romanticismo a la vez, bárbaro. Encantador el cuello blanco de algodón con lazada y puños a contraste en negro.

¿Cómo la veis? ¿Triste? ¿Apagada? Yo la veo simplemente increíble de bonita. Tan claro como el agua lo tengo.

Y para las prendas de abrigo “inexistentes” para niños pequeños, mirad el bombón de abrigo Syrah. Diseño espectacular, con capelina por detrás, muy abrigado, con doble faz, contrastando el color hueso con el gris y cierre con cremallera.

¡Más no me puede gustar! ¡Cómo está la niña, por Dios! La veo espectacular y muy, pero que muy poquito triste. Todo lo contrario. Está estilosa y elegante como nada.

La trenca, mira por dónde, también es gris. Preciosa, también con el contraste en hueso y botones de madera, que me pirran…

No digo más. Miradla, a ver qué os parece. ¿No es una gozada verla? Ayyy…
Y por supuesto, para el niño (bien pequeñito), los bombachos, también en cuadro de Gales grises. Fijaos qué combinación se puede hacer con granates, azulones, etc. Un niño preciosote.

En “Laura Montaño”, tampoco deben de estar muy de acuerdo con la dueña de esa tienda, ya que podéis ver, entre sus colecciones, siempre sorprendentes y con clase, la falda gris oscuro con tirantes, de una elegancia absoluta y camisa blanca con cuello bebé y lazada estrecha, con botones rosas como todo adorno, tanto en la falda como en la camisa. Aire de colegiala seria…

O el vestido de vuelo Penélope, de pata de gallo gris, es otro buen ejemplo. Con vuelo, cortito, de manga francesa y con sus detalles deliciosos en la pechera y en los puños.

También lo tenéis en conjunto de short, para las que no son de vestido, igual de elegante y con mil posibilidades para combinarlo. El blusón, color hueso y con volante en el cuello, recuerda a épocas pasada. El talle alto…¡Me chifla!

Más con el mini vestido Salomé, de morir, con el blusón de volantón rematado en crudo, talle alto y shorts bombachos, también con el detalle exquisito que caracteriza todo lo de Laura Montaño.

Puedo seguir… pero son infinidades de colores oscuros los de Laura este invierno. ¿Por qué será?
¡Ayyyy, este Serrat, me está poniendo lánguida! Tan lánguida como estos tonos divinos que os estoy enseñando…

Voy a cambiar a Sabina… pero también son canciones tristes…Será el día, el comienzo del otoño, los colores de mi alma, la nostalgia por el verano que se ha ido… no sé.
Os enseño un poco de la exquisita tienda y marca “Susana Urquijo”, en tostados y beige.

¿Cómo encontráis estas maravillosas camisas escocesas con tira bordada y chaleco de piel? Vamos, exactamente lo que me apasiona.
Son requetetodo. Tiene un gusto innato y se lo hacen para su tienda en exclusiva. Todo de cinco estrellas y con unos precios estupendos. Os recomiendo encarecidamente que la visitéis. En mi blog, tenéis su logo, donde sólo con pulsarlo, os lleva directamente a su tienda.

¿Y este conjunto que ni en sueños hubiera diseñado yo de impresionante? Algunas ya tenéis la suerte de tenerlo. Fijaos en todos los detalles, en la imaginación, mezclas… Para mi gusto, una delicatessen auténtica.

Y el vestido con el lazote escocés, más de lo mismo. Poco más pido yo para las niñas que maravillas como éstas.

Me chifla este vestido con todos los complementos también en los mismos tonos. Más oscuros o más claros, pero en tostados, camel, etc.

“Petritas”, otra marca de mis amores. Paula se sigue superando y nos deleita con vestidos como éste gris con volantón blanco. Exquisito, sencillo y súper favorecedor. Adivina también mi gusto y sé que el de muchas de vosotras.

Elegante enterito, no me puede gustar más. Sencillo y a la vez, llamativo.

Colores grisáceos también en el vestido Geométricos Carbón. ¡Qué volantón! Manga al codo, también con volante… Un canto al buen gusto totalmente. Ya me imagino los complementos y esta niña sería el centro de atención de cualquier sitio.

De enamorar su vestido capelina gris. La niña parece un angelito. ¡Qué maravilla de vestido! Si os dais cuenta, ninguno cae en la vulgaridad, en el exceso, en los vuelos imposibles… Es todo como debe ser.

Otro a tener muy en cuenta: el vestido María verde copos nieve… Cuello bebé y puños blancos como todo adorno. Manga francesa… ¡Uhmmmm!

Mientras sigo cantando, mirad sus capas jaspeadas con pelo de piel de zorro… ¡Me muerooooo! Gris antracita, gris perla, marrón…. Da igual, cualquiera, me ha dejado sin habla…

Eso ya depende de con qué lo quieras combinar… Yo tendría serios problemas para elegir, aunque acabaría como siempre…

Bueno, que espero opiniones. ¿Son bonitas, tristes, feas o cómo?
Sé perfectamente lo que estáis pensando la mayoría, gracias a Dios. Paula, hija, tú no me haces mucho caso, pero si supieras lo que suspiro por Petritas… te acordarías más de mí, jajaja.
Como siempre, ya me paso hablando, pero os quiero dejar con la colección Zarina de la marca que va a dar mucho que hablar, es más, ya lo está dando: “Ocarina”.

Jesusitos que han sido un flechazo nada más verlos… Coquetones, elegantes, lo tienen todo. Lo combinas con granate y te queda un conjunto de bandera.

Fondo gris con flores, mezclado con otra tela de topitos, capotas con volantes, lazadas, braguitas… Las dos niñas nos lo dicen todo. Deliciososssssss.

Aquí se ve mejor, con los bombachitos. Todos los detalles que tiene…¡Barbarísimooo!
Igual que el vestido de vuelo, con la pechera de topitos…auténtica maravilla. ¡Qué gris y qué mezcla tan preciosa! Cómo combinaba yo a esta niña… La dejaba como un pincel.

Estilazo en estado puro con la falda y chaqueta que lleva la niña aquí… ¿no os parece? Un conjunto de llamar la atención por sencillo, con gusto, con ese algo que no tienen tantos y tantos otros…
La chaqueta, estilo militar, que tanto se lleva, no puede ser más ideal. Fijaos en el detalle de la vuelta, con la misma tela que la falda… Esas pequeñas cosas son las que me gustan a mí, ya lo sabéis.

Las niñas que yo quiero no necesitan… lalala… vuelos, mil colores, ni miles de tejidos conjuntados como vacas en feria.
Prometo seguir con esta maravilla de colores, que, gracias a Dios, tienen muchas marcas y que daría lo que fuera porque lo leyera la “antipática” de la tienda de al lado.
Un beso alegre de mis colores favoritos
De acuerdo contigo, con el tema del chándal. Me parecen horribles. Solo se justifican si vas a hacer deporte. Tu sigue paseando a Tess como si fueses a tomar café al Carlton.
Ahhh, el color gris es ideal, Eva y Jimena siempre tiene en su armario algo gris, que combina con todo. Un beso
Jajaja, ya sabes que soy incapaz de ir con chándal….¡Un beso muy fuerte!
Muy bonito me encanta el gris ,