
Bueno, pues aquí estoy. Un poco agotada, pero feliz. Juan ya ha vuelto y cada mochuelo está en su olivo.
Llevo todo el día (y me he pasado toda la noche), cantando las canciones del concierto de ayer.

La verdad es que no fue lo maravilloso que me esperaba, ya que cantó varias canciones nuevas que no me sabía, y desde luego, con Silvio Rodríguez, o te las sabes, o no es para un concierto. Tienen tanta “enjundia” sus canciones, que, primero hay que escucharlas en casa mil veces y entender el por qué de sus letras.

Pero bueno, estuvo muy bien. El ambiente, no tanto. Incluso al principio, no es que me diera miedo, pero sí respeto. Barbas crecidas, cazadoras negras, gente tétrica vestida, malos pelos, mala pinta… ¡Ayyy, qué tontos somos!

Parece que todos querían demostrar que eran comunistas acérrimos. Y no hacía falta que se esforzaran mucho… Si ni Silvio Rodríguez es cómo ellos…
Pero bueno, no voy a hablar aquí de política. Sólo os digo que en ese ambiente, yo parecía Miss Mundo, jajaja… Todo el mundo pensaría: «está tía se ha equivocado de concierto”…

Yo, a algunos que estuvieron todo el rato con el puño alzado y gritando ¡Por una Cuba libre!, les hubiera dicho cuatro cosas, pero mi marido me frenó a tiempo…

De verdad, que cortos, cortitos algunos… Hasta en la canción “Ojalá”, que no sé si sabréis ni siquiera de qué hablo, se oye por ahí que toda la letra está veladamente contra Fidel Castro. Y por anécdotas que contó, no me extrañaría nada…

El único que faltó fue “Coleta morada”, como llama una amiga a Pablo Iglesias. Que no digo que no estuviera. Pero si estuvo, desde luego, estaría en primera fila, donde las entradas se pagan a millón, como buen comunista.
Bueenoooo, la que he liadoooo. Pero cuando algo me supera, me supera y me sale, así, de golpe.

Pero lo arreglo ahora mismo, hablando de moda, que es para lo que estoy aquí… Perdonad mi efusividad, pero aún estoy con la resaca…(del concierto ¿eh?)
Os voy a hablar de unas marcas que a mí me chiflan. Ni son de las más conocidas, ni falta que hace. Son marcas que me dicen cosas, como las canciones de ayer, y eso vale más que cualquier marca que haya triunfado por no se sabe qué… Marcas con un gusto exquisito, delicado, que enamoran y que, como digo, casi hablan.

Empiezo por “Leo und Claud”. Desde que la conocí, me quedé prendada de su gusto sencillo, pero especial, con prendas de las que te quedas mirando y mirando… y dices ¡Qué gusto por Dios! Pues de esas.

Os voy a enseñar un poco de lo que tiene este año, que para mí, es impresionante, por su dulzura, delicadeza y maravillosas combinaciones nada estridentes, que consiguen enamorar a las que no somos muy amigas de la moda “repollo”.
Además, no es una colección muy extensa. Lo que hace, lo hace bien y punto. Nada de mil colecciones.

Empiezo por los bebés, que lejos de ser muy clásicos, me gustan por muchas otras razones. Mirad la ranita saco flores… Sólo con ver los colores y el estampado me ha bastado.


Dulce, delicada, ponible a más no poder… El tono de verde y las flores rosas me han robado el corazón. Me encantaría para unas cortinas… jajaja.¡ Es verdad!
Y la bebé, con la capota de un rosa antiguo, está para morder… ella no lo sabe. Por eso pone esa cara de infeliz y de inocencia.¡Bombonazo!
También le queda monísima la ranita y capota azul capri. De mucho trote y nada clásica ¿eh?

Es que, vengo del concierto de Silvio Rodríguez… jajaja. ¡Nooo! Ya sabéis que a esta edad, yo les visto de otra forma, pero no deja de ser mono para cuando no estás para mucho trabajo. ¡Y qué precios!

Y de este estilo, muy ponible y preciosa, la camisa de plumetti (palabra mágica) en tostado y el cubrepañal coral. Veraniego total y en Madrid, hiper mega necesario. ¡Bufffff!


Tan práctico como mono, el conjunto de culetín Bayas, blusita de plumetti y chalequito beige… Si la bebé tiene un poquito de pelo, yo le plantaría un lazote.
La colección sin ningún lugar a dudas que me ha cautivado, es en primer lugar, la de rayas celestes y amarilla. Miles de combinaciones y diferentes diseños para cada edad, pero todos igual de espectaculares, dentro de su increíble sencillez.
Os voy enseñando, por ejemplo, la camisa azul vaquero, culetín de rayas de colores y chaleco amarillo de esta niña. Para las más pequeñas, es un conjunto de matrícula de honor para los calores del verano.

La camisita de rayas celestes con el lazo amarillo en la espalda me tiene loca… ¡Mirad a esta belleza con la falda amarilla a juego! Me fascina el conjunto.

Más completo aún con el chalequito azul… Decidme cómo está el bombón, por Dios.

Todo va enlazado, así que aquí veis la bendita falda amarilla de gomas con un top de punto azul de enamorar…

O estos tres conjuntos de camisitas y vestido de rayas…¡Qué tres, por favor! Ninguno de los conjuntos tiene desperdicio. Fijaos en el vestidito con los lazos amarillos en los bolsillos…

Aquí tenéis la versión del vestido amarillo con topitos azules y chaleco azul…¡Maravillosoooo! La niña está de exposición, para mi gusto.

Ya veis que parece que no tiene mucho misterio. A un vestido normalito (para los que lo vean así), le añades un chaleco con estilo y esas manguitas y te encuentras con esta maravilla…



Y el niño, ningún misterio. Un niño mono de siempre, con su camisa de rayas de cuello mao y sus bermudas amarillas. ¡Olé por los niños normales, pero ideales!
Otra colección fantástica es la marino. Las blusitas Pasley , con estampado de cachemir en azul y lazote marino, bien con culetín, bien con bombacho, enamoran al primer golpe de vista. Yo veo a estas niñas por la calle, y ya sabéis…
Y el niño, ya era hora, con bermudas en marino y camisa blanca de cuello mao. ¡Bravoooo! Fin de los pantaloncitos estampados con blusas de lino armadas y picunelas y demás adornos para mis pobrecitos…
Para un día normal, esto es lo bonito, lo ideal, lo idóneo.

La niña de la blusita del lazote con el culetín tiene una cara de pilla…¡Cómo está! Divina.

Y aún más esta otra versión con el lazo en la espalda y los bombachitos. ¡No me pueden gustar más!

Mirad qué mono está el niño con esta camisa azul tan bien hecha y tan sencilla y las bermudas de rayas de colores. ¿Sí o no? ¡Hombre, por favor!

Aún os enseño otra maravilla, si bien no tengo muchas fotos: los vestidos Arena que veis aquí: fruncidos en el cuello y con lazotes rosas en los bolsillos…

No es por nada, pero esto, ni más ni menos, es el gusto. No se puede definir. Mejor ver todo. Estos vestidos, con unas bailarinas rosas pálido causan sensación. Pero sensación total.
Y como me enrollo tanto, y ya os habéis hecho una ideal del estilo de Leo Und Claud, pasamos a la marca “Lan Fairy”.
Tampoco es de las grandes marcas conocidas. Ni volantes, ni encajes, ni entredoses. Sólo la dulzura y delicadeza de Mónica, su diseñadora, en cada una de sus creaciones.

Año tras año la sigo de cerca y por mucho que vea marcas rococós que triunfan, vuelos, adornos, etc… ella sigue fiel a su innato buen gusto y no se deja influir por nadie.

Un ejemplo es el vestido Cassandra, en rosa, de rayas que os enseño aquí. Con cuellote de solapas como único adorno, la niña está colosal.

Aquí la veis mejor de espalda, con el escote en pico y el cuellote, que da la vuelta.¡Monísimo!
En la misma tela, pero con distinto diseño, el vestido Lizzie, con un detalle en la pechera de puntillas en blanco perfecto.

Vestidos románticos y llenos de dulzura, sin pizca de ordinariez ni de nada que nos haga pensar que no estamos ante niñas, que es lo que son. ¡Qué muchas veces corremos demasiado y las disfrazamos de no se sabe qué!

La espalda, preciosísima, con escote en pico y lazadota blanca. ¡Parece que Mónica me leyera el pensamiento!
Los dos vestidos aquí juntos son la viva imagen de la dulzura… Pocas niñas veo así. Es una verdadera pena.


Si refresca un poco (en el Norte de mi alma), me moriría por ponerle esta capita delicios de crochet, tan típica de Lan Fairy y que cada vez me gusta más… ¡Qué niña!
Y para las que no quieren rosa, el vestido Cassandra también lo tenéis en en verde antiguo, de lino y con tira bordada blanca…

María, ahora, está blanquita. Pero este color con el moreno causa estragos.
Me parece un vestido de un gusto increíble. Las que me quieran oír y hacer caso, bien. No tenéis por qué ponerles lo que yo digo. Sólo doy mi opinión.

Lo que pasa es que la doy con rotundidad, con fuerza, porque estoy segura de lo que digo. Nada más.

Y más y más sencillez con el vestido Bette, blanco entero, de manga larga y con una pequeña puntilla negra. Para las morenas, bárbaro y con una clase…
También el detalle de puntilla y lacito negro en la espalda… Queda monísimo y para el Norte (perdonad que me repita pero allí necesitamos mucho la manga larga), superior.

El vestido Enora, otra sencillez en blanco perforado. Con mangas tipo alitas y un corte en el canesú. Ni más ni menos.
Para el moreno, nada como el color blanco. Cuánto más

sencillo, mejor. Además, das opción para poner complementos monísimos…
Como, por ejemplo, sus deliciosos boleros, en varios tonos. ¿Qué tal éste en rosa antiguo?
Me parecen una delicia. Cortitos, como de niña antigua y mona…
En vichy negro, fantástico el pichi Pipper y el blusón Linnette… Con los detalles justos, no son negros lisos, que ya sé que muchas no pasáis por el aro…

No, el vichy en blanco y negro es atemporal y se lleva de toda la vida. Tirantes de crochet en el blusón, puntilla negra… detalles.
Me gustaría para mí, para el calorazo. Vamos, que la niña se pone ese vestido con unas alpargatas y que venga el calor por dónde quiera…
Y os dejo con el vestido Louise, que es una preciosidad, tipo los que llevaba yo de pequeña, pero sólo con un pequeño detalle de nidos en negro.

Mágico, que no dejen de ser niñas tan

pronto…
Como siempre me dejo cosas. Muchas ya conocéis sus increíbles camisones y batas, regalo perfecto para Comunión.
Algunas me habéis preguntado por ellos y sé que los tenéis guardados esperando dar la sorpresa más bonita de ese día…
Mónica, tú, rectita por tu camino. Sé que no hace falta que te lo diga y que sabes que tienes una clase, que, bueno, con eso se nace. Para qué mentir…
Enhorabuena por el gusto delicioso de las dos marcas de hoy.
Un beso totalmente encantado
Descubrí el blog por casualidad , y cada día me guasta mas.
¡Muchísimas gracias! Me alegro un montón. Un abrazo, Eva.
Nunca te comento pero hoy, tanto con el concierto de Silvio como con la ropa, estoy tan de acuerdo… y desayuno tan a gusto leyéndote… que te lo tenía que decir.
Un beso desde Burgos,
Hola Julia, pues estoy encantada de que hayas dejado un comentario y más, desde mi Burgos del alma. Y me encanta que desayunes leyéndome..jajaja. Un abrazo, Eva.