¿Cómo estáis? Imagino y espero que bien, cada uno en su rutina diaria, como debe ser.

Con un poco de frío, ¿no? Jajaja. Me río, porque habéis sido varias las que me habéis escrito diciéndome: ¿no querías frío? Pues estarás encantada… jajaja.

Bueno, si todo el mundo está mal con el frío, no voy a decir que estoy encantada, para no daros envidia, pero sólo os puedo decir que estoy mil veces mejor que con el calorazo del verano…

Hijos, qué le voy a hacer. De todo hay en la viña del Señor…

Hoy, y esta vez hablo en serio, voy a ser muy breve. Por motivos personales, mañana tengo un día terrible y no me da tiempo a casi nada.

Pero de algo sí que os voy a hablar, aunque sea poquito.

Y ese algo es la presentación de una colección muy especial para mí.

Bueno, la presentación de una y enseñaros otra, que, aunque ya ha sido presentada «en sociedad», os la enseño también, porque es ideal y porque queda monísimo que os enseñe las dos juntas.

La marca: «Marta a Marte», a la que descubrí cuándo su diseñadora empezaba en este mundo tan apasionante como difícil.

Ya sabéis que las pijas procuramos que todo vaya con todo y que todo esté perfectamente coordinado… jajaja.

Me lo tomo con humor, porque si tuviera que hacer caso a alguna… En fin, menos mal, que estoy encantada con vosotros (que no me olvido de los chicos, que se quejan) y que  todo lo que me decís es bueno.

También podéis decirme cosas que no os gustan ¿eh? Como aquella que un día,  me llamó pija redomada, jajaja… Es que no nos dejan ni escribir lo que pensamos…

Claro que tuvo su respuesta… en privado, claro,  que no soy una maleducada como ella.

Ahora estará con Ada Colau rezando el  Padre Nuestro, cosa que, por cierto, no me hace ni la más mínima gracia. Más bien estoy espantada.

Y ya os digo lo de la otra vez: si esto es ser pija, bienvenidos a todos los pijos de España…

Bueno, que no me quiero desviar de tema y la política aquí no entra.

Como os he dicho, estáis disfrutando «en exclusiva» de la colección Musgo de la diseñadora Susana Serradilla, de la que os hablé algo el otro día.

Los conjuntos son en color coral, básicamente. Es una colección coquetona, exquisita y lo que es más importante, ponible.¡Ponible, sí! Dos vestidos con diferente diseño… Preciosos los dos.

¿No os parece que las marcas tienden ahora demasiado al recargamiento? Es decir, hay vestidos fantásticos, pero yo no los veo para todos los días, ni mucho menos.

Tanto encaje, entredoses, puntillas… ¿Para ir a dónde? Y mira que a mí me encanta la ropa arregladita, mona… pero también ponible. Y eso es lo que tienen las dos colecciones que os enseño de “Marta a Marte”.

Llenas de detalles, sin llegar a ser empalagosas en absoluto, delicadas, con unas telas exquisitas… Pues a eso me refiero.

Ya veis que tiene para niño, pero para niños pequeños, que es lo que os digo siempre… Con más edad, están ridículos con estos conjuntos. Pero hasta los 4 años, te los comes con patatas…

La tela es de popelín (que me apasiona). Estampada de flores liberty coral con crema, combinado con zócalos en plumetti, también crema, y complementos en un topito coral con crema. El no va a más…

¿Habéis visto qué dulzura en las combinaciones? Soberbios colores para el verano… Susana ha dado en el clavo. Os dije que prometía y eso que lleva en esto dos años escasos.

Algunos modelos, como veis,  y si no os lo digo, llevan puntilla valencienne en crema y todo mezclado con un bolillo de hilo en color verde (color perfecto que contrasta y da alegría a la colección) que, desde luego, le da el toque final a estos conjuntazos. Muero por estos de nidos de arriba.

Susana, como te dije la otra vez, este verano estás que te sales…

Todas (sin excepción) las colecciones son preciosas, exquisitas, pensadas con la cabeza porque, repito, son super ponibles, a la vez que llamativas, con un gusto superior y originalísimas.

Y la otra que os decía, es la colección “Mar de Corales”, igualmente de popelín y de nuevo, con el coral como protagonista. Más intenso en esta colección.

En esta ocasión, se mezcla con el crudo también (o beige ivory, como lo llama ella). Yo, la primera vez que oí hablar del color beige ivory fue con un jersey de la actriz Brigitte Bardot, ya que era precioso y estuve atenta al tono (¡Y tenía 8 años!). Pero vamos, es lo de menos. Es más o menos lo que conocemos por color crudo (que no blanco, ojito).

Los detalles, de nuevo, una exquisitez y sin recargamientos de ningún tipo.

Esta vez, el popelín es de topitos de algodón en el que se mezclan apliques de encaje de guipur y bolillos en crudo. ¡Qué delicia!

Los vestidos, como veis, en dos versiones: uno, de vuelo  y talle en la cintura, ideal; el otro, de talle bajo y con volantes,  lo que le aporta bastante movimiento. A elegir…

Y las chaquetitas de ambas colecciones, ya las habéis visto: coordinadas al detalle. En esta colección, en color crudo, contrastando con el coral, lo que le da una luz increíble. Los remates hechos a mano en coral.

En la colección Musgo, las chaquetas, en coral, ya que los tonos de la ropa son menos intensos. ¡Hay que pensar!

Los conjuntos de los niños, aquí, hasta los 2 años. ¡Pocholotes sin igual!

Bueno, y hasta aquí. ¿Veis cómo hoy cumplo? Ya sabéis, lo bueno, si breve…

Un beso de arrecifes de coral