Se van terminando las Primeras Comuniones… Ya sólo queda el próximo fin de semana o dos, como mucho, y finiquitadas.

La verdad es que nos hacen vivir a un ritmo increíble. Ya me sé las tendencias para el año que viene y no es eso lo malo, sino que hay muchas madres que ya están interesadas en ello.

A mí me parece que nos hemos salido del tiesto, pero bueno… Las Comuniones, para

mi gusto, cada vez son más parecidas a las bodas.

Incluso algunas más. No os podéis perder algunas tendencias para el año que viene que son preciosas, pero… ¿para una niña de 9 años?

Bueno, ahí lo dejo. Ya sabemos que hay gente para todo.

Igual que en la graduación de mi hijo, que fue este viernes. Pues, qué queréis que os cuente. La gente iba arreglada de aquella manera… Vamos, como visto yo cualquier día y las “graduadas”, excepto tres o cuatro que iban normales, iban más bien mal,

corrientes, con un vestido o mono de cualquier día de verano y punto. Eso sí, los vestidos cortos, horribles, de telillas transparentes…

No sé si soy una provinciana, pero qué queréis que os diga. Donde estaba el glamour que había en las graduaciones de Burgos, que se quite la del viernes.

¿Un día es un día no? Pues eso, hay que saber distinguirlo, creo yo. A los chicos les

salva que llevan traje.

Y me viene muy bien hoy esta reflexión en relación a la marca de la cual os voy a hablar. Siempre dije que jamás hablaría de marcas que no me encantaran, me gustaran o que les viera que tenían “algo”.  Es más, a una marca ya le dije que lo sentía, pero

que no me salía hablar de la ropa que me ofrecía para que escribiera un artículo. Sabéis que soy muy visceral y se me nota.  Entonces, ¿para qué lo iba a hacer? Flaco favor…

Bueno, pues ese “algo” mágico y con mayúsculas del que os hablaba  es lo que he visto en esta marca. Ahora

firmaba porque la mitad de las niñas de la graduación hubieran ido vestidas así, con cosas de esta ropa que os voy a hablar y no con los trapos mal puestos que llevaban…Mi hija, como hermana del «graduado», llevaba un mono 

(de la marca)  blanco precioso, liso y con todo el cuerpo calado con flores que es una auténtica maravilla… Parecía una de las que iban a graduarse y no al revés.

Hablo de la marca Monnalisa, marca italiana, nacida en 1968 en Arezzo y que se distribuye en más de 60 países de todo el mundo. Es todo un referente en materia de moda. Y más concretamente, os hablo de Monnalisa Madrid, que lo tenemos aquí mismo, en Madrid, en pleno barrio de Salamanca.

Yo, en un principio, y para seros sinceros, os diré que a mi hija,  de pequeña, jamás le hubiera puesto esta ropa. Claro, eso fue hace tiempo (ella tiene ya 20 años), y no la veía con este estilo.

¿Pero qué paso? Que me presenté en Monnalisa Madrid, en la calle Claudio Coello 95, y fui cambiando de idea.

La tienda, para empezar, ya tiene un encanto fuera de lo normal. Es pequeñita, pero enseguida ves los conjuntos, vestidos y todo el colorido que la inunda. Y sobre todo, un plasma gigante por el que iban desfilando niñas con la ropa de la marca, al cual me quedé pegada sin pestañear: niñas divinas, peinadas con moño con la raya muy baja, preciosas, en un paisaje con un acantilado espectacular…

Bueno, me quedé con la boca abierta. ¡Qué puesta en escena! ¡Qué gusto por Dios! ¡Qué niñas más divinas!

Estuve hablando un buen rato con Natalia, la dueña que es encantadora, y me fue enseñando toda la ropa. Hay distintas líneas, más chic, más rebeldes, más cañeras, de alta costura…

La verdad es que tocas la ropa  y no hay duda de su increíble calidad. Y después hay que hacer una reflexión y pensar en qué tipo de niñas se la pueden poner.

Porque la verdad (a Dios gracias ahora tengo la mente más abierta), ví varios conjuntos que eran maravillosos. Sobre todo uno que a Almudena, mi hija, en esos años tan difíciles, desde los 10 a los 16, en los que, cuando hay alguna celebración no sabes qué ponerles porque corres el riesgo de que vayan muy niñas o al revés, yo se lo hubiera puesto sin dudarlo, porque le va totalmente y es precioso.

Veo que es ropa para niñas que tengan un “algo” también para saber llevarlo. Niñas con estilo, espigadas, con salero, garbo… Niñas con personalidad. Y de éstas niñas hay muchas más de las que parece.

Yo veo por la calle miles de ellas que van de cualquier manera y son niñas preciosas. ¡A esas niñas les iría como un guante ir con ropa de Monnalisa! Lo que pasa es que hay que saber cuándo, cómo y donde.

No es tan fácil este mundo de la moda y hay que dedicar tiempo. Algunas nos creemos que nuestro gusto es el que tienen que llevar nuestras hijas y punto. No hay quién nos saque de ahí. Y,  a veces, abriendo la mente, vemos el vestido de nuestros sueños dónde menos te lo esperas.

Pues yo, salí de la tienda encantadísima, porque, dentro del estilo moderno que indudablemente tiene Monnalisa, hay mil y una posibilidades para una niña clásica, para distinguir un día, para cuando tienen una determinada y mala edad, y miles de casos más.

En principio, se la recomiendo a mi amiga Lydia, que tiene gemelas y siempre van modernitas. Creo que irían monísimas con algunos de los  modelos que luego os enseño.

Ya os dije en otro artículo, que en uno de mis viajes a Burgos, la dueña de la tienda más bonita, y que lleva más de 40 años, me dijo que era lo que más se vendía para eventos, celebraciones, bodas y demás… Mil veces más que lo clásico.

Y para seros sincera, tal y como salían las niñas en el plasma, me entusiasmaron. Claro, son niñas de catálogo, elegidas para eso. Pero incluso, con los modelos más arriesgados, están divertidas, parecen “extranjeritas” monas.

Me volví a casa encantada y pensando cómo enfocar el artículo. Pero no he pensado nada. Simplemente, como me gustó, lo escribo tal y como me va saliendo.  Y os repito, que si tenéis hijas entre 3 y 16 años  o más (también hay de bebé pero por ahí sí que no paso), podéis encontrar el vestido o conjunto, que, después de dar mil vueltas, habíais soñado.

¿No os digo cómo estaba mi hija con el mono blanco? Era muy sencillo y divino. Y era una talla 14.

Hay para más atrevidas, menos, de todo. Lo que sí que tenéis que tener en cuenta (repito), es que no a todas las niñas les va esta ropa. Y no por nada. ¿Acaso valgo yo para desfilar en Cibeles? Pues es lo mismo. Las niñas tendrían que pasar un casting para llevar estos modelos… jajaja. A lo mejor es demasiado, pero no veo yo a una niña sin gracia ni garbo con ellos.

Es mi humilde opinión. Esta ropa es “mucha ropa” y la debe llevar quien sepa lucirla. Así de claro. Como siempre os digo, la niña tiene que llevar a la ropa y no al revés.

Lo clásico es mucho más fácil, porque a casi todo el mundo le va. Estarán más o menos monas, pero no tiene nada que ver. Esta ropa de Monnalisa es para llamar la atención.

Esta colección de primavera-verano tiene inspiración vintage que reproduce divertidos eventos clásicos del pasado y los relanza con aires frescos y desenfadados. Vais a ver faldas de tul, parkas y bombers acabados con encaje y para ocasiones especiales, un “total White”.

Y dejo de enrollarme, a ver si, enseñándoos todo lo que vi, os hacéis una idea de lo que os digo.

Os enseño primero los vestidos más chic, de primerísima calidad, muchos con el tejido de neopreno que es la última… Ideales para eventos o días especiales.

Por ejemplo, los vestidos blancos, siempre presentes en verano y siempre ideales con el moreno. Mirad la maravilla de vestido de vuelo, con cinturón estrecho y todo el cuerpo como si fuera tipo crochet, con cuello bebé. Me parece como un ángel y me gusta a partir de los 7 u ocho años. No deja a nadie indiferente y cuando lo ves de cerca, menos. Para quitarle modernidad, ponedle unas bailarinas en lugar de sandalias.

Estos otros, también arreglados y perfectos para quedar como una reina en algún evento. Uno con lazote en la cintura y el otro con lacito metalizado a juego de los adornos en tela brillante que lleva.

Me gusta muchísimo esta falda de rayas marino de vuelo con la blusita blanca y lazo marino.

Imginárosla con unas bailarinas marino. ¡Conjunto absolutamente divino! Y no lo veo moderno para nada. De cintura alta con las rayas verticales, sienta de cine ¿no os parece? Estas edades son las que veo difíciles para ponerles vestiditos un día especial. Con este «modelazo», solucionado.

Y lo mismo digo de estos conjuntos tan monos, en los que se coordinan las flores y las rayas. ¿ No las veis

encantadoras? Es lo que nos pasa por cerrarnos a determinados estilos. Yo, por ejemplo, no tenía la menor idea de que en Monnalisa hubiera cosas tan monas y mira por dónde, pues sí, las hay. Como os decía, este conjunto de chaqueta amplia  de flores con pantalón pitillo de rayas marino

tiene su aquel ¿no? Desde luego, la

niña tiene un estilazo fuera de toda duda. Luego, ya son los gustos, pero el estilo, nadie se lo quita. Y lo mismo digo de la cazadora vaquera con los shorts de flores. Este es monísimo y nada moderno. Bueno, eso me parece a mí.

Y bueno, paso con los conjuntos rosas, que causan furor este año y que realmente alguno es impresionante para un día especial, como este vestido, con tejido novedoso de neopreno (lo he tocado y es una gozada). Rosa liso, con pliegues en el vuelo y detalle de flores en el cuello. Super especial. Y también monísimos los de flores rosas, como éstos. Para lucirse cualquier día, y desde luego, de los más discretos y elegantes.

Me chifla tanto el de mangas tipo «alitas» y volante superpuesto en el bajo, como el más arregladito, con cuello bebé, rosas grandes reventonas y lentejuelas en el bajo.

Uno «más puesto» y el otro, menos. Los dos preciosos. Depende de la ocasión. Sé que a muchas ya les

gusta este tipo de ropa, pero estoy convencida de que las que, como yo, no eran muy afines a ella, se están quedando absortas de las monadas que, si buscas, encuentras. No nos puede gustar todo, eso es evidente, pero hasta el momento, no le hago ascos a nada, todo lo contrario.

Voy a enseñaros la línea «Bimba», donde en algunos modelos ya se aprecia el arte que tienen que tener las niñas al llevarlos. Destacan aquí los tonos azules: el azul cobalto satinado, con margaritas y rayas en vestidos de otomán, conjuntos de pantalón… Aquí tenéis desde la talla 2 a la 12. Niñas frescas, informales y estilosas. Os enseño los vestidos de vuelo

encantadores. A mí me gusta para un poco más mayores, pero reconozco que esta niña está como un bombonazo. Es lo que os decía sobre que no pega a todo el mundo. Y desde luego, sobran las sandalias.

Más modernos aún son éstos conjuntos, pero me dejan alucinada de con que estilazo lo saben llevar: leggins mezclados con faldas de tul, camisetas; parkas de encaje con leggins, las zapatillas, que por cierto, me encantan… Todas estas cosas jamás se me pasaron por la cabeza a la hora de vestir a mi hija y sin embargo, a estas pirrupias las veo monísimas. Ya me daréis vuestra opinión, que ya sabéis que la espero.

Sobre todo, la parka como de encaje, me ha parecido ideal hasta para mí. En conjunto, hay que reconocer que está todo muy estudiado y que no es un modelo en el que te pones lo primero que encuentras. Todo está conjuntado al milímetro. Y os juro que las veo con un encanto y un saber estar increíble…

Pasamos a las cazadoras de flores, bombers... todos conjuntos modernos, pero como os digo, encantadores.

Los conjuntos color melocotón combinados con flores son más arriesgados. Aquí se necesita una super star para ir pisando firme por la calle, jajaja. Son los primeros que veo con los que yo no me atrevería, pero estoy segura de que hay niñas que sí. ¿Cómo los veis? Faldas de tul, camisetas con dibujos animados, cazadoras de flores… ¡Atrévete! Puede que tu hija sea una de ellas.

Y os enseño algo de la colección marinera, como la he bautizado yo por lo colores. Me parecen marineros modernitos, pero la verdad es que son una pocholada. Por ejemplo, el conjunto de esta niña, con una camiseta de rayas de toda la vida y cuello de bebé, no me diáis que no es de siempre. Luego la gorra le imprime el estilo. La veo ideal.

Y unos vestidos que me encantan: el rojo perforado de talle alto y el marinero de rayas coordinado con flores. Se los podía haber puesto a mi hija perfectamente. ¿Veis cómo a veces tenemos prejuicios absurdos? Ya me diréis cómo están las niñas…. El rojo, con el pelo suelto y bailarinas a juego, como el típico vestido clásico que alguna vez les hemos puesto todas. El otro puede que sea más

modernito… Pero sin la chaqueta, perfecto. También me gusta.

Bueno, ¿qué tal vais? Bien, seguro que sí. De verdad que tenéis que ir a la tienda y comprobarlo con vuestros propios ojos. Ya sabéis que si no me hubiera gustado, no escribo. ¿Acaso iba a ir mi hija con uno de sus monos a la graduación de su hermano? Pues claro está que no.

Y ahora sí que ya paso a la colección «más rebelde» de todas: La Jakioo. En ésta hay cosas que me chiflan y otras que, o se las ponen niñas que vayan a hacer portadas de revista, o sean bellezones y estilosísimas, o las que las lleváis normalitas, no creo que oséis jamás en pensar en vestirlas así.

. Nosotros, siempre por detrás de los italianos. Allí es lo normal, pero… hay que pensarselo bien y estudiar a tu hija para atreverse. Por eso esta línea va desde los 6 hasta los 16 años, porque les pega más a niñas mayores que saben lo que quieren. Y me gusta más cerca de los 16 que de los 6.

Incluso, a los 16, pueden tener su «punto». Los modelos de mono corto y falda larga con cazadora me encantan para niñas un poco mayorcitas (se me ha olvidado deciros que la ropa de Monnalisa talla grande).

La cazadora de cuero rosa con tachuelas a juego de la camiseta y falda larga lo veo entre rebelde y elegante. ¡Me encanta! La mismita cazadora la tenía la dueña puesta en una talla 12  y le quedaba preciosa. La llevaba con unos jeans y punto. Estaba perfecta.

Y pasamos al atrevimiento del que os hablaba. Juzgad vosotras mismas: en primer lugar os enseño este conjunto de falda larga print que no es de los más arriesgados. Para una niña de 16 años puede que hasta me chifle, depende de cómo lo lleve…

Por ejemplo, esta niña lo lleva con mucho estilo, con el tocadito-lazo en el pelo a juego, la camiseta coordinada y zapatillas que le dan personalidad. Pero ¡cuidado! Si no se lo pones bien, corren el horroroso peligro de ir disfrazadas.

Y opino lo mismito de estos conjuntos con shorts y cazadora print. Así, tal y cómo los veis en la foto, yo veo a unas niñas modernas y monísimas. Pero… ¡acordaos siempre de lo que os he dicho! No vale para todas. He visto cada una que mejor que se hubiera quedado en su casa… ¿Veis? Yo las veo que van para modelos o así…  Aquí están monísimas.

Y la revolución llega de la mano de las faldas de plumas con medias blancas con rayas… ¡Pasen y vean!

Este conjunto con falda de plumas verde, pues qué deciros… Ja,ja,ja, ¡que no me atrevería ni loca a poner así a la niña! Pero no sabéis el éxito que tienen. Unas de las mejores clientes de esta marca son las

mujeres de los futbolistas. ¿Lo sabíais? No sé por qué. Bueno, la marca ya sabréis que es un poco cara y desde luego, son de las que más se lo pueden permitir, pero vamos, para mí no es referencia de nada. A ver ¿por qué justamente, las niñas de los futbolistas van a tener el estilazo necesario y personalidad arrolladora para llevarlo? Pues no. Otra cosa es que es lo más y se lo quieren poner.

Seguro que a cualquier niña que vemos por la calle le queda mil veces mejor: hay niñas bellezas, tipazos y con un estilo bárbaro. A lo mejor lo que les falla es el dinero. Pero vamos, que no os creáis que es de asustar de caro ¿eh? Muchas de vosotras, y yo también, nos hemos gastado lo mismo o más en una tienda clásica que hay unas calles más allá.

Este artículo lo he querido hacer para que como yo, abráis un poco la mente y os dejéis llevar por conjuntos maravillosos que hay en Monnalisa Madrid.

Hay que entrar, tocar, rebuscar… y veréis como no es tan moderno ni tan imponible cómo nos creíamos. ¿No lo habéis visto ya? Hay conjuntos verdaderamente espectaculares.

Como también espectacular es la línea Couture, de la que os dejo algunas fotos, porque los vestidos son impresionantes. Son los que yo miraba en la tienda (en la televisión) y me quedaba con cara de boba. Esos son palabras mayores… ¡Ahh, por cierto, la segunda foto del post es el vestido que hubiera puesto a mi hija para una boda! El de lentejuelas y lazo negro… ¡Es divino! Ya sabéis, que rectificar es de sabios.

Un beso con carmín azul cobalto