
Otro día que empiezo tarde… Ayer, hasta las tantas viendo Operación Triunfo.
Sí, hijas, qué le voy a hacer, somos mucho de cantar y nos tiene enganchados el programa.
Algunos concursantes me encogen el estómago de lo bien que lo hacen.
Mi marido y yo

analizamos todo: quién nos gusta, cuando desafinan, a quién van a echar, etc. Lo pasamos pipa.

Pero claro, al día siguiente, no hay quien nos mueva de la cama. Sarna con gusto no pica…


Esta mañana, ya estaba con Tess a las 7:15 en el parque. Y claro, a la vuelta, me he metido en la cama, al calorcito, porque hoy sí que hacía frío del bueno. ¡Cómo estarán en Burgos!

Bueno, que ya lo sé, claro. ¡Congelatusss!
Pero ya era hora ¿eh? Que va a empezar la Navidad y no entiendo estas fiestas sin frío. ¡Con el gusto que da ir a comprar los regalos bien heladitos! Jajaja.
Y fijaos si me adelantáis la vida, que , como me insistís tanto en el tema de las Comuniones y me propuse no hablar de ello hasta después de Navidad, al menos voy a hacer una pequeña concesión a las que me escriben pidiéndome consejo sobre el regalo a hacer al comulgante, en este caso, a la comulgante.

Sí. Las que me seguís desde hace tiempo lo habéis adivinado.
Mi regalo estrella, si es para una niña, siempre es un camisón y una bata bonita; vamos, un conjuntazo de quitar el hipo.
No os creáis que abundan los lenceros, ideales, tipo de “Mujercitas”, que son los que me gustan a mí.

Para eso, siempre cuento con varias marcas, de las cuáles una es “Lan Fairy”, de mi querida Mónica, que con su gusto y clase innata, nos presenta unos camisones, batas y mañanitas absolutamente de mi gusto, de lo que yo busco, vamos. Románticos, con el crochet como protagonista, te transportan a otra época y las niñas parecen ángeles. Batistas, plumettis, crochet y pocas cosas más que nos hacen soñar y tener el regalo perfecto.

Son los camisones que siempre he tenido yo de pequeña y después mi hija y mi sobrina… Sencillos, encantadores, de los que no encuentras en las tiendas fácilmente.

El camisón Silvana, ya lo veis, de ganchillo rosa empolvado y plumetti blanco con tira bordada. Una auténtica monada.

Ya veis a María, con qué delicadeza posa (es hija de Mónica).

Lleva capotita de crochet, porque hay madres tipo yo, a las que todo esto nos apasiona. Pero no os fijéis en eso, fijaos en todo, en la fotografía tan bonita y sobre todo, en el camisón, claro.

Cortito y de tirantes, fresco para el verano, es una delicia. Y con las bailarinas de crochet a juego.

Pues con la bata Silvana, completas el regalo y quedas como una reina. Deliciosa, de piqué blanco, volantes de plumetti en las mangas y lazo rosa empolvado para atarla.
¡Qué pose tan mona tiene María! ¡Qué maravilla de bata! Estas son las cosas por las que escribo y me deleito y me siento como Jo, la protagonista de “Mujercitas”. Me imagino vestida de la época y con mitones en las manos, jajaja.
No es por nada, pero como un regalo de estos, pocos.

La clásica pulsera, pendientes, reloj… acaban la Comunión con varios. Que llevo unas cuántas Comuniones a la espalda y siempre he triunfado con mi camisón o pijama y bata a juego.
Otra opción es el camisón Ariadna, con el ganchillo en gris y blanco, de batista y con tira bordada en el bajo.
De nuevo, sencillo (pero qué bonito es lo sencillo, por Diosss) y encantador.

Ya veis a la niña en todo su esplendor en ese banco tan ideal, con alfombra redonda de crochet de adorno y decorado con el exquisito gusto de su madre.

Una imagen vale más que mil palabras, desde luego y esto es una muestra clara de ello. Las que busquéis cosas más rebuscadas, con más adornos, con más encajes y con más de todo, aquí no las vais a encontrar.

Hay algunas marcas que lo hacen más elaborado y son también realmente preciosos, pero la mayoría de los que he visto, no me gustan en absoluto. ¡Que son niñas, no mujeres! Que a muchas madres se les olvida por completo.

A este camisón, le ponemos la bata de piqué acolchado Cateherina, de nuevo sencilla y preciosa, con lazo de raso en gris para anudarla. ¡Y otro conjunto de campeonato!
¿Qué os parece? ¿Sois de estas cosas o sois más recargadas? Ya hablaremos, pero si me pedís mucho adorno, no contéis conmigo, va en contra de mi religión, jajaja.

De nuevo, estamos ante una bata elegante y muy ponible todo el verano, sobre todo en el norte. ¡Me chifla llegar a una casa y ver a niñas así preparadas para irse a la cama!

Veo tan pocas… Hay que ver cómo descuidamos la ropa que en teoría nadie nos ve. Es una auténtica pena.

A mí cada vez me gustan más las cosas de casa: mantas, colchas, cojines monos, toallas bordadas, batas y camisones… ¡Me pirra!
Y si os contara a mi hermana… No se le puede regalar nada que no esté relacionado con ello. Siempre le regalo camisones, cojines, albornoces bordados, etc.

Divino el camisón Calista, de ganchillo en verde agua y plumetti blanco con tira bordada en el bajo. Lacitos en el canesú a juego y las bailarinas de crochet en verde agua.
¡No me digáis cómo está de ideal! Es que más no me puede gustar una niña recién levantada. Además, en veranito, a una niña con un poco de color, este tono le realza el moreno y sienta de maravilla.

Bárbara y fresca, la bata Calista, de batista perforada (una maravilla), con esos volantes en las mangas y el lazo de raso verde agua.

¿No os parece espectacular? Dentro de su sencillez, es una auténtica joya de bata. Yo no me lo pensaba, vamos.

No me extraña que diga que parecen angelitos… Imagino que estas cosas les chiflarán a las madres, que, como a mí, no les gustan nada los vestidos de Comunión súper recargados, porque, claro, al final, todo va unido.
Dime qué vestido de Comunión llevas y te diré si te gustan o no estos modelos… ¡Así de claro!

El que os tiene que gustar a la fuerza, porque es una virguería de requetemonísimo (Mónica, lo has bordado), es el pijama Valeria, compuesto por un blusón-camisón cortito de ganchillo formando como un cuellote divino con lacito estrecho, plumetti blanco con puntilla y short de crochet color nude.

¿Cómo lo veis? Yo, más delicioso, imposible. Sin duda, este año, si tuviera Comunión, elegiría éste, por variar.
¡Es brutal de bonito! Me quedo embobada mirándolo una y otra vez y pienso si a Almudena le gustaría, que creo que sí.
El problema es su edad… pero por tamaño… ¡Si somos de bolsillo!
A juego, la bata Valeria, tan bonita como las demás, pero que con este pijama, queda de morir.

De plumetti blanco, con tira bordada y puntilla, manga al codo y lazo nude para atar, además de los más estrechos en las mangas de volante.
¡Una delicia de niña! Sé que algunas ni me entenderéis, pero si supierais lo que disfruto viendo a María posar con estas monerías de confitería…

Tendréis que darme la razón, aunque no sea vuestro estilo, en que la niña está cuál bombón con este conjuntazo.
Nada Mónica, tú sigue haciendo esto, que cada vez se vende menos en las tiendas y más te compraran a ti.

Porque te aseguro que, como yo, somos muchas. Muchas más de las que parece, lo que pasa es que, como en todo, las emperifolladas, dan más guerra, jajaja.

Os quiero enseñar sus mañanitas y boleros que ya son la cosa más romántica y mona del mundo.

Además, si no quieres bata por el calor, es el sustituto perfecto. Mirad la mañanita Alicia, de ganchillo rosa empolvado, perfecta, con entredós justo al empezar el puño… ¡Qué cosa más monaaa!

O la Amelia, en gris, también ideal y perfecta para el camisón Ariadna. Son detalles femeninos, coquetos, de las que saben apreciar lo mínimo, un lacito por aquí, una onda por allá…¡Rizamos el rizo, vamos!

Y la Elisa, ya la veis… Tanto en blanca, preciosa y combinable con todo, con el lazote en rosa, como la rosa empolvada, también exquisita, repito y repito. Con lazo rosa pálido.
¿Qué niñas veis así al ir a cualquier casa? Pues ya va siendo hora de que las madres se pongan las pilas y vistan a las niñas tan monas como para ir a la calle.

También la mañanita Lucía, preciosa y cortita, en celeste. Todo parece de otra época y no debería ser así.
Esto es ideal ayer, ahora, mañana y siempre.
Sé que no morirá con las labores de nuestras abuelas y madres, aunque me tenga que aliar con Mónica y hacer “huelga de buen gusto”.
Como siempre, ha sido un placer enseñar tus maravillas y espero que tengas muchos encargos.
Señal de que vuelve la gente sencilla que sabe lo que quiere y que entiende que a los nueve años, las niñas son eso, nada más que niñas.
Un beso de regalo