
Ayer me mojé, pero bien calada. Fue de los pocos días que voy al centro a pasar todo el día y por fin me puse medias y botas. No hacía frío, pero el paraguas era un fastidio.
¡Anda que no ha hecho bueno ni nada, como para ir ayer!
Pero había quedado con un amigo para comer y charlar.


Fue un día genial y conocí Madrid más que nunca.
Estuvimos por el Madrid castizo y la verdad, me encantó todo: los sitios, el plan, su compañía…
Además, él canta en un grupo y me enseñó la librería (sí, librería) donde lo hace.
Eran todo cafeterías con gatos, pastelerías retro, talleres de pintura (también pinta, y por cierto, como los ángeles).

En fin, fue un día bohemio, de rincones apetecibles y que te invitaban a pensar, a ver cómo vive la gente, a mil cosas. Un día diferente a todos los míos y francamente agradable.
El caso es que me quedé con las ganas de hacer lo mismo, cosa que siempre me ha encantado y ya estoy mirando sitios donde poder ir a cantar…
¡No me da la vida para tanto! Pero si supierais lo que me llena cantar, escuchar buena música…
¡Es de lo mejor del mundo!
Ahora mismo estaba en ello, pero no me concentraba, porque canto a la vez y lo he quitado.
No sabéis lo que os perdéis los que no disfrutáis cantando…
Hoy, sigo en mi línea de ropa sencilla, clásica renovada, cómoda y preciosa a la vez, con acabados perfectos y un diseño y fabricación propios, lejos, muy lejos la ropa tan cursi que abunda en el mercado. ”Me refiero a Meme y Nana”.
Todo es bonito, normal, dentro de ser ideal, claro. Ya habéis visto sus abrigos, divinos, de niñas monas, femeninas, como de película…


El de pata de gallo en blanco y negro es un sueño. Con boina y estilo, una maravilla absoluta. ¡Me chifla! Lo que os decía: sencillo en sus líneas, pero de darse la vuelta por la calle, sin necesidad de recurrir a los mil volantes y a la vulgaridad.
El mostaza, otro que tal baila. Vivaz, alegre, combinable con un montón de colores y también, con un diseño impecable.
La mezcla de grises y mostaza, tan bonita siempre, ha conseguido aquí, una verdadera obra de arte y si no, mirad esta foto y decidme si no están de rapto.


No perdáis comba del corte y el vuelo que les da por detrás… ¡Colosales!

Magnífico también el de espiga azul, dulce, precioso para combinar con gris, azules, camel…
El gorro también es de la marca y le da el toque perfecto para completar el look.
Todo lo de punto lo hacen por encargo y como os digo, completa a la perfección toda su colección.

El vuelo y el movimiento del abrigo es impresionante… ¡Me pirra! ¡Qué buen gusto!


Ya veis que no soy de las grandes marcas, de las más famosas. Generalmente, son las que menos me gustan, salvo excepciones, claro.
Me gustan muchísimo más las que os vengo enseñando estos días y además, me dais las gracias, porque muchas ni habíais oído hablar de ellas.
Desgraciadamente, en muchas ocasiones, triunfa lo vulgar, lo recargado y venden y venden sin parar.

No lo entiendo, no entra en mi cabeza. Pero…
El abrigo gris, con chaqueta gris y el niño con el conjunto de bermudas mostaza y jersey gris, pues qué queréis que os diga… Imagináos a vuestros hijos así de monísimos.

O el conjunto de falda Myrtille en estampado azul con la chaqueta de punto azul… Sencillo y normal, de niñas monas de siempre, sin excesos, naturales…


La falda la tenéis en cuatro colores y es una monada para coordinarla con chaquetas y jerseys de punto al tono.
Y cómo va este conjunto con el abrigo azul de espiga… ¡Mamma mía, qué joyaaa!

Esta niña en concreto, se puede poner lo que quiera, que estará mona, pero os lo digo para todas en general.
Sean como sean, estarán cien mil veces más monas con estos conjuntos que no con otros que odio. No me voy a repetir…
Y la idea de encargar el punto que vaya a la perfección con la falda o conjunto, es bárbara.
Los tonos rosa y frambuesa, también están en esta colección de “Meme y Nana”. Más normalidad , más clasicismo y más monadas.


Conjunto de falda rosa, con el del niño, con jersey de botones frambuesa y bermuda gris. Encargáis la chaqueta o jersey en frambuesa de la niña y fijaos qué maravilla…
Y de nuevo, todos los niños con estos dos colores mágicos. La seriedad del gris contrasta con la alegría del frambuesa y queda rematadamente bonito. Gorros, boinas, conjunto de bombachos, vestido, falda… Para cada una, lo que mejor le siente.


A mí, ver estas fotos, me resulta casi un espejismo, porque como os vengo diciendo, son tan pocos los niños que veo así por la calle…
No cabe duda de que la mayoría de la gente ni se molesta. Ahora, a nada que pongas un poco de interés, mirad cómo podrían ir vuestros niños. ¡Que los hay!

¿Dónde? Pues en Burgos, desde luego. También algunos en Santander, muchos sitios de Galicia, Bilbao y San Sebastián, de lo que he podido ver. A ver si vamos aprendiendo todos.
Un sencillísimo vestido con tapeta y tres botones, además de volantito tipo gola en blanco, aderezado con la chaqueta y gorro frambuesa, cambia por completo y ves a una niña de llamar la atención. “Todo se vuelve a inventar…” Ya estoy cantando.

Precioso hasta el verde agua, que no es de mis colores favoritos, cuando los ves en este vestido y conjunto de blusón y bombachos de pata de gallo… ¡Para morir!

Los combinas con gris, y otro espectáculo.
Las falditas de tul, como ésta, también en verde agua, quedan muy monas con una chaqueta clásica y normal.
Y el otro color por el que ha apostado esta marca es como habéis visto, este mostaza suave, casi mandarina, combinado con estampado floral con gris.
Vestido, conjunto de bombacho…
Da gloria verlas, ¿ sí o no? Pues eso es lo importante. Al menos, para mí.
Es la colección Caramel.

El vestido mostaza entero es de un encanto fuera de serie, para quien lo entienda, claro. Tiene un diseño espectacular dentro de su sencillez.



Y el conjunto de blusa, con botones y esas jaretas con el bombacho gris con flores en mostaza, más de lo mismo. Ahora ya podéis elegir lo que más os haya gustado…
Todo es bonito, todo. Desde luego, me quedo con los abrigos.
Me han impresionado y a riesgo de ser pesada, como estas pequeñas ladies, ninguna.


¡Qué la moda repollo es horribleee! ¿Más claro aún? Eso, para las que me siguen criticando por el artículo famoso…
Voy a seguir cantando un poco, que después tengo lío.
¡Enhorabuena a “Meme y Nana”, por seguir haciéndome creer que existen marcas con las que los niños siguen siendo niños bonitos y por hacer que siga volviéndome al verlos…
Un beso muy otoñal