¿Cómo estáis? A estas alturas del año, imagino que todas las que tenéis eventos, tales como bodas, comuniones, bautizos y demás, preparando e ideando ya todo para que todo salga perfecto y tanto vosotras como vuestros hijos brillen ese día.

Es una época perfecta

para ir viendo de aquí y de allá, hasta encontrar el modelo perfecto. Ese que parece hecho para ellos, para

ti. Una tarea nada, pero nada

fácil.

Quiero daros las gracias por todos vuestros mensajes de cariño, por vuestro interés, de verdad. No sabéis cómo se agradece el cariño que día a día me estáis demostrando.

Seguimos en esta rutina que nos ha tocado vivir y busco

fuerzas de donde no sé para no derrumbarme del todo. Dios está ahí para ayudarnos, estoy segura.

De nuevo, mil gracias.

Y ahora sigo con lo que os interesa, que es la moda infantil. A ver si me da tiempo a hablar un poco de comuniones, de mamás de Comunión, de todo lo que me pedís. A ver…

Hoy os enseño una marca que descubrí  no hace mucho tiempo y que me ha encantado, me ha chiflado como digo siempre.

Nunca os había hablado de ella. Y merece la pena, y mucho.

 

Alejitos: La defino como romántica a más no poder, sencilla, con un equilibrio increíble en los complementos, con detalles exquisitos, elegantes, diferentes a los que había visto (y mira que he visto).

Algunos, con un estilo retro-sentimental  bárbaro y difícil de conseguir, diseños como os digo, originalísimos y para madres que buscan que sus hijas vayan únicas, sean únicas ese día y no tan parecidas a otras.

Tules bordados, encajes, pasacintas con detalles florales, faldas de tul, fajines, pecheras de enamorar, complementos divinos… Todo esto es “ Alejitos”.

Hay modelos  exclusivos. Encontraréis verdaderas maravillas.

Y como ya sabéis que me espanta lo recargado, las niñas que parecen novias y los grandes volúmenes, no esperéis ver nada de eso aquí.

Son sencillos pero a la vez  increíblemente trabajados, cada puntada, cada detalle y la armonía del conjunto en general, que es al final lo que cuenta.

Uno de ellos es el modelo Hiedra, exquisito, como veis, con lazada verde oliva , blanco con tul bordado en beige. Sin vuelo excesivo, lo veo magnífico, diferente a todo.

El talle alto, la espalda tan preciosa, los bodoques del tul, las mangas terminadas en volantes… Un canto al buen gusto, a lo bien hecho. ¡Cómo sienta!

Y se ve realmente cómodo. ¿Qué más podemos pedir?  Las que no somos muy recargadas morimos por modelos como éste.

Tal y como lo lleva la niña, sin casi adorno en el pelo, ya depende del de cada una. Esta niña tiene un “pelazo ideal”, exótico, pero yo no lo recargaría con mucho. Con un tocado sutil de florecitas verdes, arreglado. En forma de corona, o más pequeño… Todo muy escueto. ¡Divino!

Más “impresionante”, aunque no más bonito, es el modelo Magnolia, con sus mangas exquisitas, que me recuerdan a esas películas tan románticas, un poco retro y con tul  bordado en beige también, talle alto de nuevo, con una puntillita rosa que termina en la espalda con detalles florales. Una maravilla.

Desde luego, si quieres que tu hija sea única, éste puede ser tu

vestido. Entre las mangas, la espalda vintage total y ese tocado (cuidado, que no a todas les favorece), es una delicia.

Y repito lo del “moñito” que lleva tan bonito, porque si no le favorece por cualquier cosa, no hay que llevarlo tal cual, sino buscar lo más acertado y lo que más favorezca a tu hija.

No a todas las niñas les sienta bien el pelo recogido. Hay tocados y flores maravillosas. Y sin ir más lejos, un simple lazote a un lado. Ya sabéis que soy fanática de los lazos sencillos.

Desde luego, una niña así es una estampa muy difícil de olvidar. Hay tantas marcas, tantos modelos y tantos estilos, que das mil vueltas para todo. No dejéis de lado esta marca increíble.

Barbarísimo y uno de mis favoritos, el modelo Lavanda, en tul de plumetti y con una pechera de volantes que son un sueño hecho realidad.

Ya lo veis. ¿Qué os parece? Las mangas al codo transparentes, escote cerrado y los detalles de florecitas rosas en la pechera no pueden ser más de mi gusto.

Romántico, exquisito, de película… ¡No me puede gustar más!  ¡Cómo me chifla lo sencillo y exquisito a la vez!

De nuevo, los rizos salvajes de la niña le dan un toque perfecto, pero como no será así en la mayoría de los casos, un tocado de flores bonitas en rosa o un lazote rosa quedará de fábula.

No os olvidéis tampoco del calzado. Los complementos son tan importantes como el vestido, tenedlo clarísimo. En “Alejitos”, también os ofrecen tanto los tocados, como las alpargatas, etc.

Bueno, soberbio este modelo para mi gusto. Incluso lo llevaría con la cesta con paniculata y en el pelo, poco adorno.

Y otro, el modelo Menta, de nuevo de tul de plumetti, con poco volumen y unas mangas colosales dobles a modo de alas de encaje en un beige más subido.

De nuevo romanticón, bonito y con el detalle del fajín de color verde, de tul de plumetti, con flores en su parte delantera.

Exquisita la espalda en pico, todo… ¿Eres de poner notas de

color y salirte un poco de los tonos de siempre?  Puede que sea éste tu sueño.

El pelo, recogido en una trenza, desaliñada a propósito con las mismas flores que el fajín, aunque ya os digo que esto no tiene por qué ser tal cual.

Un lazo verde sin más o una coronita, igual de bonito o más.

Otra joya, el vestido Rosa Imperial, que seguro  que os priva. Un puro encaje, con un aire vintage absoluto y pechera en pico deliciosa con pasacintas y como si llevara en la parte de arriba una capelina.

Es puro arte en movimiento y yo

la llevaría tal cual, bien sólo o bien con la mañanita, que es una delicia sencilla y le aporta un toque menos sofisticado al conjunto.

Las flores de la cabeza, ni más ni menos. Las justas. Más bien pequeñas, porque el carácter y personalidad de este vestido lo arrasa todo.

Vuestras hijas irán brillantes, únicas y encantadas. La capota no se la pondría aquí por lo que os digo. Porque el vestido ya tiene bastante y no necesita más adornos que la personalidad y movimiento de la niña.

Me chiflan las capotas de rafia pero a veces, son un arma de doble filo. Me encantan para niñas menudas, que parezcan más pequeñas de lo que son. Entonces, sí.

La capota les queda de maravilla, pero en una niña alta (ahora con esas edades, algunas parecen novias), corre el riesgo de ir un poco “disfrazada”. ¡Tened cuidado con esto!

El modelo Buganvilla, otra delicatessen que podéis elegir. En crochet, falda en tul bordado de bodoques  (me pirra) y capota de rafia rosa. Veo un equilibrio y una armonía total.

La capota, divina, ya la veis, aunque os sigo diciendo que si la niña es una espingarda, mejor no ponérsela…  La espalda cuadrada y esta foto con la capota es un sueño.

La pechera, las mangas transparentes bordadas. Romanticismo, languidez, nostalgia… Me evoca todas estas cosas.

Es un vestido de matrícula de honor, sin ser recargado, cosa que me espanta.

Bien sea con melena, o más informal como esta niña, está absolutamente encantadora y divina para un día tan importante.

Y el vestido Salvia, otro con el que no fallaréis. Con no mucho vuelo y detalles de escándalo, será de nuevo el centro de las miradas.

El mimo con el que está hecho, cada detalle cuenta. Esas mangas, ese bajo bordado, el tocado…

Ya veis el complemento tan ideal de las alpargatas. Todo pensado al milímetro, todo preparado para que tu niña sueñe. Y la capota… Opcional, claro, pero este vestido pide capota.

Queda preciosa, en color natural, con ese cuello de encaje y la pechera, de nuevo sencilla pero sin gota de simpleza. Una maravilla.

Claro, que, como os digo, también le podéis poner un tocado mono o cualquier cosa bonita de las muchísimas que nos ofrecen.

Nadie como vosotras conoce a vuestras hijas. Por eso, es cosa vuestra la cuestión de los complementos y aderezos.

Pero ya sabéis, que, ante la duda, mejor “sin” que “con” y como dije desde que empecé este blog, ¡No las disfracéis el día de su Comunión, por favor!

Al revés, tienen que parecer ellas más que nunca. Ellas, deslumbrantes y maravillosas. Pero “ellas”.

Bueno, os dejo más fotos de más modelos que tienen en la categoría de no exclusivos, pero que son una joya también.

Podéis acceder a su página, mirar todo bien y pedir cita previa. ¡Estáis justo a tiempo y os aseguro que merece la pena!

Pedid cita y  la niña irá certera como nadie. No hacen falta fortunas para deslumbrar. Eso creo que muchas ya lo tenemos super claro ¿verdad?

Encantada de haberos enseñado estos modelos tan fantásticos y esta marca de la que, hasta hoy, no había hablado. ¡Mi más sincera enhorabuena por tanta belleza!

Ya sabéis, podéis ir pidiendo cita. Están en Villanueva de la Cañada  (Madrid) y recibiréis una atención personalizada y asesoramiento sobre todos los complementos y demás.

Un beso vintage (eran mucho más románticos).