
Pues de nuevo jarreando. ¡Menuda semanita! Frío no hace, pero la verdad, es que estar constantemente lloviendo, es molestísimo. La pobre Tess está como león enjaulado y cuando sale, ni os cuento cómo vuelve… Hay que ducharla de arriba abajo, porque vuelve negra en vez de blanca.

Aquí me está mirando con cara de resignación. Y mis queridos hijos, se han ido los tres sin paragüas, pues ese objeto no existe para ellos… ¡Buffff!
Luego Pablo, se coge las pulmonías que se coge. En fin, cosas que os pasarán a muchas, imagino.

Bueno, y después de la que armé el otro día, por expresar mi opinión, sobre lo que me había pasado esa mañana, tengo que decir a todas aquellas que se dieron por aludidas (una me dio mucha guerra), que es simplemente mi opinión.
Que ni soy frívola (lo que me faltaba por oír), ni me meto en la vida de los demás, ni nada de nada. Sencillamente, escribo lo que opino y punto.

Y lo voy a seguir haciendo, porque para eso estoy aquí. Fijaos que una chica me escribió, diciendo que si no tenía otra cosa que hacer que meterme con las que tienen un gusto diferente que el mío, que si tal, que si cuál…

Lo primero, es que para leerme, hay que tener un mínimo de sentido del humor, cosa de la que ella carecía por completo, ya que me dijo que qué problema tan grande era el mío, que sólo era el criticar a las que iban de “marca”. La pobre no entendió lo que expliqué ni lo entenderá.
Bueno, dejando esto aparte, que la verdad, me aburre bastante, a raíz del artículo del lunes sobre bodas en otoño, he recibido de nuevo varios mensajes diciendo que por qué no puse cómo tienen que ir los niños a bodas de otoño… Ya os digo que nunca llueve a gusto de todos.

Pero os voy a hacer caso, con los pocos recursos que tengo, ya que es cierto que las marcas de moda infantil no atienden especialmente a las Arras de invierno, ni a ir vestido a una boda en general.
Bueno, vamos a ver si consigo daros alguna idea, para que vuestros pimpollos vayan, al menos, idóneos y apropiados a una boda en esta época del año, tan bonita para mí.
Ya sé que preferís el verano…
Arras y vestidos más abrigaditos, otros no tanto, pero como siempre os digo, a veces hay que pasar frío para ir divina de la muerte. Varias marcas me vienen a la cabeza, y voy a intentar transmitiros cómo los llevaría yo.

Empiezo con “Teresa y Leticia”, que, a buen gusto no les gana nadie (un beso a María). Desde que las conocí en su taller pequeñito, hasta ahora, ya ha llovido, pero no han perdido ni un ápice de la exquisitez de sus vestidos y conjuntos.

Las telas no serán de lo mejor del mundo, pero ¿os creéis que me importa? El gusto extraordinario no se lo quita nadie y para un día, podéis llevar a los niños de caerse la baba.

Un vestido perfecto para una boda en estas épocas es el vestido Cocó, con su cuello hueso tipo gola y puños idénticos y ladada en negro. La niña está preciosa y con algo de abrigo en gris o negro, arreglado el asunto.

Impresionante de bonito el modelo Pierrot azul. Vestido con cuello divino y puños idénticos al codo, cuerpo azul de terciopelo y, de un azul más suave y vaporosa la falda.

No le veo ni un defecto. Todo lo contrario. Cada vez me sorprenden más y este vestido para una boda, es absolutamente maravilloso.

También lo tenéis en negro con gris, igual de impresionante, o quizá más…

Yo, cuando vi a la niña me quedé varios largos minutos mirándola… Vosotros diréis cómo es el modelo en cuestión. La falda, en este caso, haciendo rayas grises y negras. ¡Delicioso es poco!

Las bodas de invierno, yo las arreglo rápido con una capita. Si no encontráis la prenda de abrigo adecuada, es mejor ponerle una chaqueta por encima del vestido y encima, una capa negra de terciopelo, que se hace en dos segundos, si no la encontráis. Después de la Ceremonia, se lo quita y el vestido para gusto y recreo de todos.

A la última totalmente por el color, tenéis el vestido Singapur. De terciopelo y muy sencillo, pero muy “ad hoc”; la niña va perfecta con él a cualquier boda en la que no tenga que llevar las Arras.

De nuevo, gris y bárbaro, el vestido Triana. De tela abrigadita, con manga francesa y talle alto con banda, me rechiflan el cuello y los puños en color marfil.
Lo veo muy de mi gusto. Así son ni más ni menos mis vestidos favoritos. Elegante, mimado, de niña. Precioso con los leotardos o pantys y zapatos, tal y como los lleva. Espléndida…

Para Arras, fantástico el vestido Danubio, con el cuerpo nata y la falda con tul rosa. Talle alto y manga francesa con una pequeña banda en tostado. Con un tocado mono (las niñas se pueden permitir flores aunque sea esta época del año), las damitas perfectas.


Y también precioso para Arras, el modelo Compuesto, en terciopelo verde, con una especie de pichi. Queda fantástico. Lo podéis elegir en otro color.

Miradlo por detrás: con una coronita de flores similar o una capota como las que os he ido dejando, todas obra de “Pilicose”, con las flores y cintas en verde, puede resultar el cortejo más bonito del mundo.

Rápidamente, me voy a “El Armario de Lucía”, que de nuevo, se supera y nos presenta su colección impresionante Liliana, superior para una boda de campanillas. Para Arras, perfecta.

Una misma tela impresionante para varios diseños, según las edades. No perdáis comba, que es de morir.

De un rosa, que no es el típico rosa de verano. No lo sé ni definir, un poco rosa empolvado, un poco malva… bueno, da igual, el caso es que es una delicia.
El vestido de vuelo, con talle alto y manga al codo, para las niñas a las que les vaya más este estilo y no sean muy mayores, espectacular. La banda, deliciosa con la gran lazada en la espalda lo hace espectacular, al igual que la exquisita puntilla del cuello, puños y bajo.

Para las pequeñas, no necesito palabras. Ya lo veis aquí. Divino con ese lazote, tela lisa en el cuerpo y belleza por todos lados.
Y aquí, estas dos niñas, con el vestido de vuelo y el vestido evasé, que también, es de aupaaaaa. Para todos los gustos. Con capota las más pequeñas en este color y tocado de flores las mayorcitas, otro cortejo digno del Hola… o mejor, os lo digo yo.


Para las mayores del todo, divino el de talle bajo, con el lazote a la cadera y la misma tela impresionante…¡Cómo sienta, madre mía! También pueden ir con recogido tipo el que lleva esta niña, pero yo le pondría un pequeño tocado de flores al tono en el mismo.

El niño también tiene su conjunto, como debe ser: pantalones cortos rosas y camisa de lino cruda con cuello mao, que es como más monos van. ¡Super boda!

En “Paloma Enseñat”, también podéis encontrar cosas monísimas a la carta, es decir, previo pedido.
Preciosos, en seda, estos vestidos de corte imperio, bien azul, bien en rosa. Sencillos y apropiadísimos. De Arras o sin Arras. Un vestido con el que siempre se acierta. Su diseño clásico y encantador hace que no tenga modas ni épocas.

Ya veis cómo están las niñas de preciosas… Ya sabéis, la capa, a falta de una chaqueta o abrigo de terciopelo al tono.

Similares, en azul (qué azul tan increíble el de seda), estos dos: uno de toile y el otro de seda, con banda de flores.


Pueden ir las mayores de liso y las pequeñas, de toile. También, una maravilla para estos meses.

Más seda, en este caso, dorada, idónea totalmente para estas bodas. Ya veis cómo es el vestido. De nuevo, gana la sencillez.

El vestido de seda salvaje gris plata con chorreras, no se queda atrás. ¡Me chifla! La niña aquí lo lleva con medias guinda, pero yo se las pondría grises. Un monocolor de diez.


Con una levita negra o gris de terciopelo, divina de la muerte…
Y en verdes, estos vestidos, también de seda, con detalles en rosa. Un grupito de niños así, también fantástico.
El niño, con sus pantalones pirata y camisa de chorreras en lino, va estupendamente para llevar las Arras.
Y en “QuéMono”, también podéis encontrar la solución a

vuestros desvelos. Como


por ejemplo, esta capa de terciopelo gris con lazada; lo que os decía yo…
O bien, el abrigo corto de terciopelo azul, que le va perfecto al vestido que va por dentro….
Estupendos los niños a juego, como éste, de abajo, con los pantalones azules de terciopelo, camisa blanca y fajín de flores.
Hasta el bebé tiene su conjunto,

con las bermudas con tirantes azules y camisita de flores.

Para niñas mayorcitas, monísimo este vestido de talle bajo, con el cuerpo de terciopelo color tabaco y la falda, de encaje en crudo. Con un tocado con flores crudas, preciosa.

O esta, con el vestido de tul bordado marfil. Desde luego, que no se diga que no van de boda, por Dios…

Exquisitez total, éste, de terciopelo visón, con cuello y puños de encaje. ¡Otro de los míos! Elegante como nada…
En la tienda «Golositos» de Madrid, que lleva tiempo dedicándose a esto, podéis encontrar muchas más posibilidades, que por falta de tiempo, no voy a poder enseñaros.
Pero algo es algo y coordinan a niños y niñas de cine. Como veis con este vestido y conjunto de niño en seda marfil y rosa. Van idóneos totalmente. Y monos, siempre que el niño sea pequeño.


El conjunto de niño con pantalón corto de seda gris y camisa hueso va de maravilla con el vestido gris, también de seda, que os enseño aquí.

No es que luzca mucho sin niña, pero haced un esfuerzo de imaginación y os aseguro que el contraste con la pechera hueso y los detalles, lo hacen irresistible.
Bueno, pues hasta aquí hemos llegado hoy. Id mirando y decidiendo, aunque me consta que muchos ya tendréis preparado lo de vuestros retoños.
Otros andan como un pulpo en un garaje, a juzgar por los mensajes que me llegan… ¡Espero que haya remedio!
Un beso arregladísimo
Hola Eva
Muy buen reportaje
Y además has dado miles de ideas para niños
Por supuesto lo que más me encanta es lo de las capas de terciopelo, me parecen ideales
¿Por que no metemos más terciopelo en el invierno? Con lo que viste
Muchas gracias por sacar mis capotas
Besos