Bueno, perdonadme porque hoy estoy un poco tonta. Me he pasado la mañana llorando de impotencia, ya que, después de todo el esfuerzo e ilusión con la que habíamos organizado el showroom, a última hora dos marcas han dicho que no pueden y se nos ha quedado todo cojeando.

Ya habíamos patinado con las portuguesas y ahora esto. En fin, que estaba visto que no tenía que celebrarse ahora y punto. Ya estoy más calmada, pero llevo un día fino.

Ha sido una gran decepción y no sólo por mí sino por todas las marcas que han quedado como señoras y lo han entendido. ¡Chapeau por ellas! Serán las primeras invitadas al próximo, que lo haré con más tiempo y será un éxito!

Es una pena la informalidad de la gente. Yo comprendo que son épocas en las que están super liadas, pero

lo que no te pueden decir es que sí, y cuando ya está pasado el plazo, decir que no. Si supierais con qué cara de tonta me he quedado…

Pero bueno, otra vez será. Pensar que les dije a marcas que no había sitio…Pero el del local nos exigía ya el pago total y no he podido esperar ni un día más. Eso me pasa por esperar a ciertas marcas que me encantan y me dijeron que sí y han sido las que más me han decepcionado. Luego, me han llamado y todos tan amigos.., pero, claro, la faena ya está hecha.

En fin. A otra cosa mariposa.

Vamos a alegrarnos este día horrible con unas colecciones exquisitas, llenas de matices, de la mano de La Martinica.

 

Sé de sobra que casi todo el mundo la conoce, pero hoy necesitaba yo de estas monerías para alegrarme y de paso, alegraros a todos a los que os gusta llevar a los niños “arregladitos”, siempre monos, vayan donde vayan. Es decir, que no es ropa comodísima y que apenas necesita plancha… jajaja. No. Es tan coquetona y llena de detalles, que requiere un esfuerzo por parte de los padres (¿?, ejem ejem) para que vayan ideales y no llenos de arrugas o manchas.

Tiene tantas colecciones, que me lo ha dejado difícil para empezar. Así que comienzo por la “Holanda”, ya que me parece la colección típica monísima de verano, con un estampado pequeñito de flores y miles de conjuntos. Es deliciosa, en tonos rosas y granates.

Tenéis un vestido de talle alto, de talle bajo, un mono… En fin, para todos. No hay nada más que verla y te enamoras de ella. Las capotas me pirran. Son niñas que parecen de las que iban en San Sebastián con el aña, todas perfectas… y que todo el mundo se daba la vuelta para mirarlas. Divinísima colección. Me chiflan las manguitas del mono , como si fueran alitas y el vestido de talle bajo es increíble, con las cintas en la espalda…¡Huele a verano!

Queda genial combinado con rosas subiditos de tono o con granates aunque sea verano. A mi me chifla la combinación, ya lo sabeis. ¡Con qué gusto está hecha y qué monerías!

Sigo con la colección Camisera, porque sí, es otra de mis super favoritas. La cobinación azul, marino y rojo nunca ha faltado en el armario de mis niños. Con aires marineros nos deleitan con varios

conjuntos, incluidos los niños que están de enamorar con esta colección. Jerseys marinos con rayas rojas, camisas deliciosas y bermudas marino. ¿Y los de las niñas? Me muero por ponérselo a alguna. Me enloquece,

tanto el vestido de talle bajo, espectacular estando morena, como el Jesusito, con picunelas marino y rojas. ¡Me como a la niña con patatas! Qué delicia de capota, que chaqueta currita a juego… no comprendo cómo hay gente que no es de este estilo de ropa. Es gente más práctica, pero no saben lo que se pierden. Aunque a veces se ríen de las que los llevamos así, pues nosotros nos reímos de ellos y punto. No hay por qué discutir. Para mí se pierden un placer absoluto de la vida.

La Colección Rosalina, otra alegría para la vista. Combinación de un verde precioso, tirando a oscuro, contrastado con un rosa bebé que queda encantador. El vestido de talle bajo cruzado en la espalda me pierde. Y el de talle alto, con el delantal rematado con puntillas… Por

no hablar del conjuntazo de blusa de morir con alitas rematadas en puntilla y faldita en el estampado verde con picunela rosa. ¡Qué detalles!

Ideal la mires por donde la mires. Me chiflan las capotas ya lo sabéis.  Y  sin embargo, reconozco que estos gorritos y capotas de crochet en rosa que les han puesto me parecen encantadores. Les quitan seriedad y les dan un aire bohemio. Y no los tocaditos famosos que se han puesto tan de moda. Yo los haría desaparecer del mapa.

Bueno, combinadito con rosas, llevas a las niñas de estremecer. No he visto tanta monada junta desde hace mucho tiempo, como en las tres colecciones que llevo enseñándoos. Y lo que queda. Así no os quejaréis y podéis elegir; a ver quién es el listo que puede.

Paso a la colección Cocorico, en honor a mi madre. Chiflante es poco. «El amarillo es para el verano…« mamá dixit. Ésta vez, grises, blancos y amarillos. Es que dan en el clavo, no es por nada.

Podéis observar la maravilla de cada vestido, de cada conjunto, el primor con el que están hechos, el gusto, los detalles, todo… El vestido de vuelo blanco con topitos grises y espalda anudada en amarillo, con el bajo también en amarillo liso y la capota… de raptar a la niña, sin ninguna duda. Con su chaquetita en gris, una locura. Y el otro, menos puesto e ideal, amarillo con estampadito y flor en gris, precioso. Los niños, a juego con sus jerseys grises de rayas amarillas

no pueden estar más monos. Con las bermudas blancas. una preciosidad. El bebé… fijaros en el cubrepañal… Y decidme cómo veis a la niña más mayorcita con esos shorts de volantes, la camisa de topitos y la chaqueta maravillosa anudada por detrás con cintas amarillas y ligeramente abierta. ¡Uhmmm… ¡Ésto para el Norte, que a las chaquetas les sacamos un partidazo increíble! Apuntad chicas… jajaja (es una clave que tengo con amigas). Que no… pero la verdad es que me encanta este conjunto y para Burgos es el idóneo.

Sigo con la colección Aires, la que no puede faltar este año en

ninguna marca. Este verde agua está causando estragos. A mí, el tono, mira por dónde, no es mi favorito, pero reconozco que con estos diseños y estando morenitos… favorece un montón. Mirad los vestidos, como en capas de tul de plumeti. Son monísimos, quizá un poquito más arreglados, todo depende de cómo las lleves. El conjunto del niño, en camel con el detalle de la raya en verde me encanta, como el de la niña con shorts con piculela y camisola de volantes con lazo camel. Pero la que ya me arrebata es la bebé del Jesusito: ¿ La habéis visto bien?

Pues miradla en la foto de arriba, toda vuestra: vestido de vuelo de plumeti sin volantes, con lazote camel y capota a juego con el mismo lazote para atarla. La chaquetita camel ribeteada de verde y ese cubrepañal en vichy camel. ¡Voto por este conjunto! Es realmente divino. Hay que reconocer que La Martinica hace las cosas muy bien. María Sobrino tiene un gusto delicioso, hay que reconocerlo. Es para gente exigente y que quiere de lo bueno, lo mejor, y ahí lo tienen.

La colección “Zoe”, más pastelita, para pequeños, deliciosa en rosa y gris. El vestido con la capota, qué os cuento que no sepáis, al igual que el otro que lleva la niña negrita de topitos. Encantadores para días

calurosos. El vestido de volantes es coquetón total con esos dos lazotes grises, y el niño, pues, el niño mono de toda la vida.

La Colección “Amanecer” es un guiño a lo ibicenco. En blanco entera, resulta deliciosa para estar morenita

y para mucho calor. Tanto el vestido  de la mayor, como  el otro con pololos y

el Jesusito, tres opciones maravillosas. Y con esa especie de puntilla que hacen el efecto de madroñitos, perfecto para los soles mañaneros. ¡Ufff, qué calor! Yo les pondría alpargatas en camel, les pega mucho a estos modelos y el camel y el blanco ya sabéis que me apasionan.

Sigo con la colección “Encajes”, la más vestidita de todas. Para ir a un evento, perfecta. Es de encaje crudo entera y tanto el vestido de talle bajo como el Jesusito te resuelven la papeleta en cualquier celebración. La tela es exquisita y combinada con camel. El niño va de comérselo  y me chifla el conjunto de la mayor, menos puesto. Para cualquier día, niña mona mona. ¡Y todos con lazotes en el pelo! ¡Lo conseguí!

Ya veis que con cualquiera de los demás podéis ir a una boda, bautizo o eventos variados, aparte de llevarlos así de monísimos por la calle, claro. Que a los que nos gusta, nos gusta. Y punto.

La colección “Raso”, es la más cortita, pero divina. Unos vestidos en un azul precioso estampados y con tules rosas. Es increíble cómo se lleva esta combinación, que si es bonita, como es el caso, es preciosa, pero si no…

El caso, y lo importante, es que a estas niñas, una con el talle bajo y la otra con el vestido suelto (más mono éste para mí), están de escándalo.

Y como remate de fin de fiesta y celebrar los coloridos del verano y el buen tiempo, han sacado a la luz la colección

 “Miami”. Lo que os cuento, un estallido de color, con tela estampada

de florotas grandes. El fondo verde, las flores rosas agranatadas… y también hace acto de presencia el rojo de mis amores, en las chaquetas, picunelas y por supuesto en el calzado. Sean bailarinas, alpargatas o zapatos, tienen que ser rojos. La puntillita blanca, aporta el toque de dulzura a estos modelos tan reventones y favorecedores.

De esta colección, me quedo sin duda

alguna con el mono-peto delicioso, fresquito y bombón. Con la capota atada con lazote rojo y las alpargatas tal cual las lleva, directa al estrellato.

Espero que os haya gustado La Martinica tanto como a mí. Modelos tenéis para todo tipo de gustos y colores. Eso sí, de esos que nos gustan a muchas, arregladitos y “pijitos”, como dirían los que no saben, como siempre os digo.

Un beso de mil colores