
¡Viernesssss y puenteeee! Bueno, ya sé que no en todas las Comunidades, pero en Madrid sí, y mañana, nos espera La Mezquita.
¡Por fin nos vamos a Córdoba! Y con una guía de excepción, como es Beatriz Baldasano, diseñadora de la marca infantil

«Dimelo Hilando”, quien nos ha buscado unos sitios de lujo para ir, tapear, conocer… ¡Mil gracias Beatriz!

En fin, ya veis que, en vez de estar haciendo una maletita, estoy escribiendo. Ayer me fue imposible con tanta llamada y como es puente, no quiero dejaros tantos días solas, jajaja.
Los niños se han organizado para cuidar a Tess y a los gatos. Veremos lo que me encuentro al volver…

Para empezar, hoy, la primera bronca con ellos. Cuánto más mayores…



Así que, como siempre os digo, voy a cambiar dos días y medio de paisaje, de potaje y de personaje, que siempre viene de miedo.
Y Córdoba… me apetece muchísimo, sobre todo en esta época del año. Si fuera a partir de mayo, ya no vuelvo, porque me derretiría en cualquier baldosa.

En fin, voy a darme prisa, pero os quiero hablar de algunas colecciones que tenéis que tener muy en cuenta a la hora de comprar la ropa para vuestros hijos este verano.
El otro día (como me paso horas en el teléfono hablando con tiendas), ya fueron dos chicas las que me dijeron que los vestidos de grandes adornos y vuelos, estaban empezando a dejar de llevarse tanto… ¿Queé? Casi me da un ataque de la emoción.

¿Habré influido yo algo en eso? Jajajaja. Bueno, al menos, en algunas sí, porque me lo habéis dicho en privado y con eso, me vale.

¡Ayyy, si fuera verdad! Si la gente se diera cuenta de que esos vestidos repollo no sientan bien a nadie, que las niñas no van de niñas, sino de enanitas disfrazadas que no pueden con el vestido, que no van naturales ni monas, sino todo lo contrario…

Tuve un subidón enorme y es que nada me espanta más que esa moda para las pobres niñas y que encima, tenga tantísimo éxito. «Je ne comprends pas…»

En fin, que hoy voy a hablaros de unas marcas que más no me pueden gustar: de niñas, coquetas, con detalles exquisitos, femeninas y monas, pero sin ningún asomo de vulgaridad, mal gusto, excesivos vuelos ni adornos que no vienen a cuento y muy muy lejos de esos vestidos de Meninas a juego con los famosos tocados paellera, sea para el día que sea. Y también de niños monos a juego, al menos en algunas de las marcas.

“Para Sofía”, es una de ellas. Una marca con clase, con niñas de siempre, con algún detalle innovador, pero dentro de un clasicismo delicioso.

Niñas a las que da gusto ver por la calle, sin tener que pensar: “pobrecilla, qué cuadro, cómo le ha puesto su madre”, sino: ¡Qué maravilla, qué gusto tan exquisito tiene la madre de estas niñas!
No podemos estar más de acuerdo Maite Verdejo, su diseñadora, y yo en cómo se debe de vestir a las niñas de determinadas edades.

Su colección Mandarina, ya nos lo demuestra: algodón de florecitas liberty en tonos mandarina y verde agua.

Precioso, sin excesos, super ponible y para llamar la atención por monísima, ya lo veis.

Detalles de volantitos de plumetti en el escote y capota. Espalda con lágrima y pliegue adornado con pajarita y, la preciosa tela, con corte evasé, sin más ni menos. ¡Divinísima!

Bombonazo aquí Sofía, con el conjunto de bombachos Mandarina. Blusita de plumetti mandarina con mangas adornadas con un finísimo bolillo y bombachos de la tela liberty de florecitas.

¡Cómo está la niña, por Dios! Mirad el culete, con adorno de tul en el mismo tono y lazote a juego en el pelo. ¡Tú sí que sabes, Maite!

Otra colección para morir es la Jeans, donde nos demuestra cómo una tela vaquera colosal con un bordado y mangas de cuento, puede volver loca a cualquier madre con buen gusto.
¡Qué imaginación para hacer esta mezcla! No creo que nadie lo ponga en duda.

El mono no puede ser más divino, estiloso, de niña mona, sencillo y al vez, espectacular. ¿Qué opináis?

No hay nada más que ver a la niña para querer tenerlo inmediatamente en el armario. ¡Delicatessen absoluta! Uno de los monos del verano, sin duda alguna.

Monísimo también el vestido para pequeñas y mayores, ¿Por qué no, si es una maravilla? Con la espalda cruzada con el detalle del encaje bordado, enamora también.

Y se puede decir que las niñas van con “vaqueros”. Si, si, vaqueros exclusivos, sencillos y de muerte.
La colección Rubí es la más atrevida para el clasicismo de la marca. Jajaja, me río por llamar atrevimiento a estas joyas, después de los esperpentos que se ven por ahí.

Es de nuevo una tela bárbara, con un estampado de flores elegantísimo, como difuminado el color rojo, todo lo contrario a lo estridente, y lleva tul de plumetti rojo en muchos de los detalles de los modelos.

Como en el Jesusito, con el que la bebota está de mordisco. Mirad qué cosa más bonita, con el tul en el escote y rodeando la sisa, a juego del volante de la capota…
Los tres conjuntos que veis arriba. Fijaos bien. Vestido, Jesusito y conjunto de bombachos con camisa roja de plumetti y detalle de volante de tul en el culete. ¡Un cañón!

Espectacular el vestido que lleva Sofía con el volantito de tul en el canesú y dos lazotes, además de otro trocito que asoma por el bajo. ¿Cómo la veis?

Y también, la espalda del conjunto de bombachos. ¿Difícil la elección, no?
Estas cosas son las que me gustan.


Como mucho adorno, esto. Lo justo y necesario para niñas, que es lo que son.

La colección Ancla es como si la hubiera diseñado yo. Os dejo fotos de ella, porque es un clásico tan bonito, que os la voy enseñando mil veces…

Otra marca que me tiene loca, por bonita, coqueta sin excesos, niños monos, vestidos similares pero cada uno con su toque, con clase, con encanto… : «Kid’s Chocolate», donde los niños también se visten de niños. De niños de postín.
Los marineros ya os los enseñé, pero vamos, no tenéis nada más que entrar en su web y fisgar todo, que no sabréis en qué árbol ahorcaros.

Este diseño, en rosa asalmonado, que Victoria ha diseñado para alguna ocasión especial, no me puede encandilar más… ¡Qué tela y qué mangas!

Con este vestido se va a una ceremonia y no con tules, vuelos, bordados, lazos, encajes y no llevan a la mascota vestida igual porque les da vergüenza…
¡Pobres niñas! No sabéis lo que han tenido que ver mis ojos…

Ya veis cómo es éste: con mangas de volantes grandes y un lazote de tul en la espalda en idéntico tono. Una delicia sin rival. Con unas bailarinas en el mismo tono, el no va más.
Sencillez al máximo, y que no cambie nunca. Estas maravillas hay que conservarlas y que no nos coman los repollos con lazos, por Dios…
Frescura y encanto de nuevo, con el vestido de rayas turquesas y rosas, a juego del niño.

¡Cómo están! Dos hermanitos así por la calle, dan la nota. Pero bien dada. Vamos, que ponen el sombrero de la niña en el suelo, y yo, desde luego, les echo monedas.

¡Ayyy madre mía! ¿Tan difícil es diseñar esto? Porque a mí me parece mucho más horrible diseñar los mil y un adorno y las terribles combinaciones con las que nos deleitan otras marcas. Todo en el mismo vestido, bien juntito.

Otro vestido de rayas celestes, con el talle bajo, una maravilla de enamorar, un vestido de siempre, con pequeños matices. Un buen lazo en el pelo y unas bailarinas y a ver quién puede con los niños de Kid’s Chocolate…

Vestido y bermudas de niño de lino…. Vestido con puntillas o vestido con lazada atrás. Los dos de infarto. ¡Qué dulzura y qué elegancia innata!

No me pueden chiflar más… Un éxito rotundo antes incluso de llegar a las tiendas, lo cuál es muy buena señal. ¡Vamos ganando!
Precioso e infinito vichy negro, en un vestido de similares características con lazo rojo en el canesú… ¡Me enamoró en cuánto lo vi!

Desde luego, Victoria, cada año, no puede faltar uno de vichy en tu colección.

¡Éste es de fábula! Pero de fábula de Samaniego, no de cualquier desconocido.

El de piqué turquesa, otra maravilla que me deja de una pieza.
¿Para qué inventar tanta variedad, si das con tu estilo propio y es un éxito?
Fijaos bien en el vestido, porque cuando pase la barca, el barquero no le pedirá ni un euro, jajaja. Está tan divina Aroa…

Muchos más, que si puedo os dejaré también.
Termino con mis «Gansetes” del alma, que tienen sus colecciones calentitas recién sacadas del horno.
Si se puede decir que me tengo que identificar plenamente con alguna de las marcas, ésta sin duda, es «Gansetes”.

Siempre lo he dicho. Para mí, tienen algo especial que hace que abra la boca en cuánto veo el primer modelo de la temporada y no la cierro hasta que termino de ver todas las colecciones.

El gusto de Deborah es tan idéntico al mío que, a veces, me asusta. Yo no hubiera llevado a los niños ni más ni menos que como ella diseña.

Y ahora, como su niña mayor ha crecido, se va adaptando a las edades y tienen monerías para todos: niños, niñas pequeñas, niñas mayores, todo coordinado de auténtica locura, con jerseys, trench, chaquetones, de todo…
No sé cómo lo hacen, la verdad. Yo lo veo fácil y sería capaz de decirles claramente algunos modelos que me parece que me salen bordados, pero cuando veo sus colecciones, pienso: ¿para qué, si ellas ya lo dejan perfecto?

Como no me da tiempo a hablar de todas su colecciones, cosa imposible, porque escribiría varios folios, os voy dejando alguna foto, para que os quedéis con las ganas y entréis en su web a deleitaros.

La colección en blanco roto y marino es la Artemisa y es una de las que más me pega enseñaros para que la vayáis comprando. No tiene desperdicio alguno y no voy a dar más explicaciones. Si al verla, no pensáis que esto es lo que son niños bien vestidos, no tenemos nada que hacer.

Vestidos de mayor y de pequeña, blusón con foulard, conjunto de niño, gabardinas, chaquetón… Hasta una gran familia, todos iguales, qué gozada…
¿Qué contaros de la Atenea, que no sepáis ya sobre mí? En color arena y blanco, te derrites con sólo mirarla.


Vestido de ensueño y conjuntos de falda y blusón deliciosos, así como el del niño….¡Ni un pero!
La Pandora, en rosa, otra preciosidad. Peto, shorts con sudadera, pero de categoría, no así cualquier sudadera, conjunto del niño del mismo rosa….¡No sé cómo lo hacéis, hijas!
Y la Helena… con aires marineros, otro lujazo.
Os las contaré más y mejor.


Yo compraría todas y cada una de ellas, no exagero, pero no tengo a quién ponérselas y muchas que podéis, lo desperdiciáis con vestidos como el de La Bella el día del baile con La Bestia que, como no me leen niños, puedo decir que más horroroso y cursi no puede ser.
Me voy a hacer el “hatillo” que la moruna Córdoba me espera….
Un beso con un gusto del que queda poco
Hola Eva no dijistes nada de Córdoba, te gusto?
¡Hola! ¿Cómo que no dije nada? Si lees mis artículos, verás todo lo que dije. No es que me gustara, es que me encantó. Me pareció una maravilla de ciudad. Estuvimos en la gloria, con 25 grados el 19 de marzo… Ahora no podría ir, pero entonces fue un lujo. Además, Beaatriz Baldasano, la de la marca Dimelo Hilando, me dijo dónde tenía que ir, a comer, a visitar y fue todo una gozada, la verdad. Vives en una ciudad privilegiada. Lo que me extraño es que no ví tiendas de niños, ni siquiera la tuya. Claro que no fuimos casi por la parte nueva… Pero, preciosa Córdoba. ¡Un saludo!
Las modas cambian, eso es un hecho. La moda repollo cada vez esta mas en decadencia, vivimos en una sociedad en la que las prisas nos hacen buscar ropa comoda si renunciar a la elegancia.
Otra cosa es saber ser elegante a la par que sencilla…no todas saben. El blog Nubes de Lunares nos ayuda a ello, pero siempre hay paletas que no lo saben ver ni apreciar. Es más fácil criticar lo que no se sabe llevar a la practica. Una pena, para esas mentes sin glamour y llenas de prejuicios, envidias poca clase.
Besooooooos Eva
Hola Eva!!..
Como siempre una entrada estupenda!!!!..
La verdad que gracias a k las modas van cambiando ya apetece ver cositas menos repoyudas … Aunque tengo clientas que me piden muchas puntillas ….
¡Mil gracias Ana! Lo tuyo no cuenta… son otro tipo de maravillas….