
Bueno, pasó la tempestad del artículo del lunes… jajaja. Para un día que quiero dar gusto a las más modernas, las clásicas casi me comen.
¡Que noooo! Soy muy exagerada, pero es verdad que algunas me dijeron que no escribiera más sobre ropa así. Y eso no…

Lo que más me gusta es decidir de lo que escribo sin obligaciones de ningún tipo.
Si alguien sólo quiere leer de las marcas que les gustan, no creo que encuentren un blog así, porque nadie coincide con los gustos al cien por cien.

Lo que no puede ser es que absolutamente todos los días te guste la marca de la que hablo. Eso es totalmente imposible. Cuando empecé con el blog, alguien me dijo que acabaría esclava de mis seguidores. Y eso sí que no me gustaría nada. No lo repito más, que me cansoooo.
Sigo con el mismito calor que ayer. Es horrible, no lo aguanto. Desde por la mañana, de mal genio. El calor me altera como no podéis imaginaros. Así que, cuidadito, que hoy me como a alguien…jajaja.

Aquí tengo a Tess a mi lado, mientras el ventilador ondea nuestro cabello… ¡Ayyy, me río por no llorar! Os digo que sólo pensar que tengo que salir a hacer cosas, me mareo de nuevo (es que ayer me mareé en la calle). Como dice mi marido, soy “exageradita” para todo.

Y mis pobres hijos, en plena época de estudios. El pequeño porque se examina de la Selectividad la próxima semana y el mayor, porque sólo tiene 15 días de vacaciones. Las oposiciones no perdonan ni conocen los días de descanso.

Así que, como siempre, la que vive como una reina, es mi querida hija que está con mi madre, como os dije, en Burgos. Ya me ha llamado unas 40 veces pero ella, feliz. ¿Para qué preocuparse de nada? Si se lo damos todo hecho. ¡Ayyy, que mal la hemos educado!
Y yo aquí, esperando a que abran la piscina para darme unos buenos chapuzones hasta que lleguen las ansiadas vacaciones… Y después, lo rápido que se pasan…
En fin, ya veis que el calor me afecta. Pero es la verdad. Las esperas todo el año y cuando te quieres dar cuenta, ya estás de vuelta.

Y gracias que nos podemos ir, que hay muchísima gente que nada de nada. Y con el panorama político que tenemos, no sé yo …
¿Veis? Dentro de nada, de nuevo a FIMI, que se cambia de sitio y se celebra en el Pabellón de Cristal de Madrid, desde el 19 al 21 de este mes. Tengo ganas de ir y de saludar a todos los que no pude en enero. Mi temor es si aguantaré el calor todo el día. Ya me ha pasado más veces.

Iré con la manguera incorporada, por si acaso… pero no me lo pierdo ni loca. ¡Me chifla ver todo lo nuevo para el verano que viene! Pobres marcas…
Hoy va a ser un artículo breve, (ejemmm) porque, además, la gente tiene ganas de sol y no de leer mis cosas (supongo). Me apetecía hablaros de una marca de la que hasta hoy no os he hablado y que desde que empezó, en el 2011, siempre me gustó.
Es Laura Montaño: Ella misma diseña y realiza todos sus modelos. Se trata de Jesusitos impresionantes y vestidos llenos de originalidad y encanto. Son arregladitos y me maravilla ver cómo coordina y combina las telas de manera magistral y sobre todo, ver el magnífico resultado.

A Laura le viene la vocación desde muy pequeña, cuando ya diseñaba la ropa de sus muñecas. Y mirad por dónde, ahora diseña como os digo, de forma increíble, ropita para los más pequeños de la casa.
Me maravillan sus telas, sus diseños, todo. Son

arregladitos, pero sin excesos. Diría más bien que son «coquetones”, de niñas a las que se ve que su madre o padre se preocupa de que vaya como un brazo de mar.
A mí siempre me han enloquecido sus Jesusitos. Me parecen como de cuento y si me pillan cuando Almudena era pequeña, me los habría comprado todos. Me tienen alucinada, de verdad. Este año tengo uno super favorito que me dan ganas de comprarlo porque sí, sin más. Ya llegará el momento de regalárselo a alguien… Soy un caso perdido.

La colección “Doncella” es una absoluta delicatessen. No sé ni cómo se le ocurre semejante maravilla. Es el Jesusito que me tiene atontada. De rayas anchas grises y crudas, cortito y con vuelo. Las mangas con volantes desde la cintura y la pechera en crudo con una tela de estampado de hojas en tonos grises exquisito y con un lacito chato camel.

Detalles que valoro muchísimo, ya sabéis. ¿Y la capota? Por Dios, qué cosa. Con los volantes que favorecen como nada en las rayas grises y una especie de madroños. Cerrada con una lazada divina beige, como la pechera, con una minúscula puntilla alrededor.
¡Ayyy! No me puede encandilar más. Y en distintas versiones, como veis. Os lo enseño en todas las fotos que tengo.
También es ideal el vestido de la colección, que en vez de rayas, es en cuadrotes, con cuello de volantes monísimo y la tela beige estampada a modo de delantal, con el chato camel. En el bajo, de nuevo un volante en la tela preciosa de cuadros grises.

Me parecen como mágicos, colores elegantes y preciosos. Son como muñecas salidas de un cuento, no me digáis que no. Con los zapatos en camel me pirran. Y en gris también. Es que ¡vaya dos colores! Insuperables.

Me encantaría encontrarme a unas niñas así por la calle, que su madre iba a ir buena, de todo lo que le iba a preguntar. Es que no entiendo cómo no lo compra todo el mundo.
Os enseño ahora la colección “Campiña”. La veis y decís: efectivamente, el nombre le va que ni pintado.
También precioso el Jesusito, con su admirable maestría para mezclar colores y telas diferentes. Atención, el Jesusito cuyo resultado increíble de bonito veis aquí lleva tela de toile jouy azul cobalto y crema, tela de mil rayas roja, tela roja de lunares blancos y tela roja lisa. Os pregunto ¿ vosotros qué haríais

con ellas? ¿ Sabríais por dónde empezar?
Pues Laura lo ha sabido a la perfección con esa pechera perfecta con forma de media luna bordeada de la tela de mil rayas y faldita de vuelo a modo de delantal; la misma tela mil rayas, en otra falda de vuelo, por debajo de la de toile.
Después, los bombachos preciosos en rojo liso terminados en volantitos de mil rayas y todo rematado por la increíble capota de toile de jouy, con una puntilla blanca preciosa y atada con cinta de raso roja con topitos blancos. ¡Qué deleite para la vista! Con zapatitos o bailarinas rojas, te mueres al ver pasar a esta cosita.

Divino también el vestido, con el cuello de volantes en la tela de mil rayas y el otro Jesusito, con aberturas laterales, con los lazos de lunares a ambos lados y capota de toile con puntilla blanca exagerada, favorecedora como nada.
¡Qué estampa! Me las como con patatas… ¡Por favor, no les pongáis calcetines blancos, que matáis la maravilla! Os lo ruego.

Y voy con la colección «Damisela”. De nuevo, la imaginación desbordante de Laura al poder. Lunarcitos grises mezclados con estampados y tela de mil rayas.
El Jesusito es otra delicia. De lo que se trata es de “elegir” uno de ellos para tu niña. De nuevo, el cuerpo en una tela preciosa color crema con algunas flores rosáceas y dos botoncitos rojos forrados en el pecho. Parte de la falda (también en el estampado) terminado en un volantón de mil rayas rojo, y de nuevo, otro bajo en lunares grises, al igual que las mangas farol.

De verdad que a mí me deja perpleja. Mis diseños son monísimos, pero más sencillos… como mucho dos telas, un vivo en otro tono… Pero para esto, hay que estar días, semanas y meses, como seguro le pasará a ella. O tal vez no. Es un misterio.
Monísima también la versión del Jesusito, en la que las mil rayas rojas se sustituyen por mil rayas grises. ¡Cuánto buen gusto junto!
Y superior el conjunto de esta colección de falda de vuelo con

blusita de manga farol. Ya veis a la niña. La blusa mezcla las rayas y lunares grises con esa pechera preciosa con dos botones rojos y picunela cruda y la falda, en la tela crema estampada, con un chato rojo de lunares en la cintura y el bajo de mil rayas rojas, haciendo un pequeño volante.
Pueden ir las niñas de la colección donde les de la gana, con calzado rojo por supuesto y quedarán como niñas ideales, que es como están vestidas.

Además, en esta colección, hay conjunto de niño: camisa de mil rayas rojas con cuello, tapeta y mangas en azul . Pantalón corto azul, buscando la coordinación con la niña.
La colección “Piccolo” es divina, del mismo estilo que las otras, pero predominando el camel y el beige, mis colores. Mirad estas tres niñas cómo están… Ni un pero se les puede poner.
Si pensáis de otra manera, sabéis que todo se admite y me gustaría saberlo.

Tanto la del conjunto de falda, como el vestido con capota y la pequeña con ese Jesusito tan especial con pololos, me tienen enamorada. ¿Cómo pueden ser tan bonitos?

La tela de lunares camel combina a la perfección esta vez con la increíble tela tipo patchwork en los que predomina el azul y el rojo. Aquí las veis mejor. Todo el conjunto de la pequeña, con ese diseño, aberturas laterales y pololos, me parece una obra de arte. Los zapatos, también rojos.

Vamos con la colección «d´Orsay”: Jesusito idéntico a los otros, esta vez en tonos tostados con una tela estampada azul-lilácea que le da un toque super elegante.

Como siempre, la veo preciosa. Todas son divinas. Fijaos en la espalda, de escote cuadrado con picunela, donde todo el protagonismo lo adquiere la super mega ideal lazadota de lunares en camel y crudo, con puntilla bordeándola. ¡Pufff!

Y aquí la veis de nuevo, con la otra niña, que lleva un conjunto de morir: blusón y pololos. Por favor, no dejéis de fijaros en los detalles: picunelas, puntillas, lunares, mil rayas… Lo veo exquisito. Y aquí, el calzado se lo pondría camel, sin lugar a duda. ¡Sin calcetines, por favor!
La colección “Alberi” puede que sea la más arregladita para ir a un sitio especial.

Por el diseño del cuerpo color crema y lazote aguamarina (salió este indispensable del verano) que se abre en forma de levita para dar lugar a una falda de vuelo de dos telas: lunares aguamarina con mil rayas rosas. Divina la capota de lunares aguamarina que le favorece a más no poder. ¡Revienta de guapa la niña!
¡Qué creatividad tan desbordante tienen algunas! No hay derecho…

Miradlas aquí con la regadera y deleitaros con el Jesusito con manga farol rosa y capota de estremecer en color crema, pero con un montón de telas, que, como os decía al principio, no sé cómo demonios las combina para que quede semejante maravilla.

Ya veis que tiene lunares aguamarina, rayitas rosas… Y la espalda, esta vez en pico con el lazote aguamarina lleno de detalles. Las rayas del bajo, esta vez, aguamarina. ¡Yo no puedo con tanta delicia!
Igual de mona (todo es cuestión de gustos), la colección “Scolaro”, en rosas y aguamarina y con las mismas mezclas de rechupete.

La tela estampada es en tonos suaves, también tipo patchwork y después, lunares y rayas en aguamarina. Ideal y yo buscaría el calzado en este color, que este año no va a haber problema.

Mirad las dos niñas con esta colección: una con conjunto de faldita y blusa y la otra, con el magnífico Jesusito. Esta mujer me quiere matar…
Y termino el gustazo y homenaje particular que me estoy dando con la colección “Coccole”, donde podéis ver el Jesusito, también una chispa más arregladito por el diseño, la tela de hojas de antes en otro tono con bajo asimétrico y lunares y rayas en rosa. ¡Bárbarísimooo!

La capota, en la tela estampada con volante de mil rayas rosas y picunela. Ni un detalle ha faltado en ninguna de las colecciones.
Ya sabía que Laura Montaño me gustaba, pero cada vez me gusta más. ¡Me chifla este aire de niñas antiguas que tienen sus modelos! Es imposible olvidarse de ella por mucho tiempo que haga que no ves sus diseños. Y como hablo tanto, he recurrido a algunas fotos del verano pasado. Pero así veis que su estilo es único. Todas las que he nombrado y descrito son de este año.
Van a cualquier sitio y no te queda más remedio que darte la vuelta. Sí o sí. ¡Olé!
Un beso de mil telas
La verdad que son todos espectaculares…..y lo malo de eso ,es que nunca sabes con cual quedarte.