Sigo por aquí… Callada, sin ganas de nada y pasando las horas como puedo, lentamente… Jamás se me hubiera pasado por la cabeza estar en esta situación tan desesperada.

Intento, lo intento (de verdad), distraerme, pensar en otras cosas, leer, etc, pero el dolor es aún demasiado profundo.

Y me pongo a escribir, porque es una de las maneras de evadirme un poco de la cruda realidad por la que estoy pasando.

Debido a la pandemia (este año lo tiene todo), muchas tiendas, así como muchas marcas de ropa se irán al traste y veremos el cartel de “cerrado por liquidación o por traspaso”.

Será una de las consecuencias terribles que va a traer la crisis económica que se nos avecina, que prácticamente, ya está aquí.

Y pensar en toda la gente que se va a quedar sin trabajo, sin casa, sin vida…. Es terrible.

Mucho, muchísimo, se lo debemos al increíble y magnífico gobierno que tenemos, que, sabiendo de antemano todo, no tomó medidas hasta que ya fue tarde.

Eso lo sabe todo el mundo.

Es increíble que España siempre de la nota por tontos, por ineficientes, por ineficaces. ¡Eso sí!  Ellos no se bajan el sueldo ni un mísero euro, por supuesto.

Me da tanto asco el Pedro Sánchez y compañía, que prefiero dejarlos en paz, que vivan con su conciencia bien tranquila (de eso estoy segura, porque la gente sin escrúpulos, tampoco tiene conciencia).

Y os voy a hablar de una marca chiflante, que no había llegado a vender a tiendas y se ha encontrado con este papelón.

Bueno, nunca se sabe. A lo mejor, y ojalá, haya sido para bien, porque de haber llegado a las tiendas, fijaos lo que hubiera ocurrido este año.

Y veremos los próximos… ¡Ayyy, que no quiero estar tan sumamente pesimista!

Una marca gaditana, de la que os habré hablado mil veces, porque su estilazo puede más que toda la calidad, ornamentos y demás monerías de otras marcas. Es sencillez y estilazo puro: “ By Niné”

Espero que, entre su venta online y los mercadillos tan ideales que organiza por el sur de España, pueda y venza a esta crisis y podamos seguir disfrutando de su gusto exquisito por mucho tiempo.

Como siempre, tenéis para bebé, niña, adolescentes…

Incluso, este año, tienen una colección cápsula para nosotras. ¡Nada tiene desperdicio!

Además, están sus modelos de

ceremonia, bien para Arras, que me super encantan, o bien como invitadas a cualquier evento. Son una verdadera delicia.

En fin, qué queréis que os diga. Tengo debilidad por ella desde que empezó y ningún año me ha defraudado. ¡Qué cosas más bonitas tiene Cádiz, por Dios!

Lo único malo, ya sabéis cómo soy, es el calorazo insoportable que hace en pleno verano. Me da igual que digáis que no es para tanto, que hay brisa, etc. He estado varias veces y yo, me achicharro.

Lo siento. Soy del frío, del norte y ya, siempre seré así.

Ahora mismo, estoy escribiendo con un ventilador a toda potencia y eso, que no ha llegado el calorazo de Madrid, ese que odio con toda mi alma y mucho más, este año.

Espero que con la piscina y toda mi paciencia, mi dolor y mi tristeza profunda, al menos, vaya pasando el verano.

Y que enseguida, pueda empezar a leer. Leer me transporta a otros lugares, me imagino a sus personajes, les pongo cara y enseguida me enfrasco en la historia. Con un buen libro, todas las penas son menos.

Lo que pasa, es que, aún no he sido capaz de ponerme a ello. Y eso que tengo uno super apetecible de Isabel Allende, que no me puede gustar más como escribe…

En fin, tendré que darle más tiempo al tiempo. Ya os iré diciendo qué es de mi vida.

De momento, sigo mal y os agradezco muchísimo a todas las que me escribís y me contáis vuestras experiencias, vuestro dolor… todo.

De verdad que se me saltan las lágrimas enseguida, no lo puedo evitar. No sé cómo agradecer tanto cariño por vuestra parte.

También sigo con la disyuntiva de dónde voy a vivir.

No quiero pensarlo, pero mi mente vuela y se me va constantemente a ello. Por Pablo, tengo que quedarme un año más en Madrid, pero después, no sé ni a dónde iré, ni qué será de mí.

Mucha gente no entiende que no me vuelva a Burgos, pero cuando has vivido experiencias malas y has sido tan feliz en Madrid, todo se vuelve un lío…

Yo, que, hace años, Madrid sólo lo quería para venir de compras con mis amigas y he vivido como una reina mora y más feliz que nada…

Ahora, todo lo veo negro. Negro, negro, negro. Espero que esto se pueda curar, porque es tanto el dolor, que los días se me vuelven meses y los meses, años.

Me digo: “Eva, poco a poco. Día a día.” Pero los nervios y la incertidumbre me pueden.

Me atraviesa un dolor penetrante en el estómago y no soy capaz de decidir nada,  ni de pensar, ni de vivir.

Hoy he comido con un amigo que me recomienda que me quede, que qué hago ya en Burgos, etc. (él es de Burgos).

Madrid tiene más posibilidades de todo. ¿Pero de qué quiero yo posibilidades? Es lo que nadie parece entender.

Y eso que Juan ya viene este mes para quedarse a vivir (en Madrid, no en mi casa) y Pablo, de momento, también estará aquí…

Pero mi vida se ha roto y ni con mis hijos disfruto. Me culpo y pienso que cómo es posible, pero es así.

Espero que vaya pasando, porque si no, me parece que ya no me queda vida….

Es increíble cómo, tan sólo hace un año y cuatro meses, me reía a carcajadas y disfrutaba tanto de la vida.

Esto os lo digo para que toméis nota. Porque, ahora, cuando pienso en momentos en los que me quejaba, me dan ganas de matarme a mí misma.

¡Lo tenía todo!  Un amor inmenso, a mis hijos, una vida resuelta y unas ganas de tanto que me comía el mundo.

Así que, si sois medianamente felices, no os quejéis, que la vida da mil vueltas y te sorprende en cualquier esquina, acechándote y volviéndola del revés…

“De niño te conocí, entre mis sueños queridos… por eso, cuando te vi, reconocí mi destino”. No me digáis que no es bonito. Es lo que siempre me cantaba Luis, de Silvio Rodríguez, cuya letra no tiene desperdicio.

¡Disfrutad mucho de lo que tenéis, por favor! Hoy me ha dado por decir esto todo el rato, pero es que no sabéis (bueno, algunas, sí), lo que se siente cuando se pierde.

Como comprobaréis, una vez más, no comento la ropa, pero os la pongo y si tenéis cualquier duda, me escribís y os digo de qué es la tela, para qué ocasiones son cada cosa y demás.

Ya veis que hay varios vestidos, como os he dicho, con los que podéis llevar a las niñas a cualquier ceremonia, con estos preciosos vestidos de lino, de georgette, etc.

Todos tienen precios fantásticos, que este año, nadie está para derrochar, supongo. Os ponéis en contacto con Silvia y ella os lo resuelve en un periquete.

Ya os digo que vale mucho más un estilazo que un vestido carísimo y lleno de detalles, pero soso y que no siente bien.

En “By Niné”, saben mucho de ello y por eso, las fotos, tampoco tienen desperdicio alguno. Son sabias.

No es lo mismo una niña que otra. Lo siento, pero es así. La gente que dice que todos los niños son guapos, miente. Así de claro.

Se les querrá igual, pero lo mismo que yo no puedo desfilar en la pasarela Cibeles, no todas las niñas valen para ser modelos de catálogos o de pasarela. Creo que es evidente.

Sé que soy bruta y lo digo según me sale, pero como no lo he sido nunca, no voy a empezar a ser falsa ahora.

Os dejo, que me reclaman mis animales (esos sí que dan sin pedir nada a cambio) y el próximo día, intentaré reírme. Da igual de lo que sea o con quien sea. El caso es reírme, y si puede ser a carcajadas, mucho mejor.

En ese camino estoy. No sé si lo terminaré con buenos resultados. El tiempo, también sabio, será el encargado de decirlo.

Mil gracias a toda la gente que hace más bonita mi vida y que intenta que salga de este hoyo en el que estoy metida.

Ellos saben quiénes son. Siempre han estado y están.

Lo que no sé es si me seguirán pudiendo aguantar.

Un beso a  la isla de San Fernando