¿Cómo estáis? Supongo que con ganas de puente, como todo el mundo. Yo, algo más relajada después del susto de ayer…

Estamos con los nervios a flor de piel: fin de curso de los niños, preparación de viajes, partos de las gatas … Vamos, que es una casa de locos. El que más miedo me da es Pablo, que está en la edad de la tontería y no sé yo cómo va a

terminar el curso. Le he amenazado con todo tipo de cosas horribles,

pero pasa de todo…

Va al colegio todos (pero todos los días) hecho un cuadro… ¡Pensar en

cómo ha ido este niño vestido! Me dijo la profesora que son todos iguales, que es la edad de la rebeldía, pero es que no

soporto verle así.

Por eso me desahogo y disfruto con la ropa tan ideal que hay para pequeños, porque sus padres les pueden poner lo que les de la real gana. ¡Es una maaravilla!

Aunque no os lo creáis, todavía hay gente que me está mandando el vestido de Comunión de sus hijas para ver qué tipo de calzado les pone… Ayer, a la una de la madrugada, aún lo estaba resolviendo con Mayka, una lectora. ¿Verdad Mayka? Menos mal que la cosa quedó bastante clara, porque era un vestido maravilloso y sencillo y no le pegaba ningún tipo de perifollo en los pies. Así,  que resuelto.

Si ahora las que nos tenemos que preocupar somos las invitadas… Regalos, modelos de todos… ¡bufff! Cuando llega el día, todo es emocionante, pero los nervios están haciendo acto de presencia para que cada uno tenga  todo perfecto a tiempo.

Por cierto, mi regalo (que es sorpresa), aún no me ha llegado y me estoy poniendo un poco nerviosa… Espero que todo salga bien y me lo envíen a tiempo, ya que luego, sería un drama ponerme a buscar algo deprisa y corriendo.

¡Vamos, lo que me faltaba!

Ahora mismo estoy sola en casa (por poco tiempo). El torbellino de mi hija está a punto de llegar y ya me ha mandado como veintitantos mensajes con cosas: fotos de un bolso que quiere, vídeos de un trabajo que ha hecho, preguntas de todo tipo…

Os digo que es una cosa fuera de serie. ¡Y todo eso fuera de casa! Imaginárosla dentro.

Menos mal que dura poco, porque a callejera no le gana nadie. Además, su modelito me lo ahorro, porque, el día de la Comunión está en plenos exámenes y no puede venir.

Y bueno, yo a lo mío, que me enrollo y luego no me da el día para nada. Hoy ni celebraciones ni nada. Una marca fresca, desenfadada y monísima.

La Ormiga: la conocéis ¿no?  Se trata de una marca joven e innovadora, con moda infantil de inigualable relación calidad-precio. Combina lo clásico con algún toque especial y le ha salido a las mil maravillas. Su ropita es para todos los días, para niños monos, pero sin pretensiones, ropa muy muy ponible.

Bueno, también tienen ropa para celebraciones y eventos y os dejaré alguna cosa, pero la verdad es que tienen tantos conjuntos que escribiría el Quijote.

Tuve el gusto de estar con ellos en FIMI y tienen un

salero que no se puede aguantar. La sede está en Écija (Sevilla), ya sabéis, como les dije: “la sartén de Andalucía”.

Actualmente ya tienen franquicias en casi toda España (incluido Burgos) y por algo será ¿no? La garantía de éxito

está asegurada con La Ormiga, porque es increíble cómo han aumentado sus franquicias en tan poco tiempo. Allí donde van, triunfan. Y también distribuyen a tiendas multimarca.

Bueno, como os decía, pasamos un buen rato con ellos (simpáticos como nadie) y hablamos de las dos chicas que llevan la franquicia en

Burgos, a las que conozco, sobre todo a Julia y que,  desde aquí, le deseo lo mejor. Seguro que en Burgos, este tipo de ropa triunfa, porque es arregladita, pero fresca, veraniega, de niños monos… Para los días calurosos (aunque haya que

llevar chaqueta por la noche), la ropa perfecta. Y lo mejor es que no te dejas un riñón al comprarla… Y menos para los que son familia numerosa.

Yo la veo la ropa idónea para pasar un buen verano, con niños que llaman la atención, pero sin querer ser lo más… (en las provincias tendríais que ver qué competitividad hay).

Paso a enseñar sus  monadas, porque eso es lo que son: monadas.¡Ya está bien de ropa carísima para un verano, que dura tres meses (como mucho). Os doy la solución perfecta. Quien quiera que la coja y quien no, que la deje. Democracia.

Voy a empezar por los conjuntos de florecitas en coral: monísimos, coquetos y suuuuper ponibles. El vestido de la niña más pequeña es delicioso, con ese estampado discreto (que para eso está el color chillón) y el cuello de volante en coral. ¡Revienta de guapa! Y con el moreno…

Aquí tenéis a las dos: también el de la más mayorcita, es precioso: falda en el mismo estampado, con volantes, tira bordada blanca y lazote coral con camiseta blanca con tulipanes y mangas de alitas. Todo con bailarinas coral… Delicioso.

También el vestido de la más mayor, de tirantes y el conjunto de short coral con lazote y blusón. ¿Quién da más? Volante en el bajo en el vestido, pasacintas en el canesú en ambos modelos. Los veo veraniegos, ponibles y deliciosos. Si tienes varias niñas, de diferentes edades, ya lo tienes todo hecho. Hacedles fotos para inmortalizarlas.

Éstas niñas sí que están favorecidas y no Leonor y Sofía, el día del domingo de Resurrección (y generalmente siempre), por mucho dinero que lleven encima. ¿No sabéis que el dinero no da el gusto, ni la clase? ¡Ahhh! Por si acaso teníais dudas, os lo recuerdo.

Otros conjuntos divinos para cualquier día para todas las madres a las que nos gusta que nuestros niños vayan de niños y no de fantoches, son, en primer lugar, el vestido fucsia con vichy verde. ¡Es increíble”. El de la más pequeña, es un bombón: vestido de tirantes fucsia, con pasacintas con lazo verde en el canesú y tira bordada blanca en el bajo. ¡Qué gusto! Aquí, entono el “mea culpa”, porque no pensé que en Écija diseñaran tales monadas… ¡Con ese calorrrrrrrr!

Como os he dicho antes,  para cualquier día, coqueto y monísima la combinación. ¡De diez! Lo mismo que el de la más mayorcita, con el mismo detalle en el canesú y volante superpuesto en el bajo. Me parecen ideales. De tirantes, cómodos, monos, genial de precio… como me decían en FIMI… ¿qué más se puede pedir? Para pasar un verano, son de fábula. En Burgos, yo siempre pensando en mi tierra, las abuelas ya pueden ir haciendo unas chaquetitas curritas o encargarlas en

alguna tienda que las hagan. Y con unas alpargatas rosas o verdes… ¡ A ver quién puede con estas bellezas por casar! Y  si hay niños en la familia (los grandes olvidados), mirad qué camisa a juego, con el detalle fucsia en el cuello y el logo de La Ormiga. ¡Qué tres!

Y ahí no acaba la cosa, que me queda el conjunto de falda, precioso, para esas niñas que prefieren no llevar vestido (yo ya sé de una…). Se trata de esta preciosísima falda de dos volantes de vichy verde con tira bordada blanca y pasacintas con lazo fucsia en la cintura. A juego, la camiseta blanca sin mangas con el detalle fucsia y lazo de vichy verde. Todo pensado al milímetro, perfectamente conjuntado. ¡Madre mía, qué colección! ¡De chapeau!

Apuntad  que vienen curvas: divinos de la muerte, románticos y dulces. El vestido estampado de florecitas rosas con lazote en el cuello y tres volantes en el bajo, intercalados, flores, liso y flores… ¡Una maravilla!, Y el conjunto de falda y blusa de la misma tela. Falda de volantes y blusita sin mangas, con lazote,  aunque más pequeño. Con unas bailarinas rosas, son de esas niñas que se te quedan en la retina todo el día.

Y también monísimo en rosa claro, otro conjunto de falda, con un estampado exquisito y el Jesusito-vestido de la pequeñaja, con el que te puedes morir, al ver semejante

maravilla de espalda, cuajada de volantes blancos, ribeteados en tostado. ¿Cómo es no?

Y sin dejar el rosa, nos vamos a unos conjuntos totalmente

diferentes: más arregladitos, de un rosa palo precioso y que te sacan de un apuro cuando quieres llevar a las niñas más vestidas de lo normal. Los veo de un gusto increíble. Miradlas: la una con un vestido original y espectacular en una tela de tul que lleva bordados los lunares en el rosa palo,  y por debajo, un viso en el mismo tono. Lazote precioso en el cuello. La otra, falda en el mismo tejido, recta y cortita, como Dios manda, con lazo central y una blusa maravillosa con lazo en el cuello y manga francesa, recogida con lacitos en los puños. ¡Una auténtica exquisitez! Tanto

con bailarinas rosas (en el mismo tono) o tostadas, unas muñecas.

Otros vestidos arreglados y como caídos del cielo: en tostado, con la tela mágica que forma lágrimas o lunares alargados (jajaja), por encima de un forro blanco, que lo hace encantador, talle alto, con banda de raso chocolate y un  volante

superpuesto en el bajo. Divino. ¿Y el Jesusito? Bombón de chocolate con leche, la misma tela, capota preciosa con ondas tostadas, banda tostada en el talle alto, anudada con lazadota divina atrás. Y el bajo…paso palabra. Miradlo vosotras. No me digáis que no pueden ir las niñas de matrícula de honor a cualquier evento, sin que tengas que estar haciendo números para ver si puedes llegar a fin de mes. Si, si, no os riáis… Teniais que ver los comentarios que me deja la gente…

Y encima, después para que me llamen pija y que sólo escribo para ricos. ¿Veis como no? Bueno, además ya sabéis, son los menos, pero dan guerra, como suele pasar.

Monísimos también en blanco y tostado los conjuntos de estas tres niñas: un mono color topo, corto, de tirantes y con lazada en la cintura que veo ideal para cualquier día porque este color me puede y además, tiene un algo con el lazo…¡Me chifla! Y los vestidos, también arregladitos, en blanco, con detalle de tul tostado: el de la pequeña en el bajo y el de la mayor, en el talle.

Lo remata una flor coquetona en tostado y ¡Perfectas para cualquier ocasión!

Y otro vestido blanco y tostado de rayas, que he fichado ya, es éste con ese baberote tostado con lunares blancos, ribeteado de tira bordada blanca y la misma, en el bajo. Me diréis cómo está la “criaturita”. A mí con estos colores me entra el tembleque enseguida, pero es que además…¡qué diseño! Tan sencillo y divino a la vez…Y más de la colección, como veis.

En la Ormiga, hay de todo: de diario, arregladito, intermedio…¡No me extraña que arrasen! Van a empezar a poner franquicias en los pueblos, ya lo veréis…

Volvemos a lo de diario: os tengo que enseñar este Jesusito de rayas marino, porque si no, me da un patatús. Me pirró desde que lo ví. Es como si fuera un delantal ribeteado de rojo, únicamente sujeto a cada lado por dos lazos en estampado en los mismos tonos. La braguita y la capota, en el mismo estampado. ¡Con éste os habéis lucido! Me parece absolutamente maravilloso. ¿Cómo me gustarán tanto los colores marineros? Pero es que además, qué diseño tiene el bendito

Jesusito…

Y a juego (no lloréis por eso), la hermanita mayor, con la falda de rayas marino tableada, cinturilla ancha en la tela estampada (que son mariposas) ribeteada de rojo y camiseta  blanca, con mariposa divina en la misma tela estampada y ribeteada también de rojo. ¡Qué conjuntos, por Dios! Yo no sé si la diseñadora vive en Écija, pero está claro que el calor no le afecta…

Y cómo no, en ninguna marca que se precie pueden  faltar los vestidos blancos de toda la vida de verano. Y menos si son cómo éstos: perforados, lazos, tiras bordadas… Para todos los días de calorazo, y estando morenitas, es lo más bonito que hay en el mundo. El de la mayor, de plumetti, lacito en el escote

y talle bajo con puntilla es una delicia y el de la pequeña… de soñar, con sobrefalda de tela perforada y lazo en el escote. Bueno, ¿estáis de acuerdo o no? La verdad es que no puedo pensar, ni tan siquiera imaginar

 que alguien no pueda opinar como     yo. ¡ Es imposible!

Y bueno, como no me dejan hacer los artículos tan largos, que sepáis que La Ormiga, tiene más cosas y también monadas en su colección de baño. De lo que pueda, os iré dejando foto…

Y ya sabéis, corréis el riesgo de que mañana, al salir de casa, os encontréis con una franquicia en la acera de enfrente. ¡Se reproducen como conejos porque encantan!

Bueno, ha sido un placer y los chicos con los que estuve en FIMI, encantadores. Espero volver a veros en junio.

Un beso achicharrante