
¡Buenísimo lunes, para quién lo sea y ame el calor! Yo no tengo más remedio que confesaros que he pasado uno de los peores fines de semana desde hacía años…
Este calor está acabando conmigo. No salgo de casa, no puedo… Ayer estuve todo el día a remojo en la piscina, pero ni con eso me vale. La casa está que arde y

la verdad es que de momento no estoy disfrutando nada del verano.
Para mí no es verano, ni nada. ¡Si no puedo vestirme! Estoy siempre con algo de piscina, ya que cualquier tipo de ropa no la soporto. ¡Ayyy Dios mío! Necesito el Norte como si fuera una medicina.

En fin, ahora llega Pablo de Burgos (allí, por lo menos viven, aunque ha hecho calorazo). El vientecito que sale a partir de las 7 de la tarde lo pagaba ahora mismo con gusto y ganas…

No os creáis que soy quejica, es que tengo una sensibilidad especial para no soportar el calor, que es hereditaria… ¡Me gustaría ver a mi madre aquí! A los cinco minutos ya habría cogido el primer tren de vuelta.
En fin, no sé si estaréis aprovechando las rebajas, estaréis de vacaciones, o dónde… Yo ya me he despedido hasta septiembre de marcas amigas que han echado el cerrojo para preparar la próxima temporada…

Parece mentira pero ya he visto varias colecciones de invierno que están llegando a las tiendas. Es verlas y darme un agobio horrorosoooooo ¡Me quieren matar!
Hoy os voy a hablar de una tienda. Sí, de una tienda física de Madrid, pero que también tiene on line, y que que conocí al poco de llegar, gracias a mi amiga Marisa y que, desde que la pisé, he ido en bastantes ocasiones, porque es ideal, y porque me ha resuelto muchísimos regalos, sobre todo en Navidad.

Se llama La Llave Hueca y vende todo tipo de idealidades para la casa, para tí, para el baño, cocina, tales como albornoces, toallas de todo tipo, manteles divinos, trapos de cocina, sábanas, vestidos-toalla, fundas nórdicas para bebés… Es una maravilla y si entras, te quedas horas mirando todo y viendo la calidad máxima que hay en todo lo que venden.

Tú eliges (yo he comprado varios juegos de toallas) el color y ellos te lo personalizan de forma preciosa, con el tipo de letra que tu quieras, bien sea sólo la inicial o el nombre entero.

Las primeras Navidades que estuve aquí, compré tres albornoces y os puedo asegurar que no hay rizo igual… Compré dos iguales, en un azul divino y dije que me los bordaran con el nombre entero en rojo y con letra inglesa… ¡Qué delicia! Y el envoltorio…

Uno era para mi ahijado y otro para mi hijo pequeño. Otro para mi cuñada (en color tostado con el nombre en granate). Para mi hija y mi sobrina, dos vestidos toalla, que son una auténtica monada y un capricho. Terminas de ducharte y no necesitas nada más.

Te lo pones y ¡lista! Te secas el pelo con él puesto y es una maravilla, porque no se cae, es super práctico, además de monísimo y por supuesto bordado con el nombre.

Ahora, en pleno verano, los tienen también en versión playa… Es decir, vas a la playa vestida y además te sirve de toalla…

Bueno, que me enrollo. El caso es que he hecho buen uso de las recomendaciones que me hicieron. Además, tanto la fundadora, Bárbara, como la encargada, María, son un auténtico encanto y ya saben todos mis problemas con el calor, jajaja…

Recuerdo que el año pasado fuimos en un día infernal y claro, se lo tuve que contar. Hasta nos dieron unas direcciones de restaurantes para ir a comer y no pudieron dar más en el clavo, ya que uno de ellos era “El Cañadío”, que también existe en Santander y me chifla.
Bueno, os voy a enseñar un poco sus maravillas. Y eso que las fotos no hacen justicia en absoluto a la realidad.

Empiezo por las toallas tan monas… esas light que no pesan. De todos lo colores y con todo tipo de detalles. ¡Me encantan! Las metes en el capazo y ni te das cuenta… no cómo antes, que ibas cargada como un burro.

Mirad qué monerías: La rosa con el bolsillo en cachemires rosas es deliciosa. Todo depende de cuál te pegue más con el resto de cosas: traje de baño, vestido playero, kaftán… Yo he elegido mis favoritas.

Otra es esta amarilla (me encanta el amarillo para complementos), igualmente con el bolsillo estampado en cachemir. ¡Divina! Y si vas entera de blanco, con los complementos en amarillo… Me vuelve loca.

El juego de colores de esta toalla lila con el bolsillo estampado de flores, me encanta. Caprichosa y preciosa. Con verdes, con los mismos tonos, con blancos, en fin, con un montón de cosas. ¿No os encantan? Y lo que os digo: son eternas. La calidad es increíble. ¡Ahhh! Y se me olvida decir que son enormes…una gozada.

Sigo con toallas: me encantan “las topuchas”, como las llaman ellos, que son las toallas con capucha. Tanto para la playa, como para casa, divinas. Mirad ésta qué mona, en azul (mi azul), con la capucha blanca y una ballena blanca bordada…

O las de estos tres niños en la playa, con tus topuchas. Cada una bordada con su nombre. Así no hay problema. Ni se pierden, ni se pelean por la toalla.

Cómo no, para un niño, me chifla la toalla amarilla con capucha marino y coche bordado. ¡No me digáis cómo es de mona! Mira por dónde, se la voy a regalar este año a Jaime, mi querido sobrino y ahijado, que ha tenido a bien nacer el uno de agosto. Se la daré antes… Pero, ¿cómo no se me ha ocurrido antes? Os digo que no tengo la cabeza para pensar…

Y para niña, alegre y colorida, como el verano, la rosa con verde pistacho y muñeca bordada… ¡Requetemonísima!
Y no os perdáis las de más bebé: Ideales estas dos, con rizo blanco y capuchas en rosa o azul y bordados dos bebés… Una cucada auténtica.
Quiero que os deis cuenta de que os enseño una mínima parte de las cosas que tienen. Pero entrad en su web, entrad sin miedo, jajaja.

O la topucha de Celia, con el rizo blanco y capucha rosa, elefante bordado de lunares… ¿A que no habías visto nada tan mono? Yo no, hasta que conocí la tienda.

Y éstas te sirven para casa y para la playa. Yo, a los bebés, se las dejaría para casa. ¡Es que todo lo de casa me pirra!
E igual de monísimas, la blanca con el pollito bordado en amarillo a juego de la capucha (arriba) o la blanca con la capucha tostada y un teckel (perrito) en tostado. Y muchas más… ¡Uhmmmm! Delicias…



Como os decía, las toallas vestido, o viceversa, como éste, de rizo rojo y detalles estampados, monísimo siempre en verano, o el rosa, color por excelencia de las niñas y si están morenas… super favorecedor (siempre con sus detalles), o el amarillo de mis amores. Ya veis qué monadas. No tienes que pensar nada, sólo ponértelo y ¡voilà!

Y lo mismo, pero como el de mi hija, es decir, para casa, después del baño o ducha. También con turbante a juego, con un botón, perfecto para recogerte el pelo. Mi hija, desde luego, le ha dado buen uso. Está encantada con él. Y para regalo… es algo que nadie se espera. Mi sobrina no sabía ni lo que era y con esa presentación…

Y lo mismo, lo tenéis en mil colores, lo podéis personalizar, poner las letras del estilo que queráis (yo siempre elijo la inglesa, no me van a cambiar a estas alturas, jajaja). Me parece super elegante…¡Y lo graban en una hora! Vamos, un diez, les pongo.

A juego, le regalaron los Reyes, las toallitas monísimas de manicura y maquillaje, con rizo blanco y letras fucsia, vamos idénticas que las que estáis viendo. Son, aparte de otra monería, practiquísimas, sobre todo para Almudena, que para desmaquillarse es un desastre auténtico… Pues llevan ya no sé cuántos lavados y están radiantes. Tampoco os lo perdáis como un detalle monísimo para un regalo…

Y para casa, toallas de todo tipo maravillosas, como este set de tres toallas rosas, con las iniciales en letra inglesa blancas y cenefa de piqué con bodoques… ¡Cómo son! ¿No os chiflan? Ya sé que sí. Yo compré unas de Meninas, que las uso muchísimo, en color beige y topo.

O este otro juego de tres, monísimo, en rosa pálido y con vacas de topitos bordados. Para el cuarto de baño de una niña…

Y otro ejemplo de set de tres toallas con la inicial. ¡Elegantísimas y con un rizo (repito) extraordinario!
Hasta los paños de cocina, da gloria verlos. Pueden ir

en paquetitos de dos, como éstos que llevan una seta bordada, o los de la primera foto, uno azul y otro blanco. No os olvidéis de esto como detalle para alguien…
Fijaros si hacen todo mono, que también para el caso de que fuese para regalo, lo doblan de tal manera que parece un conejito. ¡Y es un trapo de cocina! Es que da pena hasta desdoblarlo.

Fundas nórdicas para moisés de piqué como éstas, coquetonas, con bodoques… o con la figura de la bebé bordada, que es una cucadita.

Todo, como veis, cuidado hasta el más mínimo detalle, detalles que, como siempre os digo, nos hacen la vida más agradable, porque ¿a quién no le gusta ver estas maravillas en vez de ver cualquier cosa que les plantan a los bebés, o cualquier toalla sin gracia que se ve en las playas?
A mí, desde luego, todo lo que esté hecho con gusto, cuidado, con mimo y bonito, me dice algo de la persona que lo lleva, aunque no la conozca de nada. En los pequeños detalles está la felicidad… Sí, sí, a los que me llamáis pija, también en éstos, os lo aseguro.

Y voy a terminar con lo que fue mi gran descubrimiento hace dos años exactamente: los manteles resinados. En casa, cuando más gente viene, es en verano: comidas en el porche, cenas… Y la verdad, es que tener manteles ideales es muy bonito, pero con estos calores muy poco práctico.

Y así descubrí esta maravilla de manteles. Compré dos y yo creo que es una de las mejores compras que he hecho en mi vida. Lo pones y parece de tela, con la diferencia de que por mucho que se manche, le pasas un paño húmedo y ¡listo!

Además, no es por nada, pero más bonitos no pueden ser. Los puedes encargar con las medidas que tú quieras y de verdad, que son una auténtica maravilla.
Fijáos en éstos de arriba: Divino en color topo con lunares crudos (uno de mis favoritos, ya os imagináis). Queda ideal con cualquier vajilla, sobre todo con la típica cruda que solemos tener muchos.

También encantador el de estampado en cachemir, alegre para las comidas de verano, elegante… precioso… y también muy combinable.

Y superior, éste, color piedra con cenefa de lunares. ¡Me pirraa! Imaginaos con la vajilla lisa y sus increíbles (se me olvidaba) servilletas de tela reciclables, de usar y tirar, a un precio estupendo. En mil colores también. ¡Qué uso les he dado, por favor!

Y con esa divina mesa con mantel de toile de jouy rojo, me despido, esperando que os haya chiflado todo tanto como a mí (a más del 80% de mis lectoras sé que sí).
Desde aquí, os animo a todas las que vivís en Madrid, a pasaros por su tienda, que está en la calle Príncipe de Vergara, 16, y a las que no, a que entréis en su tienda on line. La calidad y el buen hacer os lo garantizo yo.
Un beso de rizo