
Bueno, hoy es obligado hablar de la boda real inglesa. Para las que somos amantes de la moda, es ineludible.
En general, una boda de cuento, en la que todo se puede. Se han abierto los herméticos ingleses y han aceptado a una mestiza divorciada.

¡Todo un logro! El novio, que era el feo de los dos hermanos, ahora, para mí, es el atractivo e interesante.

La novia, que no es una belleza al uso, me encanta (lo siento por mi cuñado que dice que más fea no puede ser). El vestido no le sentaba de cine, ni falta que le hacía.

Sí, es verdad que no le ceñía bien y que le hacía arrugas. Prácticamente iba sin peinar… Y aún así, me encantó.

Ahora vienen diciendo que el Givenchy que lució es una copia mala del Caprile que llevó la infanta Cristina. Y puede ser.

¿Pero, me vais a comparar? A la infanta le sentaría como un guante, pero es una mole antipática, carente de todo estilo y como si le ponen la ropa más maravillosa del mundo, que me deja fría.

El estilo y la naturalidad con la que lo llevó Meghan vale más que todo lo demás junto. Y es que la infanta, carece de él, además de carecer de muchas otras cosas.

Camila, formidable, como siempre. Y eso que no es que me sea mi favorita. Y Kate, también ideal. ¡Qué estilos tan diferentes los de las cuñadas!
De los hombres, el mejor vestido, el feotón del príncipe Carlos, como casi siempre. Los guaperas de George Clooney y Beckham, para el gato.
El primero no podía ir peor a una boda y el segundo, lleno de tatuajes, será muy guapo, pero a mí me parece un hortera, un portero de discoteca, por no nombrar a su augusta y estiradísima mujer, tan altiva, tan estúpida y tan sumamente frívola.

No me gustaba nada como iba, tan oscura, parecía un cuervo. Nada.
Bueno, que los que más me gustaron fueron los protagonistas y la familia, porque la Reina madre, también iba estupenda.
El gran fallo fue el de los niños de Arras, también como casi siempre.
¡Qué mal visten los extranjeros a los niños!


Y eso que el hijo de Kate parecía un soldadito de plomo y estaba gracioso. Pero a las niñas, no había por dónde cogerlas.

¿De dónde habrán sacado esos vestidos, que no eran de Arras, ni cosa que se le pareciera? ¿Y con zapatos blancos?
Definitivamente, lo peor de la boda. Los niños de Kate, podían haber ido preciosos con muchas de las marcas españolas. Me los imagino y es lo único que faltó para ser una boda de diez.

Por eso, hoy, me voy a permitir el lujo de enseñáros Arras bonitas. Unas me gustan más, otras menos, pero cualquiera, le da mil vueltas a las de la boda de Harry y Meghan.
DeLucía se va a encargar de que veáis (sobre todo, las que os casáis este año o el que viene), lo más mono en Arras, para una boda elegante, preciosa y completa.

Tiene varias colecciones, varios estilos y depende de cómo sea vuestra boda, os irá más uno que otro. Todo lo hace por encargo y viste desde bebés a niñas mayores, así que no tenéis problema.

Os voy a enseñar algo de lo que más me gusta, como la colección Helena, en una versión renovada. Ha sido una de las más vendidas y no me extraña nada.
Por cómo sienta el plumetti en las bodas de verano, la facilidad de combinar con cualquier estilo y su tono neutro junto con sus acabados, hacen que sea perfecta.

El vestido de vuelo, divino, de plumetti y puntilla exquisita de bolillo. ¡Cómo está la niña! ¡Que lazada atrás y qué monería!

Para bodas de septiembre o principios de octubre, la blazer de la misma colección que queda absolutamente deliciosa. También en plumetti y puntilla de bolillo, completamente forrada. Una cucada deliciosa.

El vestido de talle bajo, el conjunto de falda y blusa para las mayorcitas… Todo acorde con las diferentes edades, una colección de lujo.
Monísimo el niño pequeño con el conjunto de bermudas de piqué, camisa de plumetti y la puntilla de bolillo en la cintura y pechera. ¡Un niño de Arras de verdad!

Un poco más informal, el niño mayor, con camisa mao de manga larga y, como os digo, una boda de campanillas.

Las flores del pelo, yo las pondría en otro color, porque este verde no es el que más me gusta, pero eso, lo que vosotras veáis…
Un montón de cosas más en cada colección, como estas esparteñas, preciosas para combinar los vestidos y conjuntos.

Otra de las colecciones que más me gustan es la Dolce Vita. Hay novias que decoran todo el acontecimiento en torno a un color y realmente, con un resultado precioso.

Pues, para ellas, la Doce Vita es la idónea, ya que, a la espectacularidad de su tono blanco, podrás añadir el color elegido y con el que adornarás toda tu boda: rojo, celeste, maquillaje, aguamarina, amarillo, etc. Cualquier color le va divino a esta colección.
El vestido de vuelo, delicioso, puede ser también en color marfil, otro color favoritísimo en las bodas de cualquier tipo.
Ya lo veis, con la banda, como he dicho, en el color que queráis. Un clásico que no falla. Lazada hermosa atrás y coronita en la cabeza, acierto seguro.

Si le añades unos ramos o cesta con paniculata, cada vez una boda más bonita.

El niño con bermudas y fajín, monímo con su camisa de plumetti con cuello mao. ¡Un niño de Arras como Dios manda! Irán perfectos, sea la boda que sea.
También hay esparteñas para esta colección.

Todo está pensado para que las niñas se luzcan como luciérnagas. ¡Maravilloso! ¡Qué repaso daríamos en España a la super boda inglesa!


Otra colección perfecta, si lo tuyo es lo vintage, los encajes, los linos…: la colección Doré. Hay bodas muy, pero que muy especiales, que requieren niños vestidos así. Si todo está en armonía con el tipo de boda, con lo que ha pensado la novia, no podrán ir mejor vestidos.

Precioso el vestido de vuelo en rosa palo exquisito, como venida de otro siglo, hará las delicias y será el centro de la boda, sin duda. Los encajes y la delicadeza de la tela, te harán enamorarte de la colección nada más verla.

Estilosa y encantadora la mayorcita con el conjunto de falda y blusa, con los encajes divinos en el escote,

mangas y bajo. ¡Ohhh, la lá!
Y el niño, no se queda atrás. De lujo totalmente, con bermudas y camisa de cuello mao, con los encajes en la cintura y pechera.

¡Este es un niño de la realeza y no los que fueron el sábado!
Perfecto el pelele para el bebé, con los encajes al igual que el resto de la colección. ¡No dan puntada sin hilo!

Para una boda de alto copete, unimos el piqué, el encaje de valencié, el color de la temporada y con todo junto, nace la colección Kale, con la que harás realidad tu sueño, tu vida tal y como a ti te gusta.

Maravilla de vestido de vuelo, con piqué y encaje en tono verde caqui, la elegancia máxima. Divina la niña para un día único y especial.
Capota y mangas de ensueño, unido a la lazada trasera, digna de

las bodas más gloriosas.
El conjunto de falda y blusa, otra maravilla de DeLucía. ¡Qué mangas! ¡Qué pechera! Indescriptible. Mejor que lo veáis.

La maravilla de encaje sobre plumetti, me deja ensimismada, pensativa y atónita. ¿Tan difícil lo tienen que no saben poner a una niña así en una boda de tal categoría?

Deja, deja, que nos lo quedamos para nosotros. Made in Spain total.

El niño, sencillo y perfecto, con el fajín de encaje y la camisa de cuello mao y manga larga…¡Colosal!

Y para bodas lenceras, románticas, dulces y encantadoras, la colección Antique es soberbia.

Puro encaje beige sobre lino blanco, la boda de ensueño de muchas de nosotras…
Mirad el vestido, del que mejor no hablar y sólo admirarlo.

La espalda, con escote cuadrado enamora a cualquiera, así como la semicorona que lleva la niña. ¿No está espectacular?
Como espectacular es el vestido de talle bajo, con el encaje perfecto en ambos lados del cuerpo, en el talle y en el bajo.

Parece una niña de otro siglo que ha venido a recordarnos las maravillas que se pueden llevar en cuánto a Arras de lujo se trata.

El Jesusito, magnífico para las pequeñas. Incluye braguita y capota. ¡Quiero una boda así!
La colección Valencié, que repiten año tras año, es de mis favoritas.
Siempre acertarás, y más si eres una enamorada de los tonos tierra, como yo. Es el encaje más usado para todo tipo de primores, y en esta ocasión, acompañado con lino, roza la perfección.



El resultado es una boda romántica, sosegada, que transmite paz, armonía, y hace que todo quede homogéneo y exquisito. Realmente, no me puede gustar más.
Completísima y escandalosamente bonita. El vestido de vuelo, perfecto para las más pequeñas, con la banda con lazada hermosa en la espalda.
¡Ayyy! Esto sí que son unas

Arras, por Dios. El color
piedra, los encajes… más elegante, imposible.
Para más mayores, el vestido de talle bajo, especial, romanticón, lleno de encanto por todas partes.
Como el conjunto de falda y blusa.
Toda una exquisitez plasmada en un conjunto que pueden llevar como el mayor de los tesoros, porque todo es exquisito.


El vestido de talle alto, el conjunto del niño con fajín o para más mayores, sin él… Todo está medido, pensado para una boda de ensueño.

Colores neutros, sensacionales, elegantes, nos transportan a una boda mágica, llena de mimo y tiempo, pensada hasta el más mínimo detalle.


La colección Mencía, otra que tal baila. Perfecta, soberbia… La colección Peonía, una flor que nos traslada a las bodas más elegantes de la primavera, llenas de color como el tul que la rodea.

Podéis elegir entre seis colores diferentes, que será perfecta, con las lazadas generosas y los vuelos de los sueños de muchas novias.

En fin, os dejaré las fotos que pueda, pero esto quiero que sea un ejemplo de lo que son niños de Arras bien vestidos, sensacionales, dignos de las bodas más bonitas y especiales del mundo.
A la boda real inglesa, algo le faltó, claramente. Lucía, ¿tú qué opinas?
«Si alguna vez amé, si algún día después de amar, amé…» Además de que viene al pelo, siempre que hablo de esta marca, canto esta canción, tan bárbara como la ropa de Lucía.
Un beso de amor
Estoy totalmente de acuerdo contigo con lo de la gran boda