
Bueno, antes de nada, espero que todo el mundo bien y feliz. ¡Ya es jueves! De pequeña, me encantaban los jueves. Casi más que los viernes, en los que ya veía que ya estaba el fin de semana encima y en nada, volveríamos al lunes.
Recuerdo que nos iba a buscar al cole (los viernes) mi queridísima tía abuela, que vivía con mis abuelos maternos y pasábamos

en su casa todo el fin de semana… ¡Ayyy! Para mí, era

gloria bendita… Nos mimaba, cedía a todos nuestros caprichos, pintaba con nosotras, jugaba a lo que fuera… Después, siempre veíamos una película o algo y nos hacía su super tortilla de patata (inigualable hasta el día de hoy) y sus croquetas de carne.

No sabéis qué recuerdos tengo de esa época. Es cuando fui realmente feliz, sin ninguna preocupación, sólo la de divertirme, estar con mi abuelo, que nos contaba sus fábulas de Samaniego una y otra vez, pero de las que nunca nos cansábamos… sus historias del famoso “saca mantecas” que nos daba pavor, de cuando ordenaba (era muy mandón) que siempre hubiera bolas de chicle en casa ( de

esas de las máquinas, que a mí me volvían loca), para tenerlas él en los bolsillos y dejarnos alucinadas cuando nos mandaba acercarnos y hacía como que nos las sacaba del cuello. ¡Ayyy, qué infelices y qué felices eramos! Mis primas, mi hermana y yo. Casi todo chicas… ¡éramos una piña!.

En fin… no sigo, porque me dan ganas de llorar de lo diferente que es todo cuando creces. El mundo de los niños es mágico pero una vez pasado, por desgracia, no se puede volver.
Doy gracias a Dios por haber tenido una infancia tan pero tan feliz… Creo que es cuando más feliz he sido, porque, aunque luego, en absoluto me puedo quejar de nada, ya tienes responsabilidades, amarguras, te das cuenta de

que la vida no es un camino de rosas… En definitiva, ya eres mayor.
Bueno, y después de esta parrafada que me ha salido sin pensar, voy a hablaros de la temporada de verano de una marca delicada y de niños pequeños (me habrá traicionado el subconsciente) que me dejó impresionada cuando la conocí y que me sigue chiflando con el tiempo.

Mi Canesú: Es una marca dulce ante todo. Dulce, de buen gusto y perfectamente pensada, pieza a pieza, para que todos puedan ir coordinados, elegantes y cómodos. Sin puntillas, nidos de abeja, bodoques… pero tan monos y tan niños como los que más.

Todo, el resultado de dos chicas que se conocieron preparando su boda y de profesiones muy diferentes.
Una de ellas, licenciada en Marketing y la otra, veterinaria. ¡Fijaos, las vueltas que da la vida! Parecía que tenían todo en su contra, pero, mira por dónde, llegaron

y besaron el santo. Unieron su gusto, su concepción de la moda infantil y crearon Mi Canesú. Y ahora, es una marca muy pero que muy reclamada por las tiendas.

Yo lo sé porque la venden en una tienda preciosa de Burgos y siempre me dice Mónica, la dueña, que se lo rifan. ¡No sabéis la envidia que me dan! Además, sus diseñadoras viven en ciudades diferentes… ¡Aún no está todo perdido! Hay cosas que pueden ser posible…
Este invierno ya os hablé de ella y arrasó, y hoy pretendo enseñaros su colección de verano, en la que, dentro siempre de

su estilo, se han adaptado a las tendencias como nadie, y a mí me apasiona.
Como os dije en su día, es ropita de 0 a 6 años, cosa que siempre me ha parecido un acierto, porque quien mucho abarca…Colores suaves, pasteles, son los dueños de Mi Canesú, si bien, en algunas cosas, nos sorprenden con estampados exquisitos.

De lo que no cabe duda es de que han triunfado en este dificilísimo mundo y que seguro que se mantienen, porque veo que tienen las ideas muy claras. No hacen grandes innovaciones. Todo siempre, del mismo estilo, con distintos colores, tejidos… ¿Para qué más, si con eso ya nos han conquistado? Pocos diseños, pero ideales, coquetos, ponibles, elegantes… Y en múltiples colores. Todos suaves, placenteros a la vista, deliciosos…

Vamos, una auténtica gozada debe de ser diseñar estas cosas. ¿Qué tal si empiezo por sus petitos de algodón? En dos versiones: uno color mocca con hielo y otro mocca con mostaza (se lleva muchísimo el mostaza

en Mi Canesú). Lo dos monísimos, prácticos y de bebé hasta los 18 meses. Aquí los veis. Se les saca un partido enorme.

En punto también, es chiflante su sueter lazada: en muchos colores y coquetón como nada. Se hace bajo pedido y talla bastante amplio, por lo que deberéis pedir una talla menos (yo lo haría, claro) de la que usa la niña, en este caso. El detalle tan cuco del lazo atrás me apasiona. En el Norte se van a ver mucho, de eso estoy segura… Son divinos y estilosos. Como

sabréis, me apasiona el color mocca, que lleva esta niña, pero me chiflan todos, sobre todo los reyes del verano, que yo diría rosa y azul, pero que aquí se llaman “hielo” y “lovelya”. Tenedlo en cuenta.

No os los perdáis puestos con sus capotas, bragas, blusitas… ya os digo, con diferentes piezas formáis un conjunto de sobresaliente alto, altísimo. La capota de volante, en algodón 100%, preciosísima ¿no? Y aquí la veis en color hielo, que junto al mocca, ya sabéis que es un combinación perfecta. ¡Niña de rapto!

Los jubones, también de algodón 100%, una monería sin igual con su volantito. Desde luego, para el Norte no tienen desperdicio ¡Qué partido les vamos a sacar! Como todo, en los mismos tonos que os digo, pero hay que reconocer que aquí el mostaza me ha podido. ¡Cómo está este bombón!, con el culotte de lunares dorados a juego! ¡Qué cosa más bonita! Las madres

de los niños, por Dios, que lean mi blog. No es por nada, ya veis que ni lo diseño ni lo vendo, pero por favor, poned a los niños así… Dejad que sean

niños. Y aquí no vale la excusa del dineral que se tienen que gastar porque los precios son magníficos.
En algodón, y en los mismos tonos, podéis encontrar la capotita básica sin volantes y las ranitas de algodón. Preciosas para llevarlas sin nada por debajo con el calorazo o con cualquiera de sus sueter o chaquetas si hace frío. Aquí todo va con todo. Mirad a la niña que la lleva en color “lovelya”.
Y ¿la braga de bodoques? Me parece exquisita, para que se vea bien. ¡Cómo queda con la capota de volantes a juego y el jersey mocca! Conjunto divino.
Fijaos ahora en la braguita liberty. El estampado ya enamora. Y los volantes…

Hasta los 3 años y perfecta con cualquiera de sus otras prendas. ¡Qué mona es, por Dios! Es que cuando veo algo mono (que, salvo en las fotos pocas veces), me dan ganas de gritarlo y decir a la gente: lo tenéis delante y ¿no lo véis? Es que me desespero en Madrid. No sabéis qué modelitos tienen que ver estos ojos…

La ranita “Santa Mónica”, os la enseño en color hielo (color del verano). Es divina, fresquita, coquetona. Para niños y para niñas. Sólo hasta los dos años… una auténtica cucada. Con el bolsillo de estrellitas, cuello de volante y botoncitos dorados…¡Monísimaaaaa!

Del conjunto “Baby Lovelya”, poco tengo que decir que no veáis. Precioso no es la palabra, es… celestial. En rosa (perdón, lovelya), de plumetti y de dos piezas, con volantes, tanto en el cuello como en la braguita. ¡Y éste hasta los 4 años! Por favor, disfrutad las que podáis. Hay

muy pocas cosas ponibles tan sumamente ideales.
El peto “Santa Mónica”, monísimo para niños hasta 24 meses. Es como un cubrepañal con tirantes: cómodo y delicioso. Miradlo aquí en color hielo…

veraniego y practiquísimo. Y a juego para la niña, el Jesusito «Santa Mónica”. ¿Cómo es? Y hasta los 5 años… Estas chicas nos matan…

¡Chiflante, dulce, de confitería! Con el volantón en el cuello y esa manga francesa con tira bordada blanca… ¡Qué gusto el de las madres que se lo compren! Desde luego, la niña más divina de la muerte no puede estar y el que no lo vea, es que está ciego. He dicho.

Y otra monería del mismo estilo, el “Jesusito tul Rose”, con braguita de volantes y el cuerpo con el canesú recto y

mangas ideales con volantes en forma de alitas. Es impresionante y la espalda, más aún : cruzada y

con una lazadota… Con unas simples bambas, o las bailarinas de la propia marca, llevas a la niña de impresión para esos días de calorazo horrible.
Doy paso, tachán, tachán… ¡Ranita y Jesusito Liberty! De flechazo a primera vista. ¡Qué estampado tan delicioso para niños pequeños! ¡Qué dulzura de tela! Ya los veis, poco más

que decir. Sólo que la ranita, más para niños, la tenéis hasta los 24 meses y el Jesusito de mi vida, divino y espectacular, hasta los 5 años ¡Biennnn! Qué cuello y mangas con volantes… Con la braguita liberty de la que os he hablado antes, conjunto hecho por los ángeles. Diréis que soy una exagerada, pero a ver quién me enseña cosas coquetas y ponibles (las dos a la vez ¿eh?) así de bonitas. Yo no las

he visto.
Y como siempre os digo: fundamentales las camisas blancas. Y más si son éstas: una sin mangas, de doble cuello que la tenéis hasta los 6 años y la otra, con volante en la espalda, también hasta los 6.

Ambas coquetas y super ponibles, combinables con todo lo de la marca. ¡Cómo queda la de la espalda con forma en uve y volantes con los shorts unisex color hielo! Un bombón de niña, eso es lo que es.
¡Ayyy, por Dios! Que esto esté sirviendo para algo, que la gente se de cuenta de que los niños son niños y no pobres payasetes a los

que hay que disfrazar. ¿Que no os gustan los nidos y puntillas? ¿Es que no veis que aquí no los hay? Eso no es ninguna excusa para llevarlos así a los pobrecitos que me encuentro algún día. Yo, a esos padres, los metía en la cárcel.

La blusa de doble cuello, fijaos qué monería con el “Peto Rose”, que lo tienen hasta 24 meses. Pero mono, mono, mono. Esa es exactamente la palabra: mono. Como un cubrepañal con tirantes como el que os he dicho antes,
pero con esa maravilla de blusa, haces un conjunto chapeau… Cómodo y ponible a tope. Que apunten las del chándal, tanta comodidad, taantaa comodidad. ¡Qué los niños van horrorosos, pero horrorososssssss! Ya se tomarán la revancha…

Ya os he dicho que aquí van todos a juego. Y prueba de ello es la falda “Santa Mónica”, color hielo, con vuelo, que la veis con la blusa de estrellas doradas, preciosa, con

cuello bebé y mangas fruncidas. Ya veis que conjunto. Si tenéis varios niños, formáis una colección de revista… Éste conjunto, hasta la talla 6, así que aprovechad, que los niños crecen que vuelan.

Y más delicias, como el “culotte topitos oro», que

tenéis hasta los 24 meses, y que ya os he enseñado antes en la foto, con el jubón mostaza. No es por nada, pero ¡Cómo queda con este color! Y cómo es el divino culotte… Voy a ver si esta noche diseño unos cuántos, que parece de lo más fácil… Me los imagino divinos y hasta os los puedo dibujar…
¡Me chiflan!

Y otra divinidad, y uno de mis favoritos, el “vestido lunar oro”, en color crema y con topitos dorados, con un poco de vuelo y espalda con escote rematado con

un chato coquetón (bueno, yo llamo «un chato» a un lazo ya hecho, sin lazada). Monísimo, ya sabéis que soy adicta a estos colores y hasta los 6 años podéis poner así a tres niñas, jajaja. Yo ya sé por quién lo digo… A ver si se da por aludida. Fijaos, si se da por aludida (y me consta que me lee), hasta le regalo yo uno. Prometido.

Y vamos a innovar un poco con el «Bloomer colorado” y “Vestido colorado”. Con un estampado ideal y super original, va deliciosamente con negro, mostaza… Me chiflan. Fijaos en los hermanitos de abajo. Da gloria verlos… El vestido es

absolutamente delicioso, con bajo asimétrico por detrás y escote cuadrado. Es recto por delante. Vamos, una maravilla. Y el bloomer, peto para las cristianas, graciosísimo y monísimo. Estas chicas confundieron sus carreras…
Y vamos a terminar con verdes. Es increíble: azul, rosa y verde, en sus gamas más dulces dominan el verano. Desde luego, los cazadores de tendencias son unos genios. Yo me preguntaba antes: ¿Y por qué se lleva en todas las marcas el amarillo? Luego ya lo fui entendiendo, como cuando mi

socia y amiga de la tienda, dijo en FIMI en un stand: “quiero este librito”. Jajaja, me troncho de acordarme y no paro. Era un libro de tendencias y queríamos ver lo que se iba a llevar. Cuando nos dijeron: “son 1.800€”, imaginaos la cara que se nos quedó. Jajaja, Inma, si me lees, llorarás de risa, como yo ahora.

Bueno, sigo, que me disperso: El “Baby triángulos”, hasta los 4 años, verde y de dos piezas. Igual de mono que todo, con su braguita a juego y el volante en el cuello. La manguita corta y fruncida… Otra delicia para la cesta. Y monísimo hasta los 24 meses, el » Peto

triángulos”, unisex y monísmo con la blusita blanca. Ya veis que idealidades… Y qué precios tan

Tienes toda la razón Mónica. Cositas así se necesitan mucho para el verano, que estén cómodos, monos y que sea ponible. Fundamental a esas edades.
Y como colofón a tanta maravilla, la mayor para

muchos seguro, incluida yo: El “Jesusito Menta”, verde mint, con unas mangas de volantes exquisitas de plumetti, continuando el volante por toda la espalda cruzada y con lazadota. Una verdadero recreo para la vista.
Con la braguita a juego… es que te la comes. ¿Es o no una preciosidad? Es un indispensable para este verano, hacedme caso.

Que tome nota todo el mundo, que acabo por hoy. Quiero ver a más niños así por la calle y mucho menos de los otros… A ver si lo consigo yo solita…
¡Qué infeliz! Pero por algo se empieza. En todos los artículos que llevo, ya he conseguido mucho. Os lo digo de verdad.
Un beso tibio color hielo