Parece mentira que esté acabando enero… No sabéis cómo se me pasa el tiempo, tan callando… De repente, os diré que tengo tres o cuatro nietos…¡Buaaaa! Con lo niña que era yo hace nada…Es increíble.

Me dais auténtica envidia las que tenéis niños pequeños. Bueno, sólo si os gusta vestirlos y disfrutar con ello, que ya conozco varias a las que esto que a mí tanto me apasiona les da absolutamente igual. Pienso…¿ seré rara? La mayoría de la gente de mi alrededor no se preocupa tanto por la ropa de sus hijos.

Pero bueno, a otros les da por los coches, los viajes… ¡Ojo! Que a mì también me gustan ¿eh? Digo los viajes, porque los coches, con tal de que me lleven y me traigan, me dan absolutamente igual. ¡Qué gente tan distinta hay en la vida!

A mí siempre me han dicho que qué ideales llevaba a los niños, y sin modestia, digo que sí, que han ido de llamar la atención, para mi gusto, por supuesto. Muchos dirían: “si es lo que te gusta… gástate el dinero en eso»

Siempre me ha apasionado llevarlos monísimos, pero, como digo, por satisfacción propia. Y, como en Burgos no encontraba lo que

realmente quería, mi madre querida, sin saber que luego se iba a arrepentir, en un viaje que hizo con una amiga a Madrid, descubrió “La Oca Loca”. Craso error… Desde que la conocí, no fui a otra tienda para

vestir a mis hijos, y la compra incluía, además, el viajecito a Madrid… Bueno, en los conjuntos más especiales, cuando los quería llevar iguales. Otros, más de sport, los seguía comprando en Burgos, claro.

No os podéis ni imaginar la cantidad de modelos, diseñados entre las dueñas de la tienda y yo (jajaja), han llamado la atención por dónde quiera que hayan ido. Hasta hay gente que, disimuladamente, les ha levantado el cuello para ver la etiqueta. ¡Ayyy, eso no lo aguantoooooooo! Que me digan claramente que dónde lo he comprado ¿no? Bueno, yo con La Oca Loca, no he necesitado mirar nada más , porque ahí lo encontré todo.

A todas aquellas a las que les gusta lo clásico, divino, exclusivo y con un gusto de morir, ésta es vuestra tienda. Gracias a Dios que mi madre la descubrió cuando mi hijo mayor tenía un año, porque así, he podido disfrutar

desde el principio hasta el final.

La tienda está en la calle Lagasca 61 de Madrid. Durante muchos años, mi segunda casa, jajaja. Estaba deseando que llegara cada nueva temporada para ir. ¡Qué conjuntos he hecho para los tres

iguales! Todo el mundo les miraba y a mí, aparte de que me chiflaba verlos, me daba la oportunidad de “diseñar” un poco. Veréis, hay tal cantidad de telas, diseños, maravillas, que tú eliges el cuello, los nidos de abeja, el color, la forma… nadie sabrá nunca lo que disfruté todos esos años.

Y ¡qué modelos salían de mi mente! Recuerdo unos de cuadros vichy verde con nidos de abeja en rojo y bemudas rojo para los niños con el vestido igual para la niña, con los cuellitos blancos de piqué…¡Qué pena no tener una mala foto para ponérosla!

Otros conjuntos que llamaron la atención fueron unos en rayas amarillas y blancas, con nidos de abeja…deliciosos. Ese verano fueron la atracción de todo Santander. No me gusta presumir, pero es la auténtica y absoluta verdad. El mérito lo tiene “La Oca Loca”, por permitirme elegir telas, nidos y diseño.

Y otro vestido que cautivó fue el de mandil de la niña, con la tela a juego de los niños. En cuadritos de vichy azulones, con mangas y cuello de plumeti y el delantal de flores de liberty… Hay que verlo. De verdad, me paraban por la calle. Y yo, muerta de vergüenza, porque prefiero que no me digan nada, de verdad. No sabéis la maravilla que es ser una loca de la moda infantil y ver que tus hijos van

exactamente cómo tú quieres…

No está escrito los viajes que hice a Madrid. Pero en Burgos, ni color, y ni a tiros encontraba esas maravillas en las que participaba diseñando… Lola, su madre, Paloma, que me atendía pacientemente… No sé si se acordarán de mí, pero

hasta el vestido de Comunión le encargué a Almudena allí. No quería saber nada de las Meninas de Burgos y me hicieron un vestido elegante, sencillo, divino: de piqué, con banda y lazada atrás de puntilla, al igual que en el cuello y las mangas… Yo la miraba ese día y se me caían las lágrimas. ¡Justo fue como a mí me dio la gana y no como  marcaba la moda de dos tiendas!

 

Ya sabéis que soy muy especial: todas iban como hinchadas, con capota, limosnera, todo bien almidonado…Pues no, Almudena iba natural, con su lazote blanco en el pelo, como todos lo días. Yo la ví divina.

Por eso, animo a todas las que no vivís en Madrid, pero sé que venis mucho, a que os paséis por la tienda. No saldréis de ella sin comprar, eso sí, jajaja. Es imposible. Te pierdes entre todas sus maravillas de bebés, de niños pequeños, mayores, pijamas y camisones de ensueño… y ahora, además, han traído de las mejorcitas marcas que hay en el mercado para los más mayores.

Bueno, que esta tienda ha marcado mucho la manera de vestir de mis hijos, porque ahí encontraba justito lo que quería. Aún voy a veces y miro y miro…

Aparte, y para las que os interese, visten a muchísimos niños de famosos de este país. Tienen un mural de corcho con todas las fotos del ¡Hola! en la que salen Miranda, Paloma Cuevas… lo mejor de lo mejor. Yo me he encontrado tres veces con famosas, pero es que no hay nada que más me espante que quedarme mirándolas embobada. ¿Y a mi qué me importa? Será que la tienda enamora y punto. Una vez estaba  Adriana Abascal y

con toda naturalidad, me preguntó que con cuál me quedaría yo entre dos conjuntos que estaba mirando para hacer a sus hijos. Yo, sin duda, contesté: «con el azul, es mil veces más bonito» Pero como si no la conociera de nada.

Todos los que venis  a pasar el fin de semana a Madrid, al teatro, de compras, a los museos…no os podéis ir sin pasar por La Oca Loca .Os enamorará igual que hizo conmigo. Empiezas a ver cosas y, si encima te gusta diseñar como a mí, te pasas horas diciendo: “quiero esta tela, con este cuello, los nidos aquí y también en los bolsillos, etc.” Para mí era una gozada auténtica.

Y después verlos, era una delicia. Mandé un montón de gente de Burgos. Lo único que no tiene tan bueno son los precios. Pero es que llevar algo único y exclusivo se paga ¿no? Eso exactamente les decía yo a las clientes de la tienda, cuando se quejaban de que en” tal club social”, se iba a encontrar con otra niña igual.

Yo, tan ancha, les decía: “Hombre, si quieres que sea la única del mundo, te vas a La Oca Loca y lo pagas”. Y es que no valgo para estar de cara a un cliente tonto. Me hartaban. Esa parte diplomática se la dejaba a mi amiga, que era más calmadita que yo.

Ahora, que la tengo tan cerquita, ya no tengo niños pequeños. Pero en cuánto tenga que hacer un regalo, allí estaré. Además a mi hija hasta le compré mochila y bolsa cuando ya era mayorcita.

 

 

 

 

Y ya os digo que, aparte de las dos colecciones que diseñan al año, completas y exclusivas, realizadas a mano artesanalmente, cuidando hasta el más mínimo detalle y abarcando, tanto los trabajos lenceros tradicionales con jaretas, nidos de abeja y bordados, como los diseños más actuales, han ampliado sus productos con las marcas más prestigiosas, tanto españolas como europeas.

Os dejo maravillas de las que hacen, pero, en honor a la verdad, quitando lo de bebé, no le hacen justicia. ¡Qué pena no tener mis fotos para ponerlas aquí!

Vuelvo a insistir en que vayáis. Desde el olor que hay nada más entrar  (lo hacen a propósito para que te quedes, jaja) hasta la última cosita, está todo reunido en esta pequeña tienda de dos

 plantas, en la que a veces, había tanta gente que no podías ni andar. Es muy pequeña y coqueta y ahí radica también su encanto.

Sé que no os acordaréis de mí Lola, tu madre, tu hermana… y Paloma, la chica que trabaja allí,

 

 

 

a la que le iba dirigiendo cómo quería todo… jajaja. Moriré mandona hasta la muerte.

Esta tienda seguirá por los siglos de los siglos, porque es una joya y eso no se

puede perder. Jamás de los jamases. He dicho. Y si no, que me avisen y me la quedo.

Un beso con la bolsita amarilla que ha estado en mi casa más de diez años.