
Bueno, otro día que ando sin resuello. ¡Qué raro! Estas épocas son de muchísimo trabajo y no doy abasto, la verdad.
Entre los niños, las tiendas, marcas, la casa y trabajos aparte, creo que me voy a volver zombie. Me falta poquito…
Tengo tanto lío y tantas cosas de qué hablaros, que no sé ni por dónde empezar.
Además, me han dejado sola


y tengo que sacar a Tess, con lo cuál, no sé ni a qué hora podré terminar hoy.

Ni he pisado la calle. He oído que vuelve el frío y las nevadas gordas, sobre todo en Asturias y Cantabria.

Y en Burgos, pues más de lo mismo.


Si sólo salimos en las noticias por el maldito clima…
¡Con la de maravillas que hay!

Bueno, quiero decir que en pleno invierno y nosotras hablando todo el día de las Ceremonias y Comuniones, pero ya sabemos que mujer previsora vale por dos y es lo que toca…

Os he estado hablando de marcas preciosas (para mi gusto, claro), pero aún así, tengo mensajes que me dicen que ellas quieren algo más sencillo para la Comunión.
Yo, encantada, porque me requetechifla lo sencillo, ya lo sabéis, así que dándole vueltas, he
decidido hablaros de
«Labubé», una marca que me enloquece y que siempre os la enseño, porque Carlota Abril, su diseñadora, tiene una creatividad y un gusto innato.
Además, sus vestidos son, además de divinos, súper asequibles y se rodea de lo mejor para los complementos. Este año, ha contado con Gloria Laizaga, que le ha pintado algunos vestidos y que son una joya. También con la maravillosa Sally Hambleton, para las flores frescas de las coronas y con Belle Chiara, para las bailarinas.

Con esto, consigue un resultado realmente espectacular.

Eso no quiere decir que las tengáis que poner idénticas, pero sí podéis coger ideas.
Los vestidos, de lino, con puntillas, jaretas y algunos detalles más, no pueden ser más bonitos, más de niña, más inocentes…
Después, se prestan mucho a ponerles unas alpargatas preciosas, aunque con bailarinas también quedan de lujo.
Y quien quiera una corona irresistible de flores frescas, me parece bien para la Iglesia, porque ya sabemos que después acaban un poco “ chuchurrías”.

Entonces, le podéis poner un lazote de raso a un lado (que es lo que haría yo), que les pega de forma increíble con los vestidos o cualquier otro detalle mono en el pelo.

Algunos vestidos son repetidos del año pasado, cosa que para mí, es de inteligentes, porque las niñas son diferentes y si los modelos han triunfado, yo haría exactamente lo mismo.

Los estáis viendo, con su sello inconfundible, su estilo propio. Carlota pasa mucho de lo comercial y de lo que más guste a mucha gente.

Ella hace lo que le gusta y es otra de las cosas por las que la admiro tanto. Se mantiene fiel a sus gustos, tejidos, estilo…
Personalidad se llama eso. Y ella lo demuestra sobradamente, temporada tras temporada.
Habrá muchas a las que les parezcan demasiado simples o no entiendan que su niña no vaya llena de vuelos…

Pero en eso, soy bastante parecida a Carlota y hablo de cómo llevaría yo a mi hija, no de lo que demanda más la gente, porque no sabría ni qué deciros de un vestido que me espanta.
Os enseño el pintado por Gloria, que si lo apreciáis bien, son como angelitos preciosos, haciendo que el vestido sea un sueño, con la banda gris en el talle alto.

Lleva pintado sólo el pecho y el vestido no puede quedar más divino.
Ya veis, un tocado de flores frescas, bailarinas y punto…
¡Perfecto me parece! Son las Comuniones que a mí me gustan, con niñas y no con mujeronas vestidas de princesas…

Mirad el detalle de los dibujos y la puntillita en el escote… ¡Me priva!

Otro delirante es el vestido Flor Blanca.
Ya veis la tela con florecitas blancas estampadas. ¡Qué maravilla!

Talle alto, volantito en el cuello y una corona espectacular de Sally Hambleton. No me digáis cómo puede ir la niña…
Aquí lo veis entero… sin más adornos que un volantón grande en el bajo. Me parece de un gusto arrebatador, si os digo la verdad.

Yo le pondría o las bailarinas o unas alpargatas rosas para darle un toque de color y perfecto.

¡Más bonita que ninguna!
El vestido con base gris, otra maravilla. Con ese escote precioso con volante, la manga al codo y la banda en gris, queda divino.

Después ya veis el adorno en gris que lleva también en el bajo y la corona con flores crudas frescas…

La niña levantándose el vestido precioso… Sencillo y bombonazo. Las bailarinas, en un rosa nude, a pesar de ser la lazada gris. Ya veis que queda ideal también.

El vetido Lazo, me enamora por completo. Su diseño es de niña mona, de niña buena. De niña, en definitiva.
Chiflante la pechera, como podéis ver, con jaretas y puntillas en el escote también. El talle alto con una especie de sobrefalda increíble rematada por otra puntilla y el lazote en el mismo tono crudo.

De mis favoritos, sin ninguna duda.
¡Qué porte tiene la niña, por Dios! Con las puntillas también en el bajo y el volante, más no me puede gustar. De este estilo lo llevó Almudena.
Sin vuelos, sin mil historias, sin mangas exageradas de actrices de cine que van al estreno de su película…

No, sencillamente son niñas monas el día de su Primera Comunión.

¡Olé, Carlota! Ya prometías cuando te conocí y te vas superando siendo tú misma y muy lejos de los cantos de sirena que de vez en cuando te tentarán para que hagas diseños más rococós.

El vestido Picos, del mismo estilo, otra virguería de niña bien, de niña niña. De nuevo talle alto con banda rosa nude y una pechera con puntillas que forman un pico.
Más filas de puntillas en el bajo y el volante.

¡Barbarísima la corona de flores! Es absolutamente sensacional. Yo, para la Iglesia y las fotos, se la pondría tal cuál. Me apasiona.

Ya veis las mangas también con dos filas de las puntillitas, vamos… Un vestido de matrícula de honor. Con unas alpargatas en rosa nude… ¡Ha nacido una estrella!
Como mi imaginación es desbordada, me imagino a todo el mundo mirándola en medio de una multitud de vuelos y tules… ¡Oh la lá!

¡Una niña diferente!
Precioso y lleno de personalidad, el vestido vintage, que es un clásico de “LaBubé!. Simulando un dos piezas, su diseño es soberbio, como todos.

Ya lo veis: de nuevo la manga al codo, unas pequeñas jaretas y puntillas en la pechera. Un poco abullonado para dar paso a la banda rosa y hacer el efecto de “blusa”, siendo la falda de nuevo con puntillas y volante en el bajo.
¿Os atrevéis con él? Lo veo para niñas con mucha personalidad y para madres con muchísimo gusto poniéndoselo.

No lo puedes recargar, porque el vestido es así: sencillo, original y divino.

El vestido Pechera, puede ser otra de vuestras opciones. Cualquiera es maravillosa, eso ya el que más os guste.
Éste es otro que se las trae…
La pechera, cuajada de puntillas y en el talle, de nuevo, una puntilla que hace el efecto de banda, pero sin ella.
El vestido, con unas flores a un lado, o con corona, es una maravilla, pero sé que muchas estaréis pensando que es como un camisón.

Y me da tanta rabia que lo digan quiénes disfrazan a las niñas con vestidos imposibles, que si no queréis, pues no lo llevéis.

¡Ayyy madre mía, qué enfado me estoy cogiendo yo sóla! Lo que os digo…
Más de lo mismo con el vestido Antiguo, que como la misma palabra dice, recuerda a tiempos de antaño, a olores de casas con sábanas de hilo de nuestras abuelas, a otro siglo…

Aquí lo tenéis en todo su esplendor. Las mangas y la pechera son una divinidad como venida de otro planeta…
Y tan sumamente sencillo, que ahí radica todo su encanto. Después, lo complementáis bien con flores, calzado y demás… y la niña va como una diosa.

El de tira bordada de manga corta, más del mismo estilo. Todos con el sello de Carlota.

Con volantes haciendo ondas , al igual que el escote, otro vestido que te permite jugar con los complementos como quieras.
Siempre dentro de un orden, claro… Pero, al ser una tira bordada tan lencera, tan monísima, le puedes poner en el pelo lo que te de la gana, siempre que sea con buen gusto y tino, no te lo vayas a cargar…

Y lo mismo con el calzado. Permite muchas cosas, menos esos zapatos feos con tira y dorados brillantes o blancos níveos, por ejemplo.

Chaqueta rosa como complementos, chaqueta beige, mañanita… Todo previsto para que queden fetén con estos vestidos.

Algunos, en las zonas más frescas, lo necesitarán y les harán un favor, porque si lo llevan bien, son auténticas muñecas.

Me dejo varios modelos, pero intentaré dejaros fotos. A quiénes les guste este estilo, que no lo dude. No se gasta la luna y además, la niña irá de las mejores.

La mía, así lo hizo entre una multitud de vestidos de organza llenos de vuelo y no pude estar más como un pavo durante toda la Ceremonia.

¡Era grande la diferencia! Esto es una chulería que me he permitido.
¡Bravo Carlota! No cambies y sigue sorprendiéndonos con tu ingenio y tu talento.
Ya sabes que en Burgos, adoramos tus vestidos.
Un beso natural
Muy bonitos y sencillos, la pechera alta en el vestido…no sé si es caracterìstico de esta marca, tendencias..
Qué te parece los vestidos de comunión y ceremonia de Pilar Batanero?