
Bueno, un día más por aquí.
Atareadísima como siempre. ¡No sabéis el lío que se arma con las Comuniones, que es lo que toca preparar ahora!
Madre mía, cuánta duda, cuánto nerviosismo…
¡Me lo estáis contagiando! Hasta me siento culpable, cuando alguien me manda fotos y le digo que no me


gusta… ¡Pobres!
¿Es que no me conocéis? No me pidáis opinión si a vosotras os convence, por favor.

Porque lo único que hago es poneros de los nervios y no quiero.

Lo que pasa es que no puedo decir que me encanta si no es así.
Tengo que aprender a ser más falsa y así estarías tan contentas.
Así, a las que os he dicho que monísimo es que me lo parece.
Para evitar situaciones en las que me decís que el vestido es muy sencillo, que no tenéis idea de cómo complementarlo, o que lo habéis heredado de alguna prima o familiar y que no os llevéis esos disgustos, los cuáles entiendo perfectamente, hoy os voy a dar la solución.
¡Es vuestra hija y es su día!
Hablamos hoy de “Miss Garland”, que ya lo hice el año pasado. Se dedica a los complementos de Comunión y Boda de todo tipo. Son exquisitos, hechos con mimo y dedicación. La mayoría son pequeños, enredados con tules, cintas, puntillas, etc. Y también tiene grandes, pero en los que cada pieza, llevan su trabajo, detalles… no sé cómo explicarlo. Pues que no es un floripondio ahí plantado sin gracia y sin calidad. No, en esta marca es todo para gustos superiores.

En su stand, cuando voy a FIMI, me llevaría todo a mi casa. Los tocados de mil formas, las coronas, las bailarinas… Todo es ideal, en miles de colores. Todo armonioso, delicado, para niñas con madres exigentes y de buen gusto.

Es una gozada ir eligiendo los complementos para tu niña o para ti. Intentar que combinen, no recargarlo, que sean en los mismos tonos… ¡Una maravilla!
Yo disfruto mucho más con un vestido sencillo y mono y después, hacerlo a mi gusto con los complementos.

Hay vestidos realmente ideales, a los que sólo les falta un poco de viveza, para que vayan más favorecidas, y sin dejar de seguir siendo niñas.
Y para eso, está «Miss Garland», para que los vestidos sean algo original, únicos y a tu gusto.

Un ejemplo, a lo mejor un poco exagerado para llevar todo, pero que me encanta, es el collar babero que lleva esta niña, a juego de la corona y de los guantes.
Desde luego, si el vestido es demasiado simple, este collar le va a cambiar por completo y le va a dar un toque increíble…

La corona también. Yo, prescindiría de los guantes, por ejemplo, por no recargarlo.
Aquí, otro ejemplo de collar babero (me apasionan) y corona. Para un vestido normalito, de piqué, por ejemplo, que me encantan.
Le pones estos adornos y la niña va como un sol.
Ahora, os tiene que gustar¿eh?

Que estos collares son impresionantes, pero la niña tiene que llevar al collar y no al revés. ¿Me explico?
Otra opción, es la de corona y cinturón a juego, como veis aquí.
He visto a niñas de corto con complementos así y no es por nada, pero superaban con creces a las demás, tan llenas de adornos, vuelos y tules.

Un vestido sencillo y estos complementos arrebatadores hacen milagros. En los colores que tú quieras, bien empolvados, suaves o más fuertes, como éstos.
Mirad qué clase tiene esta niña con los complementos en un rosa precioso.
Se alía con el crudo de forma colosal. ¡Me encanta así también!
Eso ya depende de sí te gusta más o menos recargado y de los colores que más te guste mezclar con el blanco o el crudo del vestido.
Pero os aseguro que aquí, la palabra «hortera», no existe.

Divina esta coronita pequeña doble llena de adornos preciosos, el collar, que lo tenías que ver en la mano, y el cinturón.

Todo en un rosa nude que hace maravillas con un vestido blanco o crudo. De lo que más me puede gustar…
Fantástica del todo la media corona Raisha.
Mirad cómo está hecha, qué perfección… Las flores de tul, las hojas, la cinta que es una puntilla… Como os decía, todo está hecho de manera impecable y estudiada.

Es, digamos, de una calidad extrema.

La corona Bridal es otra joya, que sólo tenéis que mirarla detenidamente. ¡Indescriptible!
Deliciosa esta otra, que combina flores de tela con flores de tul en crudo y los detalles tan ideales que caen por detrás…

Le combinas el cinturón a juego, y va como un ángel bajado del cielo. De verdad.
Las que prefiráis los más sencillos, perfecta la corona de rosas de pitiminí de colores. Queda soberbia, elegante, perfecta…
También chiflantes, para las que huis de tanto adorno, las horquillas Canela en rama, que no son unas horquillas cualquiera, no…

Miradlas bien.
Yo le pondría una melenita mona y una horquilla baja a cada lado del pelo y no puede quedar más bonita…

Preciosísimo también, el bandeau Bridal, con una florota en rosa y crudo, y la banda de tul terminado en puntilla blanca.

¡Una delicatessen absoluta!
¿Y qué tal una media capota? Ya sabéis que me privan y que yo quiero una a toda costa. Mirad qué delicia es la Bibi Raisha… ¡Por Dios, qué maravilla!

Las bailarinas Venecia, ya son para una vitrina… ¡Colosales! ¿Veis?
Éstas no las puede llevar cualquiera. Sobre todo, las que llevan un vestido recargado.
Son para muy pocas niñas. Para las que saben lo que es ir bien vestidas a su Comunión y consideran que los complementos son igual o más importantes que el vestido.

Son como joyas antiguas y como tal, hay que tomarlas… Si las llevas, cuidado con lo demás. Una corona a juego y punto. ¡Perfecta! Bueno, y una banda sin mucho adorno, también.

Las bailarinas decoradas son también perfectas y más ponibles, si es que lleváis más adornos, pero a mí las otras, me trastornan.
Fijaos en esta niña en el banco con todos los complementos en verde. Imaginad un vestido blanco o crudo sencillísimo, que los hay divinos.
¿No está de película?
Yo llevaría la corona, el collar babero y las bailarinas de mi alma, seguro.
Y qué original, por Dios… Hasta con la tobillera. Los guantes, ya no.


Exquisitez máxima es lo que irradia esta niña con la semicapota hecha como los ángeles y el rosario (lo teníais que ver de cerca).

Yo no soy muy de guantes, pero le pueden quedar perfectos si el vestido no tiene grandes perifollos.
O la semicapota Provenza, de desmayo. Miradla bien… Para guardar toda la vida.
Fijáos cómo puede transformarse un vestido.

Bailarinas en tonos morados y das el golpe. Os lo aseguro. Y si el vestido es heredado, mejor.
Tocados como el Dolce Vita… Cualquiera de los complementos de “Miss Garland”, hará que vuestra hija vaya de las más bonitas ese día.

Porque nada que sea de esta marca puede estropear nada. Tan sólo mejorarlo, transformarlo y dejarlo único, para que la admiren, que para eso es su día.
La media corona Rose, otra que me apasiona. Sólo tenéis que fijaros cómo está hecha. Nada más. El cómo sienta, os lo podéis imaginar.

Y ya termino, pero no me puedo resistir a enseñaros a unos bebés vestidos por «Mis Garland”, detrás de la cuál está Emma, a la que auguro un futuro prometedor, más si cabe…
¿Que tiene que vestir a bebés? Pues, como todo, lo hace diferente, especial y único.
Os dejo sólo una muestra, para que las que seáis de capricho total, ni clásicas, ni modernas, sino especiales y únicas, llevéis a vuestros bebotes como de cuento…

Os dejo fotos y ya me diréis qué opináis… Yo me los llevaría a todos a casa.
Es como si nos trasladaramos de siglo con el conjunto Petali…¡Muerooo!

¿Y el Tirol? Sé que muchas os morís por ponérles estas delicatessen en la cabeza. Yo, ahí no llego…


Os dejo de una vez con el Romantic…
¡Es que no he podido evitarlo! Es un pocholo y divino conjunto de dos piezas de flores, que para el verano, más mono no puede ser.
¡Enhorabuenísimaaa Emma!
Un beso engarzando flores
Hola! Me gustaría saber si tenéis la colección de Raisha de tocados de comunión y rosarios? Gracias