¿Qué tal este inviernito que nos está tocando? Yo, por fin he tenido que sacar abrigos de verdad, ya que la semana que viene me voy a Burgos unos días y la nevada que ha caído hoy no es para contar.

 

Ahora mismo estoy asada, pero en la calle, por fin hoy hacía frío. Pero frío del bueno. Hace muchísimo tiempo que no notaba ese frío, ya que el año pasado no hizo ni la

mitad. Así que ya sabéis, sacad gorros, bufandas, guantes y demás y no hagáis como mi hijo que va al colegio igual vestido en verano que en invierno. ¡Grrrrr, maldita edad! Es como si oye llover cuando le dices que se abrigue.

Todo el mundo iba (para mí, claro) exageradamente abrigado. Me he ido fijando en la ropa  (deformación profesional) y no había nadie que no llevara guantes y bufanda hasta los ojos.

Tengo que confesaros que yo llevo guantes porque me encantan, no por frío. Hay unos guantes divinos… jajaja.

Bueno,  y cuando media España está nevada y la otra media gélida, todas las marcas de ropa presentando sus colecciones de primavera-verano. Pero es que este mundo es así. Y la gente preguntándome ya por vestidos de ceremonia para bodas. ¡Me va a dar algo!

A mi me gustaría hablar aún de invierno un

poco, pero esta mañana ya ha habido tres lectoras que me han pedido que hable de ropita para ir a una comunión, bautizo y boda.

Así que se me ocurre hablaros de MissMini. ¿La conocéis? Se dedica a ceremonia, pero una ceremonia muy versátil, es un vestir un poco especial. Es decir, para cualquiera de los eventos que digo, van preciosos. Además coordina perfectamente a los hermanitos, son colores y diseños dulces y clásicos. A mí me han parecido preciosos para esos días.

Comienzo por la colección “Alma”, en plumeti blanco y puntillas en beige. ¡Qué más quiero que estos dos colores juntos! Es dulce, dulce y perfectísima para llevar las arras o para ir a una comunión. Me chifla, pero rechifla el Jesusito, con la capota preciosa con volante, el vestido de volantes también y la braguita. El encaje beige en la parte central y los lazos en rosáceo no le pueden favorecer más. Es encantador. También el de la mayorcita y el del niño son divinos: para unos que tengan tres niños, imaginaos. Al infinito y más allá…Me gusta muchísimo la manga francesa del vestido de la mayorcita con los lacitos. Delicada y pochola la colección.

La Colección «Ángel», en azul celeste de piqué y puntillas blancas, otra dulzura. Las mangas del vestido de la niña con la puntilla lo hacen totalmente especial y la lazadota en el talle alto me encandila. La veo preciosa para comuniones, cumpleaños e incluso, ya sabéis, para un día que me de la gana lucir a los niños. No es tan arreglada, es especial.

No puedo con la “Damasco”. Me como a la bebé con patatas con ese vestido crema y azul, con la banda bordada en el talle alto y esa capota divina de la muerte, con las onditas en la parte

trasera que favorecen increíble… Mirad cómo queda la falda celeste por debajo de la beige adamascada… Me derrito como si fuera un helado al sol. Fijaos en los detalles por detrás, con esa abertura y lazo… e insisto en la capota. El del niño también es una monería totalmente a juego.

La Colección “Mar”, otra estampa de lujo, en azul y plumeti blanco. El modelo del niño es de morir de bonito con toda la pechera y el fajín de plumeti. El vestido de la niña, divino con esa sobre falda. Para pajecitos en una boda, me parecen bárbaros. Me imagino a un grupito de niños así y ya

sabéis que ni miro a la novia. Las detallistas, tened en cuenta cómo están hechos, que hay algunas (en concreto una amiga mía) que no distingue entre una puntilla deliciosa y un trapillo parecido, jajaja. Me da una rabia que no puedo… Y eso es malo, porque se sufre.

Cuando yo compraba la ropa a mis hijos en una tienda ideal de Madrid, me decía alguna conocida: “pero si los tienes iguales a la vuelta de la esquina y tres veces más barato…” Grrrr, me daba el telele, teníais que ver los de “la vuelta de la esquina”.  Pero para muchas, eran iguales. Es

increíble, aún no lo entiendo. Pero mira, tan contentas van, aunque no me dan ninguna envidia.

Sigo enseñándoos la Colección «Rosella», en crudo y con una puntillota rosa empolvado divina que realza todo el conjunto. El del niño es

precioso, pero tiene que tener, como mucho dos o tres años, porque, si no, puede pecar de cursilito, ya que es muy tierna y la puntilla muy grande. El vestido y Jesusito sin desperdicio, y para boda, comunión o fiestas de guardar, espléndidos. ¡Con qué gusto están hechos, por Dios!

No voy a ser mala y os voy a

enseñar la “Terra”. Jaja, es que me gusta tanto, que me la quería reservar para alguna prima mía… pero no. Ya sabéis que el camel con azul me puede y ésta es así, pero además, aderezado con una puntilla blanca espectacular. Bueno, mirad las fotos que

merece más la pena. El trajecito del niño es divino de la muerte, con la puntilla a modo de fajín y  ese cuello mao.

Y la niña…¡Cómo está la puntilla, estratégicamente colocada! No conozco a la diseñadora pero es un hacha. Por favor, ponedles las medias y zapatos en camel, y el lazote del pelo, azul. Bueno, aquí lo veis con un tocadito que ya sabéis que no me hacen mucha gracia, pero si el evento lo requiere… que así sea.

La Colección «Valentina» se podría titular «Nata y Fresa». En colores crema y rosa pastel, es otra de mis favoritas. Con la espalda del vestido de las niñas ya tiene todo ganado. ¡Qué puntilla más increíble alrededor de todo el escote y en el bajo! De remate, ese lazote atrás, bien grande, como me gustan a mí. El del niño es cuco total, pero os digo lo de antes: para pequeñines.

De la “Verona”, en camel y blanco, qué os cuento que no sepáis. Veo tanto al niño, como a la niña, de pajes de boda otra vez. Sensacionales por los cuatro costados. La puntilla camel es hiper-mega-especial y las

mangas del vestido… Hay que reconocer que no sabes con qué colección quedarte. ¡Qué gusto madre mía! La diseñadora debe pasarse las noches en blanco para tanta maravilla. Vamos, igual que yo, que diseño por la noche, porque por el día no tengo tiempo,

jajaja. Pero que sepáis que es totalmente verdad.

Bueno, y para las que os gusten los tonos más chillones, la colección “Vintage” es perfecta, en blanco y un verde intenso reventón. Lo veo de boda totalmente y el vestido de la niña con el lazo gigante me apasiona. El conjunto del niño es monísimo pero, como os vengo

diciendo, lo veo para niños más pequeños. Los primeros que no se lo quieren poner si no, son ellos.

Me imagino a la novia, con una banda verde igual y también un toque verde en el pelo. Ellos como pajes, queda estampa

primaveral total. Super favorecedora.

La“Dama”, otra delicia en crudo y camel, pero aquí, el vestido de volantes le da un toque menos clásico que reconozco que es divino. ¡Me chifla!

Por colecciones que no quede ¿eh? Quien se queje mañana, va listo. Como aquí, entre tanta idealidad no encuentre algo, es que es un raro y ya está.

De la “Belle”, os dejo fotos y juzgad vosotros mismos. Preciosa, también en crudo y rosa. Para cualquier tipo de evento. Cualquiera.

Las más diferentes son la “Cartuja” y la “Nazaret”. La primera, en azulón de toile de jouy y crema, preciosa. Tanto el Jesusito, como el vestido y traje del niño, los veo para boda. Los detalles no

tienen desperdicio. El toile de jouy, siempre será eterno, y la pechera del vestido no sé en qué momento de iluminación se le ocurrió diseñarla, pero es una obra de arte.

La segunda, como su propio nombre indica, os imagináis que es en morados y cremas y, aunque sabéis que el morado no es santo de mi devoción, me rindo ante tal maravilla. Es más, si tuviera niños de esta edad, se lo pondría ya. Me ha enloquecido el vestido, la delicia de manga con la puntilla y lacito, bufff. Toda la pechera de puntilla de arriba abajo y la banda de seda con lazote atrás. ¡Supercalifragilisticoespialidoso! No se me ocurre otra palabra para definirlo. Y el del niño, de los más monos. Comestibles.

Termino con la “Luna”: en crema divina, con un toque en los lazos de la niña en rosa. Delicada, dulce, armoniosa, con unos volantes exquisitos que dan movimiento al vestido. Delicioso. Y el conjunto del niño, de los más elegantes. ¡Bravoooo!

Ha sido un verdadero paseo por nubes de algodón y bombones. Mi super enhorabuena a estas deliciosas colecciones. El éxito está asegurado.

Un beso de pasteles