
¡Otro día que sale el sol! No os quejaréis… que siempre estáis todas heladas.
Bueno, como el último día hice la presentación de una colección, hoy retomo la rutina de mis artículos, ya que me seguís preguntando de todo lo relacionado con las Comuniones.

Es lo lógico, pero prometo empezar ya con otras cosas (tiemblo, porque también me preguntáis de vuestro modelito, tanto para la Comunión, como para Bodas).
No es que tenga problemas para daros consejos, porque sabéis que si algo no me gusta, lo digo y se acabó.

Os pondría cosas con las que creo que ibais a estar ideales, pero daros cuenta de que también es una responsabilidad…
¡Ayyy! En que líos me meto… Que me encantan ¿eh?, pero lo que os digo…

Bueno, en casa, de momento, todo tranquilidad y con exámenes, menos Almudena, claro, que ha sido volver de Roma para irse este fin de semana a los carnavales de no sé qué pueblo en el que “se celebran mucho”.
Se van a disfrazar de hippies, con lo cual está encantada y ya llevan organizándolo desde hace dos días. Como esta niña no encuentre un marido millonario… jajaja.

En fin, es increíble lo suyo. No os creáis que mientras, cuida a un niño, va a clase… el día no tiene suficientes horas para ella.
Y bueno, poco más… mensajes y más mensajes y algún que otro proyecto de marcas, pero ya os contaré.
Hoy me voy a centrar un poco, no en los Vestidos ni trajes de Comunión, sino en toda la parafernalia que lo rodea, que es mucha. Sobre todo, ahora, que las Comuniones se han convertido en mini bodas…

Antes, íbamos toda la familia a comer por ahí y ya está. Ahora ni hablar: invitaciones a todos los que van a venir, se ponen las mesas por todo lo alto y adornadas, a poder ser a juego de la banda del vestido de la niña o del traje del niño…

Hay mesas plagadas de chuches con cartelitos que lo anuncian, caterings espléndidos, detallito para los invitados, recordatorios (lo único que teníamos nosotros), etc, etc….

Os quedarías de piedra si vierais algunas Comuniones que he tenido ocasión de ver bien en directo, bien en fotos.
Pues, eso, os voy a dar alguna idea de dónde podéis encargar maravillas, no ya de las mesas y catering, que es lo que me faltaba, pero sí de lo demás.

Muchas me preguntáis por los recordatorios. Imagino que la mayoría, ya los tendréis encargados. Pero siempre hay alguna rezagada.
En primer lugar, os hablo de nuevo (ya lo hice el año pasado), de la que, hasta ahora, es mi favorita haciendo estas cosas: «Esperanza Vallino».
Para mí, una artista con mayúsculas, con un gusto exquisito. Y claro, eso se plasma en todo lo que hace. Le podéis encargar lo que queráis, que todo os gustará.

Desde los maravillosos álbumes de fotos (que, además son un regalo de cinco estrellas), de los que yo tuve la oportunidad de regalar a mi sobrina el año pasado, hasta invitaciones, diarios, agendas, cucuruchos de chuches, meseros, etc…

Os enseño algunos, como el de más arriba, divino, en granate con lazo de lunares. Me parece exquisito. El mío fue de lino con lazos en vichy rosa, que también os dejo foto aquí.

Deliciosos sus recordatorios, que los puede personalizar: le mandáis foto del traje y de la Iglesia donde se va a celebrar, y ella lo reproduce dónde queráis: desde los marca páginas, que también quedan ideales como recordatorios y además útiles, hasta la portada del álbum que vayáis a regalar. Lo que os digo… delicatessen.

Aquí veis algunos ejemplos de recordatorios, tanto de niñas, como de niños. Incluso, algunos, con el uniforme del colegio…

Bueno, a mí me chifla todo, por su gusto, la presentación impecable… por todo.

También se puede encargar la invitación y el recordatorio juntos… como veis aquí.
Bueno, lo mejor es que os pongáis en contacto con ella y le encarguéis lo que queráis, que no fallaréis.
¡Hasta los cucuruchos para las chuches y el pincho para la tarta personalizado os hace!
Y otra artista que os nombro, porque me encantan sus dibujos es «Carlota S.C.»

Por supuesto, también con recordatorios, bien personalizados o no, detalles enmarcados con la inicial del niño y una oración… mil cosas que os voy dejando por aquí.

Me parecen muy originales, porque, en sus dibujos, sólo utiliza lápices de colores y papel. Cuando más o menos lo ve terminado, lo escanea, lo imprime en cartulina de 300 gramos verjurado, y lo enmarca.
Hay molduras diferentes y es un detalle precioso.
Me encantan los que tienen una oración, que, quién más, quien menos, hemos rezado con nuestros niños…

Para poner en la pared de su habitación, es un recuerdo inolvidable.
Pues con estas dos artistas de las que os he hablado, tenéis la Comunión de lujo asegurada. Entrad en sus páginas y veréis las maravillas que hacen.
Como los dibujos de Carlota SC, pocos he visto tan bonitos. Yo desde luego, ya tendría uno como éste que os dejo aquí abajo puesto en la habitación del niño.


Y cambio radicalmente de tema, o mejor dicho, de objeto del tema en cuestión, porque las Comuniones de ahora, como os digo, me están cundiendo, que no os cuento…

Muchas me preguntáis que qué regaláis al Comulgante. Sí, ya sabemos que si son los padrinos o parientes muy allegados, lo típico es la medallita, el reloj, unos pendientes monos, etc…
Pero ¿Y en otro caso? Vamos, yo lo tengo clarísimo, porque como os he dicho miles de veces, siempre regalo lo mismo, sobre todo si es niña.

Los niños son más fáciles para todo, aunque penséis lo contrario: con el traje oficial de su equipo de fútbol favorito, las botas de su jugador estrella o el mismo balón oficial, les haces felices del todo.
También una bicicleta, la play station, etc… Aparte, por supuesto, del álbum de fotos divino de la muerte del que ya os he hablado, o el cuadrito con la oración… todo depende de cómo quieras que sea de generoso el regalo y tu relación con él.

En el caso de las niñas, no he visto nada más bonito que una bata y un camisón lencero, de regalo de Comunión.
Ya os he hablado más veces de «Lan Fairy», donde los podéis encontrar maravillosos, bien el camisón, o camisón y bata, un regalo formidable.

Ejemplos como el modelo Juliette, que aquí os enseño, en rosa, con ganchillo hecho a mano y batista… precioso.

El camisón Camille, de plumetti y crochet en crudo, divino, con la bata Collete, por ejemplo, es un regalo diez.
También, como no, la maravilla de pijamas lenceros de la marca «Maria Luisa Artesanía», que me quitan el hipo y el sueño.

Absolutamente delicados, no sé ni cuál poneros, porque me gustan todos.

Tal vez éstos que os enseño, sean los más adecuados para una Comunión: el pijama lencero crudo, con tira bordada en el escote y lazote central, con los pololos a juego, como si de una bañista antigua se tratara, me vuelve loca… Me encantaría hasta para mí… ¡Delicioso!

De un gusto fuera de toda duda, vamos.
Divino también éste otro, con encajes en beige y el de la tira bordada más ancha y los lacitos en el hombro… Los veo impresionantemente bonitos.

Miradlo por detrás… ¡un señor regalo! Pero de muchas, muchas campanillas, no así cualquier cosa, que la gente ya no sabe apreciar lo bueno y bonito, hombre.


Otros ideales, menos lenceros, más ponibles y coquetones, son estos de lunarcitos, personalizados con tu nombre. También, francamente bárbaros.
Igual de monos, los hay para niño, como veis aquí. Que hay niños que también lo aprecian… y si no, lo aprecian sus madres, que ellos ese día ni se enteran.
Otro de mis regalos estrella, es un capazo de playa o piscina, con la toalla a juego bordada con su nombre, o simplemente haciendo juego. Infalible también.

Para eso, os enseño las monerías de «Caperucitaroja73», de la que ya os he hablado en alguna ocasión. Podéis añadir las alpargatas a juego y ¡bombonazo de regalo!

Mirad la de coordinados que podéis elegir: Alegre y preciosa, esta, de cuadritos vichy en fucsia y tela de cerecitas.

O ésta otra, también alegre, mirando al verano, con vichy y tela verdoncha con flores rosas…
Y preciosa, con vichy azul, incluye también

las alpargatas. ¿No lo veis un regalo exquisito? Os aseguro que a ellas les encanta.
Las alpargatas, a elegir, ya que tiene mil modelos y puedes coordinarlos como quieras. Mirad que monería son las del pompón, en cualquier color.

O la toalla suelta, si es sólo un detalle… En fin, que tenéis mil posibilidades.
Y llegamos a las niñas que me gustan. A las que a los 9 años les siguen chiflando las muñecas, cosa por otra parte normal.
Lo que pasa es que , a la mía, jamás le gustaron y a pesar de que le compré las más bonitas del mundo, ella siempre tenía animales (de peluche, claro), a los que cuidaba y lavaba como si fueran las muñecas.

Recuerdo que tenía un mono (precioso y super conseguido) con los brazos muy largos. Ella le ponía los brazos alrededor de su cuello y el mono se sujetaba perfectamente. Era más grande que ella, pero con el mono en la espalda iba por toda la casa… jajaja

También tuvimos varias ovejitas con bufanda y gorro, caballos y hasta una serpiente que se enroscaba por todo el cuerpo y dormía con ella. Y yo, hasta los 16 años pedí muñecas…. Yo le decía: hija, pero ¿a quién has salido?
Y me contestaba que a su tía, que es veterinaria. En fin… que todos los maravillosos muñecos estaban intactos.

Pues, a lo que iba: ahora no hay nada como los famosos muñecos reborn, los que parecen niños de verdad y a las niñas les apasiona.

Os enseño algunos de la marca “Creando angelitos reborn”. Los hace una chica que se llama Soraya, a la que se los podéis encargar entrando en su página y vamos, que yo le pediría uno para mí. ¡Me privan!
Ya veis cómo son, a cada cual más bonita.

Hay que ver el trabajazo que llevan: estas miden 50 cm y usan la talla 0. Están pintadas con pinturas génesis, inalterables al paso del tiempo y selladas con calor en el horno.
¡Así son de ideales!

Están pintadas minuciosamente capa a capa con todo detalle, como se puede ver. El pelo es de mohair de altísima calidad, injertado mediante la técnica micro-rooting, es decir, pelo a pelo, uno a uno, con agujas finísimas…
Su cuerpo, de algodón, le permite adoptar infinidad de posturas y huele como un auténtico bebé… Lo que os digo… el mejor de los regalos.

O de los mejores, porque no me olvido de las maravillas que hacen ahora, como por ejemplo, la réplica exacta del cochecito inglés de la marca Silver Cross, el que tuve yo para mis niños…
¡Increíble cómo es de bonito y cómo es de idéntico! Lo tenéis en rojo, rosa y marino. ¡Ayyy! Son divinos. Y la muñeca dentro, pues imaginaos…

El cochecito no es barato, pero como dice mi madre, es una inversión… porque después será para sus hijas, nietas, etc…incluso yo conozco a una madre que lo tiene de adorno en el salón, para cuando tenga nietos….
Es como para juntarse varios amigos o tíos, etc… y regalárselo. Yo no tengo ninguna duda de que son los regalos estrella.
Todo depende del presupuesto, está claro.
Y con este popurrí de Comuniones, os dejo, aclarando ideas…
Un beso regalado