
Día festivo en Madrid. Y aquí estoy, derrengada por el calor. Hemos decidido salir por la noche, a partir de las nueve de la noche, porque no hay quien lo aguante.
Esta mañana he estado tomando el sol en el jardín y he durado diez minutos y porque me he esforzado. ¡Qué horror!


Siento hablaros cada día del calorazo que tengo, pero es que no sabéis cómo me afecta. Mi marido se empeña en decir que cuánto más lo digo, más calor tengo (decía su abuela que no hay que decir el calor que se tiene todo el rato). En fin…

Y cómo no, me acuerdo de mi amiga Adela, que el otro día me llamó por teléfono cuando yo iba con sandalias y vestido de tirantes y me dijo que ella (vive en Valladolid), estaba con cazadora y botines. ¡Aún con botines! Es que no la conocéis… Ahora mismo me da una envidia no notar así el calor… Una de las dos no está bien, está claro.

Y bueno, en Madrid es lo que toca, así que no voy a hablar tanto del calor, que soy una pesada. Pero comprendedme, que soy de Burgos… ¡Ayyy, qué fresquito más ricooo! Jajaja.
Me encanta escribir el blog, como sabéis, pero además, tengo a mis amigas en un grupo de WhatsApp y acabo de leer un mensaje de Títi en el que dice que gracias a este blog, estamos aún más unidas, con lo que yo, ya me doy por satisfecha.

Es una maravilla que te digan eso. Entre ellas y tantos mensajes de lectores incondicionales que me ponen tantas cosas bonitas ¿cómo no me va a gustar? Estoy encantada, que no es lo mismo.
Voy a hablaros hoy de una marca que ya os presenté este invierno y que gustó muchísimo. Sus colores, sencillez y versatilidad me encandilaron.
Lasuanzes: Marca gaditana que apuesta, como os he dicho, por la sencillez, por el menos es más y por colores contundentes que te facilitan todo a la hora de los complementos. Cádiz y su océano maravilloso, debe de inspirar a la marca para diseñar estas preciosidades que cada vez tienen más seguidores y cada vez se habla más y más de ellas.

Blanco, negro, magenta y azul. En éstos colores se resume toda la colección de verano de Lasuanzes. Y es una maravilla que te da ganas de cantar.

Por lo menos a mí, no lo puedo evitar. Estoy ahora todo el rato: “Cai, sobre la brisa marinera, que remienda su corazón con la sonrisa más morena”, versión de Niña Pastori. Es una canción que me encanta, y eso que me cuesta muchísimo entender la letra. Pero me parece preciosa. Y estoy bailando en la silla, jajaja.
Bueno, que no empiezo. Me gusta mucho todo el aire fresco que desprende toda la colección, el olor a verano que se respira, su frescura y lo monos que son sus diseños.

¿Qué os parece el vestido blanco cruzado de plumetti? Pues una maravilla para el calorazo. Es increíble lo del plumetti de este año. ¡Cómo me puede gustar tanto! Me parece elegante, me trae unos

recuerdos tan bonitos… Mirádlo también por detrás, con la espalda cruzada de volantes. Puro verano.

Ideales y sencillísimos también los vestidos llamados “Mar de plumetti”. Con dos volantes en el bajo y sin mangas, llaman a que tú juegues con los complementos como quieras. Y me parece que vale tanto para ir una mañana fresquita y mona, como, si me apuras, para una celebración, con una buena corona de flores y unas alpargatas bonitas.

También pasa lo mismo con “Mandiles de plumetti”, también con los volantes en el bajo. ¡Cómo están estas tres! Os digo que estos vestidos valen para cualquier cosa. Monísimos.

En blanco, yo diría que la estrella es el mono “Gades”, divino de la muerte, con un diseño espectacular, lleno de volantes y que le va el nombre como nada. Ya os digo, que dan ganas de bailar y cantar.

Fijaos en los volantes, tanto por delante como por detrás. ¡Qué imaginación! Es un sueño. Cortito, todo el protagonismo lo tiene el diseño con los volantes. No me puede gustar más y, como os digo, lo veo ideal para cualquier evento. Con los complementos adecuados, es totalmente fetén.
Y también monísimo como lo lleva aquí la niña, con unos collares de crochet y capazo. Puede ser mañanero total. Todo depende… Pero el mono, monísimo.

El mono “Grace”, en crudo, me parece una auténtica delicia. En piqué y también con un diseño maravilloso. Parece vestido, pero no, es un mono con faldita.

Bueno, mejor que lo veáis… Tiene un lazo de raso para cerrarlo y en realidad la gente se preguntará si es vestido o mono. ¡Chifante! Sencillo y de una clase bárbara.
Espero que lo podáis ver bien porque merece la pena. A mí entre el color y el piqué ya me ha conquistado, aparte del diseño tan increíble.

El que sí que es “vestido” es el de volantón de piqué marfil, otra monería. Sencillo como nada. Sin mangas y con un volantón en el bajo. Aquí das vueltas a tu cabeza imaginando los complementos múltiples que le puedes poner.

Para ir más elegante, yo le pondría un lazo camel en el pelo y bailarinas en el mismo tono. Y para darle alegría, collares monos de crochet en cualquier color chillón a

juego de unas alpargatas… Mil ideas se me ocurren.
Los niños tienen la clásica camisa mao de lino de manga larga. Con unas bermudas blancas para el calor, monísima. Con un pliegue delantero y tres botones. Parecida a la guayabera cubana, ¿no? Me lo parece así.


Y voy con el color magenta o buganvilla, como lo he bautizado yo. Es un color que siempre me ha apasionado. De nuevo la sencillez la vemos en este vestido sin mangas con tres volantitos en el bajo. Tan simple y tan mono como eso. Me chifla… Poned a la niña debajo de una buganvilla y hacedle una

foto bonita. Os aseguro que queda divino…¡Soy el colmo!
El niño tiene la camisa a juego, también de cuello mao. Con bermudas blancas o marfil. Me encanta cómo está aquí con la niña, que lleva el vestido “Volantón piedra”, igual de bonito que el otro y con más posibilidades para combinar. Con los sombreros de paja con la cinta magenta están de película.
¿Y el mono “Gades” en este color? Pues superior, que queréis que os diga. Me encanta combinado con rosa claro. Unas alpargatas rosas y

un collarcito de crochet igual… ¡Qué cosa! Puede ir a dónde le de la real gana así de mona.

También queda monísimo con colores piedra, como veis aquí con este collar. Os digo que son una maravilla. ¡Cai, ayyy mi Caiii!
Mirad lo que os digo: esta niña con una corona beige de florotas ya le da otro aire y con el calzado adecuado… ¡Tachán! Lista para ir a una boda. Es una maravilla. ¡Beatriz, me tienes loca!

Mirad el maravilloso vestido en un desfile, con el niño de la camisa negra. ¿No están ideales? Pues sí, los veo divinísimos. Donde esté lo sencillo…

Y os enseño el polo opuesto, es decir, el color negro. Aún hay gente que se resiste a vestir a los niños con este color. A mí me ponen mensajes diciendo que jamás se lo pondrían. Yo antes pensaba igual, pero cada vez me ha ido gustando más.

Comprendo que si fueran diseños de vieja o muy de mayor, ya tienen toda la vida para ponérselo, pero con las maravillas que diseñan ahora, los veo monísimos.

Ideal el vestido “Mar lino”, fresquito, sin mangas y con volantitos en el bajo. Y lo mismo el vestido “Cruzado lino”. Especial la espalda cruzada y llenita de pliegues. Fijaos bien en los detalles.

También tenéis el de “Volantón lino negro”, como los de antes. En el Sur, directamente sin chaqueta. En el Norte, nos encargaremos de complementarlo como Dios manda… ¡Hay tantas posibilidades! Os lo recomiendo

con camel por supuesto y también queda ideal con azulón o con naranja. Chaquetita corta y bailarinas o alpargatas. Un vestido de diez.

El niño, su camisa de cuello mao. A los niños que les va (que no a todos) están monísimos de negro. A estos dos niños, la niña con el mono y el niño con la camisa, da gloria verlos. Para tener tres, como yo, veo combinaciones perfectas para niño y niña.

Me gustaría como siempre, que me dejarais opiniones sobre este color, que tanta polémica ha levantado, aunque cada vez menos. De verdad que los veo perfectos.

Y ya para una celebración, irían de lo más original. Os doy una idea con estos bombones de niños… están para comérselos. Llamarían la atención de lejos, os lo digo yo.

Y llega el azul, azulón o como llaméis a este color precioso. Los vestidos de antes, como el “Mar lino”, monísimo también en este color, ya lo veis.

Esta niña desfilando, cómo está, por Dios… Si os dais cuenta lleva un collar de crochet unos tonos más pálidos y queda divino. Añadidle unas alpargatas como el collar y otra maravilla al canto.

El niño, por supuesto, la camisa en el mismo tono, para el caso de querer llevar igual a los hermanos ( sí, por favor…)

Mirad estos niños con los conjuntos azules: perfecta la niña con ese vestido por encima de los shorts …

¡Buff! Chifante cómo queda con el niño a juego, con bermudas blancas y zapatos camel. Collar camel para la niña, sandalias monas a juego y ¡voilà!

Bueno os habéis hecho una pequeña idea del verano de Lasuanzes. Es importantísimo lo de la versatilidad. Sí, no hace falta gastarnos la luna y pueden ir divinos de la muerte a cualquier celebración. Os digo que juguéis con los complementos…

Y os dejo una foto de Comunión de este año, que parece una premonición, puesto que el próximo año, las pamelas, sombreros y demás están totalmente de moda. No os olvidéis los que tengáis niñas que la van a hacer. Hay verdaderas monadas.
Un placer de nuevo Beatriz, espero conocerte algún día. No pude ir al último desfile de Petit Style en Madrid, pero coincidiremos, estoy segura…
Un beso con aire de poniente
Cada foto que publicas es aún más bonita que la anterior. Todo está rodeado de encanto. Me parece precioso.
¡Muchas gracias Olga! Así da gusto. Espero que me sigas leyendo. Un beso, Eva.